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sábado, 2 de enero de 2010
A ESTE INFELIZ AMARGADO SOCIO DE MENEM, SE LE OLVIDO QUE VENEZUELA LE DIO LA MANO A LA ARGENTINA CUANDO NADIE OFRECIA NI UN CENTAVO POR SU PAIS.
EN MEXICO AL IGUAL QUE EN VENEZUELA, LA ALTA JERARQUIA DE LA IGLESIA CATOLICA SON UNOS TUMORES MALIGNOS ALIADOS DE LAS OLIGARQUIAS DE CADA PAIS.

Cardenales y obispos, protegidos por el Papa y Calderón, buscan recuperar privilegios en México
02/01/2010
LA GUERRA EN COLOMBIA UNA REALIDAD QUE EL SATRAPA URIBE TRATA DE OCULTAR Y DISFRAZAR.

A la “bellísima Lucero” y a su compañero de lucha, Simón Trinidad
Días antes de contactar con Jorge Enrique Botero, el entrevistador había empezado a leer un libro de la autoría del periodista colombiano llamadoSimón Trinidad, un hombre de hierro. La lectura lo enganchó desde un inicio, al tratarse no sólo de los pasajes de la vida de uno de los comandantes de las FARC-EP, hoy detenido injustamente en una cárcel estadounidense, país al que fue extraditado con el beneplácito de Uribe, sino porque allí también se explica la historia de resistencia y rebeldía de un pueblo que ha sufrido los embates de la criminal oligarquía criolla santanderista y del voraz imperialismo yanqui, lo cual permite, a su vez, comprender por qué la insurgencia colombiana es la fuerza revolucionaria que, levantada en armas, se ha constituido en el ejército de las y los colombianos que forman parte de esa gran masa de desposeídos, desplazados y violentados por esos grupos de poder y sus aparatos criminales militares y paramilitares.
Botero es un periodista distinto a aquellos melindrosos cretinos que circulan por los escenarios de las oficinas de las industrias mediáticas. Ataviado con su traje de combate, Jorge Enrique se mete en los lugares más recónditos para indagar, investigar sobre los hechos, pero sobre todo para, a través de una práctica militante consecuente no sólo con la actividad periodística, sino con la causa revolucionaria, dar a conocer objetiva y verazmente lo que sucede en los escenarios en los cuales se lleva adelante la lucha por conquistar la Nueva Colombia.
A pesar de las acusaciones que contra él han vertido el narcoparamilitar presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez y sus acólitos, no tiene ningún temor de exponer con claridad las mentiras que se vierten contra las FARC-EP a través de una muy efectiva campaña propagandística, difundida por los medios al servicio de la oligarquía colombiana y el imperialismo yanqui.
Con sus conocimientos, resultado también de sus vivencias y de su actividad reporteril, así como de un amplio saber sobre la historia de su país, ha podido demostrar que la insurgencia colombiana no es una agrupación de terroristas, sino de hombres y mujeres con profundas convicciones e ideales revolucionarios que luchan por cambiar la situación oprobiosa en la que está sumida la mayoría de colombianas y colombianos.
Jorge Enrique Botero representa lo que las y los periodistas deberían ser: profundos conocedores de la historia y la realidad social de los pueblos, indagadores asiduos que van en busca de la raíz de las cosas, personas con convicciones profundas y con sólidos principios, luchadores y revolucionarios consecuentes con la causa de los oprimidos y explotados y no rastreros y dóciles repetidores de lo que los amos de las industrias mediáticas les obligan a decir.
Con Botero se comprende en realidad lo que es la insurgencia colombiana, representada principalmente por las FARC-EP.
La propaganda del imperialismo y la oligarquía santanderista colombiana, expuesta principalmente a través de sus industrias mediáticas ha calificado a las FARC-EP como una organización terrorista, de narcotraficantes. Como periodista e investigador ¿qué puedes decir sobre estas aseveraciones?
Le contestaría, Dax, lo mismo que le dije a un tribunal de EE.UU. cuando juzgaba a uno de los comandantes de las FARC extraditados a ese país, Simón Trinidad, en virtud de un tratado que hay entre el gobierno de Colombia y el de EEUU, cuando me preguntó el fiscal qué eran para mí las FARC. Yo le contesté y le respondo a usted que para mí las FARC son una organización político-militar alzada en armas contra el Estado colombiano desde hace ya casi cincuenta años, que tiene una estructura y una forma organizativa que la hace ser un ejército rebelde dentro del territorio colombiano y que tiene y está inspirada por ideales y convicciones políticas e ideológicas, extendida por todo el territorio colombiano y que tiene una decidida vocación de poder y que, en este momento, es un factor de poder en el país.
No es de ninguna manera una organización terrorista. Me parece que esa ha sido una pérfida creación mediática orientada y dirigida por las élites de Colombia y de EE.UU. aprovechándose un poco en la coyuntura posterior al 11 de septiembre de 2001 y sustentada en evidencias inexistentes, puesto que no hay pruebas de eso.
Se menciona mucho cierto tipo de acciones que ejecutan las FARC para sustentar su supuesta condición de organización terrorista, como por ejemplo el tema de las retenciones que hacen las FARC. Este es uno de los caballos de batalla fundamentalmente con los que se trabaja esta idea del terrorismo de las FARC.
Yo puedo dar fe, porque he estado allí, de la condición de prisioneros de guerra que tienen los miembros de la fuerza pública actualmente en poder de la insurgencia. Personas que cayeron en poder de su adversario después de horas y horas de combates, de enfrentar con balas a su adversario. Entonces, unas personas que duraron diez, quince horas combatiendo y que caen en poder de su adversario, mal se pueden llamar secuestrados. Son prisioneros de guerra. Eso no tiene otra denominación.
Por otra parte se acusa a la insurgencia armada de ser una organización terrorista porque supuestamente hacen reclutamientos forzados de menores de edad. ¡Eso es absolutamente falso! Yo he podido constatar esta situación también en mi trabajo de reportería.
Evidentemente hay menores de edad en la insurgencia. Esa es una cuestión innegable y tampoco es algo que oculte la insurgencia. Cuando las cámaras de todo el mundo entraron a la zona del Caguán pudieron registrar, abierta y libremente, la presencia de menores de edad allí. Pero la explicación de la presencia de menores de edad ahí no tiene nada que ver con un reclutamiento forzado. Tiene que ver con la falta de oportunidades y de futuro que tienen esos muchachos, de la ausencia total del Estado, de una perspectiva educativa y de la ausencia total, en muchos casos, de condiciones materiales adecuadas para su desarrollo. Pero es más, yo diría que la gran mayoría de los menores de edad que militan en las filas insurgentes están allí porque sus padres o sus familiares han sido asesinados, bien sea por las fuerzas del paramilitarismo o bien sea por las mismas fuerzas del Estado. Yo he visto niños que llegan allá huyendo de episodios escalofriantes de violencia. Y ¿qué hace la guerrilla? Pues acogerlos, no los va a dejar ahí a su destino, a su suerte.
Por otra parte, por ejemplo, puedo dar testimonio que son niños que no participan directamente de la confrontación bélica, que no están sometidos a los terribles riesgos del combate y que más bien desempeñan funciones logísticas que van acompañadas, entre otras cosas, pues esto es muy irónico, ya que la acusación de terrorismo a las FARC en materia de reclutamiento a menores es una verdadera ironía, porque lo que ve uno allá es a esos menores, que se han visto obligados a tomar esa decisión, aprendiendo a leer, a escribir, alfabetizándose en el mundo insurgente.
Entonces ¿cuál violación al derecho internacional humanitario se está constituyendo ahí? A mi modo de ver ninguna.
En fin, hay una serie de acusaciones que carecen totalmente de evidencia, no son más que una construcción mediática.
Otra de las acusaciones que se hacen a las FARC como parte de la campaña de desprestigio llevada en su contra, que se ha hecho más evidente desde el asesinato de Raúl Reyes, de Iván Ríos, las deserciones de personas que supuestamente tenían un alto rango en la estructura militar de las FARC como Karina o la traición de los dos comandantes en la famosa Operación Jaque, es que esta organización revolucionaria está desmoralizada, en vías de ser derrotada y que sus combatientes están ahí ya no por principios revolucionarios, sino solamente para delinquir. Tú que conoces de cerca a las FARC-EP y que has estado en campamentos guerrilleros ¿qué puedes decir al respecto?
Bueno, es evidente que a lo largo de 2007 y 2008 y en desarrollo de una gigantesca operación militar que ha costado miles y miles de millones de dólares al gobierno de EE.UU. y al gobierno de Colombia, operación en la que se hacen uso de los más sofisticados aparatos de la tecnología moderna en el terreno bélico, las FARC recibieron una serie de golpes que, primero que todo, comprueban que el Estado colombiano y su gran aliado EE.UU. tienen que invertir sumas monstruosas de dinero para poder confrontar a su adversario, lo cual de entrada desmiente aquella idea de que en Colombia no hay un conflicto armado. Pero bien, recibieron golpes, es una guerra y en esa guerra hay momentos de desequilibrio de la balanza militar.
Recuerdo, por ejemplo, que en el año 98 las FARC asestaron más o menos 10 golpes de grandes proporciones a las fuerzas militares y llegaron a tener 500 soldados y policías en su poder como prisioneros de guerra. La balanza militar estaba decididamente a favor de la insurgencia. Entre otras cosas, algunos analistas dicen que fue eso lo que obligó al gobierno del presidente Pastrana a llegar a una negociación política que se conoció como la negociación del Caguán.
Ahora, los golpes sufridos por las FARC en este tiempo, indudablemente resintieron la estructura y, por qué no, el ánimo de la insurgencia. Para una guerrilla cuyo gran mito fundacional, cuyo gran emblema, cuya luz era Manuel Marulanda Vélez, ya no tenerlo por supuesto que representaba un golpe anímico. Los episodios que usted menciona de la muerte en territorio ecuatoriano del Comandante Raúl Reyes, del posterior asesinato de Iván Ríos, etc. generaron también efectos en la estructura militar porque eran jefes guerrilleros y sobre sus hombros pesaban una cantidad de responsabilidades que había que reemplazar.
Pero le quiero decir Dax, yo como observador atento de esa realidad pronostiqué en aquellos momentos que a la guerrilla le iba a costar muchísimo tiempo y esfuerzo para reponerse de los golpes sufridos. Y en desarrollo de mi trabajo de reportería y de seguimiento del conflicto colombiano volví al mundo insurgente en varias ocasiones después de esos episodios y yo me he quedado verdaderamente sorprendido, atónito, diría yo, con la capacidad de recuperación que tiene la guerrilla. Quizás porque, digamos, su fuerza interior es muy grande o porque sus mitos fundacionales y sus propósitos son a prueba de todo o quizás porque también lo habían previsto todo.
Yo recuerdo mucho en mis viajes a entrevistar al Comandante Raúl Reyes, que yo le mencionaba con pesar o le hacía ciertas condolencias porque me enteraba del asesinato o de la muerte en combate de algún guerrillero que conociéramos los dos y él se sorprendía por mi preocupación. Decía “pero nosotros tenemos asumido que si estamos en una guerra lo más normal que puede suceder es la muerte”. Ellos tienen asumido eso desde que toman las armas y se enfrentan al Estado. También saben que una de las posibilidades, e incluso una de las mayores posibilidades de su vida, es la muerte. Entonces, yo no sé en realidad cuáles son los resortes o la suma de resortes que han hecho que hoy en día, después de semejantes golpes, las FARC estén nuevamente en una disposición combativa quizás mayor a la de hace unos años y que hayan tenido ésta enorme capacidad de recuperación.
Yo creo que el discurso de este oficial de los altos mandos militares y del propio presidente Uribe en el sentido de que las FARC están a punto de ser exterminadas, a unas pocas horas de su disolución total, no es más que una aspiración de ellos, un sueño.
Pero yo lo he dicho con todas sus letras, y no lo digo como una consigna, sino lo digo como una realidad histórica, comprobable por la ciencia, por la historia, por la política que ¡las FARC son invencibles, son invencibles!
La otra discusión es si están en posibilidades o en capacidad de llegar al poder. Esa es otra discusión. Pero no las van a aniquilar. Y como no las van aniquilar, esto nos llevaría indefectiblemente a concluir, si somos seres humanos sensatos, pensando en un país, en el futuro de la sociedad colombiana y el ámbito latinoamericano, que la única salida es una negociación política, es la vía del diálogo, es la vía de la suscripción de un gran pacto de paz que le devuelva a los colombianos algo que es muy preciado y que no hemos podido acariciar durante cinco décadas, que es la paz y que nos deje ver el futuro de otra manera, no en esta terrible sensación permanente de belicismo y agresividad a la que nos tiene acostumbrado el gobierno de Uribe.
Muy pocas personas pueden tener acceso a una información objetiva, veraz de lo que realmente constituyen las FARC-EP. Esta situación ha permitido que la propaganda del imperialismo y de los regímenes narcoparamilitares colombianos haya pegado mucho en la gente que cuando escucha sobre las FARC, como ha internalizado de tal manera ese discurso de los poderosos, califiquen a esta organización como de terroristas. Como comunicador social ¿qué elementos consideras tú que caracterizan a esa propaganda y cómo enfrentar esa propaganda para que las personas comprendan mejor que son las FARC-EP?
Importantísima esta pregunta Dax, porque yo creo que ahí está el nudo que hay que desatar. Yo creo que la sociedad colombiana está aterrorizada. El gran trabajo mediático conducido desde las más altas esferas del poder, económico sobre todo, es hacerle creer a la sociedad colombiana que hay un enemigo al acecho, que estamos en medio de los peores peligros y que hay que cerrar filas y que hay que estimular o apoyar aquella idea de que la única forma de acabar con ese monstruo que supuestamente está allá, listo para devorarse a la sociedad colombiana, es con todo los fuegos, con todos los hierros.
Fíjese que a la construcción de la amenaza terrorista de las FARC, que así la denomina el presidente Uribe, le han agregado otro gran demonio que tiene aterrorizada y paralizada a la sociedad colombiana. Hay movimientos de resistencia, hay gente en la calle y está la insurgencia armada, pero si usted se pone a ver en conjunto la sociedad colombiana, ésta está absolutamente paralizada y eso lo hacen también construyendo el otro demonio que es, ni más ni menos, que el presidente Chávez. Falta poco para que en las rutinas familiares de Colombia, aquella vieja amenaza a los niños de que si no se toman la sopa le traigo a yo no sé quien, se convierta en si no se toman la sopa le traigo a Chávez. Es impresionante el nivel de macartización, estigmatización y caricaturización que han hecho del presidente de Venezuela los medios colombianos.
Entonces, en esa atmósfera de sociedad paralizada, que repito ha sido la gran construcción mediática y con eso te contesto a la primera parte de la pregunta, yo veo que no nos queda otro camino que de estimular y darle todo el apoyo, impulso, esfuerzo que sea posible a aquellas expresiones comunicativas que se salen del discurso oficial.
Hablábamos ayer contigo en la inauguración de este encuentro continental de periodistas de la cantidad de herramientas que hay al alcance ahora, y también hablábamos de la afortunada aparición de Telesur en el espectro electromagnético de nuestro continente. Y hablábamos hasta de las paredes, en fin, yo pienso Dax de que no nos queda otra de que si nos han desafiado a una guerra mediática, ¡a las armas mediáticas, con todos los fierros, con todas las herramientas a nuestro alcance!
Hay que contrarrestar de mil maneras este ataque tan horrible de que estamos siendo víctimas desde los medios de comunicación, no nosotros como revolucionarios, las sociedades, la sociedad colombiana en el caso nuestro y la sociedad latinoamericana que pareciera adormecerse un poco ante el excelente y exitosísimo proyecto comunicacional que impulsan las élites.
Esto también les tenemos que aprender. Yo no creo que vamos a apelar nunca a las inmundicias que apelan ellos y a las manipulaciones. Pero desde el punto de vista técnico, desde el punto de vista estético, de calidad, tenemos que aprender y utilizar muchos de esos recursos, porque repito, si algo tenemos que reconocer es que su tarea se ha logrado, ha sido eficaz. Es una porquería, es un atropello, es una cosa maquiavélica, pero eficaz. Entonces nos toca redoblar los esfuerzos con gran decisión, para ver si logramos revertir o nivelar la situación un poco en esta materia.
Parte de los ataques contra las FARC-EP constituye la criminalización de todas y todos quienes, de una u otra manera, manifestamos nuestro apoyo a la insurgencia colombiana. A ti te han calificado como un vocero de “los terroristas”. Esto ha conllevado a que incluso las propias organizaciones de izquierda e intelectuales que han expresado cierto respaldo a las FARC-EP, tengan miedo de hacerlo con mayor frontalidad, manteniéndose en silencio, mientras el imperialismo y la oligarquía vociferan lo que les place. ¿Qué hacer para enfrentar ésta campaña de amedrentamiento, que conduce al silenciamiento?
Yo tengo una teoría sobre eso. Lo que buscan con ésta tarea de criminalizar, estigmatizar y ponerle una etiqueta, un inri a las personas es básicamente amedrentarnos, para que nos ocultemos, nos escondamos, nos vayamos y, por ejemplo, yo que estoy en Colombia que me vaya para Ecuador, para Venezuela, que me abra para Europa o que si tu estás en Ecuador que te escapes para yo no sé dónde. Eso es lo que buscan, y por supuesto que ponen en peligro la vida de muchas personas y múltiples de esas calificaciones atrevidas y sin sustento que hacen sobre esas personas, organizaciones, equipos de trabajo, pueden derivar en tragedias.
El presidente Uribe dice en una rueda de prensa que fulano, fulano y fulano, refiriéndose a tres periodistas, entre ellos yo, “son unos voceros de la insurgencia y unos publicistas del terrorismo”. En Colombia hay más de diez locos que interpretan como una orden para asesinarlo a uno. Entonces qué pasa ahí. Las opciones repito son dos: me escondo, paso a la clandestinidad y empiezo hacer cosas que yo no conozco y no sé hacer y las haré mal o amplio mi escenario de acción y sigo haciendo mi trabajo y lo hago con más empeño, me hago más visible y haciéndome más visible de alguna forma me protejo.
Y bueno, hay que apelar también a las organizaciones internacionales que velan por estos temas de derechos humanos, a las organizaciones de periodistas de todo el mundo, a los pronunciamientos de las personalidades internacionales. Eso de alguna manera limita la capacidad de agresión que tiene el establecimiento contra las personas que hemos decidido enfrentarlo.
Yo me sitúo del lado de los que consideran que ante esos ataques hay que crecer y censuro, aunque en muchos casos lo entiendo, lo acepto, pero me parece que no es el camino adecuado, el exilio, el desaparecer de la escena, callarse y asumir esa actitud.
Otra acusación vertida contra las FARC-EP es la de que ésta organización mantiene secuestrados a un sinnúmero de personas en campos de prisioneros en la selva, donde se les maltrata, se les veja e incluso se les tortura. Tú que has tenido oportunidad de estar en esos lugares ¿puedes contarnos cuál es la realidad sobre las cárceles de las FARC-EP?
Ese tema de la supuesta crueldad en el tratamiento a los prisioneros de guerra, me parece que es otra gran construcción mediática.
Vamos a ver.
Evidentemente las imágenes del cautiverio, yo he grabado varias de ellas, es más creo que el ochenta por ciento de las imágenes que salen del cautiverio son mías, yo he estado allí, he estado varias veces, son imágenes bastante fuertes. Estamos hablando de personas que pasan su cautiverio en la profundidad de la selva, en condiciones atmosféricas difíciles, en condiciones de salubridad complicadas, con dificultades de alimentación muchas veces, en épocas de verano con dificultades de agua, lugares donde entra muy poco sol, están en la mitad de la manigua, repito, y, digamos que desde el punto de vista del impacto visual son muy fáciles de usar con el fin que tú quieras.
Yo me acuerdo, por ejemplo, cuando yo saqué unas imágenes en el canal Caracol, donde yo trabajaba, de los 500 soldados que te decía estuvieron prisioneros de la guerrilla. Cuando saqué esas imágenes saqué un documental y el canal me lo censuró, no lo dejó salir al aire, pero se quedó con mis imágenes. Yo denuncie la censura y me echaron. Pero los “hijuemadres” se quedaron con las imágenes y entonces empezaron a poner en mitad de pantalla campos de concentración nazis en la Alemania de la Segunda Guerra Mundial y en la otra parte de la pantalla las imágenes mías, haciendo un símil, una analogía entre los campos de concentración nazis y los lugares donde estuve. ¡Nada que ver! Era una utilización, una manipulación. Yo puse una demanda a Caracol por eso, porque entre otras cosas estaban poniendo en peligro mi vida como si yo hubiera ido a esos lugares para ese propósito.
Pero bien, voy hablarle un poquito de las condiciones del cautiverio. La figura esa me causa sentimientos encontrados. Yo entiendo que es la guerra, la confrontación y que son personas que caen en medio de la conflagración en esta situación. Pero es una situación extrema que es muy fácil de manipular y de convertir en una mala imagen para la insurgencia.
Advierto de que son las mismas condiciones en las que están los guerrilleros. Las personas que están en cautiverio desayunan, almuerzan y comen lo mismo que los guerrilleros. Son personas que reciben atención médica, yo he visto atención odontológica, he visto que desde el punto de vista de su rutina no reciben maltrato, no son objeto de ensañamiento por parte de sus captores y hasta he visto situaciones de familiaridad, de camaradería y de amistad, de alguna forma, entre unos y otros.
Ahora bien, se han presentado por supuesto, como se presenta en las cárceles del Estado, casos de intentos de fuga o casos de indisciplina o casos que ponen en riesgo la seguridad de los demás.
¿Cuál es la respuesta que se le da a un preso que se insurrecta en una cárcel cualquiera del mundo? Es el castigo y castigos tenebrosos. Calabozo, aislamiento, etc.
¿Qué le pasa a un preso en cualquier cárcel del mundo que intente fugarse? Pues la orden es impedir que se fugue y si se fuga, seguramente que correrá con graves consecuencias para su vida.
Lo mismo sucede allá, porque para la insurgencia se trata de prisioneros. Entonces si un grupo de prisioneros intenta fugarse, al otro día del intento fallido de fuga, amanece encadenado. Si un grupo de presos o un preso hacen cosas que ponen en peligro la seguridad de los demás y también de la insurgencia y de los guerrilleros que les cuidan pues reciben un castigo. Claro, eso, por supuesto, en el relato, en la utilización mediática que se hace del asunto resulta como algo supremamente cruel e inhumano.
Pero aparte de advertir que me resulta muy doloroso encontrar esas situaciones, creo que se ha magnificado ese tema con un ánimo, repito, de dar una apariencia de crueldad que estoy seguro yo, no existe en la insurgencia y si existe, existe como hechos aislados, como hechos que además son punibles por estatutos y reglamentos de ellos.
Para desprestigiar a las FARC-EP, la campaña propagandística del imperialismo y la oligarquía colombiana señala permanentemente que en las filas de ésta organización se maltrata a las mujeres. Tú tuviste oportunidad de conocer a Lucero, la “bellísima Lucero”, la compañera de Simón Trinidad. Cuéntanos algo sobre esa excepcional mujer.
(Jorge Enrique Botero se siente conmovido al escuchar el nombre de Lucero. Sus ojos se llenan de lágrimas)
Hombre, Dax, me haces sentir un largo escalofrío por mi cuerpo. Solamente escuchar el nombre de Lucero me causa una gran emoción íntima, interna.
Lucero es una típica representante de las jóvenes colombianas que llegan a la insurgencia por la vía de la política. Ella es una muchacha que en su época de estudiante se forma políticamente, ingresa a las filas de la Juventud Comunista, actúa en la legalidad y va viendo caer a su alrededor a todos sus compañeros de lucha que no están echando tiros, sino que están en la brega política legal.
Lucero proviene de una pequeña población de la Costa Atlántica colombiana. Ingresa a la Unión Patriótica y va viendo como todos sus dirigentes se van muriendo a tiros. Tiene la fortuna de encontrarse con un frente guerrillero comandado por Simón Trinidad y ante la eventualidad de morirse o abandonar la lucha, prefiere optar por otra manera de seguir atendiendo a sus ideales.
¿Maltrato? Jamás he observado, es muy posible, estamos hablando de hombres y mujeres que tienen sentimientos y a los hombres les dan celos y a las mujeres les dan celos. Es posible que haya habido episodios medio melodramáticos, incluso violentos entre parejas, así como actitudes machistas, sin lugar a duda.
Pero, por ejemplo, un episodio de violencia sexual contra una guerrillera es lo menos probable que yo me pueda imaginar en el mundo. Porque un episodio de violencia sexual contra una guerrillera es inevitablemente castigado con la pena máxima o si un guerrillero se sobrepasa o actúa de una manera agresiva contra mujeres de la población civil, también es objeto de fortísimos castigos.
No he visto una organización social o un grupo social donde en la práctica los roles femenino y masculino se hayan invertido totalmente a como sucede en la sociedad capitalista. Ahí los roles están totalmente equilibrados. La elaboración de los alimentos, el lavado de la ropa lo ejercen los hombres y ahí viceversa las mujeres no sólo cargan su fusil, sino que se disponen para las tareas más duras de abrir caminos, de abrir trincheras.
Desde el punto de vista práctico, de la rutina diaria de la guerrilla el concepto y la práctica del machismo no existe. Yo creo que algunos de los lugares donde más he visto evolucionada y realizada a la mujer es en el mundo insurgente.
Me río mucho de toda esa habladuría que hay sobre el maltrato a las mujeres y las mujeres objeto sexual y que las mujeres para poder ingresar tienen que pasar por los brazos de los comandantes. Eso me resulta novelado totalmente. Lo que se busca es desestimular el ingreso de las muchachas a la insurgencia y busca crear la sensación de que eso allá es un infierno machista, en el cual la mujer no es sino un objeto sexual para satisfacer los instintos de los demás. Pero yo creo que ellos se mueren de la risa allá y de la rabia también de oír esas versiones, porque el lugar donde mejor he visto yo a las mujeres es allá.
Gracias Jorge. Mi cariño, respeto y admiración para ti por tu convicción revolucionaria y tu consecuencia como profesional del periodismo, metido en el movimiento mismo de lo social y no sólo en los escenarios de las industrias mediáticas.
Gracias a ti.
Diciembre de 2009
viernes, 1 de enero de 2010
LOS YANQUIS SIEMPRE FABRICAN UNA EXCUSA FALSA PARA INICIAR LA AGRESION....EN LA MIRA DE SUS PROXIMOS OBJETIVOS: IRAN, YEMEN Y VENEZUELA.
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LAS ANTILLAS NEERLANDESAS SON PARTE DE LA ESTRATEGIA GUERRERISTA DE LOS EEUU.

Comunicado que denuncia la constante violación del espacio aéreo venezolano por parte de aviones militares de EE.UU provenientes de las Antillas Neerlandesas, así como la tradición estadounidense de utilizar a terceros países para realizar operaciones de espionaje y lanzar ataques militares. |
El gobierno venezolano reitera este jueves, a través de un comunicado del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores (MPPRE), su rechazo ante la utilización de las islas antillanas neerlandesas, cercanas a territorio venezolano, por parte de los Estados Unidos en la preparación de una agresión militar.
La cancillería, en su comunicado, exhorta a las autoridades holandesas a estar vigilantes ante las incursiones que por parte de Estados Unidos se realicen en territorio antillano y a honrar los compromisos de paz y la seguridad internacional.
A continuación el texto completo:
Comunicado
El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela reitera a la Comunidad Internacional su denuncia respecto al uso, por parte de los Estados Unidos, de los territorios coloniales de Aruba y Curazao, en la preparación de una agresión militar contra Venezuela.
El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela duda que las instalaciones que el Gobierno del Reino de los Países Bajos ha puesto a la disposición de contingentes militares estadounidenses sean utilizadas para la lucha contra el narcotráfico, tal y como lo han manifestado a la Cancillería venezolana.
La subsecuente violación del espacio aéreo venezolano por parte de aviones militares estadounidenses provenientes de las Antillas Neerlandesas, la recurrente excusa de la lucha contra el narcotráfico, que no ha arrojado ningún resultado tangible, así como la tradición estadounidense de utilizar terceros países para realizar operaciones de espionaje y lanzar ataques militares, entre otros elementos, permiten concluir, de manera inequívoca, que el Gobierno guerrerista de los Estados Unidos, en complicidad con el del Reino de los Países Bajos, prepara una agresión contra el territorio y el pueblo de la República Bolivariana de Venezuela.
En este sentido, el Gobierno Nacional exhorta a las autoridades holandesas a honrar sus compromisos con la paz y la seguridad internacional, y a abstenerse de agredir a Venezuela, o prestar su colaboración para tal fin.
Finalmente, el Gobierno del Presidente Hugo Chávez reitera que la República Bolivariana de Venezuela construye sus relaciones bilaterales sobre la base del respeto de la soberanía, del principio de no agresión, y con miras a fortalecer la paz y la seguridad regional e internacional.
Venezuela espera reciprocidad por parte del Gobierno del Reino de los Países Bajos.
Caracas, 30 de diciembre de 2009
jueves, 31 de diciembre de 2009
LOS DESPLAZADOS SON UNA CONSECUENCIA DE LA GUERRA CIVIL QUE LLEVA MAS DE 50 AÑOS EN COLOMBIA. GOBIERNO,GUERRILLA Y LOS NARCO-PARAMILITARES.

El director de esa ONG, Jorge Rojas, sostuvo que el gobierno presenta estadísticas parciales a fin de minimizar la problemática, con un alto impacto en la sociedad.
Según la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional (Acción Social), los casos de desplazamiento forzado en Colombia disminuyeron en el 2009 en un 56%, lo que equivale a que 40.713 familias menos que en el año anterior.
La base de datos de la entidad registró que el año pasado 71.815 hogares fueron expulsados violentamente de sus lugares de residencia, mientras que en 2009 fueron reportados 31.102, informó Diego Andrés Molano, director de Acción Social.
Sin embargo, hay profundas diferencias entre estos datos y los que maneja Codhes, una ONG que tradicionalmente se ha ocupado de informar sobre el desplazamiento en el país. Su director, Jorge Rojas, asegura que estos cálculos son parciales y que están sujetos a incremento, tal y como ocurrió en 2008.
El año anterior, dice Rojas, se registraron 380.000 personas desplazadas, mientras que el Gobierno colombiano indicaba que ese año habían sido sólo 180.000. "Un año después, Acción Social reconoce que en 2008 hubo al menos 280.000 personas desplazadas y el Gobierno pasa de agache, en una evidente manipulación de las cifras”, aseguró.
Rojas señaló, citado por una radioemisora local, que aunque el informe del gobierno muestra la gravedad del fenómeno al entregar cifras de 31 mil familias desplazadas en 2009, la misma es mucho mayor al adolecer de una gran subregistro.
Es una cifra parcial con la cual el Ejecutivo pretende demostrar resultados de su "política de seguridad" que inciertas en muchas regiones del país, subrayó.
Asimismo, Rojas indicó que sólo en 2008 más 400 mil personas fueron desplazadas en zonas como Nariño, Putumayo Arauca, Norte de Santander y Antioquia. Éste último departamento, dijo, muestra una tendencia permanente de expulsión de población desplazada que copan gran parte de las ciudades del norte colombiano y la capital.
A su vez, el director de CODHES apuntó que el gobierno debe atender el estado de cosas inconstitucional declarado por la Corte Constitucional ante la problemática del desplazamiento forzoso interno.
Según Marco Romero, director de CODHES, la ONG le solicitará al Ministerio Público que investigue por qué las cifras que presenta el gobierno registran un desfase de hasta 100 mil desplazados que no son tenidos en cuenta. “Queremos que la Procuraduría General de la Nación se encargue de examinar qué pasa con los casos de declaración y las cifras que entrega el gobierno nacional porque usualmente quedan más de cien mil desplazados por fuera del registro oficial”.
Además denunció que en varias zonas del país no se reciben las denuncias sobre casos de desplazamiento. “En las regiones la población desplazada se queja de que donde hay bandas criminales no los registran porque el gobierno dice que estas organizaciones ya no son paramilitares, o que en zonas de fumigación no registran a todas las personas, que no se registra el desplazamiento intra urbano”.
EN VENEZUELA SE COSTRUYE EL CAMINO DE LA ESPERANZA PARA UN PUEBLO QUE ETERNAMENTE HABIA SIDO ENGAÑADO POR LAS MAFIAS QUE LO GOBERNARON.

Venezuela y el Socialismo del Siglo XXI
Para el pueblo venezolano la esperanza nació en el año 1998, cuando el coronel Hugo Chávez Frías encabezó una amplia coalición con partidos de izquierda, centro izquierda y movimientos sociales para llegar al poder y después trasladárselo al pueblo; es decir, gobernar junto al pueblo. El comandante Hugo Chávez con el Movimiento V República (MVR) aglutinó varias agrupaciones políticas y sociales. Se convirtió en un fenómeno y paradigma de los pueblos periféricos, implementando reformas de participación ciudadana; y declarar el 30 de enero del año 2005 en Porto Alegre, ante el V Foro Social Mundial, que iba iniciar una revolución pacífica hacia el socialismo del siglo XXI. En consecuencia, fue el pueblo venezolano el primero en hacer el esfuerzo por llevar a la praxis social este modelo alternativo; como bien lo dice Dieterich Steffan, ellos decidieron participar en la construcción del Arca de Noé del siglo XXI.[1] Esta propuesta de socialismo del siglo XXI va más allá de una crítica al sistema capitalista en decadencia, porque encierra en sí una propuesta constructiva sobre un nuevo sistema alternativo.
Este modelo ha motivado a los países del Sur en el imperioso camino de desengancharse del modelo neoliberal; de tal manera, Evo Morales en Bolivia avanza en la revolución democrática cultural andina hacia la doble transición de la Patria Grande. Rafael Correa, en Ecuador, con su política antiimperialista y de audaz apoyo popular; Lugo en Paraguay ha combinado socialismo del siglo XXI con bolivarianismo.
El Salvador no debe ser la excepción, debe retomar la lucha de Farabundo Martí, izando al mismo tiempo la bandera integracionista de Francisco Morazán. Nicaragua, Argentina y Brasil caminan por ese sendero alternativo de cambio; y Cuba, con la heroica lucha de su pueblo le está demostrando al mundo que la autodeterminación de los pueblos es una meta alcanzable. Cuba no se ha quedado aislada en la discusión acerca de este socialismo de nuestros tiempos, “el Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) decidió que entre las prioridades de investigación en las Ciencias Sociales y Humanidades para el período 2007/2010 se integrara el ‘Socialismo del Siglo XXI’.”[2]
Esta noticia es fenomenal porque Cuba abonaría mucho en el debate sobre este modelo alternativo, aportando valiosas ideas y experiencia del socialismo que ellos practican, porque los cubanos tienen claridad en cuanto a la comprensión de la dialéctica en tanto que no se cierran de manera dogmática a decir que el socialismo es uno solo, el que ellos practican, sino que reconocen la necesidad de los pueblos del Sur a replantear el socialismo frente al derrumbe del neoliberalismo. El tema del futuro de la Revolución Cubana está abierto, hay participación del pueblo en cuanto al rumbo que debe tomar la Revolución en estos tiempos. Están claros que deben reinventar lo económico y lo político.
El caso de Hugo Chávez en Venezuela es bastante peculiar, es la manifestación viva de antiguos luchadores sociales, tanto Jesús como Prometeo y Sócrates pagaron su audacia con la muerte: el rebelde Palestino clavado en la Cruz de la Pax romana; el insurrecto griego en las cadenas del tirano Zeus y el sabio Sócrates condenado a morir por la copa de la cicuta de sus verdugos. La integración bolivariana es para el cristiano Hugo Chávez la fase de transición hacia un reino terrenal en el cual caben todos, es decir, una sociedad sin clases.[3] Por eso Chávez en su lucha contra el imperio debe cuidarse de no morir como estos y otros tantos luchadores sociales, Fidel Castro es un ejemplo de astucia de sobrevivencia a más de seiscientos intentos de asesinatos.
Esta idea del nuevo socialismo se centra más que todo en un sistema que redistribuye la riqueza de la nación venezolana de forma equitativa, con el objetivo de vivir en un mundo más justo, al tiempo que contrarresta la escalofriante brecha existente entre ricos y pobres. Esto no implica que los empresarios deban desaparecer, lo que se busca en Venezuela es la manera de organizarlos en una línea donde sus ambiciones individualistas y desenfrenadas sean controladas. No se trata de sustituir al capitalismo por decreto, sino que su manifestación más reciente, el neoliberalismo, no distribuye equitativamente la riqueza nacional de los pueblos; frente a ello, como modelo opcional aparece el socialismo del siglo XXI, cuyo atractivo radica en su justicia distributiva. Incluso, señala Oscar Reyes, “si los niveles de eficacia a la hora de generar riquezas de su sistema alternativo no son tan altos como los del capitalismo pero pueden generar un nivel de vida aceptable para la mayoría con una mejor justicia distributiva, también podríamos estar ante un régimen que con legitimidad podría plantearse como preferible frente al capitalismo”.[4]
Cuando se hace referencia a “vida digna” se están usando a nivel mundial los parámetros del PNUD, el cual la delimita a los aspectos de la salud, educación, esperanza de vida, vivienda, agua potable, ingreso y participación política democrática; los cuales en la República Bolivariana de Venezuela se perciben a un nivel aceptable por parte de la población. Hay que aclarar además que en el socialismo la producción industrial tiene una gran importancia; Marx criticaba únicamente la forma de distribuir esa riqueza que, en su tiempo, como en el nuestro, sigue concentrada en pocas manos. Lo que Marx quería decir es que en el socialismo la producción industrial y la técnica y la tecnología deberían seguir teniendo al menos el mismo nivel que en el capitalismo, e incluso mucho mayor, para que el sistema fuera viable.[5]
En Venezuela el socialismo del siglo XXI se está construyendo sobre cuatro pilares fundamentales, a saber: el régimen político, de propiedad, modos de producción y justicia distributiva. Estos se han ido consolidando con la puesta en práctica de la democracia participativa, en tanto que se le ha consultado a los venezolanos, quienes participan de forma directa en algunas decisiones. En lo político se puede observar que ha habido una combinación de democracia representativa, participativa y, en ocasiones, con participación democrática directa. Pero ha sido la democracia participativa la que más se ha puesto en práctica; han habido referéndum y consultas populares en donde los venezolanos están decidiendo su presente y futuro mediante estos mecanismos de participación. En casi todos ellos Hugo Chávez ha ganado las batallas electorales, a excepción del 2 de diciembre del 2007 cuando sometió un paquete de reformas a la Constitución; ganó el “NO”. Finalmente, en el referéndum de este año el PSUV ganó, se impuso el “SÍ”, es decir, Chávez se reelegirá.
En cuanto al régimen de propiedad, este tiende a ser mixto, el mismo Hugo Chávez ha dicho que: No queremos sustituir la inversión privada, lo que queremos es unirnos a la inversión privada… Hay que considerar que la producción privada en la Constitución tiene ahora un nuevo sector que hay que apoyar, y que nadie lo vea mal: el cooperativismo.[6] En el modo de producción se plantea la reorganización de la producción en una forma alternativa a través de la co-gestión, en la cual los obreros han de participar en la toma de decisiones como en los beneficios alcanzados por la producción. Por último, la justicia distributiva está cimentada en la repartición de bienes y activos. Estos pilares están interrelacionados, y le están dando los frutos esperados a la mayoría de la población venezolana, pero ha sido mediante la democracia participativa que los demás ejes se están llevando a su concreción.
El pueblo tiene derechos constitucionales para participar en cuatro tipos de referéndum, el revocatorio, aprobatorio, abrogatorio y consultivo. Este método de participación hace más responsable a la ciudadanía y debilita a su vez el domino de poderosos intereses privados, Gregory Wilpert opina que aunque los ciudadanos puedan seguir sucumbiendo a las amenazas de retirada de inversiones por parte del capital privado, al menos tienen más influencia en la toma de decisiones que cuando son los representantes electos quienes principalmente deciden bajo influencia de poderosos grupos privados que les están presionando constantemente y pagándoles sus campañas electorales.[7]
Hay un detalle de vital importancia que el Comandante Hugo Chávez no ha descuidado. Es el relacionado con lo militar; al menos con ello se puede asegurar que la revolución bolivariana no será bloqueada y desmontada por el imperio al estilo trágico del proyecto chileno impulsado por Salvador Allende, quien descuidó lo militar y fue prácticamente inmolado por la incipiente dictadura de Augusto Pinochet. Hugo Chávez ha diseñado una estrategia denominada “unión civil-militar”, la cual significa en la práctica que el ejército debe estar lo más integrado con la población civil en el proceso. Así el ejército se ha ido implicando mucho en las diferentes ‘misiones’, ofreciendo servicios como la distribución de comida, ayudar a la construcción y al transporte. Se le está pidiendo a la población civil que ingrese en la reserva militar de Venezuela[8] en defensa de una posible invasión de los Estados Unidos vía Colombia; por lo que la población y ejército se están preparando hasta para librar una guerra de guerrillas. Indudablemente las armas, aunque suene contradictorio, siempre han sido la garantía para un futuro de paz, democracia y libertad.
El socialismo del siglo XXI se está consolidando; hay que decirlo bien claro, no es socialismo puro, está en el camino de perfeccionarse mediante el sistema presidencial, creando un sinfín de oportunidades laborales y educacionales, sitúa como lo dice Alfredo Torrealba, la calidad de vida como un punto de interés estatal para alcanzar el igualitarismo social, posee altos valores ecológicos, le da un carácter prioritario a las iniciativas dirigidas a la participación y el protagonismo de la ciudadanía en la gestión pública.[9] Por esa razón es que en Venezuela el pueblo se siente partícipe de las decisiones, y cuando disienten con Hugo Chávez salen a las calles a protestar. Hay una acérrima oposición que no descansa en pretender que la revolución bolivariana retroceda, pero esta revolución dejará de ser cuando el pueblo venezolano así lo decida. La democracia representativa en Venezuela irá desapareciendo por estaciones; ese tipo de democracia es idóneo para ocultar la dictadura del capital cuando mediante el manto de la legalidad impusieron el neoliberalismo. Que si es legal o no, diremos categóricamente que todo lo legal no implica que sea bueno, lo legal muchas veces es injusto, porque el capitalismo, su marco legal, lo hace justamente eso, legal, pero injusto y degradante porque unos pocos a través de la historia del capitalismo se han apropiado de las energías de una inmensa mayoría; así se dice lo mismo del esclavismo que dejó atrás la humanidad. La esclavitud, por ejemplo, fue legal y se consideraba natural hasta 1854 cuando, gracias a una presión social sostenida durante muchos años, se transformaron las leyes de la época, convirtiendo en ilegal esta infame práctica.[10] Igual se dirá en un futuro dentro de pocos años sobre el capitalismo, el cual siendo legal es inhumano, esa misma suerte del esclavismo le tocará enfrentar al capitalismo. Ya en Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador, así como en Vietnam y Corea del Norte se están dando pasos agigantados hacia la consolidación del socialismo.
El caso venezolano es paradigmático, es una revolución pacífica hacia el socialismo; éste nuevo socialismo se basa en el viejo socialismo, solamente que se adapta a los tiempos presentes retomando lo bueno del socialismo del siglo XX; y se va ampliando con nuevos conocimientos y experiencias de otros pueblos. En este nuevo socialismo el Estado como tal deja de ser paternalista, porque deposita todo el poder mediante la democracia participativa, en el pueblo. Es así como se encarna la voluntad ciudadana en los asuntos de interés nacional, el pueblo se organiza, genera ideas y decide acerca de asuntos trascendentales; en otras palabras se socializa la política. Martha Harnecker afirma que es la participación, el protagonismo en todos los espacios lo que permite al hombre crecer, ganar auto confianza, es decir, desarrollarse humanamente.[11] Este tipo de participación del pueblo se traslada hasta las comunas, siendo los consejos comunales las células donde se reproduce la participación ciudadana. Es una forma de autogobierno; pero, para lograr ese autogobierno es necesaria una etapa de transición en que los alcaldes, los equipos de participación de las alcaldías, los facilitadores, gobiernen con la gente, para que tanto la gente como ellos aprendan a gobernar.[12] Esto es la que está pasando en Venezuela, el pueblo tiene en sus manos el poder de decidir por ellos mismos.
* Alirio Montoya es salvadoreño
[1] Heinz Dieterich Steffan. Hugo Chávez y el socialismo del siglo XXI. Edición Digital por Edwin Linares. www.rebelion.org.
[2] - Heinz Dieterich Steffan. El Partido Comunista de Cuba aprueba investigación sobre el socialismo del siglo XXI. www.encontrarte.aporrea.com.
[3] - Heinz Dieterich Steffan. Op.Cit.
[4] - Oscar Reyes. “Sobre el socialismo del siglo XXI en Venezuela”, Stockholm Review of Latin American Studies N° 1. Noviembre de 2006.
[5] -Ibíd.
[6] - Ibíd.
[7] - Gregory Wilpert. “El significado del socialismo del siglo XXI para Venezuela”, www.gobiernoenlinea.gob.ve.
[8] - Ibíd.
[9] - Alfredo Torrealba. “Socialismo del siglo XXI o socialismo democrático, y la sociedad democrática”. http://www.debatecultural.com.
[10] - Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información. “Socialismo del siglo XXI. La fuerza de los pequeños”. www.minci.gob.ve.
[11] - Martha Harnecker. De los consejos comunales a las comunas. Construyendo el socialismo del siglo XXI. Tomado de “Libros Libres”. www.rebelión.org.
[12] - Ibíd.
http://alimontoyaopinion.blogia.comFuente: http://www.kaosenlared.net/noticia/para-pueblo-venezolano-esperanza-nacio-1998
miércoles, 30 de diciembre de 2009
ESTAS MATERIAS FECALES QUE SON URIBE Y LA OLIGARQUIA COLOMBIANA SON CAIMANES DEL MISMO POZO.


En Colombia se cree erróneamente que denunciar con crudeza lo que viene ocurriendo, es hacerle el juego a las FARC o al presidente Chávez. Muchos políticos no abordan temas “gordos” por temor a perder votos.
Debemos reiterar: los gringos están detrás de las acciones de Uribe. Los crímenes de la alianza mafiosa apoderada del Estado, el déficit presupuestario y fiscal, el endeudamiento creciente, la permanente violación de la legalidad jurídica, etc., son la gran debilidad del gobierno uribista. Esa fragilidad real - ocultada hábilmente al pueblo - es conocida y utilizada por sus “socios” estadounidenses.
Tal situación lo convierte en una herramienta sumisa e incondicional de la política norteamericana. Algo muy similar le ocurrió a Manuel Antonio Noriega, el dictador panameño, que por mucho menos terminó siendo sacrificado por sus patrocinadores (hoy está preso en los EE.UU.). Uribe intenta escapar a un destino inexorable que él construyó.
Debemos denunciar que los grandes capitalistas de los EE.UU. son los promotores y principales beneficiarios de la economía del narcotráfico. Han convertido esa actividad en una herramienta de intervención territorial, dado que el negocio relacionado con la producción de hoja de coca descompone las relaciones sociales y económicas de comunidades campesinas e indígenas que se resisten a la globalización, y les permite apropiarse de extensos territorios ricos en recursos naturales.
Además, el tráfico de insumos químicos les genera inmensas ganancias a las transnacionales que controlan su producción y comercio; los recursos ilegales que mueve son canalizados hacia la guerra, tráfico de armas, corrupción estatal y privada, y en un gran porcentaje, son drenados hacia la estructura financiera especulativa del mundo desarrollado. El narcotráfico es actualmente un componente muy importante de esa economía globalizada. [1]
Y finalmente, al igual que con la heroína, el alcohol y otras drogas, la cocaína les sirve para embotar, adormecer y narcotizar a amplios sectores de la población de sus países, que de otra forma serían fuerzas sociales anti-sistémicas o rebeldes. Así enfrentan la crisis espiritual de una sociedad sin futuro, dependiente del consumismo alienante y de ilusiones mediáticas.
Develar la verdad, una obligación de los demócratas
Los dueños plutocráticos del mega-capital, fusión de la elite financiera y el complejo militar-industrial, son los que utilizan al gobierno colombiano para atizar la guerra con los vecinos, así como desde Afganistán están agrediendo a Pakistán. Es su estrategia para intentar recuperar el control de Latinoamérica.
Para ello utilizan un falso nacionalismo “colombiano”, que ha sido una creación ideológica de la oligarquía antinacional, históricamente servil del imperio norteamericano. Ese falso nacionalismo es un arma ideológica; más peligrosa que cualquier otra. Es el “nacional-socialismo uribista”. [2] Para lograrlo, tratan de convertir al “chavismo-bolivariano” en el nuevo “enemigo comunista”, que se ha tomado a Venezuela y que viene – supuestamente - por las riquezas de nuestro país.
Hay que desenmascararlos. Los gringos están desesperados por recuperar el control sobre los recursos estratégicos de Latinoamérica: dentro de una década agotarán su petróleo doméstico. La crisis económica los obliga a intentar re-apoderarse de los riquísimos recursos naturales que existen en nuestros países. Ese el motivo principal de la guerra que se quiere fomentar entre Colombia y Venezuela.
La oligarquía colombiana y su alianza mafiosa se juegan el destino del país. A cambio de traicionar al bloque suramericano y sabotear su definitiva integración, anhelan poder recibir un “usufructo energético”. La oligarquía zuliano-tachirense juega a lo mismo, aspirando a recuperar su papel de administrador colonial del petróleo del golfo de Venezuela, el lago de Maracaibo y la cuenca del Orinoco.
La dirigencia uribista está dispuesta a cometer la torpeza fatal de poner todos los huevos en el canasto de los Estados Unidos. Van en contravía de la transición al multi-polarismo que vive el mundo. Es la única forma de prolongar-mantener su Estado pre-moderno, fundado sobre el conflicto, sostenido por una economía criminal paralela, soporte de la institucionalidad fragmentada que sufre nuestro país. No debemos permitirlo.
Vemos con preocupación que entre algunos sectores de la izquierda colombiana surgen temores o reservas al enfrentar el problema. Creen que este tema se puede obviar. No entienden que - en un eventual conflicto bélico internacional -, la oligarquía colombiana intentará ocultar la verdad y calificará de antipatriota o antinacional a quien se le oponga.
El momento nos exige asumir una posición vertical y diáfana. Hay que señalar con absoluta claridad y firmeza que lo que se está montando es una guerra imperialista, y oponernos a ella. Ser tibios o indiferentes frente al “falso nacionalismo” que por mandato gringo viene alimentando Uribe, además de oportunista raya en la complicidad.
Al presidente Chávez también debemos hacerle entender que hoy la guerrilla colombiana no tiene un sustento político popular en Colombia. Han cometido errores muy graves que la han descalificado como actor político creíble. Para recuperar un rol político tendrán que hacer grandes rectificaciones y demostrarlo con hechos.
Por ello, hay que pedirles a los hermanos venezolanos que confraternicen con nosotros, de pueblo a pueblo. Que se levanten las restricciones económicas y demás medidas gubernamentales que son odiosas para ambos pueblos. No les llevemos el “son” a Uribe y a los gringos. Derrotemos los falsos nacionalismos que sólo le sirven a las guerras imperialistas.
Todos debemos decir… ¡No al falso nacionalismo! ¡Si a la Paz y a la integración de los pueblos!
[1] ¿Es una casualidad la presencia militar beligerante en Afganistán y Colombia, sin que el narcotráfico disminuya? Ver: Piovesana, Enrico. ¿Qué hay detrás de la guerra de Afganistán? http://www.rebelion.org/
[2] Ver: http://lahistoriadeldia.