sábado, 17 de diciembre de 2011


       
Irán corteja a los opositores del presidente sirio buscando asegurarse una alianza crucial ante la eventual caída del régimen amigo
Irán intenta minimizar el riesgo sirio


IPS...17/12/2011

Hasta ahora, funcionarios iraníes se han reunido por lo menos dos veces con el Comité de Coordinación Nacional por el Cambio Democrático. Esta alianza de grupos opositores con sede en Damasco es contraria a una intervención extranjera en ese país y promueve reformas para resolver la crisis política que ya tiene nueve meses.Según Randa Slim, especialista en Siria y en los movimientos democráticos árabes de la New America Foundation y del Middle East Institute de Estados Unidos, Irán también ha contactado a integrantes del Consejo Nacional Sirio, el principal grupo opositor en el exilio, a través del líder islámico tunecino Rachid al Ghannouchi.

"Por ahora el Consejo ha rechazado los intentos iraníes", dijo Slim a IPS.

El alzamiento contra el régimen de Assad en el contexto de la Primavera Árabe constituye una crisis grave para Teherán, pues Siria ha sido su único aliado entre los países árabes desde la Revolución Islámica de 1979.

Siria es también el conducto a través del cual Irán abastece a su principal socio árabe, el grupo chiita libanés Hezbollah, un miembro clave del llamado "eje de la resistencia", que se opone a las negociaciones de paz entre palestinos e israelíes y condona el uso de la fuerza contra Israel.

Mona Yacoubian, un experta en Líbano y Siria del Stimson Centre de Washington, sostuvo en un foro celebrado el miércoles 14 que Damasco juega "un importante papel de puente no solo geográfico, sino ideológico".

Mientras, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), partido palestino sunita con sede en Damasco, ha preferido tomar distancia de Assad para evitar ser visto prestando apoyo a un régimen que está reprimiendo brutalmente a sus hermanos musulmanes.

Sin Hamás ni Assad, el frente de resistencia podría reducirse a dos entidades chiitas, Irán y Hezbollah, y las dos podrían perder su cobertura panislámica como campeonas de los derechos árabes.

En el intento de salvar su relación con Siria, Irán juega a varias puntas, contactando a la oposición, criticando a Assad y suministrando simultáneamente a su régimen dinero, armas y experiencia en vigilar computadoras y teléfonos celulares.

Un funcionario iraní, que habló con IPS a condición de mantenerse anónimo, dijo que su país estaba también alentando a peregrinos chiitas de Irán e Iraq a visitar Damasco, sede de un importante sitio sagrado de esa rama del Islam, para compensar la precipitada caída del turismo europeo.

Mientras, crecen las dudas sobre la posibilidad de que el régimen de Assad sobreviva a un conflicto cada vez más sangriento y sectario.

La cifra de muertos supera los 5.000, según la Organización de las Naciones Unidas, y se multiplican los incidentes de masacres de sunitas en manos de los alauitas, un grupo originado en el chiismo, y viceversa.

Si bien no ha habido grandes defecciones de altos oficiales militares sirios, la mayoría miembros de la minoría alauita, los soldados están desertando y sumándose al llamado Ejército Siria Libre, asentado en la frontera con Turquía.

El jueves 15, la organización Human Rights Watch (HRW) sostuvo que exsoldados sirios identificaron a 74 comandantes y oficiales que dieron órdenes de disparar a manifestantes desarmados y ordenaron, autorizaron o aceptaron torturas y arrestos ilegales.

HRW reclamó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que impusiera sanciones a los implicados y llevara el caso sirio a la Corte Penal Internacional.

Se ha hablado de preservar el régimen convenciendo a Assad y a su familia que marchen al exilio. Pero incluso así, un gobierno posterior a Assad pondría distancia entre Damasco y Teherán.

Burhan Ghalioun, un profesor residente en París que dirige el opositor Consejo Nacional Sirio, dijo al diario The Wall Street Journal que "no habría una relación especial con Irán" si su organización llegara el poder.

Y, en una entrevista con la CNN el 6 de diciembre, Ghalioun apuntó: "Espero que los iraníes entiendan la importancia de no comprometer las relaciones con Siria defendiendo un gobierno cuyo propio pueblo rechaza y que se ha vuelto un régimen de tortura de su propia gente".

Los sirios, que apoyaron a Hezbollah en el pasado, "están sorprendidos de que Hezbollah no les haya devuelto el favor respaldando la lucha del pueblo sirio por la libertad", añadió.

Murhaf Jouejati, otro miembro del Consejo que vive en Washington, dijo a IPS que un gobierno que suceda a Assad "debería volver a las posturas árabes mayoritarias" favorables a una solución negociada de las disputas de Israel con los palestinos, Líbano y Siria y sostener mejores relaciones con Estados Unidos.

Jouejati acusó a Irán de intentar "dar legitimidad al Comité de Coordinación Nacional por el Cambio Democrático y de apoyarlo a nombre del gobierno sirio". Pero esto fracasará porque el Comité no ha logrado atraer a la voluntad de los manifestantes, agregó.

Estas maniobras de Irán se dan en un contexto de creciente aislamiento para la república islámica, que afronta nuevas sanciones económicas internacionales por persistir en su programa nuclear, considerado un desarrollo armamentístico estratégico por Washington, aunque Teherán afirme que tiene solo fines energéticos.

El presidente estadounidense Barack Obama se apresta a sancionar una ley que prohibiría a los bancos estadounidenses hacer negocios con instituciones financieras extranjeras que tengan acuerdos o intercambios con el Banco Central de Irán.

La permanencia de Assad en el gobierno de Siria no duraría mucho más, según algunos, pues las sanciones económicas impuestas por la comunidad internacional minarán aun más el apoyo del sector privado y de la gente de a pie.

Frederic Hof, un estudioso de Siria que está asesorando al Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos, calificó al régimen de Assad como un "condenado a muerte", en una audiencia del Congreso legislativo el miércoles 14.

Pero nadie se atreve a pronosticar cuánto podría durar.

Es posible que la situación empeore incluso más, mientras Irán y otros actores interesados en el proceso sirio –como Arabia Saudita y Turquía– juegan sus cartas apoyando a diferentes facciones armadas y grupos sectarios.

"En definitiva, es una cuestión de hegemonía regional", advirtió Aram Nerguizian, experto en ejércitos del Levante. Siria, agregó, se va a convertir en la "arena de una competencia indirecta", alimentando un conflicto similar a las guerras civiles que convulsionaron Iraq y Líbano.

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=99807

viernes, 16 de diciembre de 2011


           

El dilema de Hizbulá
La resistencia y la intifada siria


Al-Akhbar...16/12/2011


Si partimos de que Hizbulá representa a la resistencia, llegaremos al punto ciego que gobierna las relaciones entre la resistencia y la intifada siria. No tenemos la menor duda de que Hizbulá juega un papel importante en la resistencia frente a la ocupación sionista de territorio libanés y en el apoyo a otras fuerzas resistentes, como Hamás, pero este prestigio justamente alcanzado no garantiza que su posición respecto de la intifada siria sea justa. El “interés” por un lado y su “posición taifi” por el otro, así como el papel de Irán, son los factores que han determinado esta posición.
Tal vez hay ahí cuestiones dignas de consideración, pero es necesario que esos intereses no sean estrechos o que vayan más allá de su posición resistente para dar cabida a otros intereses. Porque lo que resulta extraño en la posición de Hassan Nasrallá es que considere la intifada libia una revolución (ella también), no obstante la intervención evidente de la OTAN y su participación en la “liberación de Libia”, mientras rechaza la intifada siria bajo el presupuesto de que se trata de “un plan imperialista” y de que la intervención militar extranjera puede producirse en cualquier momento. ¿Cómo puede resultar convincente semejante lógica?
En Libia intervino el imperialismo para administrar su petróleo, y se diría que fue la cuestión del imán Musa Sadr* el criterio que determinó el apoyo de Hizbulá a la “liberación” de Libia del coronel Gadafi y lo que llevó a ignorar en este caso la cuestión de la intervención de la OTAN. En Siria la situación es diferente porque el gobierno es aliado y proporciona además armamento y apoyo político, pero esta contradicción sacude el prestigio de la resistencia. Porque, se diga lo que se diga en torno a la “conspiración”, la “baja” participación en las manifestaciones y “el apoyo de la mayoría” a la “reforma”, lo que parece claro es que las potencias imperialistas no quieren intervenir en Siria, demasiado débiles ahora para semejante operación (¿no fue el propio Nasrallá el que nos dijo que EEUU se está derrumbando?). Por lo tanto, ¿por qué seguir utilizando el temor a la intervención si el peligro no existe o no está nada claro por el momento?
Asimismo, los nueve meses ya pasados han puesto de manifiesto que la intifada no es un asunto de “pocos” y que el régimen no puede “aplastarla”; que se trata, en fin, de una intifada del pueblo. Resulta casi risible seguir hablando de cifras cuando ninguna revolución ha implicado jamás a todo un pueblo sino a un porcentaje que fluctúa entre un cuarto y un tercio (en Egipto el número llegó a su expresión máxima, después de romper la fuerza de la policía, en torno a un 25%). ¿Cómo llega a producirse una manifestación en la que se afrontan balas, tanques y sicarios (shabiha), es decir, la muerte inmediata? Esa es la situación que convierte al pueblo sirio en algo más que heroico y que lo pone por encima de cualquier acusación. A pesar de todo, miles siguen manifestándose todos los días en la mayor parte de las regiones, a sabiendas de que el martirio es posible y que lo es en alto grado.
Considero que la deplorable situación económica que atenaza Siria, así como la total corrupción, son hechos conocidos para la Resistencia, como es igualmente conocido el principio de que todo pueblo al que se empobrece y se margina acaba levantándose. Entonces, ¿por qué la revolución del pueblo en Siria no es como la revolución del pueblo en Egipto o en Túnez o en Libia? ¿Por qué no incluyen en sus cálculos al 80% de los sirios empobrecidos que viven en la opresión desde hace décadas?
Es sabido que el porcentaje de desempleo en Siria es superior al 30% y que los propios informes del gobierno indican que dos años antes de la intifada el salario mínimo, que debía alcanzar las 31000 liras (el equivalente a 630 dólares aproximadamente), sólo llegaba a las 6000 liras (130 dólares), lo que convertía a los sirios en los trabajadores peor pagados del mundo árabe, según estudios de organizaciones internacionales. El medio rural es aún más miserable, pues el porcentaje de pobres era allí en el año 2004 del 38,8 % del total de la población desfavorecida del país y en el año 2007 aumentó al doble, subiendo aún más en los años sucesivos como resultado de la aplicación de las medidas neoliberales y el aumento de los precios del combustible y los fertilizantes. Situación que convierte al campo sirio (junto a las ciudades marginadas) en la cuna de la intifada.
Esta es una situación semejante a la de Túnez, Egipto y Libia, y de todos los países árabes, y es la causa de todas las intifadas. ¿Cuál era el valor de la política, por tanto, en una situación como ésta? ¿Ha sido la conspiración imperialista la que ha producido esta realidad humillante o han sido más bien los que saquearon la economía y se apoderaron de más del 30% del PIB (como recordó mi amigo resistente Qadri Jamil)? ¿No es esto consecuencia de la clase dirigente que controla la economía y la política y que ha establecido su poder despótico a fin de proteger el saqueo practicado durante las últimas cuatro décadas? Esta concentración de la riqueza en manos de una minoría gobernante, y el ejercicio de la dictadura para garantizar el expolio y el control de la economía, es la causa del empobrecimiento del 80% del pueblo. ¿La defenderemos -a esa minoría- contra el pueblo? ¿Defenderemos la conveniencia política, aunque para “apoyar a la resistencia” tengamos que justificar nuestro alineamiento contra ese 80% del pueblo, el cual está al lado de la Resistencia y constituye la base de cualquier acción futura contra la ocupación y el imperialismo? Aquí el pueblo no puede servir para enmascarar las posiciones de las fuerzas políticas de oposición o su control formal sobre el movimiento popular. Considero que puedo estar al mismo tiempo al lado del pueblo y en contra de muchas de las fuerzas de la oposición, de sus políticas y sus declaraciones. No estoy a favor de la intervención ni a favor de la “flexibilidad” con las potencias imperialistas, sino que creo que es este pueblo que se rebela el único que puede oponerse al imperialismo y al Estado sionista. Regímenes que han saqueado y tiranizado a sus pueblos no pueden ni resistir ni combatir, como lo demuestra la situación de los Altos del Golán, la palabrería sobre la “estrategia de la paz” y la tentativa de abrir líneas interminables de diálogo sobre las que ha tratado de legitimarse el gobierno (ver las declaraciones de Rami Makhlouf a un periódico estadounidense).
Tal vez el callejón sin salida de Hizbulá tiene que ver con su doctrina religiosa, con su relación con Irán y con la estrategia adoptada a la luz de la misma, y el cambio de gobierno en Siria le pone en una situación realmente difícil. Tal vez sea ésta la raíz de la postura que lleva al partido a una violenta defensa del régimen y a ignorar la intifada, incluso antes de cualquier intervención imperialista (que no parece probable), no obstante su indiferencia frente a la intervención de la OTAN en Libia y su reconocimiento de la intifada libia como una intifada del pueblo. Por mi parte, repito que estoy a favor de la intifada del pueblo libio y contra la intervención de la OTAN sin vacilación alguna. Como estoy con la intifada del pueblo sirio y contra cualquier intervención imperialista. Porque cuando la cuestión deviene la cuestión de un pueblo empobrecido, todos los otros cálculos deben ceder. El pueblo es la base de toda resistencia y no un régimen, no importa de cuál se trate. A partir de este principio, podemos construir una posición clara en defensa de la intifada a fin de que obtenga la victoria sin permitir ninguna intervención extranjera, desenmascarando a cualquiera que llame a una intervención militar y movilizando al pueblo para que rechace toda iniciativa en esta dirección.
Es por esto que es necesario dirigir la mirada hacia lo que sucede en Siria como parte inalienable de lo que empezó en Túnez para extenderse luego a Egipto, Yemen y Libia, eso mismo que aún palpita en Marruecos, Argelia, Jordania, Bahrein e Iraq y que alcanzará Arabia Saudí, Sudán y los países del Golfo. Se trata de un despertar árabe que no busca sólo el derrocamiento de los regímenes mafiosos y despóticos sino una verdadera independencia frente al imperialismo y un verdadero enfrentamiento con el Estado sionista, así como el retorno al sueño de la unidad árabe. Un despertar árabe general en favor de la liberación, la soberanía y la unidad. No hay duda de que “sepultará” los regímenes, pero al parecer arrastrará también consigo las fuerzas y partidos que constituyen un lastre para la intifada porque siguen colgados de la cola del pasado.
Este es el contexto en el que renacen las intifadas, de Túnez a Siria; este es el contexto en el que las clases populares, no un partido o un gobierno, se han convertido en la fuerza que decide el ritmo. Este es el contexto en el que, a partir de la caída de los regímenes mafiosos, se cortará toda relación con la ciénaga imperialista que apoya a esos regímenes y se abrirá un horizonte de liberación y progreso. Las voces sobre “los preparativos para la gran guerra regional”, como no deja de repetir el amigo Ibrahim-al-Amin (Al-Akhbar, 18-11-2011), serán sólo una parte de esa ilusión que se generaliza para ocultar lo que ocurre en Siria, a través del suspense de una guerra para la que se prepara la Resistencia y de un poder que ha debilitado a su ejército en una guerra contra el pueblo, empujándolo a la fragmentación, sin pensar ni por un instante en la posibilidad de empezar una guerra contra el Estado sionista. Deseábamos que esto hubiera sido posible; porque no lo ha sido, despiertan los pueblos. Es el nuevo horizonte. Con una observación: que la relación de fuerzas en el concreto caso sirio no permite un cambio realizado a expensas de la Resistencia, pues es el pueblo el que lleva en su regazo la resistencia cada vez que el poder se prepara para sacrificarla.
* Musa Sadr, filóso y líder religioso chiita libanés desaparecido en 1978 tras un viaje a Libia. Hizbulá siempre acusó a Gadafi de su asesinato (N.T.).

Traducido del árabe para Rebelión por Alma Allende

Asama Kila, nacido en 1955, es un escritor marxista palestino que pasó ocho años en las cárceles del régimen sirio.
http://www.al-akhbar.com/node/27710

jueves, 15 de diciembre de 2011

La OTAN sueña con guerra civil en Siria


Asia Times Online,...15/12/2011

Cada grano de arena en el desierto sirio sabe que no habrá una intervención “humanitaria” de la OTAN justificada por su “responsabilidad para proteger” a fin de provocar un cambio de régimen en Damasco. Una guerra prolongada como en Libia no es factible – a pesar de que esos impecables practicantes de la democracia, la Casa de Saud, ya han ofrecido pagar por ella, generosamente.

Sin embargo la niebla de una guerra cercana sigue siendo impenetrable. ¿Qué se propone realmente la OTAN en Siria?

Ya ha sido establecido (vea “La guerra en las sombras en Siria”, Rebelión, 2 de diciembre de 2011) que la OTAN había instalado un centro de comando y control en la provincia Hatay del sur de Turquía – donde comandos británicos y los servicios de inteligencia franceses están entrenando al sospechoso Ejército Siria Libre (FSA, por sus siglas en inglés). El objetivo: fomentar una guerra civil que afecte el norte de Siria.

Ahora llega la confirmación, a través del sitio en la red de la ex denunciante del FBI de EE.UU., Sibel Edmonds, de que podría haber en efecto un movimiento de pinzas involucrando a Jordania. [1]

Edmonds cita fuentes locales según las cuales “cientos de soldados que hablan lenguajes que no son árabe” han estado “moviéndose entre… la base aérea Rey Hussein en al-Mafraq” y “aldeas jordanas adyacentes a la frontera siria”.

Edmonds sostiene que los medios estadounidenses no informan de nada al respecto por una orden mordaza desde arriba que en teoría expiró este martes. Y no tratéis de preguntar al respecto al rey Abdullah de Jordania.

La base de al-Mafraq está prácticamente al otro lado de la frontera desde Dar’a. Recientemente ha habido mucha actividad en Dar’a – un epicentro del movimiento contra el presidente Bashar al-Assad. En lo que respecta a la agencia noticiosa siria Sana, fuerzas de seguridad han sido muertas rutinariamente por “bandas terroristas”. Para los “rebeldes” son desertores patrióticos del ejército que atacan líneas militares de aprovisionamiento.

El plan B de ataque

Al adoptar este movimiento de pinzas, la OTAN en Siria está diversificando activamente a una estrategia de Iraq en los años noventa: someter a Siria a un prolongado estado de sitio antes de terminar por decidirse a atacar.

Sin embargo, por mucho que la OTAN suplique a Alá por lo contrario, Siria no es Libia. Es mucho más pequeña y compacta, pero más poblada y con un verdadero ejército probado en la batalla. Aparte de estar inmensamente enemistados por el actual eurodrama, los británicos y la ex potencia colonial Francia han calculado que tienen todo que perder en lo económico si se involucran en la demencia de una guerra convencional.

Los incondicionales de la oposición siria –el Consejo Nacional Sirio (CNS)– son un chiste. En su mayoría son de la Hermandad Musulmana, con algunos kurdos. El líder, Burhan Ghalioun, es un oportunista exiliado en París con credibilidad cero (para el sirio promedio) aunque en una reciente entrevista con el Wall Street Journal hizo todo lo posible por apaciguar al lobby de Israel (no más vínculos con Irán, no más apoyo a Hizbulá en el Líbano y a Hamás en Gaza).

El FSA afirma que tiene15.000 desertores del ejército pero está infestado de mercenarios y lo que numerosos civiles sirios describen como bandas armadas. El CNS, teóricamente, se opone a las guerrillas. Pero eso es exactamente lo que el FSA practica activamente, atacando a soldados sirios y oficinas del partido Baaz.

La táctica esencial del CNS es por el momento promover ante la opinión pública occidental la idea de una pesadilla “potencial” al estilo libio de una inminente masacre en Homs. No hay muchos que la acepten – aparte de los usuales, estridentes, sospechosos de los medios corporativos. Aunque ambos están basados en Estambul, el CNS y el FSA no parecen capaces de ponerse de acuerdo; se parecen a una versión letal de Los Tres Chiflados.

Luego está la Liga Árabe, que actualmente está controlada por Los Ocho Títeres: las seis monarquías del CCG (Consejo de Cooperación del Golfo, también conocido como Club Contrarrevolucionario del Golfo) más los miembros “invitados” del CCG, Marruecos y Jordania. Los títeres son subcontratistas del Gran Medio Oriente de la OTAN con esteroides (humanitarios). Nadie, sin embargo, pregunta dónde estuvieron esos títeres cuándo Beirut y el sur del Líbano fueron destruidos en 2006, y cuando Gaza fue destruida en 2008 – en ambos casos por Israel. Los títeres no se atreven a cuestionar los derechos divinos del eje EE.UU./Israel.

Las tácticas de la OTAN en Siria han sido claras como el agua desde hace tiempo. Francia, bajo el liberador neonapoleónico de Libia, presidente Nicolas Sarkozy, se concentra en acelerar la escalada. Al mismo tiempo, París trata de posicionar el crecimiento de la Hermandad Musulmana en todo el mundo árabe como un interés estratégico occidental – como para limitar la influencia iraní.

Y a continuación tenemos el continuo bloqueo económico – imposible sin la cooperación de Iraq (no la habrá), el Líbano (no la habrá), y Jordania (podría tener lugar, pero en detrimento de Jordania).

El verdadero sueño húmedo de la OTAN es llevar a Turquía a que haga el trabajo sucio. En su irremediable bancarrota, los países de la OTAN –incluido EE.UU.– simplemente no pueden lanzar otra guerra en Medio Oriente que haría subir por las nubes los precios del petróleo.

Lo que la OTAN no puede concebir es la posibilidad de que una guerra sectaria suní-chií vuelva a estallar en Iraq. En ese caso, el único refugio seguro sería Kurdistán iraquí. Y eso fortalecería la unidad kurda – de Iraq a Siria, de Turquía a Irán. Turquía tendría en ese caso problemas más pertinentes que embrollarse en una guerra en Siria.

El doble juego de Turquía

A pesar de todo, el gran imponderable en ese complejo tablero de ajedrez es Turquía, – como ser en lo que pasó precisamente con su tan aclamada política de “cero problemas con nuestros vecinos”, imaginada por el ministro de exteriores Ahmet Davutoglu.

Frente a la impotencia de Riad, y con El Cairo convulsionado, Ankara parece haber monopolizado el manto del liderazgo suní – o el papel de guardián de la ortodoxia suní enfrentando a esos herejes chiíes, sobre todo de Irán (pero también en Iraq, los alauís en Siria e Hizbulá).

Al mismo tiempo, para complacer a la OTAN y a EE.UU., Ankara permite el despliegue de la defensa de misiles en su territorio – que se dirige no solo contra Irán sino sobre todo contra Rusia. Para no mencionar que Ankara alberga el deseo prohibido de “solucionar” permanentemente la cuestión kurda estableciendo una zona autónoma en territorio sirio.

Y Ankara también quiere ganar dinero; en Libia ganaron los intereses petroleros británicos y franceses, mientras los perdedores fueron los italianos y los turcos. Pero hasta ahora Turquía también está perdiendo, especialmente en la provincia Hatay, cerca de la frontera siria, ya que un acuerdo de libre comercio entre ambos países ha sido anulado.

Para desesperación de Occidente, el régimen de Assad está lejos de ser estrangulado. Para contrarrestar el pesado paquete de sanciones de la Liga Árabe y Turquía, el régimen ha acelerado el comercio con China – mediante el trueque y dejando de lado el sistema financiero internacional.

No es sorprendente que Washington esté adoptando una actitud a largo plazo. Ha vuelto a enviar a Damasco a su embajador Robert Ford –ex asistente del siniestro ex desestabilizador de Nicaragua, John Negroponte, cuando fue embajador en Bagdad, y actual entusiasta de la contrarrevolución de la Casa de Saud.

Ford tendrá mucho tiempo para intercambiar correos electrónicos con una oposición siria totalmente comprometida con la ex potencia colonial Francia. Hablando de un festival de títeres: éste grabará su propio nicho en los anales de la infamia en Medio Oriente.

Nota

1. El informe está aquí. Una entrevista con el periodista sirio Nizar Nayouf está aquí.

Pepe Escobar es autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007) y de Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge. Su nuevo libro, recién aparecido, es Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009).

Contacto: pepeasia@yahoo.com.

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Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Fuente: http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/ML15Ak03.html

miércoles, 14 de diciembre de 2011

París y Londres han multiplicado por 100 los beneficios de cada millón "invertido" en los ataques
Europa "hace caja" con la guerra libia


Deia...14/12/2011

A la hora de cuadrar las cuentas de la operación militar libia, los distintos países han saldado con resultados dispares su acción u omisión en el conflicto del país norteafricano. Europa comienza a hacer caja por su apoyo a los rebeldes, mientras que Rusia cuenta con una larga lista de números rojos.

El pasado 4 de octubre, Rusia junto con China, ejercía su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU a una resolución que amenazaba al régimen sirio. Tan tensa fue la reunión que el representante de EE.UU. abandonó la sala. El argumento del Ministerio de Exteriores ruso era que no estaba dispuesto a que se repitiera el guión libio, al tiempo que se lamentaba por su abstención en la resolución que abrió la puerta a la entrada de la OTAN en la guerra libia, uniéndose a los rebeldes en contra de Gadafi. La intervención aliada fue impulsada por dos países -Reino Unido y, sobre todo, Francia- con claros intereses en la industria petrolera libia, mientras Rusia perdía los suyos. El embajador ruso en Trípoli declaraba, después que su país permitiera la intervención en Libia, que "la abstención rusa en el Consejo de Seguridad va a costar miles de millones de rublos a los intereses rusos en Libia". Por cierto, el diplomático fue destituido por Moscú. Y es que Medvedev no tolera voces discrepantes. Pero a quien no tuvo más remedio que oír fue a Vladimir Putin, que puso el grito en el cielo tras la abstención rusa en el Consejo abriendo la primera crisis entre ambos dirigentes rusos.

Las pérdidas de la derrota rusa en Libia, concretamente en su parte económica, se multiplican día a día. A finales de abril, la empresa fabricante de los MiG-35 rusos, uno de los mejores aviones de su clase, recibió una nota en la que el Gobierno de India le indicaba que había quedado fuera del concurso del llamado contrato del siglo para la venta de 126 cazas a las Fuerzas Aéreas indias, valorados en más de 10.400 millones de dólares, ampliables a 189 unidades y un costo total de 20.000 millones de dólares, aunque el gobierno indio tiene destinado una partida de 25.000 millones para los aviones y sus mejoras. En principio puede parecer que no tenga nada que ver con la guerra de Libia pero nada más lejos de la realidad. Los expertos en armamento daban por ganadores a los MiG-35 debido a que, además de sus prestaciones, el precio no tenía competencia. También quedaron fuera del concurso los aparatos construidos por las americanas, Boeing y Lockheed Martin, quedando como finalistas dos aviones europeos, concretamente el Eurofighter Typhoon, del consorcio europeo, y el Rafale francés. Y por si fuera poco hay que tener en cuenta que el avión europeo ha debutado en la campaña libia.

Pero si hace falta algún indicio más habría que tener en cuenta que Rusia había ganado los tres concursos anteriores para dotar de aviones de combate a India, y que Moscú -principal suministrador de las Fuerzas Armadas indias- tiene adjudicados contratos para modernizar un portaaviones y para el suministro de aviones MiG-29 K para dicho barco, para la construcción de dos fragatas, para el desarrollo de misiles de crucero..., etc. Y es que la guerra es el mejor catálogo para la venta de material bélico. Ver a los MiG con que contaba el régimen de Gadafi sin poder volar por miedo a los cazas europeos y a los tanques rusos con sus hierros retorcidos por las bombas lanzadas por los aviones franceses y británicos es un escaparate difícil de mejorar. En el recuerdo está aquel misil Exocet que hundió el General Belgrano buque insignia de la armada argentina en aguas de Las Malvinas. Tras aquella acción, los estados mayores de casi todos los países se peleaban por contar con esos misiles.

Pérdidas rusas

El grupo estatal ruso Rosoboronexport calculaba sus propias pérdidas en Libia en unos 4.300 millones de dólares. Si a esos casi 25.000 millones de dólares se le suman los intereses petroleros perdidos y la venta de todo tipo de equipamiento al régimen de Gadafi el coste de la abstención en la ONU ha resultado ser astronómico.

En el bando belicista y ganador, el de Sarkozy y Cameron, la caja comienza a ingresar ingentes cantidades de dinero. Al previsible contrato de Eurofighter -entre 20 y 25.000 millones de dólares- la industria aeronáutica militar francesa también ha tenido una jugosa compensación. Un despacho de agencia fechado el 17 de octubre señalaba que "sorpresivamente" representantes del gobierno de los Emiratos Árabes y el presidente francés Nicolas Sarkozy, anunciaron que habían sido entregadas a Francia las especificaciones técnicas y operacionales de la fuerza aérea de los Emiratos Árabes Unidos como paso previo a la firma del contrato para la adquisición de unos 60 cazabombarderos Rafale. Actualmente se están negociando los precios, plazos y fechas de entrega, armamento, repuestos y entrenamiento. El contrato podría firmarse antes de fin de año y su monto se estima en una cifra que va de 6.000 a 8.000 millones de Euros. Los emires del golfo pérsico tuvieron un gran interés en participar en los bombardeos contra Gadafi, que en un principio estaban reservados a los países de la OTAN. Al final, sus aviones también participaron en la cacería. El Typhoon es un avión de combate fabricado por el consorcio europeo Eurofighter, que se construye fundamentalmente en el Reino Unido. Por cierto, dicho consorcio lleva meses pidiendo infructuosamente al Reino de España que pague su deuda, que alcanza los 600 millones de euros.

Las autoridades francesas también habrían pactado con el CNT la explotación del 35% de las reservas de hidrocarburos del país a cambio de su apoyo. Es más, el eurodiputado británico Andrew Brons aseguraba que ya existe un contrato entre la petrolera francesa Vitol y las autoridades rebeldes por valor de 1.000 millones de dólares. Estos acuerdos se centrarían no solo en la comercialización del crudo sino también en su extracción. El ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, desmintió estas informaciones aunque de una manera muy peculiar. Juppé señaló que es "lógico" que los países que apoyan activamente a los rebeldes, reciban "privilegios" en la reconstrucción del país. A Juppé se le olvidó que su país había ido a Libia solamente a proteger a la población civil y no a "apoyar activamente a los rebeldes" para obtener "privilegios" a cambio de ese apoyo. Las reservas libias de petróleo se calculan en unos 29.500 millones de barriles y las de gas en 1,6 billones de metros cúbicos.

A la hora del balance de la operación libia, el ministro de Defensa francés Gérard Longuet avanzaba hace unos días que el coste de la intervención militar había supuesto para Francia unos 300 millones de euros. Negocio redondo.

Fuente: http://www.deia.com/2011/12/12/mundo/europa-39hace-caja39-con-la-guerra-libia