sábado, 11 de septiembre de 2010

LOS EXTRAÑOS ATENTADOS TERRORISTAS QUE ORIGINAN LAS GUERRAS QUE NECESITA EL IMPERIO, PARA REACTIVAR SU COMPLEJO INDUSTRIAL MILITAR.

Nueve años después del 9/11
Vamos a dejar de cumplir los objetivos de Bin Laden

washingtonpost.com...11/09/2010




Los atentados del 11 de septiembre 2001, lograron mucho más de lo que Osama bin Laden podría haber imaginado. Esto es no sólo debido a que produjeron cerca de 3.000 muertes, ni tampoco porque golpearon en el corazón del poder financiero y militar estadounidense. Los resultados fueron sólo un cebo, para que los Estados Unidos cayeran en la trampa.

LA HISTORIA

Nueve años después de 9 / 11, es hora de dejar de ayudar a bin Laden

Una guerra más costosa de lo que pensábamos

¿Dónde estaba usted el 9 / 11?

El objetivo de cualquier ataque terrorista organizado es incitar a un enemigo mucho más poderoso a una respuesta excesiva. Y en los últimos nueve años, Estados Unidos ha caído en la trampa del 9 / 11 reaccionando una y otra vez exageradamente. Bin Laden merece nuestra hostilidad, nuestra angustia nacional y nuestro desprecio pero además se merece ser tomado en serio como el táctico astuto que es. Sin embargo gran parte de lo que ha conseguido lo hemos hecho nosotros y lo seguiremos haciendo. Bin Laden no merece que nosotros, aún sin darnos cuenta, le ayudemos a cumplir muchos de sus inimaginables sueños.

No tendría que haber sido así. La respuesta inicial del gobierno de Bush era justa. La equilibrada combinación de agentes de la CIA, fuerzas especiales y fuerza aérea quebró a los Talibán en Afganistán y obligó a bin Laden y a los restos de al-Qaeda a merodear por la frontera pakistaní. La reacción estadounidense fue rápida, potente y eficaz - una clara advertencia a cualquier organización que intentara otro ataque terrorista contra los Estados Unidos. Ese fue el momento en que el presidente George W. Bush debería haber declarado: "misión cumplida", con la advertencia, sin entrar en detalles, de que las agencias de EE.UU. y el ejército continuarían en la búsqueda del líder de Al Qaeda. El mundo habría entendido y la mayoría de los estadounidenses hubieran quedado probablemente satisfechos.

Pero lo insidioso del terrorismo es que no existe la seguridad absoluta. Cada incidente provoca la sospecha de que algo peor puede suceder. La administración Bush se convenció de que las mentes que conspiraron para convertir aviones de pasajeros en misiles balísticos podrían descubrir la forma de incorporar a esos "misiles" armas químicas, biológicas o cargas nucleares. Y eso se convirtió en una pesadilla existencial que dio lugar, en lo inmediato, a una progresión de hipótesis sin fundamento: que Saddam Hussein había desarrollado armas de destrucción masiva, incluso armas nucleares; que existía una conexión entre el líder iraquí y Al Qaeda.

Bin Laden no tuvo nada que ver con el fomento de esas falsas ideas. Nada de eso tenía conexión real con el 9 / 11. No hubo en ese momento ningún grupo conocido como "al-Qaeda en Irak". Pero el clima político existente superó la débil oposición a que se debía invadir Irak y Estados Unidos entró en un segundo teatro de guerra, un teatro que demostró ser mucho más difícil y doloroso y drenante que lo que sus partidarios habían imaginado.

Cuando el presidente Obama declaró sólo recientemente, que el papel de combatiente de los EEUU en Irak habían terminado, pasó por alto la probabilidad de que decenas de miles de soldados de los EE.UU. tendrán que permanecer posiblemente allí, por varios años más porque Irak carece de capacidad militar para protegerse contra agresiones externas (léase: Irán) La ironía final es que Hussein, con el objeto de mantener a sus vecinos en jaque, permitió que el resto del mundo creyera que podía tener armas de destrucción masiva. Provocó con ello su propia destrucción, así como la actual necesidad de las fuerzas de los EEUU. de llenar el vacío que él y su amenazadora presencia produjeron.

En cuanto a los 100.000 soldados de EE.UU. desplegados en Afganistán muchos de ellos permanecerán también allí en los próximos años, - no a causa del compromiso de los Estados Unidos de instalar allí una democracia que funcione, ni mucho menos por lo que lo que les sucedería a las niñas y mujeres afganas si los Talibán recuperaran el control. Tiene que ver con las armas nucleares. Pakistán tiene un arsenal de 60 a 100 ojivas nucleares. No se sabe cuales serían las consecuencias si algunas de ellas llegaran a caer en manos de los aliados fundamentalistas de Al Qaeda en Pakistán.

Una vez más, este dilema es parte de nuestra propia fabricación. La guerra estadounidense contra el terrorismo es ampliamente percibida en todo Pakistán como una guerra contra el Islam. Un fuerte fundamentalismo islámico está allí ganando terreno y amenazando la estabilidad del gobierno, del cual dependemos para garantizar la seguridad de las armas nucleares. Aunque una nutrida presencia militar de EE.UU. en Pakistán es insostenible para el gobierno de Islamabad, decenas de miles de soldados EE.UU. permanecerán probablemente desplegados en Afganistán durante algún tiempo.

Quizá Bin Laden preveía algunos de estos resultados cuando lanzó su operación 9 / 11, desde las seguras bases de los Talibán en Afganistán. Dado a que las naciones víctimas de grupos terroristas abandonan rutinariamente una parte de sus tradicionales principios, puede haber previsto también algo así como lo de Abu Ghraib, "sitios negros," rendiciones extraordinarias y hasta la prisión de la Bahía de Guantánamo. Pero en estas y en muchas otras acciones, Bin Laden necesitaba nuestra involuntaria colaboración, y se la hemos proporcionado - más de mil millones se han gastado en las dos guerras, más de 5.000 de nuestros soldados han muerto, decenas de miles de iraquíes y afganos también. Nuestras fuerzas armadas están tan sobrecargadas que las pocas industrias que siguen creciendo en nuestra maltratada economía son la de las empresas contratistas privadas que proporcionan toda clase de servicios desde los interrogatorios hasta la seguridad en los sectores de inteligencia.

Hemos corrido a Afganistán y a Irak, y más recientemente a Yemen y a Somalia, hemos creado un aparato de seguridad nacional hipertrofiado y estamos tan absortos en nuestra propia furia y tan ajenos a las intenciones del enemigo que convertimos la construcción de un centro islámico en el Bajo Manhattan en un debate nacional y permanecemos impotentes, mientras un ministro protestante en la Florida ultraja hasta a nuestros amigos del mundo islámico con la amenaza de quemar ejemplares del Corán.

Si bin Laden no previó todo esto, seguro que no tardó en entenderlo. En un mensaje de vídeo de 2004, se jactó de conducir a los Estados Unidos al camino de su propia destrucción. "Todo lo que tenemos que hacer es enviar dos mujaidines... con un pequeño trozo de tela en el que esté escrito “al-Qaeda” para poner en carrera a los generales y causarles pérdidas humanas, económicas y políticas a los EEUU"

A través del gasto inicial de unos cientos de miles de dólares, entrenando y luego sacrificando a 19 de sus soldados de a pie, Bin Laden ha visto a su relativamente pequeña y todo menos anónima organización de unos pocos cientos de fanáticos contar con la franquicia más internacionalmente conocida después de McDonald's. ¿Podría haber logrado más con menos algún enemigo de los Estados Unidos?

¿Podría Bin Laden, haber tenido, en su más locas fantasías, la esperanza de provocar un caos mayor? Ya es hora de reflexionar sobre lo que nuestros enemigos buscaban y todavía se proponen llevar a cabo - y cómo los hemos ayudado

Ted Koppel, quién fuera jefe de redacción de la "ABC" Nightline "desde 1980 hasta 2005, es un analista que colabora con la BBC World News America.

Traducción de Susana Merino

http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2010/09/09/AR2010090904735.html?wpisrc=nl_pmheadline

viernes, 10 de septiembre de 2010

LA SUPERVIVENCIA DEL VIEJO ESTADO Y LA BUROCRACIA REPRESENTA UN PELIGRO MORTAL PARA LA REVOLUCIÓN.

Las elecciones en Venezuela. ¡Derrotemos la contrarrevolución y luchemos por el socialismo!

Corriente Marxista Internacional...10/09/2010


El 26 de septiembre el pueblo de Venezuela elegirá una nueva Asamblea Nacional. La oligarquía reaccionaria, apoyada por el imperialismo, se aprovecha de las carencias de la revolución para fortalecer su posición y prepararse para la contrarrevolución. La revolución venezolana ha recorrido un largo camino, pero las palancas claves de la economía aún están en manos de la oligarquía. Lo que hace falta es llevar a cabo plenamente la revolución socialista y expropiar a los capitalistas y terratenientes. Esa es la única manera de hacer irreversible la revolución.

La revolución se ha venido desarrollando en Venezuela durante más de una década y ha llegado a un punto crítico. El imperialismo y su agente local, la oligarquía venezolana, están empeñados en poner fin a la Revolución Bolivariana. Utilizan constantemente los medios de comunicación prostituidos para llevar a cabo una feroz campaña de difamación, calumnias y desinformación.

Esta campaña ha llegado a niveles sin precedentes. Chávez ha sido descrito como un " populista de cuartel ", un "agitador ", un "instigador" y "un psicópata". Se supone que es un "matón agresivo" que "coquetea con la megalomanía" y cuyo comportamiento "se aproxima a lo paranoico". Anteriormente, se le solía describir como un "dictador" (algunos todavía lo hacen), pero este lenguaje no cuadra muy bien con el hecho bien conocido de que durante los últimos once años ha ganado más elecciones que cualquier otro líder político en el mundo.

Para encajar este hecho desafortunado, se han visto obligados a inventar categorías que antes eran desconocidas en el léxico político. Hablan de una "autocracia elegida". El Financial Times de Londres lo ve como "cada vez más autocrático" y presidiendo algo que describe como una "democracia perversa". Detrás de este lenguaje está el miedo y el odio: el odio de los ricos y poderosos a un hombre que ha despertado a las masas a luchar contra sus opresores y su temor arraigado del poder de estas mismas masas.

Hay muy buena razón por la ferocidad de los ataques contra Venezuela por parte de los imperialistas y sus lacayos en América Latina. Temen con razón que la revolución venezolana no se detenga en las fronteras, sino que se extienda a otros países. Las nacionalizaciones en Venezuela son un ejemplo que otros querrán seguir. Los discursos del Presidente Chávez abogando por el socialismo a escala mundial han hecho sonar la alarma en los pasillos del poder desde Washington a la Ciudad de México y más allá.

La revolución latinoamericana

En la actualidad, Venezuela se encuentra en la primera línea del proceso revolucionario que se está afianzando en toda América Latina. Las políticas radicales de Hugo Chávez, su abierta oposición al imperialismo y sus continuas llamadas a la revolución mundial se han convertido en un faro para todos los luchadores anti-imperialistas en América Latina y en todo el mundo.

Lo que realmente preocupa a los imperialistas es el hecho de que, con el fin de llevar adelante la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez está empezando a tomar medidas contra la propiedad privada, como la nacionalización de empresas y tierras pertenecientes a la oligarquía venezolana y las grandes transnacionales extranjeras. También ha llamado a los obreros a ocupar las fábricas abandonadas por sus patrones y ha introducido elementos de control obrero en las empresas de propiedad estatal.

En el contexto de la crisis del capitalismo, los imperialistas están aterrorizados de que este ejemplo sea seguido en otros países (esto ya está ocurriendo), y que los obreros, no sólo en América Latina sino también en Europa y Estados Unidos, comiencen a reivindicar medidas similares contra las grandes empresas que saquean a los países pobres y explotan a sus trabajadores para extraer enormes beneficios, que dañan el medio ambiente con derrames de petróleo y otras formas de contaminación, y que cierran fábricas como si fueran cajas de cerillas, con el fin de obtener mayores beneficios.

No sería difícil señalar los problemas y deficiencias de la Revolución Bolivariana, que se deben al hecho de que no se ha llevado hasta el final. Pero a pesar de todas sus deficiencias y limitaciones, la revolución venezolana representa un peligro mortal para las clases dominantes.

En toda América Latina las masas están despertando. En el Ecuador hemos tenido la elección de Rafael Correa, de quien se dice que sigue el modelo de Chávez y que contaba con el respaldo de más del 80 por ciento de la población. En Bolivia, Evo Morales, animado por las nacionalizaciones en Venezuela, planteó la cuestión de la nacionalización de los recursos naturales del país y se enfrentó a una rebelión de la oligarquía, que sólo puede resolverse con la acción revolucionaria de las masas.

El dilema del imperialismo

Los estrategas del imperialismo han llegado a las mismas conclusiones que los marxistas: están dadas las condiciones para un movimiento revolucionario general en América Latina que tendrá enormes consecuencias en los Estados Unidos y a escala mundial. El ojo del huracán sigue siendo Venezuela, donde, tras una década de lucha, la revolución está llegando al punto de no retorno. Esto explica por qué el imperialismo estadounidense ha dado nuevos pasos para controlar la situación.

La acusación de que Chávez está llevando a cabo una política agresiva hacia Colombia pone la verdad patas arriba. El acuerdo para el uso de bases militares en Colombia (que ha sido temporalmente paralizado por los tribunales), el golpe de Estado en Honduras, el despliegue de fuerzas militares en Costa Rica y, por último, el intento de establecer nuevas bases militares en Panamá, lo que en la práctica rodearía a Venezuela con una poderosa presencia militar estadounidense, todo demuestra quién es realmente el agresor.

Esto es lo que ha llevado a un rápido deterioro de las relaciones entre Caracas y Bogotá, del que fuimos testigos en agosto. Bajo ciertas condiciones, este conflicto, que a primera vista parece haber amainado, podría conducir a un brote de hostilidades entre Venezuela y Colombia, a la que Washington ha convertido en un campo armado. La formación de una milicia popular y la compra de armas a Rusia no son la expresión de una política exterior agresiva, sino que son exclusivamente medidas defensivas tomadas por Venezuela para contrarrestar las políticas agresivas de los Estados Unidos.

Todo esto demuestra que los imperialistas no han abandonado sus planes para derrocar a Chávez, si fuera necesario por la fuerza. Sin embargo, las opciones del imperialismo en Venezuela son muy limitadas. El imperialismo estadounidense, con toda su riqueza y poderío militar, tiene su margen de maniobra sumamente restringido. En el pasado, no habría dudado en intervenir directamente, enviando a los marines. Pero esto no es posible en la actualidad. Se han visto obligados a abandonar Irak y están involucrados en una guerra impopular e imposible de ganar en Afganistán. Tras el fracaso de la aventura en Irak, la opinión pública en los EE.UU. se vuelve contra la guerra. Por tanto, es poco probable que Washington pudiera iniciar otra aventura militar en América Latina en este momento.

La posibilidad de una intervención militar directa puede que haya disminuido, pero hay muchas otras armas en el arsenal del imperialismo norteamericano. Washington está tratando constantemente de aislar a Venezuela internacionalmente. La aplicación de la presión diplomática, militar y económica para socavar al gobierno de Hugo Chávez es constante. Además de la difamación, queda la opción del asesinato, el cual, sin duda, la CIA ha estado preparando desde hace algún tiempo.

El cristiano evangelista, estafador experimentado y rabioso reaccionario, Pat Robertson, dijo: "Usted sabe, yo no sé de esta doctrina del asesinato, pero si él cree que estamos tratando de asesinarlo, creo que realmente deberíamos ir adelante y hacerlo ... Es mucho más barato que iniciar una guerra ... y no creo que el suministro de petróleo se detenga". Cuando pronunció estas palabras, tan solo estaba diciendo lo que otros en puestos más poderosos estaban pensando. Y estos pensamientos no han desaparecido.

El asesinato sigue siendo una posibilidad. Pero a pesar de sus evidentes atractivos, lo que el reverendo Robertson propone tiene graves riesgos para el imperialismo estadounidense. A pesar de las opiniones optimistas del Sr. Robertson, el primer resultado sería el corte de suministro de petróleo a los EE.UU.. El asesinato podría causar una oleada de ira y repugnancia en América Latina y en todo el mundo. Probablemente no quedaría una embajada de EE.UU. en pie en toda la región. La amargura contra los EE.UU. duraría durante generaciones y daría lugar a nuevos levantamientos y explosiones.

La preparación de un golpe de Estado parlamentario

Por todas estas razones, Washington se ve obligado a confiar en los mecanismos de "democracia" burguesa en un intento de derrocar a la revolución por medios constitucionales. He aquí la importancia de las elecciones a la Asamblea Nacional del 26 de Septiembre en Venezuela. Lo que Washington está planeando no es ni más ni menos que un golpe de Estado parlamentario. Su objetivo es liquidar la Revolución Bolivariana, no por la intervención externa, sino basándose en los enemigos internos de la revolución. Para ello, se valdrá de las contradicciones internas de la Revolución Bolivariana y del propio Movimiento Bolivariano.

La oposición está calculando que puede ganar un número considerable de escaños en la nueva Asamblea Nacional, tal vez incluso una mayoría absoluta. Si fuera a ganar la mayoría en la Asamblea Nacional en septiembre, o si fuera a ganar un número considerable de escaños, esto podría marcar el comienzo de una espiral descendente de la Revolución Bolivariana. Las masas pequeño burguesas, que han estado desmoralizadas y pasivas en el pasado reciente, se sentirían alentadas por una victoria electoral y pasarían a la ofensiva.

Si los contrarrevolucionarios tienen éxito el 26 de septiembre, van a utilizar su posición en la Asamblea para sabotear el funcionamiento del gobierno, movilizar a la clase media para salir a la calle y provocar disturbios siempre que sea posible. Incluso si sólo ganaran un tercio de los escaños estarían en condiciones de bloquear determinadas decisiones claves. Provocarían una serie de enfrentamientos entre la Asamblea y el Presidente. Su objetivo final es desestabilizar el país y crear una situación en la que puedan librarse de Chávez, ya sea por medios parlamentarios o extraparlamentarios. La amenaza es muy grave.

Nadie en su sano juicio cree que las decisiones fundamentales sean tomadas mediante las leyes y los parlamentos. En última instancia, todas las decisiones importantes se toman en las calles, en las fábricas, en los pueblos y en los cuarteles del ejército. Pero el parlamento puede desempeñar un papel importante como punto aglutinador, ya sea para las fuerzas de la revolución o de la contrarrevolución. Por eso, el resultado de las elecciones de septiembre es tan importante para el futuro de la revolución.

Si triunfa la contrarrevolución, ¿acaso alguien cree que ésta va a respetar las leyes? La Constitución Bolivariana se suprimiría al día siguiente. Todas las reformas de la última década se revertirían. ¿Y qué pasaría con todos los que apoyaron la revolución? ¿Alguien cree que la oposición contrarrevolucionaria les abrazaría? ¿Acaso los contrarrevolucionarios harían los gestos conciliatorios que Chávez ha hecho a ellos tan a menudo, sin ningún resultado? ¡No! Ellos tienen la misma actitud implacable y vengativa que ha caracterizado a todas las clases dominantes en la historia cuando han derrotado a una revolución, resumida en el dicho romano: ¡Vae Victis! (¡Ay de los vencidos!)

La victoria de la contrarrevolución en Venezuela representaría un duro golpe a la revolución en toda América Latina. Bolivia y Ecuador estarían inmediatamente bajo una terrible presión. La Revolución Cubana, que ya está amenazada por la contrarrevolución capitalista, estaría en mayor peligro que nunca. Los efectos se dejarían sentir a escala mundial, con una nueva ofensiva ideológica de la burguesía contra el socialismo. Es suficiente plantear la cuestión concretamente para entender lo que hay que hacer.

¿Puede tener éxito la contrarrevolución?

¿Es concebible que la oposición pudiera tener éxito en sus planes? Todo obrero y campesino consciente esperará fervientemente que no sea así. Pero en la política, como en la guerra, las esperanzas no son nunca suficientes. No hay nada más peligroso que el tipo de optimismo ciego que se esconde detrás de frases vacías como "la Revolución es irreversible". Es necesario proceder sobre la base, no de esperanzas e ilusiones endulzadas, sino de hechos concretos. Estamos en una guerra, y en una guerra siempre es preferible exagerar la fuerza del enemigo en lugar de subestimarla.

¿Dónde está el principal peligro? Se encuentra en el hecho de que la revolución socialista no se ha llevado a su fin y que la burguesía sigue controlando los puntos clave de la vida económica y social del país. Esto fue señalado por el presidente Chávez en el Congreso Extraordinario del PSUV. Dijo que no puede haber una transición al socialismo en Venezuela, mientras que el Estado burgués de la República siga de pie y sectores clave de la economía sigan en manos de la oligarquía.

Esto fue cien por ciento correcto. Los dos principales obstáculos que se interponen en el camino del avance de la revolución son la propiedad privada de los sectores clave de la economía, y la existencia continuada del Estado burgués. Es imposible mantener esta situación de una llamada economía mixta en la que el elemento capitalista prevalece, porque provoca el desbaratamiento de planes, caos, la escasez de alimentos, la inflación, el cierre de fábricas y la fuga de capitales.

Todas estas cosas tienen un grave efecto sobre las masas. La supervivencia del capitalismo se refleja en una caída del nivel de vida. Es cierto que las masas siguen teniendo fe en Chávez y son leales a la revolución. Pero no hay que abusar de esta lealtad, que no se puede mantener sólo con discursos y exhortaciones. El hecho de que la oposición fue capaz de ganar las elecciones para alcaldes y gobernadores en zonas pobres, como Petare, en noviembre de 2008, ya era una advertencia. Si el gobierno no toma medidas decisivas para resolver las necesidades de las masas, se podría extender la desmoralización que se manifestaría en forma de abstención en las próximas elecciones.

Por otra parte, la supervivencia del viejo Estado y la burocracia representa un peligro mortal para la revolución. La burocracia se opone ferozmente al socialismo y la revolución y está haciendo todo lo posible para sabotearla. Nadie en su sano juicio podría imaginar que es posible avanzar hacia el socialismo, mientras que este monstruo corrupto siga existiendo. Esto fue señalado por Chávez en el Congreso Extraordinario del PSUV, cuando citóEl Estado y la revolución, donde Lenin explica que la destrucción del Estado burgués y su sustitución por una democracia obrera es la condición previa para avanzar hacia el socialismo.

Los reformistas no quieren hablar de estos problemas. Ellos usan mil argumentos "inteligentes" para demostrar que la clase obrera no puede ni debe tomar el poder. Consideran que el socialismo es una utopía, mientras que ellos son los realistas. Frente a la arremetida de la contrarrevolución, entierran sus cabezas en la arena como un avestruz asustado y esperan que el peligro desaparezca. Este "realismo" es en realidad el peor tipo de utopía. Representa un peligro muy grave para la revolución.

El Presidente Chávez ha advertido reiteradamente del peligro de la burocracia contrarrevolucionaria, que no es ni más ni menos que la quinta columna de la burguesía dentro de la Revolución y el Movimiento Bolivariano. La deserción reciente del PPT es sólo el último de una larga serie de ejemplos, que demuestra la existencia de esta quinta columna reformista y burocrática. ¿Cuántos más están todavía presentes y dispuestos a traicionar? Si la oposición no gana una mayoría, ¿cuántos diputados "bolivarianos" estarían dispuestos a hacer un trato con ella para crear esa mayoría?

El CMI y las elecciones

¿Cuál es la actitud de la Corriente Marxista Internacional en estas elecciones? Ni que decir tiene que los marxistas pedirán el voto para el PSUV en estas elecciones. Debemos luchar para derrotar a la oposición contrarrevolucionaria. La única manera de lograr este objetivo es movilizando a las masas –la verdadera base y la fuerza motriz de la revolución–. Los obreros y campesinos deben estar motivados y entusiasmados. Pero esto sólo es posible si el PSUV se posiciona claramente y sin ambigüedades a favor de una política socialista y revolucionaria, y la lleva a cabo en la práctica.

Sin embargo, la lucha por el socialismo consiste en una serie de batallas parciales. La revolución no debe dar ni un paso atrás, sino asestar golpe tras golpe contra el enemigo de clase. La tarea más urgente e inmediata es derrotar a la oposición contrarrevolucionaria, para bloquear su intento de volver al poder mediante el uso de los mecanismos democráticos previstos en la Constitución Bolivariana. Hacemos un llamamiento a todos los obreros y campesinos, a los jóvenes, a las mujeres, a los sindicalistas, a todas las fuerzas vivas de la sociedad venezolana a votar por los candidatos del PSUV el 26 de septiembre.

Algunas personas que se autodenominan de "izquierda" o, peor aún, "marxistas" han adoptado una actitud frívola e irresponsable hacia las elecciones de septiembre. Abogan por la abstención o, peor todavía, a unirse a las filas de la oposición contrarrevolucionaria. Se trata de un abandono total de la política revolucionaria. Cuando las líneas de clase están claramente delineadas, y cuando la elección es entre la revolución y la contrarrevolución, el que cruza la línea es culpable de traición.

Desde el comienzo mismo de la revolución venezolana, los marxistas de la CMI han defendido la Revolución, destacando su importancia para los revolucionarios de todo el mundo. Esto lo hicimos cuando muchos autodenominados izquierdistas negaban la existencia de una revolución, y negaron categóricamente la posibilidad de un giro hacia el socialismo. Once años más tarde nuestra postura ha sido completamente confirmada. A pesar de que la revolución no ha dado el paso decisivo hacia el socialismo, es evidente que la idea del socialismo ha ganado el oído de las masas que están luchando para lograr este objetivo.

El fortalecimiento de la corriente marxista dentro de las filas del PSUV, la juventud del PSUV y la UNT sería una poderosa herramienta en el avance de este proceso. Sería la manera de derrotar a la contrarrevolución de una vez por todas mediante la destrucción de su poder económico y completando así la Revolución Socialista de Venezuela. La Corriente Marxista Internacional, organizada en Venezuela en torno al periódico Lucha de Clases está luchando para empujar hacia adelante la revolución, para avanzar hacia la victoria final y decisiva. Pero la victoria final depende del resultado de una serie de batallas parciales. Quienquiera que sea incapaz de defender el terreno conquistado en el pasado nunca será capaz de avanzar a la conquista del poder.

¡Llevemos a cabo la revolución hasta el final!

Al mismo tiempo que defendemos la revolución contra los ataques del imperialismo y la oposición contrarrevolucionaria, los marxistas tenemos el deber de advertir de los peligros en la situación actual. La oposición venezolana contrarrevolucionaria está tratando de aprovecharse de cada error cometido por el gobierno. Problemas no resueltos tales como la vivienda, el crecimiento de la delincuencia y, recientemente, los apagones de la electricidad, están siendo utilizados por la oposición para generar apatía entre las masas que apoyan la revolución.

No es posible detener la revolución a medio camino. No es posible hacer una revolución a medias. Las masas son leales a la revolución, pero no aceptarán permanentemente esta situación. Tarde o temprano debe resolverse. Chávez ha dado pasos importantes hacia delante, pero es necesario terminar el trabajo. Una vez que la revolución venezolana lleve a cabo la tarea de eliminar el latifundismo y el capitalismo, podrá extenderse muy rápidamente a otros países de América Latina. Ese es el auténtico significado de la revolución bolivariana: la necesidad objetiva de unificar el continente dividido de América Latina y elevarlo a un nivel cualitativamente superior de desarrollo de acuerdo con su colosal potencial económico.

El líder socialista español Largo Caballero señaló que no se puede curar el cáncer con una aspirina. Problemas serios exigen soluciones serias. Cuando Abraham Lincoln ganó la Guerra Civil, entendió que no se puede dejar el poder económico en manos del enemigo. Expropió la riqueza de los esclavistas del Sur que hoy tendría un valor de billones de dólares. Al hacer esto, no prestó mucha atención a las sutilezas constitucionales. De hecho, él nunca habría ganado la guerra si hubiera estado obsesionado con las leyes y constituciones.

Hace mucho tiempo, Cicerón escribió la famosa frase: Salus populi est suprema lex (La salvación del pueblo es la ley suprema). Ahora podemos decir, con igual justificación, la salvación de la Revolución es la ley suprema. Evitar que los contrarrevolucionarios ganen el control de la Asamblea Nacional es un paso necesario para impedir la liquidación de las conquistas de los últimos once años. Pero en sí mismo no es suficiente. La única manera de derrotar a la oposición y eliminar la amenaza de la contrarrevolución para siempre es liquidando el poder económico de la oligarquía, expropiando a los terratenientes, banqueros y capitalistas, e introduciendo un plan socialista de producción bajo control obrero democrático.

Los reformistas argumentan que actuar de esta manera sería provocar a los imperialistas y reaccionarios. Eso es absurdo. Los imperialistas y reaccionarios han demostrado con sus acciones que no necesitan ninguna provocación para actuar. Los obreros, campesinos y pobres de Venezuela están mirando hacia Hugo Chávez para llevar a cabo su promesa de hacer irreversible la revolución venezolana. Esto sólo puede hacerse desafiando frontalmente el llamado derecho sagrado de la propiedad privada. A menos que se elimine el poder económico de la oligarquía contrarrevolucionaria, la revolución bolivariana nunca podrá ser victoriosa y las conquistas de la revolución nunca estarán a salvo.

Para aquellos que están hipnotizados por las consideraciones jurídicas, señalamos que hay un mecanismo constitucional que se puede utilizar para este propósito: una ley habilitante para nacionalizar la tierra, los bancos y las principales industrias. Chávez aún tiene el poder formal, una amplia mayoría en la Asamblea Nacional y el mandato popular para llevar a cabo la expropiación de la oligarquía –la condición previa para un movimiento hacia el socialismo–. Pero el momento de actuar es ahora. Mañana será demasiado tarde.

Esta es la única perspectiva posible si queremos poner fin a la dominación del imperialismo estadounidense y mundial sobre América Latina. Pero es una perspectiva que está radicalmente opuesta al nacionalismo. Representa la abolición radical de fronteras que han dividido artificialmente y balcanizado América Latina durante 200 años. Necesariamente, también es una perspectiva anti-capitalista (socialista), ya que sólo se puede lograr mediante una ruptura total con la burguesía. El poder debe pasar a la clase obrera y a sus aliados naturales: los campesinos pobres y los pobres urbanos y semi-proletarios.

La idea de los Estados Unidos Socialistas de América Latina es una idea que puede unir y movilizar a las masas de obreros, campesinos y jóvenes revolucionarios de América Latina, por una lucha frontal contra el imperialismo y el capitalismo. No contiene un solo átomo de utopía, sino que es consecuencia de la necesidad objetiva. Es la consigna del presente que contiene la clave para el futuro.

  • ¡Defendamos la Revolución Bolivariana!
  • ¡Derrotemos la oposición contrarrevolucionaria!
  • ¡Luchemos por una mayoría del PSUV en la Asamblea Nacional!
  • ¡Llevemos a cabo el programa de la Revolución Socialista!

Londres, 7 de septiembre 2010


Fuente: http://www.corrientemarxista.org/internacional/8-america-latina/222-las-elecciones-en-venezuela-iderrotemos-la-contrarrevolucion-y-luchemos-por-el-socialismo.html

jueves, 9 de septiembre de 2010

TODAVÍA EN EL GOBIERNO LACAYO DE COLOMBIA SIGUEN CON EL CUENTO DE LAS COMPUTADORAS DE RAUL REYES, CUANDO DESEAN CRIMINALIZAR ALGÚN CIUDADANO.

Su delito: cubrir el conflicto armado con rigor y ética
El periodismo latinoamericano cierra filas en apoyo a William Parra, perseguido por la Fiscalía colombiana

La Radio del Sur / FELAP / Agencias...09/09/2010


La Unidad de Terrorismo de la Fiscalía de Colombia pidió esta semana la captura del periodista colombiano William Parra, acusándolo de "rebelión y concierto para delinquir", en un país donde son varios los casos de comunicadores tildados de cómplices del terrorismo por sus coberturas sobre la guerrilla.

El fiscal general Guillermo Mendoza confirmó el 7 de septiembre la emisión de la orden de captura contra Parra y dijo que "en este caso se trata de señalamientos de concierto para delinquir, financiación del terrorismo". No obstante, "estamos solamente en la fase investigativa", dijo.

"Los fiscales tienen su autonomía para efecto de recoger las pruebas. Lo que sí puedo decir es que los datos más importantes se recogieron del computador de (Raúl) Reyes", añadió Mendoza, al aludir al comandante de las FARC, asesinado junto a otras 24 personas en un ataque de las fuerzas militares colombianas a un campamento guerrillero en Ecuador en marzo de 2008.

William Parra, quien fue corresponsal de la cadena multiestatal Telesur, con sede en Venezuela, entre 2006 y 2008, y jefe de prensa del ex presidente Ernesto Samper (1994-1998), defendió este martes su inocencia y denunció que le violaron sus derechos fundamentales. "Soy una persona decente, una persona inocente sobre la cual la perversidad no ha tenido camino distinto para atacarme que el utilizar pruebas ilícitas, pruebas ilegales y violaciones de toda índole a mis derechos fundamentales", aseguró Parra en un comunicado difundido en Bogotá.

Además, indicó que cuenta con asilo de parte de Venezuela y anunció que exigirá garantías "ante las instancias nacionales e internacionales correspondientes".

El periodista, que es investigado judicialmente desde 2006, denunció que no ha tenido acceso "a las supuestas pruebas que se dice obran" en su contra y criticó que puedan provenir de los ordenadores de Reyes al sostener que se trataría de "prueba ilícita". "Se ha pretendido que tengan valor como pruebas elementos que fueron supuestamente encontrados en las condiciones conocidas por la opinión pública, esto es, en abierta violación del derecho internacional, en ejecución de graves violaciones al derecho internacional humanitario y a los derechos humanos", aseveró.

El caso de Parra sigue al del también ex corresponsal de Telesur en Colombia Freddy Muñoz, quien fue detenido en Bogotá a finales de 2006 acusado de rebelión y terrorismo en virtud de un montaje judicial, pero fue dejado en libertad días después por falta de pruebas.

Sobre la orden de captura a Parra, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) de Colombia pidió que se respeten sus garantías y que "no haya especulaciones ni actuaciones por fuera de la ley". Andrés Morales, director ejecutivo de la FLIP, señaló que su organización "no ha hecho un seguimiento profundo al caso judicial" de Parra y precisó que los delitos de los que se le sindica "no tienen relación con el periodismo". Sin embargo, instó a que "se le repete el derecho a la defensa y los derechos procesales", en declaraciones a la AFP.

Aunque sus casos no han llegado a las instancias judiciales, otros periodistas han sido criticados en Colombia en los años recientes por coberturas relacionadas con las guerrillas. "Ha habido estigmatización a una serie de periodistas por entrevistarse con representantes de grupos ilegales. Aunque pueda haber algún cuestionamiento ético a ello, hay que recordar que dentro de las garantías de los periodistas está el tener fuentes diversas, incluso en el mundo que se mueve al margen de la ley", dijo Morales. "El resultado que tenemos hoy es que la cobertura del conflicto interno de Colombia se limita mucho a las informaciones que suministra el Ejército", añadió.

FELAP se solidariza con Parra y repudia su persecución

La Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP) emitió este miércoles, 8 de septiembre, un comunicado firmado por su presidente, el periodista argentino Juan Carlos Camaño, en los siguientes términos:

"La Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), se solidariza con el periodista colombiano William Parra Jaimes, ante el sistemático acoso que sufre de parte de la Unidad de Terrorismo de la Fiscalía de su país, la que como señala el propio colega, habría proferido en su contra una orden de captura internacional.

William Parra Jaimes viene denunciando desde hace largo tiempo que en el proceso que le iniciaran las autoridades de su país, pretendiendo descalificarlo personal y profesionalmente, sin que existan elementos que lo incriminen de haber cometido delito alguno, ni él ni su letrada tienen acceso a conocer “las pruebas que se dice obran en mi contra”.

William Parra Jaimes denuncia nuevas violaciones, frente a las manifestaciones de los principales medios de comunicación de Colombia de que existiría “una orden de captura” contra su persona, y reclama que no se continúen atacando sus derechos, cosa probada a tal punto que el Tribunal Superior de Bogotá ordenó, oportunamente, a la citada Unidad de Terrorismo de la Fiscalía que respetará las garantías del Estado de Derecho.

Hoy William Parra Jaimes es un refugiado político en la República Bolivariana de Venezuela y recordamos que, en su carácter de periodista de diferentes medios y, en su momento de Telesur, recibió desde distintas organizaciones –entre ellas la FELAP- muestras de apoyo cada vez que el gobierno de Álvaro Uribe pretendió poner en duda a su persona y su profesionalidad.

Como FELAP, una vez más, expresamos nuestro repudio a la persecución de la que es víctima el periodista William Parra Jaimes".

Jorge Enrique Botero: "le están pasando factura por cubrir la realidad más oculta"

La orden de detención emitida el lunes por un tribunal colombiano contra el periodista William Parra, para el comunicador Jorge Enrique Botero, “es una de las múltiples provocaciones que realiza el Gobierno colombiano contra cualquier expresión de independencia y contra cualquier voz que se aparte de la verdad oficial”.

Botero, en exclusiva para
La Radio del Sur, indicó que a Parra “le están pasando una factura por su actitud decidida en el ejercicio del periodismo, porque ha sido un hombre que ha tenido la inquietud, la curiosidad y la osadía de pasar ciertas líneas e ir a cubrir en vivo y en directo, como corresponde a los periodistas de verdad, la realidad más oculta del conflicto armado que vive Colombia desde hace más de 50 años”.

Expresó a Parra su solidaridad y apoyo “como colega y como colombiano”. Manifestó que “es difícil encontrar en el escenario del periodismo latinoamericano hombres y mujeres que ejerzan el periodismo con tanta pasión como nuestro colega William”.

Destacó las cualidades profesionales de Parra y consideró que este episodio no pasara de ser una muestra del acoso que padecen aquellos que opinan contracorriente del poder en Colombia.

Judicialización de la libertad de expresión

Por su parte, Hernando Calvo Ospina, periodista colombiano residencia en Francia, calificó de preocupante la situación de Parra y consideró su caso como “la judicialización de la libertad de expresión, donde se acosa a la prensa alternativa y a las voces dicentes; donde todos aquellos, y allí me sumo yo, que critiquemos al Gobierno, a la violación de de DD HH en Colombia y a todo el sistema colombiano; automáticamente nos ponen como si fuéramos de la guerrilla y sobre todo en particular de las FARC”.

Manifestó que si existen pruebas concretas contra Parra “se le debe demostrar judicialmente antes de ponerle en un mandato internacional, como si fuera de los perores terroristas del mundo. Si eso se hace lo pueden hacer en contra cualquier otra persona y periodista en estos momentos”.

Desacreditó las pruebas contra su colega, basadas en un supuesto hallazgo en las computadoras del líder de las FARC, Raúl Reyes, abatido durante un ataque de militares colombianos a un campamento insurgente en territorio ecuatoriano.

“Ya todo el mundo sabe, y las mismas personas que revisaron los computadoras, se dieron cuenta que fueron manipulados”, dijo

Calvo Ospina consideró que lo realizado a Parra “es una repetición de la repetidera contra aquellos que nos oponemos al Gobierno por violador de los DD HH, espero esto se detenga y la verdad salga y prevalezca por encima de todo lo demás”.

Persecución contra periodistas

La Radio del Sur también consultó a Nelson del Castillo, secretario general adjunto de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), quien consideró que el Gobierno de Colombia pretende coartar el ejercicio de un profesional íntegro como William Parra, por sus presuntos vínculos con las FARC.

“No es la primera vez que el Gobierno colombiano, como ya ha venido denunciado la FELAP, actúa de este modo tratando de desacreditar el desempeño profesional de periodistas que han tenido una trayectoria muy vertical como el caso de Parra, periodista vinculado a Telesur en algún momento, no es la primera vez que se persigue en Colombia y en este caso se emite una orden de captura internacional contra un periodista”.

El gremialista se unió a las críticas contra el proceso contra Parra por basarse en las computadoras atribuidas a Reyes. “Sería bueno que las autoridades en Colombia abriesen al escrutinio público esos documentos que dicen que tienen y que realmente lo que hacen es incriminar”.

Indicó que la FELAP considera que “hay un reavivamiento de la persecución contra los profesionales de la comunicación, de modo de gestar un silencio en torno a la guerrilla de las FARC y a la vez criminalizar el desempeño profesional de los periodistas”.

Del Castillo destacó la necesidad de una denuncia internacional con la intención de preservar la vida de Parra, “de modo de que no corra la suerte de otros periodistas en Colombia”.

“Inyectadas” del DAS

En tanto, Alfredo Molano, periodista y escritor colombiano, informó conocer personalmente a Parra y lo definió como “un hombre comprometido con la verdad y la realidad colombiana, por lo que es uno de los comunicadores más conocidos y queridos en Colombia”.

Recordó que el humorista Jaime Garzón, asesinado por los paramilitares, realizó un personaje llamado William Garra, que representaba a un periodista con un gran espíritu en conocer la verdad.

“Tendremos que esperar un tiempo para que la verdad salga a flote y William quede completamente libre”, dijo

Molano descalificó las supuestas pruebas contra Parra y comentó que si “las computadoras de Reyes fueron manipuladas por el DAS no fueron 'chuzadas' (escuchas ilegales) sino 'inyectadas', porque esa es una de las instituciones más corrompidas de Colombia”.

La verdad en Colombia: Un delito

El periodista español Pascual Serrano consideró que la orden de aprehensión contra Parra “vuelve a demostrar lo absurdo y surrealista que son cada vez más las órdenes de la Fiscalía colombiana, que es como decir del Ejército colombiano y del Gobierno colombiano”.

Serrano indicó que los únicos delitos de Parra – a quien conoce personalmente – son “el rigor, la profesionalidad, la deontología y la denuncia de los crímenes que se estaban cometiendo en Colombia”

El comunicador indicó la orden contra su colega “viene tristemente a confirmarnos que ser periodista en Colombia y denunciar los crímenes del paramilitarismo, del Gobierno colombiano y decirle la verdad al mundo en Colombia, efectivamente, eso es un delito”.


http://www.laradiodelsur.com/?module=nota_detail&i=7542

http://www.aporrea.org/internacionales/a107552.html

ACTUALMENTE, EL TRABAJADOR PROMEDIO GANA MENOS, UN SISTEMA BIPARTIDISTA CORRUPTO NOS LLEVO A ESTO.

Una democracia ilusoria que favorece los intereses corporativos, acaudalados y elitistas por sobre los de los estadounidenses de a pie
Por qué los estadounidenses eligen pésimos presidentes

Global Research...09/09/2010




Durante años rezongué en mi interior sobre la insensatez de que los estadounidenses eligieran presidente a George W. Bush. Ahora sufro la misma agonía por la demencia de que la nación haya elegido presidente a Barack Obama. Tal como pensé que Bush era un político manipulado de segunda clase que realizaba las políticas terriblemente destructivas impulsadas por Cheney y otros cómplices conservadores corporativos, ahora siento la misma furia porque tantos votantes se dejaron engañar por la hábil retórica y las mentiras de Obama. El disgusto produce la sed de cambio del público y Obama fue perversamente brillante en la tarea de convencer a la gente de que introduciría un cambio. Cuando se abusa con tanta facilidad de los votantes, ¿qué vale la democracia?

Todo esto me dice que cualquier nación que puede elegir presidente a gente tan inepta también puede elegir a otros que parecen no tener ni derecho ni posibilidad de ser presidentes de EE.UU., tal como Bush y Obama aparecían antes de que sedujeran al público. Es lo que es tan aterrador respecto al futuro de esta nación. La plutocracia de dos partidos, con su dominio sobre el sistema político estadounidense, tiene el poder de elegir presidentes que son un insulto para los que otrora sirvieron a la nación con orgullo y competencia.

Busco permanentemente explicaciones del motivo por el cual los votantes estadounidenses toman decisiones electorales tan equivocadas. ¿Son sólo tan estúpidos, desinformados y distraídos que se tragan interminables mentiras políticas? ¿Se han convertido mis compatriotas en gente tan fácilmente manipulada y engañada por la publicidad y brillantes campañas políticas que pueden ser seducidos por pésimos presidentes con tanta facilidad como por productos innecesarios, de baja calidad e insalubres?

Sí, todo esto parece demasiado verdadero. Votantes ilusionados han producido nuestra democracia ilusoria que favorece fuertemente intereses corporativos, acaudalados y elitistas por sobre los ciudadanos de a pie. Esto explica la aterradora desigualdad económica y la decadencia de la clase media. A fines de los años setenta, el 1% de las familias estadounidenses percibía cerca de un 9% del ingreso total de la nación; en 2007, el 1% superior recibía un 23,5% del ingreso total (menos de 5 millones de personas). Dos tercios de los aumentos totales de ingresos de la nación de 2002 a 2007 fluyeron a esa parte ínfima de los hogares. Actualmente, el trabajador promedio gana menos, ajustado a la inflación, que hace 30 años. Un sistema bipartidista corrupto nos llevó a esto. ¿Es el cambio que estaban esperando?

Considerando a Bush y a Obama desde una perspectiva de derecha-izquierda se olvida todo lo que tienen en común. Ambos han derrochado la riqueza y las vidas de la nación en dos ridículas guerras innecesarias en Iraq y Afganistán. Ambos demostraron que son comunicadores bastante buenos durante sus campañas presidenciales, pero bastante malos después de llegar a la presidencia. El más inteligente y articulado Obama es particularmente impresionante porque se desluce totalmente cuando se trata de encarar los temas y crisis más importantes y de crear apoyo público para sus políticas, lo que ahora explica sus bajísimos índices de aprobación.

Ambos se dedicaron a políticas públicas y a programas de gobierno que benefician preferentemente a intereses corporativos y otros especiales, en particular al sector financiero. No es sorprendente, porque ambos dependieron de vastas sumas de dinero corporativo para ser elegidos. Ambos tienen responsabilidad por la catástrofe económica que todavía existe para una gran parte de la nación. Una gran mayoría de estadounidenses ven correctamente que la nación va por una vía equivocada, pero lo más importante es que se precipita por esa vía equivocada, lo que el presidente Obama ignora, porque carece de soluciones.

La que sea probablemente la similitud más inquietante es que Obama puede ser reelegido para un segundo período, tal como Bush lo logró a pesar de su actuación poco estimulante. Si hay algo más inquietante que la elección de pésimos políticos sin verdaderos antecedentes de logros, ¡es reelegirlos para un segundo período! Más que ninguna otra cosa, algo semejante demuestra la ausencia de verdadera y efectiva competencia política y la capacidad de lavar los cerebros y de manipular a los votantes.

Durante años esperé que emergiera algún candidato presidencial de un tercer partido que capturara la confianza del público y ofreciera un genuino programa de reformas para reparar nuestra nación. Pero, lamentablemente, el sistema político se ha corrompido tanto que ningún candidato presidencial de un tercer partido tiene la menor posibilidad contra la plutocracia bipartidista. La mayor estupidez es decir que EE.UU. es la mayor democracia de la tierra. Hay tantas otras democracias en las que múltiples partidos políticos dan a los ciudadanos muchas más alternativas que las que tienen los estadounidenses. Vale la pena recordar que ninguna nación ha copiado nunca la estructura del gobierno de EE.UU. En su lugar, otras democracias en las cuales los ciudadanos también gozan de libertad utilizan estructuras parlamentarias con muchas más alternativas políticas e incluso la capacidad de librarse con más facilidad de malos dirigentes. Aquí sufrimos con presidentes decepcionantes durante más que demasiados años.

El aspecto más fascinante de nuestra república constitucional es que nunca se ha utilizado un camino constitucional para obtener auténticas reformas profundas de nuestro sistema político y de gobierno. Esto demuestra cómo intereses poderosos y arraigados en la derecha y la izquierda han mantenido un sistema corrupto, disfuncional y costoso. Poquísimos estadounidenses saben algo sobre la opción del Artículo V de la Constitución para una convención de delegados estatales que podrían proponer enmiendas constitucionales. Los hechos se pueden encontrar en el sitio en la redArticle V Convention. El único requerimiento para una convención se ha cumplido hace tiempo pero el Congreso se niega a obedecer la Constitución. Temen hacerlo. Lo necesitamos más que nunca.

Un erudito constitucional como el presidente Obama podría hacer historia si exigiera abiertamente que el Congreso convoque a la primera convención del Artículo V. Pero para eso tendría que dejar de lado la hipocresía constitucional que mantienen él y tantos otros. El vigor de la ley es una farsa cuando se ignora una parte importante de la adorada Constitución.

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Contacte a Joel S. Hirschhorn a través de www.delusionaldemocracy.com

Fuente: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=20890

miércoles, 8 de septiembre de 2010

LOS FACTORES INTERNOS Y EXTERNOS DE LA CONTRARREVOLUCIÓN SI TIENEN UN PROYECTO, ACABAR CON LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA Y RESTAURAR LA IV REPÚBLICA.

Venezuela - Elecciones 26-S
La Tercera Etapa de la Revolución Bolivariana

Barómetro Internacional...08/09/2010


Los filósofos pondrán el “grito en el cielo” porque ellos interpretan la Historia pero, en ocasiones, “no se ensucian los zapatos”. Hemos considerado que en el supuesto marco de estudio, discusión y confrontación ideológica de la Revolución hay poco de marxismo y mucho de lo demás y, quizás, por ello, no se logre alcanzar a comprender ciertos “detalles temporales” del proceso revolucionario bolivariano. Cuando Hugo Rafael Chávez Frías propuso la realización de una constituyente estaba manifestando su programa estructural de cambios en el marco del capitalismo criollo pero ¿ello qué significó en el proceso revolucionario venezolano? Chávez Frías no se fue de “bruces” proponiendo lo imposible sino, en el marco de las teorías aquellas, concentró su propuesta en un solo paso post-alcanzar el triunfo eleccionario del Ejecutivo; en última instancia, tuvo una lectura más marxista que ciertas izquierdas, mas reformistas, proponían independientemente de si en su propia estructura de pensamiento ello fuera la base de su análisis histórico-necesario. Debemos reconocer que nuestro amigo y camarada caribeño tenía razón y nos estábamos equivocados. Pero ese es otro tema más de concepción teórico-praxis para aquellos momentos internacionales.

Al alcanzar el Poder Ejecutivo y sobre la consulta demo-participativa, la sociedad se manifestó a favor de un proceso constituyente, es decir, la Revolución comenzó por la “superestructura”. No vamos a exponer toda una descripción sistemática del proceso de cambios profundos en el Poder Legislativo para ello están los órganos responsables de transmitir los logros y alcances en ese sector específico. Pero buscamos destacar que mientras se discutían y se aprobaban cambios en la superestructura-constitucional, la estructura económica y su impacto “aguas abajo” era, tangencialmente, “tocada” más por un proceso “etapista” que por imposición dogmática. Ese proceso legislativo y su consecuente aplicación fueron desarrollando las contradicciones lógicas en el marco de la realidad histórica venezolana que se manifestaron, las contradicciones, en el “Golpe de Abril”. Podríamos señalar las variables que fueron impactando el proceso de manifestación “pequeño-burgués” dirigido tanto por las oligarquías criollas, sus clases sociales más favorecidas en el marco de desarrollo de la economía-ideología venezolana durante la 4ta República conjuntamente con un escenario internacional de derechas que se manifestaban, a lo interno de ese conjunto opositor a la Revolución Bolivariana, en dos vertientes: la socialdemócrata pro-yanqui y la democristiana pro-eurocéntrica ambas con proyectos político-económicos diferentes. En ese escenario, las contradicciones entre el sindicalista Ortega y el empresario Carmona se manifestaron en quienes estaban en Miraflores en aquel aquelarre cuando aquella “juramentación”. Es decir, el proceso histórico que abarca los tiempos desde el triunfo electoral primario de Hugo Rafael Chávez Frías hasta el “Golpe de Abril” lo podríamos considerar como el “proceso primario” de la 1ra etapa de la Revolución Bolivariana. Es verdad que la fecha del “13 de Abril”, “Día de la Dignidad Nacional”, es una fecha y un hecho histórico fundamental en el proceso revolucionario como lo es el proceso del “Paro Petrolero” pero salvando las distancias por varias razones importantes: el sector militar no jugó un accionar fundamental; el sector de la “oligarquía petrolera” mantenía un pensamiento “pequeño-burgués” decadente y racista; la movilización popular se mantuvo y la internacionalización del proceso revolucionario se manifestó en positivo. Pero no por ello es menos importante y fundamental; en el marco de un análisis marxista son “hechos históricos” consecuentes al “Golpe de Abril”. Tanto la burguesía criolla conjuntamente con la oligarquía, la pequeña burguesía y sectores obreros y populares adscritos a las mentalidades capitalista-consumistas tenían que reaccionar post-fracaso de los momentos del Abril primaveral.

El líder y Presidente de la Revolución Bolivariana y de la República Bolivariana, respectivamente, ha dicho y repetido que “aprendió la lección”. Esta declaración pública es importante en el marco del comienzo de la 2da etapa del proceso revolucionario bolivariano. Chávez Frías se percató, dramáticamente, de cuáles son las verdaderas actitudes de ese conjunto criollo y extranjero que hemos titulado como “las derechas”. Su actitud leninista –aunque no lo sea- de tomar al “toro por los cachos” lo obligó a él y su circunstancia a profundizar, globalmente, en el significado y la praxis de la Revolución Bolivariana. Se comenzó a mirar a profundidad en la estructura del propio sistema capitalista para transformarlo en base al marco jurídico ya aprobado. Se comenzó a horizontalizar la democracia participativa. Es decir y en conociendo las contradicciones temporales por asimetrías entre el diálogo de la estructura con la superestructura, el Ejecutivo comenzó a tomar decisiones que tocaban las propias estructuras en el carácter de la propiedad, es decir, del propio sistema capitalista y comenzaron a “aparecer” manifestaciones socialistas en el marco de lo económico, es decir, en la conformación y ejecución de medidas económicas, sustentadas en leyes aprobadas, que veían como las estructuras capitalistas de orden histórico-dependiente-capitalista existentes y consolidadas durante el periodo de la 4ta República se iban “desmontando y desplazando” hacia organizaciones sociales-económicas social-socialista. Pero esa nueva realidad iba desarrollando problemas teóricos que eran y son de perentoria necesidad resolver. Pongamos un ejemplo sencillo y, ahora, cotidiano. ¿Qué son los consejos comunales, es decir, sus componentes sociales; son propietarios, son obreros, son gerentes, son ideólogos, se expresan como sindicatos, en ocasiones; como propietarios, en otras; como banqueros, en algunas? Ese es un tema teórico que la Revolución Bolivariana tiene que definir, es decir ¿es la respuesta y/o son las respuestas a la definición parcial de lo que significa el “socialismo del siglo XXI”’?

Y aquí entraríamos en la 3ra etapa de la Revolución Bolivariana. Es de evidencia lógica que buscar las respuesta a aquella sola inquietud dada como un solo ejemplo de múltiples realidades que se han desarrollado durante el proceso revolucionario bolivariano es un diálogo permanente, a lo interno, entre tres factores: el pueblo involucrado, el Legislativo y el Ejecutivo, fundamentalmente, apoyados y en permanente colaboración y diálogo con los Poderes constitucionales conocidos. Es decir, que si en la próxima Asamblea revolucionaria, la Revolución Bolivariana alcanza la mayoría absoluta aun con el lógico juego democrático legislativo, aquel diálogo teórico arriba propuesto permitirá que tanto a nivel de la estructura como en el marco de la superestructura, las contradicciones sean menos asimétricas además de construir una teoría necesaria y obligada de qué es y qué significa la Revolución Bolivariana permitiendo una praxis también obligada y necesaria en el proceso de profundización de la Revolución.

En ese escenario, se presentan las contradicciones con y entre los factores ajenos y que se oponen a la Revolución Bolivariana, a la democracia participativa y los nuevos modelos de organización socio-económico del sector de la sociedad venezolana que participa en el proceso revolucionario; además, esas nuevas realidades en el marco de una Asamblea “roja, rojita”, en su mayoría parlamentaria, obligadamente, impulsará en sectores intelectuales la producción de la “teoría revolucionaria” y, por ende, la nueva ideología autóctona criolla-bolivariana en su nueva etapa. Tarea nada fácil y permanente.

Pero hay un sector externo que debemos mantener presente. Hay manifestaciones conocidas de buscar socavar el triunfo y consolidación de esta nueva etapa de la Revolución Bolivariana. ¿Por qué los factores externos son tan persistentes en su búsqueda de “tumbar” a Chávez Frías y desmontar el marco tanto superestructural como estructural alcanzado actualmente durante estos años de Revolución Bolivariana? ¿Hay contradicciones entre el sector externo y el sector interno que se oponen visceralmente al proceso revolucionario bolivariano? Comencemos por la segunda inquietud. Es un discurso recurrente que la oposición venezolana no tiene líder, proyecto, propuesta, ni actividad de calle como la tenían tanto Acción Democrática como Copei de antaño. Ello es profundamente grave y delicado por el carácter “facha” de algunos sectores que fungen como dirigentes de la oposición. Pero más grave sería la ignorancia en propuestas estudiadas teórico-prácticas aun en el marco del sistema capitalista ante las propuestas revolucionarias criollas y socialistas como las que se proponen y se impulsan desde los factores del Poder revolucionario, es decir, el poder popular, la democracia participativa y los propios órganos del Poder del Estado. Por ello aquel discurso desde las filas revolucionarias cuando se expresa que la oposición a la Revolución Bolivariana desea “regresar al pasado”. Pero los factores externos si tienen un proyecto global y profundamente capitalista que no vamos a entrar a describir en esta oportunidad pero que, en ese marco de realidades, es necesario y obligado tener presente, bajo la teoría maoísta, que debemos concentrarnos en lo que es importante para el proceso revolucionario en el escenario de los factores externos como es el triunfo en la elección de los nombres propuestos para el Parlatino porque una simple mirada a los nombres de los candidatos podemos conocer nombres de “amigos y camaradas” con una muy amplia experiencia internacional que son fundamentales en el escenario que representa ese órgano legislativo continental. Y aquí volvemos a entrar en el tema teórico permitiéndonos algún ejemplo histórico. En la primera etapa de la Revolución China (1921-1927), Joseph Stalin decidió, con todas las consecuencias del caso, “jugárselas todas” apoyando con “hombres y armas” al proceso frentista revolucionario chino, obligado según las propias realidades histórico-globales de aquellos momentos que no fueron entendidas por otros líderes revolucionarios. Un básico análisis de las realidades que vivieron Mijail Borodin, Mäling, actitudes de Chiang Kaishek, Sun Yatsen, y el Comité Central del Partido Comunista Chino y el Komintern nos enseñan que el factor externo fue fundamental en tanto y cuanto a lo interno de las realidades chinas en su proceso revolucionario como en el marco de la Internacional Comunista. Bien lo mencionó José Miguel Ferrer, diplomático venezolano, Cónsul General en Shanghai (1936), años posteriores, cuando informó a nuestra Cancillería sobre el Acuerdo alcanzado entre la Alemania de Hitler y el fascismo militarista japonés contra las acciones y paradigmas de la Internacional Comunista, concretamente, en China. A pocas palabras…


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MAS DE DOS MILLONES DE PERSONAS VIERON DESTRUIR SUS HOGARES O HUYERON DE ELLOS A CAUSA DE LA GUERRA.

Estados Unidos retira sus tropas de Iraq
Siete años y miles de muertos

Miradas al Sur...08/09/2010


“Esta noche anuncio que la misión de combate estadounidense en Iraq ha terminado. La operación Libertad Iraquí ha acabado y el pueblo de Iraq tiene ahora la responsabilidad principal de mantener la seguridad de su país.” Son las palabras que pronunció el martes pasado Barack Obama en su discurso a la nación, con las que daba por cumplida su promesa de retirar las tropas estadounidenses de Iraq para agosto de 2010, hecha un año atrás. Muy a tiempo, porque quedan menos de dos meses para esas vitales elecciones en Estados Unidos en las que se elegirá a los 435 miembros de la Cámara de Representantes, a 100 miembros del Senado, a 38 gobernadores y numerosos otros cargos locales más.

“Los estadounidenses que han servido en Iraq han completado todas las misiones que les han sido encomendadas. Han derribado un régimen que aterrorizaba a su propio pueblo”, dijo Obama, elogiando nuevamente, como lo hizo al recibir el Premio Nobel de la Paz, que su país hubiera llevado a cabo lo que llamó “guerra justa”.

Las palabras del presidente de Estados Unidos recuerdan a otras, realizadas más de siete años antes. Exactamente fueron dichas el 1 de mayo de 2003, seis semanas después del inicio de los bombardeos e invasión de Iraq por parte de Estados Unidos y el Reino Unido. Las pronunció el entonces presidente George W. Bush a bordo del portaaviones Abraham Lincoln y vestido a lo
Top Gun para la ocasión: “En esta batalla nosotros hemos luchado por la causa de la libertad y por la paz en el mundo. Nuestra nación y nuestra coalición están orgullosas por este logro. Sin embargo, esto es de ustedes, los miembros de las fuerzas armadas de Estados Unidos, que lo realizaron. Su coraje, su voluntad para enfrentar los peligros por su país y por cada uno de ustedes hizo que este día fuera posible”, dijo Bush a los numerosos marinos presentes, bajo un gran cartel que rezaba: “Misión cumplida”. “Gracias a ustedes, el tirano ha caído e Iraq es libre”, dijo, y elogió a las fuerzas armadas estadounidenses por ayudar “a reconstruir Iraq, donde el dictador construyó palacios para él en lugar de hospitales y escuelas para el pueblo”.

Entre uno y otro discurso transcurrieron siete años y cuatro meses. Un período en el que los bombardeos y los daños colaterales provocados por los ataques aliados terminaron de completar la devastación de Iraq que habían iniciado en 1991 con la Operación Tormenta del Desierto, durante la Guerra del Golfo.

Durante ese período de siete años y cuatro meses que separan los discursos de Bush y Obama fueron destruidas más de la mitad de las escuelas y hospitales iraquíes, gran parte de sus puentes y carreteras, sus instalaciones eléctricas, su infraestructura. Más de 100.000 civiles han muerto a causa de los ataques de Estados Unidos y sus aliados y la guerra sectaria interna desatada tiempo después del inicio de la invasión, sumándose a los otros cientos de miles muertos durante la Guerra del Golfo lanzada por Bush padre y los 12 años de cruel embargo que le siguieron.

Más de dos millones de personas vieron destruir sus hogares o huyeron de ellos a causa de la guerra, la mitad de los cuales buscó refugio en el extranjero.

La población iraquí se libró de un dictador pero le destruyeron su país, se desangró internamente, se le impuso un gobierno corrupto y autoritario, una Constitución retrógada donde la mujer queda más postergada que antes, donde las multinacionales de Estados Unidos y sus aliados se reparten el control de su economía, especialmente de su petróleo y de las grandes obras de reconstrucción. Obama sabe bien que a pesar de haber retirado a 110.000 de sus hombres, ha dejado 50.000 soldados, tan de combate como los que se fueron. Porque la guerra sigue y en Iraq mueren incluso todavía más personas que en Afganistán, a pesar de que se quiera presentar la retirada como una victoria de la democracia. Las tropas que quedan, en principio, estarán acantonadas en sus grandes bases y se ocuparán de instruir a los más de 600.000 hombres del ejército y la policía iraquíes, pero está previsto que actúen en caso de que éstos se vean desbordados. Y lo tendrán que hacer.

Obama ha autorizado también la acción de al menos 7.000 hombres más enrolados en las “compañías de seguridad” contratadas por el Pentágono –eufemismo utilizado para referirse a los mercenarios– especializados en tareas de espionaje, localización y ejecución de enemigos. Obama se esfuerza también por enterrar en el plazo prometido, finales de 2011, la otra gran guerra que heredó de Bush, la de Afganistán, pero sus propios generales y los generales iraquíes le repiten una y otra vez –aunque haya destituido ya a uno, Stanley McCrhystal, por decirlo públicamente– que si lo hace, el país volverá a caer en manos de los talibanes. A casi nueve años del comienzo de la guerra de Afganistán, los fundamentalistas islámicos son más fuertes que nunca. Aplican sus leyes a sangre y fuego en grandes zonas del país, capitalizando políticamente el odio cada vez mayor entre la población hacia el corrupto gobierno de Hamid Karzai y sus temibles señores de la guerra, que son quienes controlan el suculento comercio internacional del opio.

La crisis financiera mundial, que afecta de lleno a Estados Unidos y a los aliados europeos que lo secundan en las guerras de Iraq y Afganistán, afecta a los presupuestos militares de todos ellos y de ahí también su urgencia por reducir gastos y por empezar a llenar rápido las alforjas. Necesitan, eso sí, que exista un cierto control de la situación por parte de los gobiernos locales, al precio que sea, tanto para poder retirarse como para hacer negocios. Porque de eso se trata, que Iraq aumente su producción actual de 2,4 millones de barriles diarios para que reporte más y más ganancias a las multinacionales que explotan su petróleo y que de Afganistán también se pueda empezar a extraer pronto petróleo y otros minerales.

Días atrás geólogos estadounidenses encontraron una bolsa equivalente a 1.800 millones de barriles entre las ciudades de Mazar-i-Sharif y Shiberghan, según Jawad Omar, portavoz del Ministerio afgano de Minas. Según este funcionario, en seis meses se empezarían a explotar también varias minas de oro, litio y otros minerales. Según
The New York Times, esos hallazgos podrían hacer del mísero Afganistán “la Arabia saudí del litio”.

¿Se entiende por qué no se pueden comparar estos fracasos militares de Estados Unidos y sus aliados con la guerra de Vietnam como se hace a diario tan alegremente?

Retirarse gradualmente, como héroes, no supone en realidad irse de estos escenarios de guerra con las manos vacías sin dejar las cosas atadas. ¿O acaso alguien creyó por un momento que los invasores pretendían liberar desinteresadamente esos países y dejar gobiernos democráticos y soberanos?


Fuente: http://sur.elargentino.com/notas/siete-anos-y-miles-de-muertos

martes, 7 de septiembre de 2010

DESDE EL GOLPE DE ESTADO EN 2002, VENEZUELA SE HA CONVERTIDO EN UN OBJETIVO DEL IMPERIO POR IMPEDIR LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA.

Injerencia de USAID en las elecciones de Venezuela

Centro de Alerta para la Defensa de los Pueblos...07/09/2010


Un informe comisionado por la National Endowment for Democracy (NED) y publicado en mayo 2010 por la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE) reveló que este año agencias internacionales están invirtiendo entre 40 y 50 millones de dólares en sectores de la oposición política en Venezuela. Gran parte de ese dinero multimillonario está siendo canalizada a la campaña de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), la coalición de candidatos anti-chavistas para las elecciones legislativas del próximo 26 de septiembre.

La mayoría de los fondos provienen de las agencias estadounidenses, particularmente la Agencia Internacional del Desarrollo de Estados Unidos (USAID), quien mantiene desde 2002 una presencia en Venezuela con la única intención de facilitar y asegurar la salida del poder del Presidente Hugo Chávez. Durante ocho años, la USAID ha financiado partidos y organizaciones políticas y medios de comunicación en Venezuela, ayudándolos a crecer y unificarse, y alimentando a sus dirigentes con dólares, asesoría estratégica y recursos para sus actividades políticas.

La USAID no tiene ningún acuerdo ni autorización alguna del gobierno de Venezuela para estar en el país realizando actividades políticas e intervencionistas. Sin embargo, ha permanecido en Venezuela todos estos años, financiando y ayudando diseñar cada campaña electoral de la oposición, alimentando el conflicto político y violando los más básicos principios de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.

COMIENZO DE USAID EN VENEZUELA

En una nota confidencial de fecha 22 de enero de 2002 , el jefe de la Oficina principal de Iniciativas de Transición (OTI) de la USAID, Russell Porter, revela cómo y porqué llegó la USAID a Venezuela. “El 4 de enero la Oficina de Asuntos Andinos del Departamento de Estado le pidió a la OTI establecer un programa en Venezuela… Era claro que había una preocupación creciente sobre la salud política del país. Solicitaron a la OTI ofrecer programas y asistencia para fortalecer los elementos democráticos que estaban bajo fuego del gobierno de Chávez”.

Según la USAID, la Oficina de Iniciativas de Transición (OTI) es una división que trabaja exclusivamente con asuntos políticos en apoyo a los objetivos de la política exterior de Estados Unidos. La OTI suministra asistencia de corto plazo, rápida y flexible para las “necesidades de transición política y estabilización”.

Porter visitó Venezuela el 18 de enero de 2002 y sostuvo reuniones con representantes de partidos políticos y organizaciones de la oposición; su agenda organizada por la Embajada de Estados Unidos y su embajadora saliente, Donna Hrinak. “Hay un consenso de que Chávez no terminará el año como presidente”, escribió el jefe de la OTI, luego notando, “Los rumores sobre un golpe son penetrantes… Las próximas elecciones son en cuatro años. Dado a la situación actual, es probable que Chávez no estuviera para participar”.

Para asegurar este destino político en Venezuela, Porter explica, “Para preservar la democracia, un apoyo inmediato es necesario para los medios independientes y la sociedad civil… Una de las grandes debilidades en Venezuela es la falta de una sociedad civil vibrante… La National Endowment for Democracy (NED) tiene un programa de 900.000 dólares en Venezuela que trabaja con el Instituto Demócrata (NDI), el Instituto Republicano Internacional (IRI) y el Centro de Solidaridad Laboral [tres institutos quasi-gubernamentales estadounidenses] para fortalecer a los partidos políticos y los sindicatos (la CTV)… Este programa es útil, pero no es suficiente. Además no es flexible y tampoco trabaja con los grupos nuevos o no tradicionales. También le falta un componente de medios”.

“La sociedad civil necesita ser fortalecida para reducir el conflicto social y comenzar a reconstruir la infraestructura democrática. Aunque la OTI no es la oficina correcta para reconstruir la infraestructura democrática a largo plazo, es la oficina que mejor puede reducir el conflicto social a través del trabajo con los medios y la sociedad civil. Además, como no existe otra misión de la USAID en Venezuela, la OTI es la oficina natural para comenzar un programa de alto impacto de forma rápida. No obstante, el éxito no está garantizado. No importa que tan bueno sea el programa, las fuerzas antidemocráticas podrían derribar la democracia, pero entonces la OTI tendría que estar allí para recolectar las piezas y fortalecer los elementos democráticos que quedan”, elabora Porter, concluyendo, “Recomiendo que la OTI envie un equipo a Venezuela lo antes posible para comenzar un programa activo para apoyar la sociedad civil y los medios de comunicación”.

INTERVENCIÓN ELECTORAL: REFERÉNDUM REVOCATORIO

Luego del fracaso del golpe de Estado de abril 2002 contra el Presidente Chávez, la OTI estableció su oficina en Venezuela, con un solo objetivo: promover el referéndum revocatorio contra Chávez.

Un informe confidencial de Octubre 2003 de la OTI lo explica claramente: “El principal objetivo de Estados Unidos en Venezuela es una solución electoral, pacífica y constitucional… El objetivo inmediato es la realización de un referéndum exitoso, seguido por la restauración de un gobierno estable y democrático”.

La USAID definió una estrategia con dos componentes para canalizar sus fondos multimillonarios en Venezuela, “El primer componente es facilitar un exitoso y legítimo referéndum revocatorio… El segundo componente es apoyar un proceso inclusivo de reconciliación”. Primero tendrían que lograr revocar el mandato del Presidente Chávez, y luego implementarían un “gobierno de transición y reconciliación”.

Para lograr el primer objetivo, la USAID/OTI canalizó más de 750.000 dólares a la “campaña de información” a través de los medios de comunicación en Venezuela. Luego financiaron al Centro Carter y la OEA para enviar observadores al país.

A través de la USAID/OTI y la NED, establecieron una organización venezolana de “observación electoral nacional”, de nombre Súmate, quien fue responsable de promover la campaña de la oposición para revocar al mandato del Presidente Chávez. Desde entonces, Súmate ha mantenido el mismo papel en todos los procesos electorales, siendo siempre financiado y asesorado por las agencias estadounidenses.

Al mismo tiempo, más de 1,3 millones de dólares fueron canalizados a los partidos políticos de la oposición, para capacitarlos y ayudarlos con la “estructura y organización de la campaña”, “el desarrollo de sus mensajes” y cómo hacer “campaña con las bases”.

Según el informe de la USAID, “Además, OTI mantendrá regulares reuniones de coordinación con los grupos financiados en Venezuela y sus contrapartes en Washington, para asegurar que están logrando los objetivos del programa”.

Para lograr el segundo componente de la estrategia principal, la USAID y la NED financiaron con más de un millón de dólares el diseño de una “agenda común” de la oposición para un “gobierno de transición y reconciliación”. De nombre “Plan Consenso País”, esta iniciativa fue presentada en 2003-2004 por miembros de las organizaciones Alianza Bravo Pueblo (Antonio Ledezma), Fedecámaras (Hugo Fonseca Viso y Jorge Botti), Asamblea de Ciudadanos (Maxim Ross), RCTV (William Echeverría), Sinergia (Jorge Reyes), CEDICE (Aurelio Concheso), la Iglesia Católica (Mikel De Viana) Gente de Petróleo (Nelson Benítez), Alianza Cívica (Elías Santana), COPEI (Eduardo Fernández), Un Solo Pueblo (William Ojeda), Coordinadora Democrática (Diego Urbaneja), Asamblea de Ciudadanos (Axel Capriles), Acción Democrática (Ramón Rangel), CTV (Alfredo Padilla), Liderazgo y Visión (Alonso Domínguez), Proyecto Venezuela (María Isabel Canales), Red Democrático Universitaria (Tomás Páez), Visión Emergente (Cirpriano Heredia) y Bandera Roja (Carlos Hermoso), entre otros.

La mayoría de estas organización también recibían financiamiento adicional de la USAID y la NED.

Según el informe de la USAID, y bajo la presunción de que lograrían un referéndum revocatorio “exitoso”, “El papel de OTI en un país está limitado a un período de 2 a 3 años”. No obstante, en el caso de Venezuela, la USAID anticipó una excepción.

“El objetivo de Estados Unidos en Venezuela es la continuación de una democracia de libre mercado. Sin importar el resultado del referéndum, la OTI debe continuar hasta 2005… Si la inestabilidad y la tensión continúan, la restauración de la estabilidad en Venezuela es suficientemente importante para los intereses estadounidenses para considerar reintroduciendo un programa de largo plazo de la USAID”.

Cuando perdieron el referéndum revocatorio contra el Presidente Chávez, la USAID optó por una mayor inversión de dinero en los partidos políticos de la oposición.

INJERENCIA EN LAS ELECCIONES LEGISLATIVAS – 2005/2010

Un informe desclasificado del Departamento de Estado , enviado del entonces Embajador William Brownfield desde la Embajada de Estados Unidos en Caracas en abril 2005 al Secretario de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional (NSC), destacó como el NDI e IRI estaban trabajando “con los partidos de la oposición para ayudarles sobrevivir como instituciones políticas relevantes a través de un proceso de renovación y fortalecimiento de los partidos”.

“En enero 2005, NDI comenzó la implementación de un programa de un año con 500.000 dólares enfocando en la transformación de los partidos…De principal importancia sería la motivación y participación de fuerzas reformistas (jóvenes líderes, mujeres, sociedad civil) para que cambios necesarios ocurran” en las elecciones legislativas.

Brownfield indicó cómo algunos asesores expertos fueron traidos desde Estados Unidos para ayudar a los partidos de la oposición a “desarrollar estrategias y mensajes que llegan a los votantes de bajos recursos”. Y aunque Acción Democrática y COPEI fueron los principales beneficiarios de estos programas de capacitación, el informe también reveló que “NDI está trabajando con Primero Justicia para colaborar con técnicas modernas sobre el desarrollo y la difusión de mensajes”.

En enero de 2005, el IRI también recibió 500.000 dólares para seguir con sus “escuelas de campaña” para los candidatos y dirigentes de la oposición. “En anticipación de las elecciones municipales en agosto y las elecciones parlamentarias en diciembre, IRI está conduciendo escuelas de campaña por todo el país. En marzo IRI realizó un taller de entrenamiento en el estado Falcón para 250 miembros de AD y Movimiento al Socialismo sobre la estructura de campaña y la movilización de electores. Participó una mayoría de los candidatos para las elecciones municipales en agosto”.

“Los temas tratados en las escuelas de campaña incluyen: estrategia y organización de campaña, desarrollo de mensajes, foros públicos, recaudación de fondos, relaciones públicas, movilización de votantes y selección de candidatos. Este último será basado en una encuesta realizada por IRI en abril y un estudio estadística sobre las elecciones parlamentarias realizada por NDI”.

Esta información revela que los candidatos de la oposición para las últimas elecciones legislativas fueron no solamente financiados, entrenados y formados por las agencias estadounidenses, sino también seleccionados por ellas mismas.

En el final, la oposición optó por boicotear las últimas elecciones parlamentarias en 2005 en lugar de enfrentar una derrota contundente en las urnas.

2010

Cinco años después, los fondos que están recibiendo los partidos de la oposición han multiplicado por millones, y ahora cuentan con cientos de organizaciones que se esconden detrás de la figura de organización no gubernamental (ONG) para hacer campañas políticas, como Súmate, Ciudadanía Activa, VotoJoven, Sinergia, Cedice, Radar de los Barrios, Espacio Público y otros.

Cuando en 2003, la USAID/OTI financiaba 66 programas en Venezuela con el objetivo de lograr la salida del poder del Presidente Chávez, hoy son más de 623 con más de 20 millones de dólares. El objetivo de “fortalecer la sociedad civil”, considerada por la USAID “vulnerable y débil” en 2002, ha sido alcanzado, gracias al apoyo multimillonario de Estados Unidos.

No existe duda ninguna de que la oposición venezolana –en todas sus manifestaciones– es producto de una estrategia del gobierno estadounidense. Financian y diseñan sus campañas, capacitan y entrenan a sus partidos políticos, ayudan organizar sus ONG y sus mensajes, seleccionan sus candidatos para los procesos electorales y los alimentan con dólares para mantenerlos vivos.

Hasta lograr su objetivo final –la salida del poder del Presidente Hugo Chávez- la USAID y demás agencias estadounidenses continuarán con este trabajo.

La pregunta más bien es, ¿porqué Venezuela se permite tan grave injerencia y violación de su soberanía?


Fuente: http://centrodealerta.org/noticias/injerencia_de_usaid_en_las_.html