

La CIA actúa en Venezuela usando la estrategia paramilitar desarrollada en Colombia(…) Ojalá para el 2010 logremos más hermandad, criminalicemos menos a los que luchan, y tratemos de conocer a fondo la historia y presente, rompiendo el cerco desinformativo.
Expolio y “Falsos positivos”
Los casos llamados “falsos positivos” son uno de los escándalos que han salido a plena luz en el 2009 en Colombia, pero que son casos que traspasan el espectro colombiano, pues atañen a la humanidad entera por constituir crímenes de Lesa humanidad. Los mal llamados “falsos positivos” son crímenes de Estado: son civiles asesinados por miembros del Ejército, que después el ejército hace pasar por “guerrilleros matados en combate”; a veces los asesinados son disfrazados por el ejército con prendas del uniforme guerrillero.
Según la ONU, los asesinatos sistemáticos de jóvenes y campesinos cometidos por el Ejército colombiano para hacerlos pasar por guerrilleros muertos en combate suman aproximadamente 1.800 en los últimos años. Pero esta cifra ya dolorosa, no es sino la punta del iceberg, de lo que ha venido siendo una política de Estado desde hace años en Colombia: una política de Estado que, lamentablemente, continúa hoy en día. La práctica de estos montajes basados en desapariciones y ejecuciones extrajudiciales de civiles es incluso “recetada” por la CIA (documentos desclasificados).
Estos crímenes de Estado constituyen una barbarie que mina la sociedad humana en su conjunto: miles de jóvenes, muchachos y muchachas, han sido atraídos por paramilitares o militares de civil, bajo la promesa de trabajo, o bien han sido secuestrados en sus barrios o pueblos, para después ser asesinados, vestidos de guerrilleros, y presentados, con la complicidad de unos mass media que en Colombia son los voceros del ejército estatal, como “guerrilleros dados de baja en combate”.
Muchos de estos muertos televisados de esta forma macabra, en la que sus muertes eran las fichas de una escenificación útil a la propaganda estatal, habían sido previamente declarados como “desaparecidos” por sus familias, y en varias ocasiones la escenificación hecha por los militares ha sido tan burda que los mismos mass media hubieran podido no acatar su parte del montaje, si hubieran tenido algo de ética o de humanidad (pero los mass media obedecen a sus dueños, quienes en Colombia tienen claros intereses en estos montajes). En ocasiones el impacto de las balas en la carne de las víctimas había traspasado “milagrosamente” la tela de los “uniformes” sin provocar agujeros en la tela, o sea que era más que evidente que los habían disfrazado después de asesinarlos. Pero incluso estas evidencias macabras, no fueron suficientes para que los mass media investigaran.
Fue gracias a la presión de familiares de las víctimas, que esta práctica bárbara del Estado se ha logrado conocer. Los familiares han denunciado incansablemente, incluso algunos familiares han sido asesinados por denunciar al Estado.
Los crímenes y montajes de los “falsos positivos” son practicados desde hace años por la fuerza pública. Sin embargo, fue en los dos últimos años que han sido escándalo, cuando se descubrió que varios jóvenes desempleados que habían desaparecido en Soacha, una localidad del área metropolitana de Bogotá, aparecieron muertos a 1.000 kilómetros de sus hogares. Once madres de jóvenes de Soacha denunciaron que sus hijos, inicialmente reportados como “bajas en combate pertenecientes a grupos guerrilleros”, fueron asesinados por miembros de la fuerza pública en la zona rural de Ocaña (norte de Santander).
Centenares de casos de “falsos positivos” se han registrado con las mismas características; jóvenes desempleados son desaparecidos de sus lugares de residencia, para luego aparecer muertos en supuestos combates y ser señalados por el Ejército de pertenecer a la guerrilla.
Los soldados son premiados económicamente, según cantidad de muertos guerrilleros.
Estos crímenes no son simples casos aislados o “deslices” de las Fuerzas Militares, se trata de una práctica sistemática dentro de la guerra que adelanta el Estado contra la población colombiana, bajo su lógica del “enemigo interno”.
En los manuales militares del ejército colombiano, diseñados en las altas esferas castrenses de USA, consta la noción de “enemigo interno” desde hace decenios. Y este “enemigo interno” se concibe como “todo aquel que atente contra el orden establecido”, pudiendo ser concebido como “enemigo interno” un sindicalista, un estudiante, un ecologista, o cualquier persona que cuestione el estado de expolio que conoce Colombia. Consta en los manuales contrainsurgentes del ejército de Colombia, que la lucha contra el “enemigo interno” es la prioridad del ejército nacional, ya que se busca eliminar la base social que cuestione el orden económico establecido.
En un país en el que la desigualdad social es escandalosa -Colombia es el onceavo país con más desigualdad social del mundo- el descontento social contra el orden económico establecido es una cuestión lógica, por lo tanto, si el Estado actúa como garante de ese estado de desigualdad e injusticia social, su rol es represor…
Colombia es un país riquísimo, perola mayoría de la población sufre hambre y desnutrición. Según la CEPAL más del 49.2% de la poblaciónde Colombia vive bajo la línea depobreza y el 14.7% en indigencia. Las cifras de los niños víctimas de la pobreza en Colombia son terroríficas:45% de ellos son pobres y 17% indigentes. En Colombia mueren anualmente 20.000 niños menores de 5 años por causa de falta de agua potable, en la guerra económica declarada por la oligarquía y las multinacionales contra el pueblo colombiano. Ante esta situación de expolio y empobrecimiento, el Estado se erige como garante de los intereses económicos de la oligarquía y de las multinacionales; y es dentro de esta lógica que practica tortura, ejecuciones extrajudiciales, fumigaciones, bombardeos, montajes judiciales, montajes mediáticos… etc.
¿A quién benefician los crímenes llamados “falsos positivos”, y por qué?
Los “Falsos positivos” benefician al ejército y al Gobierno pues este puede decir que su política contra-insurgente arroja “resultados reales”. Para incentivar que los soldados cometan estas ejecuciones extrajudiciales y se presten para estos montajes bárbaros, el Estado les ofrece prebendas de forma macabra: por “guerrillero muerto” reciben pagos extras o permisos.
Pero los beneficios que el Estado colombiano saca de estos crímenes van incluso más allá: la práctica de los montajes de todo tipo es uno de los caballos de guerra más desarrollados del Estado colombiano. Es un Estado que practica incluso el auto-atentado (para auto atentados ver vínculos¹ y ²) con tal de provocar muertos para poder basar su esencial guerra mediática. El disfrazar de guerrilleros a los civiles asesinados, le permite también asesinar a sindicalistas, a estudiantes, a líderes campesinos, y hacer pasar a estos por “muertos en combate”. Recordemos que de cada 10 sindicalistas asesinados en el mundo 9 son asesinados en Colombia por el Estado mediante su estructura militar o paramilitar.
Crímenes de Estado para escenificación en la Guerra mediática
También se ha denunciado que entre los muchos jóvenes raptados por el ejército y sus paramilitares para posteriormente asesinarlos y disfrazarlos, hay varios menores de edad… Con lo cual una imagen de un niño vestido de “guerrillero muerto en combate” da más impulso aún a la campaña de desprestigio contra la guerrilla; campaña que busca generar repudio argumentando que la guerrilla recluta niños.
Este argumento de “reclutamiento forzado de niños” por parte de la guerrilla es evidentemente falso, y no solo por cuestiones ideológicas: primero el “reclutamiento forzado” no es factible en la guerrilla por cuestiones evidentes de lógica, ya que, si la guerrilla forzara a alguien a entrar a sus filas, ese alguien la delataría con toda seguridad a la primera ocasión, dando información de ubicación, movimientos y logística que desde el interior hubiera conocido, y ese riesgo es algo que no se pueden permitir las guerrillas.
Recordemos que las FARC y el ELN son ejércitos de pueblo clandestinos, contra un ejército oficial y todo el aparato del Estado, policía, paramilitarismo, legalidad, radares, aviones fantasma y armamento y logística bélica USA, y que por lo tanto un reclutamiento forzado sería lo más contraproducente del mundo. En cambio el reclutamiento forzado sí que lo hace el ejército y sus paramilitares, pues el que es forzado en estas estructuras no va a “delatarlos” ante otro Estado o fuerza que los pudiera “ubicar” con bombarderos. Esto sin hablar de que la fuerza de la guerrilla que la hace resistir ante las armas y aviones más sofisticados del ejército, es justamente la voluntad popular de sus combatientes.
En cuanto a la propaganda específica de que “la guerrilla recluta niños” esta se cae también por lógica, pues un niño no tiene la fuerza necesaria a la vida guerrillera: para caminar días y noches enteras, para huir de la máxima tecnología de guerra made in USA (pues las guerrillas en Colombia afrontan el ejército colombiano, y al ejército de ocupación USA, con agentes de la CIA, armamento, logística, y ahora directamente 7 bases USA en Colombia).
Las guerrillas en Colombia afrontan a un ejército descomunal, a más del ejército de ocupación del imperio USA, y por ende es evidente que las condiciones para ser guerrillera o guerrillero exigen fuerza física y fuerza anímica, a más de formación política sólida para poder resistir a las múltiples prebendas económicas que les son ofrecidas a los guerrilleros si traicionan a su guerrilla. Pero lamentablemente, el Estado colombiano aplica la máxima Nazi de que: “una mentira repetida mil veces se transforma en verdad”, así, mediante los mass media, busca implantaren la opinión pública una realidad virtual que suplantela realidad objetiva. Se puede decir que lo ha logrado en muchas áreas.
Somos responsables de romper el cerco desinformativo de los mass media, que a más de la criminalidad que representa el mentir y hacer pasar esas mentiras por “informaciones”, mienten basando sus mentiras en escenificaciones macabras, con muertos reales, como es el caso de los auto-atentados¹-², y el de los montajes y asesinatos mal llamados “Falsos positivos”.
El Terrorismo de Estado en Colombia ha desaparecido a más de 50.000 personas en los últimos 20 años, lo que, tristemente, ya supera hasta las dictaduras asumidas como la de Pinochet en Chile… El Terror Estatal ha desplazado de sus tierras a más de 4 millones de personas, y tiene encarcelados bajo burdos montajes judiciales, a más de 7.500 presos políticos.
Este 2010 que comienza nos augura más muerte pues los Estados Unidos tendrán ahora 7 bases militares en Colombia.
Condenar firmemente al genocida Estado colombiano: basta de complacencia y negocios.
Ante el genocidio perpetrado contra el pueblo colombiano por parte de la oligarquía colombiana y las multinacionales, usando al ejército colombiano y a sus paramilitares para masacrar al pueblo, pocos son los países y Estados, que en algo se han pronunciado.... Hace años que el Estado colombiano extermina poblaciones en Colombia con el fin de garantizar el Saqueo y acallar resistencias al expolio... Y durante tantos años, las voces de los presos políticos, los torturados, los desaparecidos colombianos han tratado de hacerse oír... pero los Estados de la región, incluso los progresistas, han continuado a comerciar con los empresarios colombianos, han continuado a colaborar con el Estado colombiano... mientras tanto el pueblo colombiano ha resistido de todas las maneras posibles.
Venezuela en la mira
Han dejado crecer al engendro que es el Estado colombiano, y ahora está listo para ser el policía regional de USA: y sabemos que sus crueles arremetidas vienen con mentiras, bombas, tortura y guerra sucia... Es un Estado genocida que sabe cómo destruir el tejido social usando las masacres, el terror y las prebendas...
Hoy la CIA actúa en Venezuela usando la estrategia paramilitar desarrollada en Colombia: combinando la penetración paramilitar en las barriadas, con el terror y la captación de espacios estratégicos, con la finalidad de destruir el tejido social en Venezuela y desestabilizar los avances revolucionarios en Venezuela, preparando el terreno para incidir (así sea bélicamente) para beneficio del gran capital extranjero. Todo esto con el fin de garantizar los recursos naturales a la voracidad multinacional. La presencia de las bases USA en Colombia no es fortuita: el magnetismo que ejercen los recursos naturales de la región andino-amazónica sobre los grandes capitalistas, los empuja a querer exterminar a la insurgencia colombiana, que hasta ahora ha sido su piedra en el zapato, y a querer frenar los avances progresistas de países como Venezuela.
Necesitamos una unidad como pueblos, y condenar al Genocida Estado colombiano, reconociendo siempre, como poco se ha hecho, la valentía del pueblo colombiano, de sus miles de mártires, y de sus miles de luchadores sacrificados.... Tratando de conocer la historia con humildad y sin prejuicios... Entendiendo los contextos y liberándonos de los estigmas que la “lucha contra el terrorismo” agenciada desde USA y UE, nos ha impuesto. Ojalá en el 2010 logremos más hermandad, criminalicemos menos a los que luchan, y tratemos de conocer a fondo la historia y presente, rompiendo el cerco desinformativo.
¹ http://www.kaosenlared.net/
² http://www.kaosenlared.net/
Reiteró el jefe de Estado que no cederá ante las reiteradas provocaciones, pero dejó claro que se defenderá la soberanía del país. Advirtió sobre el alto nivel de inteligencia táctica y estratégica que tiene Venezuela y que ha detectado todos los datos del avión, incluso la identidad de los pilotos. |
Este viernes a las 12:55 pm, un avión de guerra estadounidense de tipo P3, salió de Curazao y se mantuvo en el primer ingreso durante 15 minutos en el espacio aéreo venezolano.
Ante la violación reiterada de la soberanía nacional, el jefe de Estado indicó que ordenó interceptar el aeroplano con dos F16 venezolanos.
"Cuando los aviones F16 se aproximaban comunicándose, el avión estadounidense se retiró hacia el norte, pero luego volvió".
Indicó que a las 13:37 pm el avión ingreso nuevamente y se mantuvo volando durante 19 minutos. "Fue escoltado y presionado por los F16, no hizo falta ordenar los aviones Sukhoi", acotó.
Reiteró el presidente Chávez que no cederá ante las reiteradas provocaciones, pero dejó claro que se defenderá la soberanía del país.
En este sentido, advirtió sobre el alto nivel de inteligencia táctica y estratégica que tiene Venezuela y que ha detectado todos los datos del avión, incluso la identidad de los pilotos.
El jefe de Estado reiteró la denuncia de agresión perpetrada por el gobierno de Estados Unidos y de Holanda.
"No estamos inventado nada. Cuando decimos al gobierno de Holanda que debe asumir su responsabilidad, es porque sabemos lo que estamos diciendo", manifestó el presidente Chávez.
Cabe señalar que las declaraciones las emitió desde el Palacio de Miraflores, durante el primer Consejo de Ministros del año 2010.
Continuaron los asesinatos, persecuciones y torturas durante las fiestas tradicionales |
Tras darse a conocer el comunicado del Bloque Sur de las FARC-EP, con fecha 24 de diciembre de 2009, en el cual esta organización revolucionaria acepta ser responsable del ajusticiamiento del gobernador del Caquetá, Luis Francisco Cuellar, Uribe y sus voceros, afligidos, condolidos y compungidos, una vez más, con la ayuda de falsimedia, lanzaron un sinnúmero de acusaciones, maldiciones y amenazas contra la insurgencia.
“Bandidos, cínicos, cobardes, matones, mentirosos, terroristas” son algunos de los términos utilizados por estos personajes que, como buenos manipuladores de conciencias que son, con estas palabras pretenden nuevamente confundir a las personas, apareciendo ellos como amigos de la paz, mientras presentan a la guerrilla como responsable de la violencia.
Una vez más quieren imponer a todas las personas su discurso a través del cual se presenta a las FARC-EP como una organización delincuencial, lo cual tiene además como objetivo el justificar no sólo la persecución contra las y los integrantes de ésta organización revolucionaria, sino contra quienes se solidarizan con su causa a nivel mundial.
Los medios al servicio de la oligarquía colombiana y del régimen narcoparamilitar uribista, conjuntamente con sus aliados mediáticos en el continente y el mundo entero, han manifestado su indignación por el hecho “brutal” cometido por las FARC-EP. Sobre los vínculos de Luis Francisco Cuellar con el narcoparamilitarismo, causante de masacres de campesinos colombianos en la misma zona donde este personaje era gobernador, no dicen nada.
Los muertos que hay que llorar son sólo aquellos que pertenecen al círculo de la oligarquía colombiana. Los campesinos cortados en pedacitos por las motosierras de los paramilitares no merecen ni una sola lágrima, a no ser que sirvan para los propósitos de manipulación propagandística del uribismo.
Si en Colombia no existiera un conflicto armado, la muerte de Cuellar, bajo las circunstancias en que se dio, no se hubiera producido. Pero la realidad colombiana es distinta. Allí hay una guerra. Y, lamentablemente, hay hechos que muchas veces sin ser previamente planificados, pueden suceder. Este es el caso del ajusticiamiento del gobernador del Caquetá que, ante la arremetida militar ordenada por Uribe “para rescatarlo a sangre y fuego”, tuvo que ser ejecutado por el comando guerrillero que lo hizo prisionero para juzgarlo por corrupto y por sus relaciones con el paramilitarismo.
Para confundir a las personas sólo basta con informar sobre este hecho en forma superficial, acompañándolo de elementos sensacionalistas para lograr que la gente se emocione y sienta como que fuera la muerte de un ser cercano lo sucedido con Luis Francisco Cuellar.
¡Las FARC son asesinas!, repiten una y otra vez.
Pero cuando el ejército colombiano lanza ataques crueles, feroces y mortíferos contra los campamentos de las FARC-EP donde mueren guerrilleros, como en el caso del comandante Raúl Reyes, o el ataque al frente 43 de ésta organización donde murieron 45 insurgentes en días recientes, no dudan en calificarlo como un acto legítimo para combatir a quienes ellos llaman “terroristas”. Personajes tan humanos como el ministro de Defensa de Colombia, Gabriel Silva o su antecesor, el mafioso Juan Manuel Santos, gozan, ríen y se retuercen de satisfacción por cada guerrillero abatido.
¿No es eso cinismo? ¿No es hipocresía compungirse por la muerte de uno de sus allegados y llenarse la boca hablando de la paz, cuando se regocijan con la muerte de sus enemigos? ¿No es eso doble moral? Y de ninguna manera significa esto que a las y los revolucionarios no les daría gusto que el mundo se libre de personajes tan nefastos como Uribe. ¡Por supuesto que no!
Lo que debe quedar claro es el grado de manipulación que llevan adelante los propagandistas del uribismo para quedar ellos como santos o mansas palomas y hacer ver a los otros como los bárbaros. Esta posición cínica la dejó clara Uribe al declarar que “hay que acabar con todos esos bandidos para que el país pueda vivir en paz”. Es la lógica de los pacificadores, desde la época del colonialismo. Lo que cabe preguntar es ¿quién pacifica a esos pacificadores?
Ya hay voces honestas, como las de la agrupación “Colombianos por la Paz”, que han caído en el juego discursivo de los seguidores de Goebbels, al señalar que el acto de las FARC es injustificable desde todo punto de vista. De igual manera se equivocan cuando expresan la necesidad de buscar los mecanismos necesarios para humanizar la guerra.
En primer lugar, no se trata de justificar el ajusticiamiento de Cuellar por parte de la insurgencia fariana, sino de comprender las circunstancias que rodean a este hecho y, sobretodo la terquedad del régimen uribista de negarse a concretar un acuerdo humanitario para posibilitar el intercambio de prisioneros. Uribe ha sido tan indolente que, una vez que quedó libre Ingrid Betancourt y los agentes norteamericanos, no le ha importado para nada la suerte que corran los otros prisioneros en manos de las FARC-EP como se demuestra con las trabas que ha puesto para la liberación del cabo Moncayo y el soldado Calvo. En segundo lugar habría que recordar a ésta digna agrupación de colombianas y colombianos, entre las que destaca la figura de la senadora Piedad Córdoba, las palabras del Comandante Manuel Marulanda cuando al ser interrogado sobre la humanización de la guerra dijo que la mejor manera de hacerlo es acabar con ella.
Y no han sido las FARC-EP las que no han querido acabar con la guerra, sino la oligarquía colombiana y el imperialismo yanqui, que hoy cuenta con siete bases militares en Colombia, quienes destinan millones de dólares para continuar en el conflicto, además de oponerse tajantemente a llevar adelante un acuerdo que posibilite desde el punto de vista político, económico y social, la democratización de una sociedad dominada por una minoría de explotadores.
¡Tras de ladrones, bufones!, dijo Uribe a las FARC-EP. Su escupitajo le cayó en la cara al presidente narcoparamilitar. Sólo basta con recordar cómo fue reelegido con la ayuda de los paramilitares o como sostuvo reuniones en el “Paracio” de Nariño con esos criminales. Y la lista de bufonadas es extensa, como las declaraciones permanentes de que las FARC-EP van a ser derrotadas. El bufón mayor, Álvaro Uribe, está desesperado por reelegirse. En días pasados declaró que para su segunda reelección “deja todo en manos de dios”, cuando es sabido que trabaja con las mismas fuerzas que le permitieron anteriormente participar para una nueva elección presidencial.
Y como son verdaderos bufones, andan preocupados por un video que dicen que no han visto, pero que saben de que se trata, donde las y los realizadores exponen una cara distinta a la que la propaganda de la oligarquía santanderista colombiana y el imperialismo presentan sobre las FARC-EP.
El documental “FARC-EP, la insurgencia del siglo XXI” ha empezado a recorrer el mundo. Y, en cierta forma, Uribe y su bufón menor, Gabriel Silva, están contribuyendo a ello gracias a sus declaraciones.
¿Por qué están tan molestos?
El film es un golpe a la fabricación del consenso que la industria mediática pretende lograr sobre la imagen de las FARC-EP.
En este documental, realizado en la selva colombiana, se expone la calidad humana de las y los combatientes farianos, su entrega a la causa revolucionaria, su capacidad para enfrentar las dificultades, su alto nivel de preparación física y militar, su dedicación al estudio y el desarrollo de actividades culturales. De igual manera se puede apreciar la presencia de jóvenes, hombres y mujeres, que con decisión combaten para construir la Nueva Colombia.
No se trata de una exposición aduladora de las FARC-EP, que la presenta como un mundo idílico. El análisis dialéctico se hace presente al conjugar no sólo la exposición de los elementos propios de la subjetividad humana, de su psiquis, sino también de las condiciones materiales de existencia, de las relaciones sociales existentes en el seno de la sociedad colombiana, el papel intervencionista de los EE.UU., las causas reales generadoras de la violencia. Al contrario de las basuras producidas por falsimedia para denigrar a las FARC-EP, el film hace un estudio de la totalidad, interrelacionando cada hecho, entendiéndolos como procesos y no como sucesos sueltos, descontextualizados.
Allí se puede comprender, de la voz de una comandante guerrillera, las razones por las cuales en las filas de las FARC-EP las mujeres, sin ser obligadas a ello, deben practicar el aborto cuando por determinadas circunstancias quedan embarazadas, pese a que existe educación sexual y conocimiento de métodos anticonceptivos por parte de las y los combatientes farianos. Los mentirosos y pacatos como Silva no entienden que las condiciones de lucha en las que se desenvuelven las mujeres guerrilleras, les impele, en cierta forma, a que tengan que renunciar, en algunos casos, a su maternidad.
Lo que duele a los seguidores de Rambo o de Terminator, es que en el documental se muestre el verdadero papel que tienen las mujeres en la insurgencia como combatientes, como trabajadoras, como camaradas.
Eso les fastidia, así como el hecho de presentar a una guerrilla que realiza trabajo agrícola, que produce sus propios alimentos, demostrando la falacia de que viven de la droga, cuando en el vídeo se escucha a una hermosa combatiente fariana explicar que las FARC-EP plantean no una política represiva sobre este tema, sino una política educativa, a la vez que en forma abierta señalan que se debería legalizar la droga para acabar con las mafias del narcotráfico, exponiendo además la necesidad de llevar a cabo una política de sustitución de cultivos que posibilite a los campesinos tener una vida diferente, con mejores condiciones de existencia.
Y les duele asimismo ver a una guerrillerada con una moral elevada, sólida en sus principios, con convicciones profundas, con un alto grado de organización y, sobre todo, alegre, llena de humor.
Los inquisidores del régimen uribista tratarán de impedir que el documental “FARC-EP, la insurgencia del siglo XXI” sea visto en el mundo.
Por el momento dicen que los aparatos de inteligencia colombianos, bajo las órdenes estrictas de Uribe, conjuntamente con la Interpol, con la CIA y el Mossad están investigando en los archivos policiales del mundo para descubrir quienes son los tales Diego Rivera, Frida Kahlo, Julius Fucik, así como un tal Alejo Carpentier, de quien dicen sería un peligroso agente del G2 cubano.
Patria Grande, enero de 2010
La llegada al poder, en Venezuela, del Presidente Hugo Chávez el 2 de febrero de 1999 coincidió con un acontecimiento militar traumático para Estados Unidos: la clausura de su principal instalación militar en la región, la base Howard, situada en Panamá, cerrada en virtud de los Tratados Torrijos-Carter (1977).
En sustitución, el Pentágono eligió cuatro localidades para controlar la región: Manta en Ecuador, Comalapa en El Salvador y las islas de Aruba y Curazao (de soberanía holandesa).
A sus -por decirlo así- ‘tradicionales' misiones de espionaje, añadió nuevos cometidos oficiales a estas bases (vigilar el narcotráfico y combatir la inmigración clandestina hacia Estados Unidos), y otras tareas encubiertas: luchar contra los insurgentes colombianos; controlar los flujos de petróleo y minerales, los recursos en agua dulce y la biodiversidad. Pero desde el principio sus principales objetivos fueron: vigilar Venezuela y desestabilizar la Revolución Bolivariana.
Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, el Secretario norteamericano de Defensa, Donald Rumsfeld, definió una nueva doctrina militar para enfrentar al "terrorismo internacional". Modificó la estrategia de despliegue exterior, fundada en la existencia de enormes bases dotadas de numeroso personal. Y decidió reemplazar esas megabases por un número mucho más elevado de Foreign Operating Location (FOL, Sitio Operacional Preposicionado) y de Cooperative Security Locations (CSL, Sitio Compartido de Seguridad) con poco personal militar pero equipado con tecnologías ultramodernas de detección.
Resultado: en poco tiempo, la cantidad de instalaciones militares estadounidenses en el extranjero se multiplicó, alcanzando la insólita suma de 865 bases de tipo FOL o CSL desplegadas en 46 países. Jamás en la historia, una potencia multiplicó de tal modo sus puestos militares de control para implantarse a través del planeta.
En América Latina, el redespliegue de bases ya permitió que la de Manta (Ecuador) colaborase en el fallido golpe de Estado del 11 de abril de 2002 contra el Presidente Chávez. A partir de entonces, una campaña mediática dirigida por Washington empieza a difundir falsas informaciones sobre la pretendida presencia en ese país de células de organizaciones como Hamás, Hezbolá y hasta Al Qaeda.
Con el pretexto de vigilar tales movimientos, y en represalia contra el gobierno de Caracas que puso fin, en mayo de 2004, a medio siglo de presencia militar estadounidense en Venezuela, el Pentágono amplia el uso de sus bases militares en las islas de Aruba y Curazao, situadas muy cerca de las costas venezolanas, donde últimamente se han incrementado las visitas de buques de guerra estadounidenses.
Lo cual ha sido recientemente denunciado por el Presidente Chávez: "Es bueno que Europa sepa que el imperio norteamericano está armando hasta los dientes, llenando de aviones de guerra y de barcos de guerra las islas de Aruba y Curazao. (...). Estoy acusando al Reino de los Países Bajos de estar preparando, junto al imperio yanqui, una agresión contra Venezuela" (1).
En 2006, se empieza a hablar en Caracas de "socialismo del siglo XXI", nace la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) y Hugo Chávez es reelegido presidente. Washington reacciona imponiendo un embargo sobre la venta de armas a Venezuela, bajo el pretexto de que Caracas "no colabora suficientemente en la guerra contra el terrorismo". Los aviones F-16 de las fuerzas aéreas venezolanas se quedan sin piezas de recambio. Ante esa situación, las autoridades venezolanas establecen un acuerdo con Rusia para dotar a su fuerza aerea de aviones Sukhoi. Washington denuncia un presunto "rearmamento masivo" de Venezuela, omitiendo recordar que los principales presupuestos militares de América Latina son los de Brasil, Colombia y Chile.
Y que, cada año, Colombia recibe una ayuda militar estadounidense de 630 millones de dólares (unos 420 millones de euros).
A partir de ahí, las cosas se aceleran. El 1 de marzo de 2008, ayudadas por la base de Manta, las fuerzas colombianas atacan un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) situado en el interior del territorio de Ecuador. Quito, en represalia, decide no renovar el acuerdo sobre la base de Manta que vence en noviembre de 2009. Washington responde, el mes siguiente, con la reactivación de la IV Flota (desactivada en 1948, hace sesenta años...) cuya misión es vigilar la costa atlántica de América del Sur. Un mes más tarde, los Estados sudamericanos, reunidos en Brasilia, replican creando la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), y, en marzo de 2009, el Consejo de Defensa Suramericano.
Unas semanas después, el embajador de Estados Unidos en Bogotá anuncia que la base de Manta será relocalizada en Palanquero, Colombia.
En junio, con el apoyo de la base estadounidense de Soto Cano, se produce el golpe de Estado en Honduras contra el Presidente Manuel Zelaya quien había conseguido integrar a su país en el ALBA. En agosto, el Pentágono anuncia que dispondrá de siete nuevas bases militares en Colombia. Y en octubre, el presidente conservador de Panamá, Ricardo Martinelli, admite que ha cedido a Estados Unidos el uso de cuatro nuevas bases militares.
De ese modo, Venezuela y la Revolución Bolivariana se ven rodeadas por nada menos que trece bases estadounidenses, situadas en Colombia, Panamá, Aruba y Curazao, así como por los portaaviones y navíos de guerra de la IV Flota. El Presidente Obama parece haber dejado manos libres al Pentágono. Todo anuncia una agresión inminente. ¿Consentirán los pueblos que un nuevo crimen contra la democracia se cometa en América Latina?.El Frente Nacional de Resistencia Popular, también conocido como el Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado en Honduras, ha difundido su comunicado 44 a más de 6 meses desde que mediante un secuestro se diera un golpe de Estado contra el presidente legítimo de Honduras, Manuel Zelaya.
Según el Frente de Resistencia, la dictadura está aplicando medidas económicas que cargan sobre el pueblo pobre hondureño los costes del golpe de Estado y acaban con las medidas sociales que desarrolló Zelaya durante su gobierno, "se han aumentado las tarifas del agua, los precios de la canasta básica, se han vaciado las reservas internacionales y los ahorros de empresas estatales como la ENEE u Hondutel, se modificó la fórmula para calcular el precio de los combustibles en función de beneficiar a las grandes compañías transnacionales y constantemente se realizan contratos para favorecer a los empresarios implicados en el golpe de Estado. De la misma manera, se tienen planificadas otras medidas como la reducción real del salario mínimo, la derogación del estatuto del docente, la cancelación de la matrícula escolar gratuita, la devaluación del lempira, la privatización de las empresas nacionales y los fondos de pensión de los empleados públicos, entre otros."
En el comunicado se denuncia la violenta represión de la dictadura, "se ha agudizado desde finales del año pasado con el aumento de asesinatos, persecución y exilio de compañeros y compañeras", y la intención de ésta de "aprobar una amnistía con la que se perdonarían a sí mismos por los crímenes de lesa humanidad cometidos desde la ejecución del golpe de estado".
Además en el comunicado se declara la intención de seguir luchando por el restablecimiento de la democracia, la permanencia de Honduras en el ALBA-TCP y la lucha por la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, "mantenemos nuestra exigencia de retornar al orden institucional y de instalar la Asamblea Nacional Constituyente democrática y popular, de acuerdo al derecho soberano del pueblo de definir la sociedad en la que vive."
Fuente: http://tercerainformacion.es/spip.php?article12036
Pueblo: Reconócelo Diario VEA...07/01/2010 | |
No es extraño que el actual Presidente de Perú, Alan García, pertenezca al complot internacional de la derecha contra Por parentesco político, García pertenece a la misma corriente política que en América Latina se identifica con Acción Democrática, es la llamada socialdemocracia de derecha que hace muchos años renegó de la causa de los trabajadores y del pueblo para asociarse a las oligarquías locales y servir a los intereses del gobierno de Estados Unidos. Alan García tiene sus orígenes políticos en el APRA, fundado por Víctor Raúl Haya de Durante años, Haya de El APRA degeneró hasta convertirse en una fracción al servicio de las mafias económicas y políticas de la derecha del Perú. Haya de En la presidencia del Perú, Alan García, ha seguido las huellas de Rómulo Betancourt, Haya de Perú es hoy la cueva del trabajo conspirativo de los prófugos de la justicia venezolana. El gobierno de Alan García se ha consagrado a brindar todo tipo de protección a quienes cometen delitos en Venezuela y fomentan atentados en Venezuela contra las instituciones democráticas y la soberanía popular. Alan García es una ficha que el Gobierno Norteamericano maneja de acuerdo a sus intereses contra la unidad y la emancipación de América Latina. |