viernes, 10 de agosto de 2012


  
Impulso hacia la integración económica
MERCOSUR, boomerang contra la derecha regional


Rebelión...10/08/2012

El golpe parlamentario contra el presidente paraguayo Fenando Lugo, en la continuación del programa elaborado por Estados Unidos para desestabilizar a los gobiernos progresistas de América Latina se convirtió, en esta ocasión, en una de las mayores derrotas de Washington pues el hecho facilitó la incorporación de Venezuela al MERCOSUR e impulsó la integración regional.
Estados Unidos y la derecha latinoamericana le fueron primero con todo, en junio de 2009, a Honduras cuando ese país se integró a la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA), en un intento por destruir la fuerza integradora que recorría el hemisferio sur. El resultado ha sido más pobreza y aislamiento para esa nación centroamericana.
En estos últimos años se han realizado fallidos golpes de Estado contra Venezuela, Ecuador, Bolivia y se ha tratado de desestabilizar internamente a Nicaragua y Argentina.
En junio le tocó el turno a Paraguay cuando las fuerzas de derecha realizaron un golpe de Estado parlamentario contra Lugo, acción que como boomerang, provocó la suspensión de esa nación sudamericana del MERCOSUR y a la par propició la entrada de Venezuela al organismo.
Desde el 4 de julio de 2006, los miembros del grupo habían aprobado que Caracas formara parte del organismo, decisión refrendada por los parlamentos de Argentina, Brasil y Uruguay pero bloqueada por el Congreso paraguayo.
Washington nunca pensó que la destitución de Lugo abriría las puertas a Caracas, que fue aceptada inmediatamente en la Cumbre del 29 de junio pasado en Argentina (no se le permitió asistir al sucesor de Lugo, Federico Franco) y oficializada en otra reunión extraordinaria llevada a cabo el 31 de julio en Brasilia.
De esta forma, el MERCOSUR ganó una nueva dimensión geopolítica al incorporar las porciones amazónicas, andina y caribeña, extender el bloque económico desde el extremo sur hasta el norte del continente, y contar con las tres grandes cuencas de los ríos Orinoco, Amazonas y La Plata.
El comercio entre Venezuela y los cuatro países del grupo se elevó, pese al bloqueo durante seis años del parlamento paraguayo, de 2 000 millones de dólares en 2006 a 8 500 millones de dólares en 2011.

Qué aporta Venezuela
Con las reservas de petróleo más grande del mundo, equivalente a 297 000 millones de barriles, y la perspectiva de elevar la producción hasta 4 000 000 de barriles diarios para el 2014, Caracas aportará su gran potencial energético y las experiencias llevadas a cabo en los últimos años sobre desarrollo integral (salud, educación, vivienda, alimentación) a favor de la población.
No solo será petróleo, gas y petroquímica lo que ofertará a sus socios sino también turismo de playa y productos de la industria metalmecánica, equipos tecnológicos y servicios de comercio electrónico on-line
La nación bolivariana incrementará el intercambio comercial con Brasil, Argentina y Uruguay cuyo primer adelanto fue la firma de sendos convenios en la misma fecha de su incorporación.
A Brasil le compró seis aviones comerciales Embraer E-190 con opción de adquirir otros 14 jets por un total de 900 millones de dólares. Esos modelos son fabricados por la empresa Embraer y contribuirán al fortalecimiento de la línea aérea estatal bolivariana.
Con Argentina se suscribió un acuerdo entre las empresas estatales petroleras de ambas naciones, YPF y PDVSA para la participación conjunta en el megaproyecto de la Faja del Orinoco, además de la venta de crudo a Buenos Aíres.
Asimismo, Montevideo y Caracas anunciaron la creación de una línea de transporte marítimo que comunicará a ambas naciones, con escala en el puerto de Santos, en Brasil.
La flota constará de tres buques, que transportarán productos pertenecientes a la balanza comercial entre Caracas y Montevideo, como arroz, productos cárnicos y medicamentos.
Al sumarse la nación bolivariana, el MERCOSUR tendrá un Producto Interno Bruto (PIB) de 3 300 millones de dólares (a precios corrientes), que representa el 83,2 % del PIB de Suramérica; una población de casi 300 millones de habitantes, correspondientes a 70 % del total regional, y un territorio de 12,7 millones de kilómetros cuadrados, 72 % del área del subcontinente.
En 1990, (un año antes de su fundación) el intercambio entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay fue de 4 100 millones de dólares, y en 2011 alcanzó los 104 900 millones de dólares.
Pese a estas realidades, una enorme andanada de críticas, provenientes de políticos y medios de prensa de derecha han tratado de minimizar la integración venezolana al grupo y hasta denigrar a los mandatarios de la organización.
Desde Paraguay se iniciaron las agresiones verbales, encabezadas por el sustituto de Lugo y actual presidente de facto, Federico Franco quien dijo, entre otras cosas, que la llegada de Venezuela al MERCOSUR responde a fines electorales a favor del presidente Hugo Chávez.
Medios de prensa de Latinoamérica, Europa y Estados Unidos publicaron titulares como: Venezuela entra al MERCOSUR por la ventana; Chávez y sus amigos hacen letra muerta de los tratados y protocolos; El Club de Presidentes, en alevoso acompañamiento, priorizan sus intereses económicos por sobre la letra de la ley.
Los ataques contrastan con las declaraciones de los mandatarios del grupo. La argentina Cristina Fernández de Kirchner destacó que con “Venezuela el MERCOSUR pasará a ser un actor importante en dos temas fundamentales para el futuro del planeta: la seguridad energética y la seguridad alimentaria”.
El uruguayo José Mujica sentenció que “No es que Venezuela entre al MERCOSUR, es el MERCOSUR que entra en Venezuela, porque es un país de carácter estratégico en América Latina”.
La brasileña Dilma Rousseff señaló que con “ la adhesión definitiva de Venezuela el MERCOSUR se convierte en la quinta economía mundial, con un PIB de 3,3 billones de dólares, y se consolida como una potencia en las áreas de energía y producción de alimentos.
Para Hugo Chávez, ahora MERCOSUR “es la locomotora más grande que existe para preservar nuestra independencia” y el proceso energético acelerará el desarrollo integral de los países del sur”.
Ecuador y Bolivia, hasta ahora asociados, han solicitado entrar como miembros plenos lo que le daría más fuerza a la organización.
Aunque la derecha latinoamericana-estadounidense quiera tapar la realidad, lo cierto es que la unión de Venezuela fortalecerá las economías de sus miembros, reforzará la integración regional y las hará más independiente de la hegemonía que durante décadas ejerció Washington en la región.

miércoles, 8 de agosto de 2012


       
Venezuela a dos meses de las elecciones presidenciales


Prensa Latina...08/08/2012

A dos meses de las elecciones presidenciales del 7 de octubre, el presidente, Hugo Chávez, continúa hoy con amplia ventaja en las encuestas, mientras la oposición asegura que su candidato cuenta con el favor de la mayoría.

Prácticamente todas las empresas consultoras coinciden al vaticinar la victoria del mandatario en esa cita, con diferencias que oscilan de 15 a 30 puntos de ventaja sobre su principal adversario, Henrique Capriles Radonski, por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Capriles emergió como candidato único en los comicios internos efectuados el 12 de febrero pasado y todos los partidos agrupados en la MUD se comprometieron a respaldarlo, pero todo parece indicar que la pregonada unidad opositora está lejos de ser una realidad.

La fractura de la oposición es evidente en los actos de campaña de Capriles, donde solo aparecen los dirigentes de su partido, el ultraderechista Primero Justicia, y los de Voluntad Popular, que lidera su socio político Leopoldo López.

Líderes de formaciones tradicionales como Acción Democrática o Copei, que durante décadas se repartieron el poder en Venezuela, parecen haber sido dejados de lado en la carrera presidencial del representante de los principales grupos económicos y financieros de esta nación.

Sin embargo, especialistas de diversos signos coinciden al opinar que Capriles conseguirá de cuatro a cinco millones de votos en los comicios de octubre, no porque sea el preferido de esos electores, sino porque se beneficiará del voto contra Chávez.

En lo que también hay una amplia coincidencia es en la reelección del presidente, lo que explica que ciertos líderes opositores estén pensando más en los comicios para gobernadores del 16 de diciembre, en lugar de concentrarse en las presidenciales, que algunos ya dan por perdida.

Eso no impide que la diputada María Corina Machado proclame sin pudor que la mayor parte de los venezolanos se opone a Chávez, y que Leopoldo López afirme que "el 7 de octubre se demostrará que contamos con la mayoría de los votos, gracias a todo el esfuerzo realizado por Henrique Capriles y todo su equipo".

El candidato opositor, mientras tanto, prosigue su campaña electoral con sus habituales caminatas en pueblos y barriadas de todo el país, donde pronuncia discursos marcados por las críticas al gobierno y promesas de progreso que no explica ni sustenta.

En opinión del dirigente socialista Aristóbulo Istúriz, la actuación de la oposición ha estado marcada por la ausencia de un discurso programático y por un conjunto de anuncios que apuntan hacia la privatización de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y la erradicación de los programas sociales.

"Capriles demuestra cada vez que abre la boca su grado de inmadurez e ignorancia", afirma hoy un conocido columnista de la prensa capitalina y señala más adelante que el candidato opositor "demostraría más capacidad guardando silencio que opinando".

En contraste, el presidente Chávez intensifica su participación en la campaña, iniciada el 1 de julio y calificada por la dirección del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de positiva y exitosa porque -entre otros factores- la presencia del mandatario ha dinamizado el escenario político venezolano.

"Todo el país ha sido testigo de todo el fervor que despierta el presidente en la calle, la conexión amorosa del pueblo con Chávez, que también se expresa en las encuestas", declaró Istúriz el pasado lunes en nombre del PSUV.

Ese fervor se ha puesto de manifiesto con toda claridad en las nueve grandes concentraciones populares que el mandatario ha encabezado hasta ahora en los estados Aragua, Anzoátegui, Lara, Guárico, Zulia y Carabobo, y en las parroquias El Valle, Petare y Antímano, en esta capital.

En todos esos actos, el jefe del Estado venezolano se ha mostrado convencido de la victoria en la cita electoral, y además de alertar sobre la necesidad de evitar el triunfalismo, ha insistido en la importancia de sumar fuerzas para ganar por un amplio margen.

En ese sentido, Chávez ha orientado a los cuadros del PSUV de todos los niveles a intensificar el trabajo calle por calle, casa por casa e, incluso, trascender a los partidos que le apoyan a ir en busca de la clase media y de los indecisos con argumentos e ideas.

En Antímano, el pasado viernes, instó a los sectores medios de la sociedad a unirse "al pueblo y a la Patria, no a la burguesía" a la hora de votar y les pidió que no se dejen engañar porque -aseguró- el gobierno que encabeza "le conviene al 90 por ciento de los venezolanos, a las clases populares y a la clase media".

Así transcurre, día por día, la campaña para una cita electoral en la que casi nadie se acuerda que también concurren otros cinco candidatos, a quienes se vaticinan varios miles de votos, en el mejor de los casos.

En ese escenario, quizás lo que mayor atención requiere es el creciente irrespeto de la oposición por las normas del Consejo Nacional Electoral (CNE), al que se pretende cuestionar y deslegitimizar de manera sostenida.

Se trata de una tendencia que algunos analistas atribuyen a la preparación del ambiente para denunciar un supuesto fraude cuando, como todo parece indicar, Chávez sea reelecto en octubre para un nuevo período de gobierno.

"Queda claro que el desconocimiento del CNE no es algo fortuito, forma parte de un plan golpista que ya está activado", señala hoy el periodista Toby Valderrama, en su habitual columna Un grano de Maíz, que publica el capitalino diario Vea.


Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=533491&Itemid=1

martes, 7 de agosto de 2012


       
América del Sur se consolida como la 5ª potencia económica mundial
El ingreso de Venezuela al MERCOSUR consolida una potencia energética


Barómetro Internacional...07/08/2012

La incorporación de Venezuela como miembro del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), significa un gran avance en la integración de América Latina en el área económica, que viene además a fortalecer la integración como parte de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) en el área política y de seguridad de Sudamérica. Pero esta integración no ha estado exenta de dificultades, ya que esta nación había solicitado su ingreso desde julio de 2006, cuando la Asamblea Nacional (AN) venezolana sancionó las leyes aprobatorias del Protocolo de Adhesión y sus anexos, que son el Tratado de Asunción, el Protocolo de Ouro Preto y el Protocolo de Olivos para la solución de controversias de negativas; pero el Congreso del Paraguay se opuso a su ingreso, desconociendo el apoyo y la aprobación de los gobiernos y parlamentos de Argentina, Brasil y Uruguay.Luego de varios años de conspiraciones antidemocráticas, los diputados y senadores paraguayos dieron un golpe de estado institucional, usando al Congreso para destituir y llevar a juicio al presidente Fernando Lugo, sin derecho a una defensa legal. Este golpe palaciego determino una sanción de los miembros asociados del MERCOSUR, bajo la caracterización de procedimientos antidemocráticos y violatorios de los acuerdos fijados en este Tratado, suspendiéndolo del organismo hasta que retornen las garantías democráticas a Paraguay. En esa misma reunión se analizó la solicitud de ingreso de Venezuela, allí tanto Brasil como Argentina y Uruguay recalcaron que la incorporación de Venezuela no sólo fue unánime, sino que, además, “cumple estrictamente con los tratados del MERCOSUR y las legislaciones nacionales de los países partes”.
Nos parece muy importante señalar la importancia del ingreso de Venezuela al MERCOSUR, ya que esta organización se ha constituido en una importante alianza económica para las naciones suramericanas. En sus acuerdos se establece la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos, así como también la adopción de un arancel externo y una política comercial común. Este bloque ha promovido políticas macroeconómicas y sectoriales entre los Estados miembros, la armonización de códigos para lograr el fortalecimiento del proceso de integración. Además es importante destacar que el MERCOSUR representa la mayor zona productiva de alimentos y minería de Sudamérica, además de poseer una de las más grandes reservas hídricas a escala global.
El ingreso de Venezuela fortalece al MERCOSUR 
El ingreso de Venezuela al MERCOSUR amplia y consolida este bloque de integración, conformado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, con una proyección económica, que superaría los 3 billones de dólares anuales y un mercado dirigido a 274 millones de habitantes, según estadísticas aportadas por organismos internacionales como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Además Venezuela aportara su capacidad energética en petróleo y reservas gasíferas, con reservas certificadas en 297.570 millones de barriles de petróleo, producción que generó ingresos por 316.000 millones de dólares en el 2011. La región además cuenta con un tercio de las reservas de agua del mundo, de las tierras con una quinta parte del ganado vacuno y concentra más de 35% de la producción de soja y cereales.
En el marco de la reunión de Brasilia la presidenta de la República Federativa de Brasil, Dilma Roussef, afirmó que con el ingreso de Venezuela al MERCOSUR, “…la región se consolida hoy como potencia energética desde el punto de vista económico y comercial, amplía nuestra capacidad interna, refuerza nuestros recursos, abre oportunidades a varios emprendimientos, dándole así mayor dimensión geopolítica y neo económica al bloque”. Por otra parte, Rousseff aseguró que los países que integran el organismo regional, se han comportado de manera correcta en relación a la situación de la República de Paraguay y comentó en ese sentido que “…desde el MERCOSUR se mantienen con normalidad los acuerdos económicos y comerciales que se desarrollan en ese país, en la espera que la República de Paraguay normalice su situación interna”.
El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, luego de participar en el ingreso formal y pleno de Venezuela al Mercado Común del Sur, manifestó que "Estamos de júbilo por el ingreso de Venezuela al MERCOSUR. Esto forma parte de uno de los grandes objetivos de la Constitución de la República, la integración en esta parte del mundo, de un bloque de países, un bloque geopolítico, económico y más allá una gran potencia mundial". Agregando que “…no sólo le hacía falta al país ingresar al bloque regional, sino también Venezuela le hacía falta al MERCOSUR, por sus riquezas naturales, su importancia y ubicación geopolítica; nuestra nación aporta en lo social, lo económico, reservas de hierro, bauxita, oro, petróleo, 30 millones de hectáreas para alimentos. Con esta nueva sinergia Suramérica se convierte en el mayor productor de alimentos, se completó la ecuación".

Esta nueva etapa del MERCOSUR adquiere una nueva dimensión en Sudamérica, ya que este Bloque Regional fue concebido como un pacto entre empresarios y dirigido hacia los acuerdos neoliberales, pero la nueva asimetría en el Continente luego de cambios sociales en varias naciones latinoamericanas, lo han ido transformando en un mecanismo de comercio más justo, con reglas arancelarias más flexibles en los distintos rubros económicos de intercambio, con un carácter más integracionista, igualmente con una perspectiva de lograr nuevas incorporaciones como Ecuador y Bolivia, además de otros miembros observadores, lo que podría, junto al alianza de UNASUR, crear una Mancomunidad Latinoamericana, con el apoyo y la solidaridad de La Comunidad de Estados Latinoamericanos Caribeños (CELAC).
diegojolivera@gmail.com
Publicación Barómetro 06-08-12
Los contenidos de los análisis publicados por Barómetro Internacional, son responsabilidad de los autores

lunes, 6 de agosto de 2012


     
Sanciones: asesinatos masivos por medios diplomáticos


Information Clearing House...06/08/2012

En 1945, EE.UU. lanzó dos bombas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki matando instantáneamente a 120.000 civiles. La cifra total de víctimas mortales de los horrendos bombardeos se ha calculado, a la baja, en mucho más de 200.000 personas. Hasta nuestros días, el mundo sigue espantado y horrorizado por las imágenes visuales que registraron la muerte y destrucción causadas por las bombas. El impacto negativo llevó a EE.UU. a utilizar un arma diferente de asesinato masivo: las sanciones.

A diferencia del espanto y el horror causados por las bombas atómicas lanzadas en Japón, el mundo no se estremeción con las imágenes de los 500.000 niños iraquíes cuyas vidas fueron aniquiladas por las sanciones. EE.UU. que no solo se ha enorgullecido del asesinato masivo de niños inocentes sino, alentado por el silencio y la aceptación de su arma preferida, ha vuelto el arma de asesinato masivo de la diplomacia contra otro país, Irán.

Ha habido poca resistencia a las sanciones en la falsa creencia de que son un instrumento de la diplomacia y preferibles a la guerra. La puesta en práctica de esa idea ha sido una importante victoria de la diplomacia estadounidense. Pero la realidad es diferente. Las sanciones matan indiscriminadamente –son más letales que “Fat Man” y “Little Boy”, las dos bombas atómicas que costaron la vida a más de 200.000 personas-. En el caso de Irak, las Naciones Unidas estimaron que murieron 1.700.000 civiles iraquíes como resultado de las sanciones. 1,5 millones de víctimas más que por las horribles bombas atómicas lanzadas sobre Japón. La hora de gloria de la diplomacia.

Los asesinatos continuaron a pesar de que Denis Halliday, exsecretario general adjunto de las Naciones Unidas, y muchos otros altos funcionarios renunciaron a sus puestos en señal de protesta contra las sanciones, diciendo: “La política de sanciones económicas está en bancarrota total. Estamos destruyendo toda una sociedad. Es así de simple y aterrador”.  En 1999, setenta miembros del Congreso apelaron al presidente Clinton para que levantara las sanciones y terminara con lo que calificaron de “infanticidio enmascarado de política”. Pero EE.UU. siguió dirigiendo su danza de la muerte diplomática.

EE.UU., un país en bancarrota moral y autoproclamado policía global de la moralidad, obedeciendo los deseos de los grupos de cabildeo pro Israel dirige desde hace años su arma letal de asesinato masivo a Irán, sanciones disfrazadas de diplomacia. La comunidad global, desinformada y desorientada, se entrega a la falsa creencia de que se ha evitado la guerra, sin pensar en el sufrimiento y la muerte.

En los hechos, la idea de que las sanciones económicas moralmente siempre son preferibles al uso de la fuerza militar ha sido cuestionada por Albert C. Pierce, profesor de Ética y Seguridad Nacional de la Universidad Nacional de la Defensa de EE.UU. Su análisis mostró que las sanciones económicas infligen mucho dolor, sufrimientos y daños físicos a civiles inocentes, tanto que a veces son preferibles las operaciones militares a pqueña escala. (Ethics and International Affairs, 1996).
Pero EE.UU. prefiere no involucrarse en una guerra. La confrontación militar no solo provocaría la condena global, sino que además la historia ha demostrado que aunque EE.UU. logra ganar batallas no puede ganar guerras (Vietnam, Irak, Afganistán…). Por eso recurre a las sanciones, un instrumento ‘diplomático’ implacable y cobarde, con el fin de ocultar su papel de enemigo que priva a las naciones atacadas de sus defensas frente a una horrenda agresión. Las sanciones, la guerra de un enemigo no identificado por un uniforme militar, tienen el objetivo de eliminar la resistencia, de atacar a mujeres y niños, a débiles y ancianos, de producir un cambio de régimen sin temor a represalias o a la crítica de la comunidad ‘amante de la paz’.

En este año de elecciones, como en el pasado, el apaciguamiento de los lobbies pro Israel es más importante que la naturaleza humana, que el bienestar de los estadounidenses y que la seguridad de la comunidad global.

Un informe preparado en 2005 por los economistas Dean DeRosa y Gary Hufbauer demuestra que si EE.UU. levantara las sanciones contra Irán el precio mundial del petróleo bajaría un 10%, resultando en la economía anual entre 38.000 y 76.000 millones de dólares solo para EE.UU. La actual recesión global haría que las cifras mencionadas parezcan pequeñas.

En guerra incluso consigo misma, la Cámara de Representantes aprobó el H.R. 1905, la Ley de Reducción de la Amenaza Iraní y de Derechos Humanos en Siria. Dejando de lado por el momento el oxímoron de sanciones y derechos humanos, EE.UU. exige que la comunidad internacional no solo participe en las sanciones mortíferas, sino que además lo haga en oposición directa a los intereses de toda nación soberana. Es una contradicción flagrante con los argumentos presentados por AIPAC [lobby pro Israel en EE.UU., N. del T.] en 1977 ante el boicot de la Liga Árabe.

AIPAC definió exitosamente el boicot de la Liga Árabe como “acoso y chantaje contra EE.UU.; una interferencia en las actividades empresariales normales… que las actividades de boicot son contrarias a los principios de libre comercio que EE.UU. ha adoptado durante muchos años… y la interferencia árabe en las relaciones de negocios de firmas estadounidenses con otros países es en efecto una interferencia en la soberanía de EE.UU.” [i]

No obstante EE.UU. ha chantajeado con éxito a otras naciones para que sean sus cómplices en el sufrimiento y el asesinato masivo usando el arma preferida de la diplomacia. Creer que Irán (o Siria) serán los´únicos objetivos de esas sanciones es tan ingenuo cómo creer que las sanciones representan el uso de la diplomacia para evitar la guerra. El impacto global del arma letal –sanciones– es simplemente encubierto por la diplomacia. Un golpe diplomático ejecutado de modo brillante e implacable.
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
[i] H. Alikhani, Sanctioning Iran, Anatomy of a Failed Policy, Nueva York, 2000, p.321
Soraya Sepahpour-Ulrich es Experta Pública en Diplomacia, investigadora independiente y bloguera que se concentra en la política exterior de EE.UU. y en el papel de los grupos de cabildeo. Contacto: sorayau@earthlink.net



Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article32079.htm