sábado, 10 de septiembre de 2011


Libia
Cuando la libertad se hipoteca


Rebelión...10/09/2011


En los últimos días hemos visto la cara de la más cruenta de las barbaries que muestra el imperialismo cuando entra en crisis el sistema que lo sustenta, Libia ha mostrado la profunda inmoralidad de las potencias de occidente cuando nos hablan de democracia y DD.HH.

Lo que comenzó como movilizaciones por demandas legítimas y como ecos de la revolución Árabe; inmediatamente fue confiscado y puesto al servicio de los intereses de las trasnacionales imperiales, quienes ahora no sólo se disputan los recursos que ya Gadafi había entregado, sino que también se pelean por los cuantiosos contratos para reconstruir lo que el negocio de la guerra ha destrozado.

No dudamos del carácter dictatorial y autocrático de quien por décadas fuera un líder nacionalista y símbolo de la liberación de los pueblos y que desde hace algunos años en actos de indiscutible traición vino dando el más grosero de los virajes en una serie de pactos, entregas y concesiones con el capital trasnacional, así como la sistemática represión y persecución contra el pueblo Libio y sus organizaciones de avanzada; Gadaffi por muchos años representó peligro e incomodidad para occidente, pero desde hace poco más de una década fue uno de sus más grandes aliados en la región y el más disciplinado de su colaboradores, en actos de obscena reciprocidad, éste permitió la privatización de los recursos libios y a cambio, las potencias imperialistas le bajaron dos a las campañas y ataques en su contra permitiéndole el ingreso a los organismos de cooperación económica internacional , asistir a las grande cumbres y entrar en una especie de coexistencia pacífica que representó para el líder Beduino una especie de relación “ganar-ganar”.

Por esto decimos que las banderas inicialmente levantadas por el pueblo Libio pudieron haber sido sin ninguna duda, absolutamente legítimas, pero estas fueron inmediatamente confiscadas, secuestradas y puestas al servicio de los planes imperiales, quienes después de haber sido íntimos de Gadaffi, de manera hipócrita e inmoral empezaron a mostrarse “horrorizados” y “preocupados” por la libertad y los DD.HH en Libia y tras el clásico lobby y la campaña mediática preparadora de subjetividades; comenzaron su más brutal agresión y destrucción contra este país del Magreb, reduciendo a la mayoría de los inicialmente “rebeldes” a miserables mercenarios y operadores de sus planes en tierra y gestores del nuevo saqueo la pueblo Libio.

Por esto la fulana libertad que hoy se proclama en la libia sin Gadaffi no es más que un mero eufemismo, una libertad que nace hipotecada hasta la médula a los intereses imperiales y sus planes geoestratégicos, una libertad a la que le fue impuesta una bandera monárquica y por lo tanto tiránica como símbolo elocuente de su naturaleza y función, una libertad representada por títeres mercenarios otrora responsables de la tiranía de Gadaffi y hoy maquillados y renovados dispuestos a seguir la función.

Mientras tanto, el heroico pueblo libio continúa resistiendo a los ataques y a la masacre por parte de occidente y sus lacayos; desde aquí nuestra más comprometida solidaridad, con la confianza de una de nuestras principales consignas “solo el pueblo salva al pueblo”.

Silvestre Montilla es estudiante Escuela De Filosofía UCV

viernes, 9 de septiembre de 2011


La economía venezolana o cómo la burguesía hurta la renta petrolera y es dueña del 71% del PIB


Argenpress...09/09/2011


A chavistas, antichavistas y a algunos “socialistas” ingenuos, les parece increíble que la economía venezolana esté aún en manos de la burguesía local y sus congéneres internacionales. Pero es así. De allí surge una interrogante: ¿Puede ser el Estado, económicamente hablando, más pequeño que antes, aún cuando se hayan nacionalizado algunos grandes sectores?.

Las cifras que demuestran la pequeñez económica del Estado.
La realidad es difícil de entender. Lo más lógico es pensar que la hipertrofia burocrática del Estado, lleva aparejada un crecimiento de los medios de producción en manos estatales. Ver las nacionalizaciones de empresas de comunicación, siderúrgicas, finanzas, cemento etc. invita a pensar que el Estado venezolano es dueño de casi toda la economía. La falaz oposición nucleada en la mísera MUD, no cesa de afirmar que el chavismo ha ahogado a la empresa privada y que ésta se diluye o al menos pierde poder. El mismo Presidente Chávez refuerza esa errónea imagen de Estado empresario, cada vez que aparece en televisión “amenazando” con la posibilidad de realizar expropiaciones a la propiedad de la rancia burguesía criolla (el ejemplo más notorio fue la llamada en vivo y directo al presidente del Banco Provincial). O cuando el Presidente argumenta que las anodinas joyerías del centro deben ser “expropiadas”. Todo ello, hace creer lo que dice la mendaz oposición derechista: “el Estado es dueño de toda la economía”.
El socialismo científico debe atravesar la apariencia y erigirse por encima del inútil sentido común mercantil, que nada explica y todo distorsiona. En esa tarea y para el campo que nos atañe en el escrito, es imprescindible examinar con cierto detalle la responsabilidad en la producción de lo que cada sector hace en la economía: la burguesía local (Ej.: POLAR) más los fragmentos de capital transnacional (Ej.: coca cola) versus la producción estatal (Ej.: Sidor). Así las cosas, dentro de la totalidad de la producción de bienes y servicios realizados a lo interno del país (PIB) podemos ver en las cuentas nacionales, una distinción ente el PIB privado y el PIB público es decir, estatal. Mediante dicha diferenciación podríamos acercarnos a entender el peso real de cada sector en la economía local.
Desde esta sucinta explicación, podemos utilizar para nuestro análisis la data oficial del año 2010, en la que se demuestra que el PIB correspondiente al Estado, sólo alcanza un escuálido 29%, quedando el resto de la producción de bienes y servicios, como responsabilidad de nuestra importadora burguesía local, es decir el 71%. Lo que significa que a 11 años de proceso bolivariano, la economía mantiene su carácter eminentemente privado y los sectores empresariales siguen tomando la mayor tajada en el festín de la explotación a la clase obrera venezolana y extranjera que labora en nuestro territorio. Esta tendencia infeliz del PIB es generalmente tomada como “positiva” por el ingeniero eléctrico Jorge Giordani, ministro de Finanzas y Planificación, porque expresa una supuesta menor dependencia del petróleo(¡)
Pero, ¿se puede decir que hay un proceso de reversión de ese PIB mayoritariamente privado, en favor del PIB estatal? No. De nuevo, lo que nos muestra el gráfico que a continuación les mostramos, es que incluso en el año de 1999, el porcentaje correspondiente al PIB público era ligeramente más alto que en la actualidad (32%). La economía en manos directas de la burguesía, basada en la acumulación privada de capital sobre la base de la explotación obrera, ha venido creciendo más rápido que la economía estatal. Otro asunto notable, pero a la vez muy coherente con el funcionar capitalista, se deduce del hecho de que en los años de mayor crecimiento económico o “prosperidad” burguesa, el PIB público suele achicarse.

Ojo, muy a diferencia de lo que sostiene frecuentemente el economista Víctor Álvarez, nosotros no consideramos que haya un crecimiento de la economía capitalista en detrimento de una economía “social”, pública o “no capitalista”. Para nada. La economía venezolana como parte integrante del proceso mundial de acumulación de capital, es una economía por entero capitalista. Venezuela como alícuota diminuta del capital mundial, refleja en su seno la organización social del trabajo bajo la estructuración propia del modo de producción capitalista. Es decir, el trabajo social en nuestro territorio se hace de manera privada, independiente y con la direccionalidad manifiesta hacia la producción de mercancías, es decir, valores de cambio. Esos valores son producidos mediante la explotación del trabajo obrero, lo que sustenta el proceso de acumulación de capital a base de la extracción de plusvalía. Por ello, estamos en absoluto desacuerdo en contraponer ideológicamente a un sector capitalista versus un sector estatal popular, bienhechor o cuasi-capitalista.
¿Por qué el 71% de la economía criolla está en manos de la burguesía?
Aunque a algunos les parezca “insólito”, la burguesía ha ampliado su poder económico, es decir, ha acumulado más capital; por ende es fácil advertir que la explotación sufrida por el proletariado se ha incrementado y que los resortes de la economía están en manos de los chuscos explotadores. En base a lo anterior y en otras experticias, podemos afirmar, que las tímidas reformas económicas del proceso bolivariano han tenido un efecto magro en cuanto a hacer crecer el sector estatal en la economía.
Pero de allí surge una pregunta sencilla. ¿Si PDVSA genera el 96% de todos los dólares que entran a la economía y esos dólares son los que permiten importar más del 75% de nuestro consumo nacional, cómo el porcentaje del PIB en manos de la burguesía puede ser tan alto?
¿Por qué la burguesía importadora crece a tales magnitudes?
A 11 años de proceso bolivariano, la burguesía se ha hecho más grande y ha consolidado su papel explotador. ¿Pero cómo funciona el mecanismo que permite a la burguesía local filtrar la renta petrolera y hacer crecer sus fortunas de manera sostenida?
Empecemos por aclarar algunas generalidades del proceso de acumulación capitalista en Venezuela. Lo más importante en este caso, es advertir las bajas tasas de productividad del trabajo en la economía venezolana. Altos salarios (en comparación con el sudeste asiático), un mercado pequeño (baja escala), obsolescencia tecnológica, ser víctimas de la acumulación originaria y el atraso científico propio de la especificidad de la acumulación capitalista en el país, son los causantes de la baja productividad industrial y de la falta de competitividad internacional en la generalidad de las mercancías. Muy lejos de los monetaristas que creen que devaluando la moneda vamos a dar un salto en la competitividad mundial (ya nombramos quien lo afirmó en TV), las características estructurales de nuestra nación, impiden el desarrollo de industrias que exporten tecnología y productos manufacturados.
La sobrevaluación, o sea, mantener el precio del dólar en bolívares un poco más alto que lo que indicaría el nivel de transacciones de divisas en el mercado, es uno de los mecanismos que drenan toneladas de renta. Otra forma de dilapidar renta es el conjunto de subvenciones, préstamos y ayudas comerciales a la burguesía industrial y a los pequeños productores que otorga el Estado. Sueldos muy altos a burócratas, transferencias asistencialistas con intenciones clientelares, contratos de servicios o construcción con elevados sobreprecios, son otras de las vías como la renta petrolera se distribuye en el país.
Sabiendo cómo se emplean los recursos en el país, la burguesía local se afana en buscar con toda fuerza, la forma en la cual pueda apropiarse con la mayor rapidez y fluidez del producto de la renta petrolera. Por ello y entendiendo que no tienen los atributos estructurales para competir en el mercado mundial, la burguesía local se apaña en el comercio. Así, Venezuela y sobretodo Caracas, se llena de centros comerciales, finanzas y bazares donde lo que se expende es abrumadoramente importado. El empresario criollo es mayoritariamente importador por las razones estructurales que arriba sostenemos, no por una absurda y racista creencia de que el empresario criollo es “perezoso” o que no tiene “visión empresarial”. No.
Empresas como POLAR, cuyo producto mayoritario es la cerveza, constituye una excepción debido a que los costos de producción, distribución y expendio que representaría importar masivamente la cerveza, son muchos más altos que los que puede poseer un capital altamente concentrado y eficiente en esa rama. De más está decir, que los componentes de la cerveza son también importados…cebada, lúpulo.
¿Cómo se anidan las importaciones masivas o cómo la burguesía se enriquece –tan- fácilmente?
Por lo visto anteriormente, la vía expedita para que nuestros empresarios hagan fortuna, implica la importación de mercancías baratas y su venta en el mercado local a los más altos precios posibles, de acuerdo a lo que la competencia le permita.
El control de cambio ha venido a ser un impulso tremendo para concentrar la importación en pocas manos, apropiarse de dólares baratos, vivir de la especulación comercial y de la reventa de divisas en el mercado paralelo, donde la burguesía realiza ganancias fabulosas.
La sobrevaluación del bolívar es una herramienta que permite al empresariado local, la absorción de renta y toda clase de negocios parasitarios muy lucrativos. El control de cambio (muy necesario en el 2003) es una bendición para la burguesía importadora consolidada que tiene el músculo para importar en gran escala. Como los dólares son mayoritariamente entregados a esa élite burguesa, ellos se pueden permitir comprar un DVD a 30 dólares y revenderlo a 387 Bs. Guardando para sí, una modesta ganancia de 200%. La camioneta Grand Cherokee (año 2011), en su versión estándar, cuesta 33.000 dólares (141 mil bolívares) en EEUU (http://www.jeep.com/en/2011/grand_cherokee/). En este paraíso especulativo, el concesionario oficial de la Chrysler vende la misma camioneta en 555.598 bolívares (http://www.jeep.com.ve/grand_cherokee/models/precios_gd_cherokee.html).
A simple vista se observa que la camioneta se vende 4 veces más cara en Venezuela que en EEUU. El empresario que pidió sus dólares CADIVI, invirtió 141 mil bolívares y la vendió en 555 mil, “obtiene,” sin agregar ningún tipo de valor adicional, un “modesto” margen de ganancia que roza el 300%, es decir, se “ganó” en esa transacción unos 414 mil bolívares por una ramplona operación de compra-venta. Esa transacción se computa en el PIB y esos 33 mil dólares, “crecieron” hasta su equivalente de 120 mil dólares. Por ello, el PIB no petrolero se muestra mucho más alto que el petrolero. Si argumentan que importan con dólares del mercado paralelo, es más grave el asunto, porque los miles de millones que aporta CADIVI y más recientemente el SITME, si aparecen en los balances contables del país y tienen que haber sido entregados a “alguien”.
Tan grande son los márgenes de beneficio en la importación, que hay personas que viajan con poquísimos dólares y al comprar algunas mercancías en el extranjero y revenderlas acá, cubren fácilmente el costo del boleto, el hotel y su ganancia.
De esta forma tan rústica e improductiva, la burguesía sambilera se embolsilla gracias a nuestro petróleo (y al control de cambio) miles de millones de bolívares sin producir ninguna mercancía, a fuerza de especulación pura y dura. Ojo ni siquiera hablamos de los multimillonarios negocios de compra y venta de dólares en el mercado paralelo.
Obviamente, como marxistas, no estamos a favor de desmontar el control de cambio y dejar al dólar flotar en el mar de la especulación. No. Nosotros planteamos la construcción de una CENTRAL DE IMPORTACIONES (tema que trataremos en otro escrito) como medida estratégica transicional que permitiría detener la hemorragia especulativa y organizar productivamente la importación.
¿De dónde salen todos los dólares para que la burguesía especule y se haga millonaria?
Si nuestra burguesía local (venezolanos y extranjeros dueños de medios de producción y expropiadores de plusvalía en el territorio nacional) no produce casi nada y no exporta casi nada, ¿De dónde saca los dólares? Fácil, del petróleo. PDVSA y las expoliadoras empresas mixtas, son las que generan el 96% de las divisas que al país ingresan. Por todo eso, las actividades de servicios, comercio, finanzas, comunicaciones etc. como vías de apropiación de la riqueza petrolera, poseen valores muy altos en el PIB y estos rubros, engrosan el PIB privado del que tanto hablamos.
En el gráfico a continuación, se muestra (en rojo) el grotesco nivel de las importaciones de bienes y servicios del empresariado, en contraste con las exportaciones privadas no petroleras (en azul). En el clímax de esta desproporción, vemos que la burguesía en el 2008 importó (sola-solita) mercancías por un valor de más de 45 mil millones de dólares estadounidenses y apenas exportó 5 mil millones de dólares (cifra que bajó a la mísera suma de 1.800 millones de dólares para el año 2010). Es decir la burguesía importa 9 veces más de lo que exporta. De hecho de esa mísera exportación no petrolera, más del 80 % consta de minerales extraídos con bajo procesamiento. El parasitismo burgués consiste en importar barato y revender a lo máximo que se pueda.
¿Puede aguantar la economía este locuaz ritmo importador rentista? El rol de la crítica.
El gráfico y otras pruebas más, evidencian que la economía sigue hundida en la fosa que el modo de producción capitalista impone: improductividad, monoexportación e ineficiencia. Por ello, Venezuela y los operadores políticos chavistas, se enfrentan a los mismos problemas económicos y sociales que atormentan a las economías capitalistas, cuya centralidad estriba en la renta de la tierra enfocada en el área mineral. Al enfrentarse a estas variables, ellos se ven obligados a ocultar que siguen administrando el Estado capitalista y contribuyendo a la acumulación social del capital. Por tanto, ya no es el funcionamiento estructural del capital y sus consecuentes crisis, los culpables de los problemas económico-sociales que nos afectan. No, ahora el culpable de la situación negativa, es el empresario, la especulación o la corrupción; aunque las anteriores son sólo consecuencias, formas concretas en las que se evidencian las miserias económicas que sufre el proletariado en cada espacio donde el capital se reproduce.
Aunque la realidad se les cae a pedazos y les abofetea, la élite de la burocracia expresa su anticomunismo, su tenaz cobardía y hostiga con las estupideces de siempre al pensamiento crítico, generalmente arguyen idioteces como: “no digas la verdad, es mejor que la derecha no lo sepa”, “no hagas esa crítica la derecha la puede usar contra nosotros (los corruptos)”, “estamos en elecciones, es necesario (mentirle) ocultarle esas cosas al pueblo”, “no hagamos críticas, para eso está la derecha que critica mucho, nuestro papel es seguir (adulando y robando) defendiendo nuestros (privilegios y prebendas) honores patrióticos”. La crítica revolucionaria es el camino de la inmensa base honesta del PSUV y de los trabajadores estatales que trabajan con denuedo y se esfuerzan por mejorar la situación del país. El chavismo honesto debe confrontar a las direcciones reformistas y alzar la voz contra los atropellos preñados de peculado. La única forma de que las cosas avancen y sean realmente revolucionarias, es que haya una profunda revisión crítica de lo que sucede y a partir de allí plantear un cambio drástico en la situación actual.
Para grandes problemas, grandes soluciones. Debatir, criticar, organizar y actuar en pro de solucionar los desmanes propios del capitalismo es la labor principal a impulsar. Manuel Sutherland integra la Asociación Latinoamericana de Economía Política Marxista (ALEM).

Fuente: http://www.argenpress.info/2011/09/la-economia-venezolana-o-como-la.html

jueves, 8 de septiembre de 2011

Revelaciones de Wikileaks
General Electric informó a Embajada de EEUU de las compras que le hacía Venezuela para paliar crisis eléctrica


Rebelión...08/09/2011

Dos comunicados confidenciales de la embajada estadounidense en Caracas, que fueron publicado recientemente por Wikileaks, revelan que dicha sede diplomática contactaba continuamente a directivos de la empresa General Electric en torno a la crisis eléctrica vivida en el país.

En 2009, luego de que el Presidente Hugo Chávez informara públicamente haber firmado un acuerdo con General Electric para adquirir turbinas para plantas termoeléctricas, la embajada estadounidense se reunió con directivos de dicha empresa, quienes informaron detalladamente del plan de compras de turbinas hecho por el gobierno venezolano, medida para solventar la crisis eléctrica que se vive en el país desde 2009.

Ver cable de Wikileaks en: http://wikileaks.org/cable/2010/02/10CARACAS237.html

El comunicado fue emitido el 26 de febrero de 2010, estaba dirigido al Departamento de Estado, y reza lo siguiente: "Siguiendo los comentarios del Presidente Chávez la noche del 19 de febrero, indicando que los problemas de energía no eran ideológicos y que su Administración había firmado acuerdos con General Electric, se contactó a la compañía para discutir sus actividades en Venezuela. El 24 de febrero, funcionarios de la Embajada hablaron por llamada en conferencia con la Presidenta Ejecutiva de General Electric para la región Norte de Suramérica, Fabiola Sojet (ingeniera química colombiana), así como con el ejecutivo de General Electric en Venezuela, Roberto Chacín".

El comunicado, firmado por Patrick Duddy, explica que los ejecutivos de General Electric dieron a la embajada información sobre las compras, por parte del gobierno de Venezuela, de turbinas General Electric por un total de 1.200 megavatios en el mercado secundario estadounidense. También informaron sobre los proyectos de adquisición de 3 mil megavatios de turbinas en países como Portugal, España, Francia y EEUU. "Chacín recitó rápidamente una lista de grandes proyectos ya en ejecución y otros propuestos, señalando que el gobierno venezolano tiene planes para instalar suficiente energía térmica en los próximos 5 ó 6 años, como para rivalizar con los 14.000 MW de energía hidroeléctrica ya instalados. Funcionarios de la embajada se reunirán el 5 de marzo (de 2010) con Sojet y Chacín para discutir la lista de proyectos".

Continúa el comunicado: "Sojet y Chacín confirmaron reportes de la prensa venezolana del 23 de febrero, según los cuales CITGO había dado garantías para la compra de 4 turbinas. Dos de ellas fueron adquiridas a una compañía en Florida, es decir, al mercado secundario, mientras que otras dos turbinas de la línea de producción de General Electric para 2010 fueron adquiridas directamente a la empresa".

También en 2008

No es la primera vez que General Electric informa sobre los planes y proyectos del gobierno venezolano en torno al sistema eléctrico nacional. Año y medio antes, en septiembre de 2008, otro cable emitido por la embajada estadounidense detallaba que, según el Gerente Regional de General Electric para Ventas en Latinoamérica, "el sistema de generación está estirándose hasta el punto de romperse, y se espera que apagones de gran escala se vuelvan cada vez más comunes en 2009. La medida del gobierno venezolano de centralizar la industria ha paralizado los nuevos proyectos de generación en los últimos dos años".

Ver cable en: http://wikileaks.org/cable/2008/09/08CARACAS1228.html

Indica este segundo cable que "General Electric informó a la Oficina de Asuntos Econóicos que hubo cerca de 100 apagones de gran escala en 2007, y en 2008 vendrán más, como se demostró por los apagones a nivel nacional del 29 de april y 1 de septiembre (de 2008)". Además, se dan explicaciones detalladas sobre la caída de la generación termoeléctrica en Venezuela, indicando que Planta Centro, la mayor planta de generación termoeléctrica de Latinoamérica, con 2 mil megavatios de electricidad, tenía problemas graves y sus cinco unidades generadoras estaban fuera de operación.

"Nuestros interlocutores en General Electric notaron que Venezuela padece de una seria falta de planeación y pobre ejecución (de proyectos). Esto se ha visto agravado por el hecho de que el personal más calificado renunció o fue despedido al ser nacionalizada la industria eléctrica", dice el cable, también firmado por Patrick Duddy. Los ejecutivos de General Electric también criticaron que las empresas eléctricas no hayan subido sus precios desde 2004 y dependían de subsidios del Estado, lo que, según ellos, dificultaba la planeación.

Interés desmedido en la industria eléctrica genera suspicacias

El continuo interés de la embajada estadounidense por los proyectos del gobierno de Venezuela para solucionar los problemas de energía eléctrica generan suspicacias, en particular por las numerosas denuncias de que algunos de los apagones podrían tener como origen, un posible sabotaje o negligencia intencional por parte de algunos empleados de la empresa eléctrica nacional.

En diversas regiones de Venezuela se viven problemas de apagones y racionamiento eléctrico desde hace varios años, causados por el aumento de la demanda eléctrica, la falta de planificación y de mantenimiento en los equipos y, posiblemente, por sabotaje de parte de algunos empleados. En 2007, el gobierno bolivariano decidió nacionalizar La Electricidad de Caracas (propiedad de la empresa estadounidense AES Corporation) y otras empresas de energía eléctrica que estaban en manos de privados, y las integró en la Corporación de Energía Eléctrica Nacional, Corpoelec.

El periodista Ricardo Durán denunció en el mes de julio de 2011, en el programa Contrataque de la emisora Alba Ciudad, que tras los frecuentes apagones podría estar involucrados algunos empleados de Corpoelec, en un aparente intento de sabotaje de la industria eléctrica. Muchos de los trabajadores despedidos de PDVSA tras su participación en el paro de 2002-2003 fueron contratados en La Electricidad de Caracas y otras empresas eléctricas, recibiendo cargos de confianza.


miércoles, 7 de septiembre de 2011

Revelaciones de Wikileaks


Rectores de la principal universidad venezolana se reunieron con la embajada de EEUU, preocupados por el ingreso de estudiantes pobres


Rebelión...07/09/2011

Mientras en Chile, Puerto Rico y otros países los estudiantes universitarios salen a las calles a rechazar la privatización de sus casas de estudios y a exigir educación pública y gratuita, en Venezuela se vive lo contrario: las autoridades de la principal universidad pública del país, la Universidad Central de Venezuela, se reunieron con la embajada estadounidense en Caracas para quejarse por un nuevo sistema implementado por el gobierno venezolano, que favorece el ingreso de jóvenes provenientes de los sectores más desposeídos.

Así lo revela uno de los múltiples cables enviados desde la citada embajada, publicados por Wikileaks el pasado 30 de agosto. El cable, titulado "La universidad líder de Venezuela enfrenta presión del gobierno", señala que "la Rectora de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Dra. Cecilia García Arocha, y administradores de alto nivel de la universidad se reunieron con la Oficina de Asuntos Públicos de la Embajada (PAO) el 5 de agosto (de 2009) y discutieron la Ley de Educación propuesta en la Asamblea Nacional, y la presión política enfrentada por la universidad más reconocida e independiente del país."

Ver comunicado en Wikileaks (en inglés): http://wikileaks.org/cable/2009/08/09CARACAS1034.html


Además de la rectora García Arocha, también acudieron a la reunión la decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES), Sara Levy; el vicerrector académico Nicolas Bianco, y el vicerrector administrativo, Bernardo Méndez.

Si bien el motivo principal de la reunión era mostrar su disconformidad con un proyecto de Ley de Educación (que, entre muchas otras reformas, permitiría a empleados y obreros de las universidades votar por las autoridades, y que iguala el voto de los estudiantes y los profesores), llama mucho la atención la forma cómo estas autoridades denigraron de estudiantes que ingresaron por el nuevo sistema de admisión implementado por el Ministerio de Educación Universitaria, que aumenta significativamente la presencia de jóvenes de sectores populares dentro de las universidades.

Según el cable, la decana Levy y el vicerrector Méndez aseguraron que el 30% de los nuevos ingresos a la universidad son "asignados" por el gobierno, y no pasan por el sistema de admisión de la universidad. Según dijo la decana de FACES a la embajada, "esos estudiantes tienden a ser pro-gobierno (...) muchos no están listos para el rigor académico de la UCV, y abandonan después de unos semestres. 'Es un mal servicio a estos estudiantes', dijo la Rectora. Levy notó que, aún cuando los estudiantes de la UCV siempre han sido políticamente activos, la diferencia es que estos estudiantes vienen a la universidad tras haber sido entrenados como activistas políticos por grupos partidarios del Presidente Chávez, sin la preparación académica necesaria".

Para entender el porqué de este ataque a jóvenes de escasos recursos por parte de las máximas autoridades de una universidad pública y gratuita, hay que entender lo que ocurrió en las universidades venezolanas en los años 1980 y 1990.


Universidades implementaron sistema de admisión que excluyó a jóvenes pobres

Diversos estudios independientes destacaron que, desde los años ochenta, la proporción de estudiantes provenientes de familias con altos ingresos (clase media y media-alta) aumentó en universidades públicas y gratuitas, como la UCV y la Universidad Simón Bolívar, mientras que la proporción de estudiantes provenientes de sectores populares descendió considerablemente.

Esto se debió a que las universidades públicas crearon exámenes de admisión o "pruebas internas", que tendían a favorecer a estudiantes de las clases medias y medias-altas. Estos jóvenes generalmente provenían de liceos privados que -como regla general- brindaban mejor formación académica que la mayoría de los liceos públicos. Además, muchos de estos jóvenes pagaban cursos propedéuticos en academias privadas, que los formaban para presentar estos exámenes de ingreso en las universidades.

De esta forma, la mayoría de las y los estudiantes pobres eran excluidos de las universidades públicas, lo que aumentó la brecha entre ricos y pobres.

El gobierno de Hugo Chávez, consciente de que casi un millón de jóvenes del país no tenían acceso a la educación universitaria, creó paulatinamente desde 2002 una serie de universidades públicas para resolver el problema, entre ellas la Universidad Bolivariana de Venezuela, que atiende actualmente a unos 200 mil estudiantes, y la Unefa, que tiene 235 mil. Chávez también apoyó la ampliación de otras universidades experimentales, como la Simón Rodríguez (con más de 200 mil estudiantes), la Rómulo Gallegos y la Experimental de los Llanos. Todas ofrecen educación universitaria gratuita.

La Universidad Central de Venezuela, que fue fundada en 1721 y tiene autonomía académica, atiende a unos 54 mil estudiantes en pregrado, si bien tiene un fuerte desarrollo en las áreas de investigación y extensión.

Según el cable de la embajada, el vicerrector Méndez y la decana Levy denigraron de las universidades que ha creado el gobierno bolivariano para dar acceso a la educación universitaria a cientos de miles de jóvenes. Dijo Méndez: "el gobierno de Venezuela está asignando recursos a nuevas universidades pro-gobierno, algunas de las cuales ni siquiera tienen campus o sedes físicas. 'Esas universidades reciben fondos', dijo Sara Levy, 'pero los estudiantes no están aprendiendo nada y están muy frustrados'."

Este ataque ofende a decenas de miles de egresados de las nuevas universidades creadas por el gobierno, que, si bien pueden tener fallas y presupuestos relativamente pequeños, sin embargo les han permitido tener una formación universitaria que las otras casas de estudios públicas les negaron.


Mentiras en torno al presupuesto

Las autoridades universitarias, curiosamente, también mintieron a la embajada estadounidense en torno al presupuesto recibido por la UCV en los años 2008 y 2009. Nicolás Bianco, vicerrector académico de la universidad, aseveró que "este año (2009), el presupuesto de la UCV fue recortado en 6 por ciento por el gobierno de Venezuela, que está basando sus asignaciones presupuestarias en el número de estudiantes de la institución, en vez de hacerlo por el tipo, nivel o calidad de su educación".

Es necesario señalar que, si las afirmaciones de Bianco fueran ciertas, universidades públicas como la UNEFA, la Universidad Simón Rodríguez (UNESR) y la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) recibirían presupuestos mayores que la UCV, dado que tienen más estudiantes. Todo lo contrario, la UBV, que atiende unos 200 mil estudiantes de pregrado, tuvo un presupuesto en 2009 de BsF. 205 millones. Sus docentes han solicitado incrementos en el presupuesto para poder mejorar las instalaciones e iniciar proyectos de investigación y extensión.

La UCV es la universidad pública venezolana con mayor presupuesto, aún cuando no es la que tiene más estudiantes (54 mil estudiantes de pregrado en 2009; la Unefa, también pública, tiene más de 235 mil estudiantes). El presupuesto de la UCV para 2008 fue de Bs. 654 millones. Para 2009, el año en el que Arocha y sus colegas visitaron la embajada estadounidense, fue de Bs. 1.010 millones, un aumento de 54% con respecto al año anterior, y que excede la inflación venezolana, que tiende a ser del 25% anual.


La ley de Educación

Según el comunicado de la embajada estadounidense, "García Arocha indicó que la UCV lideraba un grupo de educadores y estudiantes para intentar detener la aprobación de la Ley de Educación, de la cual el ministro Héctor Navarro dijo que debía ser aprobada antes del inicio del nuevo año escolar en septiembre (de 2009)", dice el cable, que asegura que la universidad ha sufrido recortes en su presupuesto.

La Ley Orgánica de Educación (LOE) fue aprobada por la Asamblea Nacional y publicada en Gaceta Oficial el mes de agosto de 2009, dos semanas después de la reunión en la embajada, y planteaba una serie de cambios en el sistema educativo a todos los niveles. En las universidades, el cambio más significativo está en el sistema de elección: el voto de los estudiantes tenía una ponderación muy baja en comparación al de los profesores (el voto de un profesor equivalía al de 40 estudiantes, aproximadamente). Los profesores contratados (que no están en nómina fija) no podían votar, a pesar de que muchos llevaban 7 u 8 años dando clases. Los trabajadores de la universidad tampoco podían votar por las autoridades.

La ley cambia las normas dándole el derecho a voto a todos los miembros de la comunidad universitaria, teniendo todos los votos la misma ponderación, lo que en Venezuela se conoce como "el voto uno por uno".


No extraña la opinión de Sara Levy

Quienes conocen a estas altas autoridades de la UCV no están extrañados por su forma de actuar. García Arocha y Levy, al igual que la mayoría de los profesores de derecha de la UCV, han sido enemigos férreos del voto "uno por uno", que ellos ven como una pérdida del poder que mantienen como casta dominante.

En 2008, estudiantes, profesores y obreros de la escuela de Sociología de la UCV se unieron para realizar un referendo, preguntando a la comunidad universitaria si estaban de acuerdo con implantar el "uno por uno" en la escuela. A pesar de que el 69 por ciento de la comunidad universitaria votó a favor del uno por uno, la decana Sara Levy se negó a validar y aceptar los resultados (ver http://www.aporrea.org/educacion/n122780.html).

Aún en 2011, dos años después de ser aprobada la Ley de Educación, la UCV se ha negado a aceptar el nuevo sistema valiéndose de la autonomía universitaria. Se espera que la UCV acate una decisión emitida el pasado 10 de agosto de 2011 por el Tribunal Supremo de Justicia, ordenándoles suspender los procesos electorales en la UCV hasta que se incluya en su Registro Electoral a empleados y obreros (verhttp://www.aporrea.org/educacion/n187038.html).

El cable de Wikileaks donde se encontró esta información forma parte de los más de 251 mil publicados el pasado 30 de agosto de 2011, luego de que el diario The Guardian diera a conocer una contraseña que permitió obtener estos cables sin tachaduras. Anteriormente, muchos de estos cables habían sido publicados, pero se tachaba el nombre de los informantes que acudían a la embajada norteamericana, incluyendo a personas como Cecilia García Arocha.