miércoles, 26 de agosto de 2009





Washington y Bogotá: la alianza de la muerte
Por: Christiam Mirelles
26/08/09

Los pueblos de América del Sur se han sentido incómodos desde el momento que comenzó a circular la noticia de que se instalarían siete (7) bases en Colombia para “ayudar” a combatir la guerrilla y el narcotráfico. Bases militares - de guerra - que adornan con el nombre de “localidades expedicionarias”. Este hecho cuenta con la anuencia del poder económico y del gobierno neogranadino, pero no con el apoyo del principal poder de una nación: el poder popular.

Pero… ¿qué hay detrás de esa alianza de la muerte? Quién va a creer que esa intervención acabará con los problemas de Colombia y del mundo.

Estos dos gobiernos (y recalco que son los gobiernos y no los pueblos) han sido aliados desde hace décadas para “dizque” combatir el problema del narcotráfico y por ende las drogas. Narcotráfico que ha financiado a más de un político (de antes y de ahora) y ha dado muerte a otros. Recordemos el rol que jugaron los Cárteles de Medellín y Cali y los paramilitares en el gobierno colombiano que acabó con la vida de personas como, por nombrar algunos, Luís Carlos Galán, Jaime Pardo Leal y Carlos Pizarro y las alianzas gobierno – narcotráfico y gobierno – paramilitarismo (que en resumidas cuentas es lo mismo) que han aterrorizado al pueblo por años. Influencia que fue descubierta cuando unos cuantos batracios del grupo terrorista - gobiernero Autodefensas Unidas de Colombia dijeron, con lujos y detalles, cuales eran sus andanzas y quienes los secundaban: nombres de políticos (mínimo 67 congresistas) y grupos de peso en la economía del país salieron a flote. Esta de más decir que el pueblo ha sido el principal afectado por todo un juego de poder. Colombia no es un problema, pero ese pequeño grupo de narcoempresarios, parapolíticos y gobernantes cuasi gringos son un peligro para los colombianos y el resto de América; pregúntenle a mister Uribe qué piensa de Venezuela, Ecuador, Brasil Bolivia, Argentina, Uruguay, Cuba, Paraguay, Honduras, e incluso del pueblo de la provincia colombiana. Él y su ex Santos, piensan lo mismo que Micheletti y Ortez, Bush y Condy, el sudor del pueblo les hiede a mortecina.

…Y no se menciona a Obama y a la Clinton porque aun se les quiere dar un voto de confianza a pesar de que las máscaras ya no tienen asideros en sus rostros.

¿Ahora, qué papeles interpretan los yanquis en esta nueva obra? Solo basta con preguntarnos:

  1. ¿Que nación está pasando por la peor crisis energética del mundo y de que manera están acostumbrados a conseguir sus recursos?
  2. ¿Qué nación es el epicentro de la peor crisis económica mundial y cómo están acostumbrados a estabilizar su economía?
  3. ¿Qué nación se ha dedicado a invadir a otras naciones con el fin de apoderarse de sus riquezas sin importar las vidas que cuesten?
  4. ¿Qué nación se ha dedicado, por décadas, a frenar todos y cada uno de los movimientos sociales que se han querido dar en el resto del mundo?

Esto, damas y caballeros, no es más que una nueva intervención enmascarada bajo el nombre de “ayuda”: eufemismo puro.

Para Washington la guerra es el negocio más rentable y la invasión su principal producto de exportación.

Pero esta vez es a gran escala. Utilizar a Colombia como centro de operaciones para el dominio y control a largo plazo de las riquezas existentes en los países suramericanos, incluyendo la misma Colombia, es el fin último de este plan maquiavélico. Y queda claro y evidente el hecho de querer (QUE NO PODRÁN) frenar este hermoso movimiento que corre por las venas de América latina llamado SOCIALISMO.

Es de conocimiento de todas y todos que las “ayudas” que los gringos han ofrecido a numerosas naciones del mundo, siempre han estado movidas y motivadas por intereses imperiales para mantener una economía insostenible que ha traído como consecuencia muerte, destrucción y saqueos. Y es que Washington junto a los lacayos serviles y lame botas que se hacen llamar países alineados (otro eufemismo) se han dedicado a brindar “apoyo” a aquellas naciones que, según sus criterios, son amenazas mundiales y, por consiguiente, necesitan “ayuda” para poder alcanzar la cima de la libertad y la paz entendida, teorizadas y vendida por esa fraternidad satánica. Esto no es otra cosa más que una teoría de la inquisición contemporánea.

Pero estoy seguro que usted y yo coincidimos que una libertad que crea dependencia no es libertad; y una paz impuesta a fuerza de pistolas… no es paz.

Ya Afganistán va a cumplir ocho (8) años de “ayuda” para atrapar a Bin Laden, hijo de un antiguo aliado y socio en los negocios de la familia Bush. Hombre acusado de derribar el más grande de todos los símbolos de la economía del Norte: las Torres Gemelas. Les invito a sacar sus propias cuentas y les aseguro que las muertes en Afganistán (en su mayoría mujeres y niños) ocasionadas por los agentes militares y de la CIA, se han elevado a la potencia tomando como base el número de muertes ocurridas el 11 de noviembre de 2001 (paz a sus almas). ¿Tendrá algo que ver la construcción del gasoducto que atravesará Afganistán y que llevará el contenido de una de las cinco reservas más importantes de gas en el mundo? Curiosamente empresas energéticas de Estados Unidos fueron unos de los principales interesados en el proyecto en la década de los 90.

Irak lleva seis (6) años de “ayuda” para evitar que se conviertan en un Estado portador de “armas biológicas”. Hasta la fecha han muerto, gracias a los agentes antes mencionados, más de 30.000 seres humanos incluyendo a su presidente Saddam Hussein, el balance oficial es bastante conservadora ya que extraoficialmente se habla de más de 600.000 victimas; esto sin mencionar las violaciones de mujeres y niñas, torturas a hombres, hambruna, personas mutiladas, aumento de la pobreza y muchísimas otras atrocidades que nuestras mentes no logran imaginar. Todo en nombre de la libertad y la paz made in USA.

Se toman estos dos casos por ser los ejemplos más emblemáticos del siglo XXI, pero igual se les invita a indagar en la verdadera historia universal y encontraran casos como:

1958 a 1975 Guerra de Vietnam del Norte, Laos y Camboya. 15 bases militares se instalaron para controlar el brote de células comunista.

Década de los 80 Panamá. En represalia por los Sucesos del 9 de Enero (investigar más)

Década de los 80 El Salvador. Ayuda que costo la vida a numerosas personas (indagar más)

Década de las 80 Nicaragua. Ayuda para exterminar el “régimen” Sandinista (brote de células comunistas)

1964 y1989 Panamá masacre del canal y ayuda para derrocar al Presidente Noriega respectivamente (fin último, el control absoluto del canal, Investigar al respecto)

1991 La famosa ayuda en la llamada “guerra del Golfo” (petróleo y mas petróleo)

2004 Haití. Ayuda militar para derrocar al presidente Jean-Bertrand Aristide. Quizás su posición poco servil al imperio y sus nuevas tendencias izquierdosas influyeron ¿o no?.

Década de los 90 Colombia. (n) cantidad de ayudas para erradicar el narcotráfico. Finalidad, controlar el movimiento de las drogas y erradicar las células comunistas más antiguas de Suramérica.

Las “ayudas”, incluyendo las operaciones encubiertas, se cuentan por decenas desde el siglo XXI cuando mutilan parte de México hasta el golpe de Estado en Honduras en 2009 y, posiblemente, las elecciones irregulares de Afganistán.

…y todavía mister Uribe tiene el tupé, la desfachatez, el descaro, de asomar la posibilidad de que otros pueblos y gobiernos del Sur profanen y prostituyan sus territorios permitiendo la penetración de la bota norteña.

Pero ya es hora de actuar, los pueblos unidos de América y el Caribe deben frenar estos macabros planes imperialistas. Ya basta de imponernos una libertad y una paz a fuerza de represión y guerras que solo sacian las necesidades capitalistas. La educación liberará a los pueblos y el socialismo es el camino. Tenemos todo el derecho de no aceptar más ingerencias gringas ni guerras pro-yanquis.

Pueblo colombiano, unamos esfuerzos contra los tiranos y opresores.

América y el Caribe rumbo al socialismo.

¡Yankees go home!

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