sábado, 12 de marzo de 2011

Tras un año de linchamiento mediático
Al juez Velasco se le cae la causa contra Remedios García y contra el Gobierno de Venezuela

Rebelión...12/03/2011

Después de tener procesada un año a Remedios sin siquiera interrogarla, le levanta el procesamiento reconociendo que no tiene ninguna relación con ETA. Sobre Venezuela, ya no habla de militares ni funcionarios, sino que afirma que los entrenamientos de etarras los hacen por su cuenta, sin ninguna intervención del Gobierno venezolano.


Eloy Velasco, magistrado al frente del Juzgado Central de Instrucción Número 6 de la Audiencia Nacional de Madrid, emitió el pasado 7 de marzo de 2011 un auto de procesamiento en el que corrige las acusaciones que contra Remedios García Albert y el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela realizaba hace ahora justamente un año, en un auto que sirvió para alimentar una campaña propagandística que presentaba a Venezuela como un "santuario para los terroristas" y al Gobierno venezolano como "facilitador" de la supuesta conexión entre ETA y la guerrilla de las FARC en su territorio, con Remedios García como "pieza clave de enlace" entre ambas organizaciones.

Las mentiras se han publicado y la calumnia se ha repetido como un mantra durante este tiempo -un año desde el procesamiento por parte del juez Velasco, dos años y medio desde el primer procesamiento de Remedios por el juez Garzón- sin que Remedios haya sido llamada a declarar ante ningún juez, ni haya podido defenderse de las acusaciones contenidas en ambos autos.

Finalmente, a Velasco no le queda más remedio que reconocer que no tiene causa contra Remedios ni contra Omar Arturo Zabala, y por tanto deja sin efecto el procesamiento acordado en auto de 24/02/2010 y las medidas cautelares acordadas contra ambos. Y Remedios comparecerá para declarar en condición de testigo y no de imputada, el 21 de marzo.

También se extrae de la lectura del auto emitido el 7 de marzo por el juez Velasco, que no hay absolutamente ningún sustento para alegar que haya existido colaboración institucional por parte de Venezuela con el entrenamiento y actividades de ningún miembro de ETA en su territorio, tal y como se publicó irresponsablemente hace un año.

El auto afirma, textualmente:

"Remedios García Albert y Omar Arturo Zabala Padilla, miembros de la Comisión Internacional de las FARC que en diversas ocasiones visitaron los campamentos de esta organización terrorista, no participaron en la gestión ni en la organización de los cursillos sobre armamento y explosivos con miembros de la ETA que Arturo Cubillas propició, limitando su labor en los mismos al adiestramiento en labores de uso de telecomunicaciones con los guerrilleros de las FARC, así como propaganda, adoctrinamiento político, confección de materiales para su publicación en webs, reportajes y la revista Resistencia, labores a las que se debe añadir las de apoyo logístico material, principalmente desde España, que se enjuician en las DP 261/08 del JCI 5 AN".

De esta forma, el juez Velasco reconoce que no tiene elementos para acusar a Remedios García y Omar Arturo Zabala de colaboración con ETA, pero plantea que el Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional, donde se instruye la causa abierta en julio de 2008 por el juez Baltasar Garzón, debe imputarles el delito de "integración en organización terrorista", basándose en las siguientes "pruebas":

- Los presuntos "correos electrónicos" (no hay ni un sólo correo electrónico, sino documentos de texto) supuestamente encontrados en el ordenador mágico, presuntamente incautado al comandante de las FARC Raúl Reyes, asesinado el 1 de marzo de 2008 en una operación conjunta de la Fuerza Aérea Colombiana con el Ejército estadounidense de bombardeo contra el territorio de Ecuador, violatorio de la soberanía de este país y que constituyó un crimen de guerra.

- Los testimonios de presuntos ex guerrilleros arrepentidos de quienes solamente se proporcionan los alias, y que afirman haber visto a Remedios en tal o cual campamento, y realizan diveras acusaciones contra su persona.

Se trata de la mismas y únicas pruebas que la Fiscalía colombiana tiene para judicializar y perseguir al periodista William Parra, y a la socióloga y defensora de derechos humanos Liliana Obando (actualmente en prisión, engrosando la lista de los más de 7.500 presos políticos del régimen colombiano). Tras la masacre cometida en el campamento de Raúl Reyes, el Gobierno colombiano trató de sostener una campaña propagandística para acallar el escándalo de la parapolítica, y construyeron el escándalo de la "Farc política", pero con el tiempo ninguna de las acusaciones que hicieron contra los políticos, periodistas y activistas que desde la izquierda señalaban sus crímenes, se pudo sostener en un tribunal. ¿La razón? Esas pruebas, que ahora se esgrimen contra Remedios en un auto judicial y en la prensa, sin darle opción a defenderse, sencillamente no resisten el menor contraste, y los montajes judiciales se caen al primer careo con la realidad.

Acusar sin pruebas

El "Informe Forense de Interpol sobre los ordenadores y equipos informáticos de las FARC decomisados por Colombia", supuestamente incautados en la incursión militar del 1 de marzo de 2008, cuestiona la posibilidad de su uso ante los tribunales de justicia.

En el propio informe se asegura, en diversos puntos, y en la conclusión 2b, que entre el 1 y el 3 de marzo hubo irregularidades y no se siguió el protocolo internacional que admitiría un tribunal:

“Conclusión no 2b: Entre el 1 de marzo de 2008, fecha en que las autoridades colombianas incautaron a las FARC las ocho pruebas instrumentales de carácter informático, y el 3 de marzo de 2008 a las 11.45 horas, momento en que dichas pruebas fueron entregadas al Grupo Investigativo de Delitos Informáticos de la Dirección de Investigación Criminal (DIJIN) de Colombia, el acceso a los datos contenidos en las citadas pruebas no se ajustó a los principios reconocidos internacionalmente para el tratamiento de pruebas electrónicas por parte de los organismos encargados de la aplicación de la ley. ” (Pag. 8, Párr. 5)

Incluso en otro punto se pone en duda que un tribunal lo admita:

“77. Cuando los funcionarios de los organismos encargados de la aplicación de la ley acceden directamente a las pruebas electrónicas decomisadas sin hacer en primer lugar una copia imagen de los datos, el acceso a las pruebas y su visualización quedan registrados. El acceso directo puede complicar en gran medida el proceso de validación de las pruebas para presentarlas ante los tribunales, porque en este caso los funcionarios de las fuerzas del orden deben demostrar o probar que el acceso directo que efectuaron no afectó materialmente a la finalidad de las pruebas.” (Pág. 31, Apdo. 77)

En ningún apartado de este informe, se hace alusión a qué procedimientos llevó adelante el Departamento Administrativo de Seguridad de Colombia, DAS, entre el 3 de marzo a las 11:45 y el día 10 de marzo, en que las supuestas pruebas fueron entregadas a la INTERPOL. Las pruebas fueron obtenidas ilegalmente y sin respetar la debida cadena de custodia y, por tanto, no debería ser válidas ante ningún tribunal.

Según el mismo informe de la INTERPOL se modificaron, crearon y borraron archivos de sistema.

El informe asegura que entre el 1º y el 3 de marzo se modificaron, crearon y borraron archivos de sistema. Indica, asimismo, que de los archivos de usuario sólo se hicieron aperturas, o sea que sólo se leyeron sin supuestamente modificar sus contenidos. Sin embargo, no indica qué archivos de sistema son los afectados y por qué, particularmente, fueron borrados algunos de ellos
Aparecen miles de documentos con fechas a futuro (1) que, según el mismo informe, puede que se generaran desde otras computadoras con estas fechas erróneas. Esta misma argumentación sería válida para asegurar que cualquier documento con fechas pasadas también podría haber sido modificado y transferido desde otras computadoras.

La Justicia española, vergonzosamente al servicio de la guerra en Colombia

Durante el último año hemos asistido a una ofensiva por parte del Gobierno colombiano encabezado por Juan Manuel Santos, que ha recurrido a los montajes judiciales para criminalizar a periodistas y activistas sociales, y para quitar del camino voces molestas. En septiembre de 2010 El Procurador colombiano (ente supuestamente encargado de controlar a los servidores públicos), Alejandro Ordóñez Maldonado, sancionó disciplinariamente a la senadora liberal Piedad Córdoba, con destitución e inhabilidad por 18 años "por haber promocionado y colaborado con las Farc".

El delito que realmente se persigue en todos estos casos es el haber promovido el intercambio humanitario de prisioneros entre las FARC y el Estado colombiano, las dos fuerzas beligerantes de una guerra que el Estado colombiano se niega a reconocer mientras bombardea a población civil y millones de campesinos son desplazados por el narco-paramilitarismo auspiciado y amparado por el Estado (como pone en evidencia, por ejemplo, el escándalo del DAS y la sentencia contra su director, Jorge Noguera Cotes).

Perseguir y promover un diálogo político para allanar el camino de la paz con justicia social en Colombia. Ese es el crimen también de Remedios, aunque no solamente de ella...




En el año 2000 Eduardo Zaplana recibió a Raúl Reyes y a una delegación de las FARC en un viaje que hicieron a Europa. Les recibió en el Palau de la Generalitat con honores de Jefe de Estado. Hasta ahora, no hemos visto ninguna acusación contra Zaplana ni conocemos su "alias" de guerrillero, pero a juzgar por el razonamiento del juez Velasco en su auto, debería ser igualmente imputado por "integración en organización terrorista", ya que uno de los delitos de Remedios habría sido ser "favorecedora de responsables de las FARC en foros internacionales".

Pero claro, era el año 2000, las FARC eran consideradas una organización beligerante en un conflicto armado que nadie se atrevía a poner en duda, y del que se pensaba que no había otra salida que el diálogo político. No había habido 11 de septiembre de 2001, ni la UE se había plegado a la estrategia estadounidense de "guerra global contra el terrorismo", ni se había aprobado por parte del Consejo de Europa una lista construida arbitrariamente y sin ningún sustento judicial ni parlamentario, de organizaciones consideradas "terroristas", en la que se incluyó a las FARC.

Una injusticia muy lenta

Hace dos años y ocho meses que Remedios García Albert dejó de ser una ciudadana con plenos derechos para pasar a un limbo legal y un linchamiento mediático del que no puede defenderse, porque mientras dan por buenas las "evidencias" fabricadas por el Estado genocida de Colombia, que se ha permitido incluso espiar e intervenir comunicaciones a diputados, europarlamentarios y abogados de media Europa, ningún juez la está juzgando.

Cuando el gobierno libio bombardea a su población civil, se toman sanciones internacionales. ¿Y en Colombia?

Cuando determinados sectores de esa población se levantan en armas y reivindican cambios, se les llama "rebeldes", "insurgentes", pero no he visto que ningún medio los tilde de "terroristas". ¿Y en Colombia?

En una empresa, cuando un trabajador es negligente, y no hace aquello para lo que se le paga, se le despide. ¿Y en la Audiencia Nacional?

¿Cómo puede ser que las actuaciones de los jueces no solamente no sirvan para restituir absolutamente nada, sino que sean en sí mismas una causa de injusticia y oprobio contra ciudadanos inocentes?


Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.


NOTAS RECOMENDADAS POR REBELIÓN:

¿Por qué el juez Eloy Velasco no procesa a la presidenta Esperanza Aguirre? (Carlos Tena. Rebelión, 8 enero 2011)
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=119960

Remedios García recurre el auto de extradición de José Ángel Urtiaga, por contener acusaciones no probadas contra ella (Adolfo Mena. Rebelión, 8 noviembre 2010)
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=116221

El caso de Remedios García Albert (Carlos Tena. Rebelión 5 mayo 2010)
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=105259

Cómo se criminaliza a los defensores de los derechos humanos (Carlos Alberto Villanueva. Diagonal, 25 marzo 2010)
http://www.diagonalperiodico.net/Como-se-construye-una-matriz-de.html

ABC titularía: "Zaplana conspiró con peligrosos narco-terroristas, sólo Dios sabe con qué propósito" (Adolfo Mena. Rebelión, 7 marzo 2010)
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=101780

Eloy Velasco acusa sin pruebas al Gobierno venezolano de apoyar a las FARC y a ETA (Carlos Martínez. Rebelión, 2 marzo 2010)
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=101416

viernes, 11 de marzo de 2011

La revoluciones árabes
Obama no lo entiende


Al-Jazira...11/03/2011

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aún no ha comprendido plenamente la esencia de las revoluciones que se han puesto en marcha en el mundo árabe. Parece que se cree de verdad que los pueblos que se movilizan por la democracia en la región se están posicionando a favor de Occidente, cuando no de Israel.

“Todas las fuerzas que estamos viendo en funcionamiento en Egipto son fuerzas que, naturalmente, deben alinearse con nosotros, deben alinearse con Israel, si tomamos las decisiones correctas en este momento y comprendemos bien esta especie de azote de la Historia”, dijo Obama recientemente ante un grupo de demócratas en Florida.

No sé cómo ha llegado Obama a esta conclusión pero, o está terriblemente mal informado, o le ha dado un arrebato de ilusión.

Sus declaraciones, sin embargo, se hacen eco de las valoraciones de muchos expertos estadounidenses, algunos de los cuales han celebrado el hecho de que las consignas antiisraelíes o antiestadounidenses no hayan dominado en los recientes levantamientos y en los que están en marcha.

Es cierto que los manifestantes no se están centrando en Israel. Pero afirmar que esas fuerzas podrían ser aliadas naturales de Israel y de Occidente es dar un salto enorme en una evaluación muy errónea de la situación. El presidente de Estados Unidos está interpretando mal el mensaje de las protestas de las masas árabes.

Reescribir la Historia

De Túnez a Egipto y a Bahréin, y en muchos otros lugares en medio, los manifestantes han reivindicado gobiernos libres y responsables. Décadas de amarga experiencia les han demostrado que los gobiernos no representativos están dispuestos con frecuencia a aceptar —o al menos no son capaces de hacer frente a— la subordinación a Occidente, y particularmente el diktat político y económico de Estados Unidos.

El tratado de paz de 1979 entre Israel y Egipto, por ejemplo, no fue firmado por un gobierno árabe democrático sino que se alcanzó a pesar de la fuerte oposición —que persiste hasta hoy en día— en el país más grande del mundo árabe. Del mismo modo, es poco probable que los Acuerdos de Camp David de 1978 se hubieran firmado si hubiera dependido del pueblo egipcio que, sin inmutarse por la alianza de los sucesivos gobiernos de Egipto con Washington y por sus estrechos vínculos con Tel Aviv, ha seguido resistiendo todos los intentos de imponer la normalización de las relaciones con Israel.

Durante años, el pueblo egipcio ha demostrado en varias ocasiones —a través de manifestaciones, de sus medios de comunicación e incluso en su cine— que se opone a la política de Estados Unidos para la región y a la agresión israelí contra los palestinos.

Sin embargo, ahora algunos analistas, funcionarios y ex funcionarios estadounidenses tratan de reescribir la Historia —y, posiblemente, convencerse a sí mismos en el proceso— al afirmar que la animadversión popular hacia Israel era simplemente un producto de los esfuerzos del régimen de Mubarak para desviar la atención de sus propios vicios.

Jackson Diehl, columnista de The Washington Post, incluso ha culpado al antiguo régimen egipcio de mantener deliberadamente la paz fría con Israel desafiando en repetidas ocasiones a Estados Unidos. “Imagínense un Egipto que constantemente se opone a Occidental en los foros internacionales a la vez que hace campaña sin tregua contra Israel. Un gobierno que siembra en sus medios de comunicación el vil antisemitismo, que bloquea las relaciones con Israel congelándolas, y que tiene por costumbre rechazar públicamente la injerencia en sus asuntos de Estados Unidos. Un régimen que permite a Hamas importar toneladas de municiones y cohetes iraníes en la Franja de Gaza”, escribía Diehl sobre el régimen de Mubarak en un artículo publicado el 14 de febrero.

Diehl parece pensar que un Egipto democrático será más amigable con Estados Unidos e Israel que lo que él considera una dictadura insuficientemente cooperativa. La misma idea ha presentado Condoleezza Rice, ex secretaria de Estado estadounidense, quien ha argumentado que el miedo de Mubarak a la “calle árabe” le impedía asumir enteramente la política de Estados Unidos hacia el conflicto palestino-israelí. Pero de lo que Rice y otros no parecen darse cuenta —a pesar de que sus declaraciones lo reconocen implícitamente— es que las supuestas deficiencias de Mubarak reflejan su comprensión de que no podía ir más allá en su apoyo a la política estadounidense sin provocar la ira popular.

Los regímenes árabes siempre han tratado de apaciguar a la oposición apoyando de boquilla a la causa palestina porque entienden el lugar que ocupa en el imaginario árabe. Y mientras que las revoluciones han revelado que esa táctica ya no es suficiente para mantener acorraladas a las fuerzas de oposición, es un error suponer que el nuevo estado de ánimo árabe concuerda de alguna manera con una posición más amigable hacia un país que sigue ocupando la tierra palestina y desposeyendo al pueblo palestino.

La definición de la democracia

Este tipo de interpretación errónea de la situación no se deriva de hechos sino de una actitud orientalista que ha dominado el pensamiento y gran parte de los medios de comunicación estadounidenses. En la cultura política imperante de Estados Unidos el apoyo a la política de Washington se considera sinónimo de pensamiento y comportamiento democráticos, mientras que oponerse a la perspectiva de Estados Unidos e Israel se considera propio del retraso de “mentes cautivas”. De acuerdo con esta perspectiva, una mentalidad de victimismo imaginado alimenta “el odio” y la resistencia contra Israel.

Pero, de hecho, es este pensamiento el que resulta absolutamente antidemocrático. Si asumimos que los valores democráticos son valores universales y que se alejan de una interpretación etnocéntrica occidental, nos daremos cuenta de que el rechazo de la ocupación es totalmente coherente con las ideas de libertad y dignidad humanas —dos componentes supuestamente integrantes del pensamiento democrático. Del mismo modo que rechazar la discriminación racial afirma la creencia en la libertad, así ocurre con la negativa a aceptar simplemente las ocupaciones israelí y estadounidense de tierras árabes y la subordinación del pueblo árabe. Así que a menos que Obama esté hablando de poner fin a la ocupación de Estados Unidos en Iraq y de la ocupación israelí de Palestina, ¿por qué debería imaginarse que los revolucionarios árabes que se han levantado contra sus opresores serán aliados naturales de Estados Unidos?

Sin embargo, algunos funcionarios y expertos estadounidenses están en busca de algún tipo de interpretación que les permita escindir el apoyo de Estados Unidos a la ocupación israelí de las relaciones estadounidenses con el mundo árabe. Al afirmar que la cuestión de Palestina ya no es un asunto central en el pensamiento árabe se imaginan que Estados Unidos puede simplemente imponer una “solución” que garantice la hegemonía israelí en la región y que alcance escasamente a aceptar el derecho del pueblo palestino a ejercer la libre determinación.

Los que en Washington y en Tel Aviv han tratado de minimizar el papel de la causa palestina en la política árabe harían bien en leer un artículo del famoso blogger y activista egipcio Hossam el-Hamalawy en The Guardian, en el que argumenta que las manifestaciones de solidaridad con la Intifada palestina en 2000 y las protestas en 2003 contra la guerra de Estados Unidos contra Iraq fueron las precursoras de la revolución egipcia.

La ilusión de que los movimientos contra la injusticia de la dictadura y la injusticia de la ocupación se contradicen entre sí de algún modo, refleja una mala interpretación grave de los sentimientos de las masas árabes —a menos, claro está, que Obama no esté esperando utilizar este viciado razonamiento para justificar el mantenimiento en la región de políticas igualmente viciadas.

Traducido para Rebelión por Loles Oliván

Fuente: http://english.aljazeera.net/indepth/opinion/2011/03/20113911948670383.html

jueves, 10 de marzo de 2011

Gaddafi o la gran disyuntiva de la izquierda mundial

Rebelión...10/03/2011


Tal parece que en Libia la situación está muy lejos de resolverse a favor de algunas de las partes en disputa. Incluso al leer declaraciones y contradeclaraciones se puede advertir que entre los rebeldes anti Gaddafi hay a lo menos dos tendencias.

Existe la que con seguridad banca y apoya el imperialismo occidental que agruparía a antiguos políticos y tribus que fueron desfavorecidos por Gaddafi a la hora de la repartición del poder además de altos ex-dirigentes y militares descolgados a última hora del régimen hoy cuestionado y posiblemente sea ésta fracción la que ve con buenos ojos una intervención militar a gran escala ya que en un escenario así ellos podrían transformarse rápidamente en la carta de recambio propicia para que el imperialismo económico-militar se adueñe definitivamente de los ricos yacimientos de gas y de petróleo libios sin necesidad de hacer partícipe del negocio petrolero a tan indeseado socio como lo ha sido hasta ahora Muammar Al Gaddafi.

La otra fracción parece ser más militante y combativa, el problema es que no se advierte claramente si levantan una opción progresista y revolucionaria o son directamente fundamentalistas musulmanes. Por lo menos son los que plantean que así como combaten a las tropas de Gaddafi combatirán con la misma fuerza a los posibles invasores de Libia. Pese que algunos de sus voceros declaran constantemente no ser parte de ninguna conspiración extrema musulmana y por otra parte hablan de la democratización y participación de la sociedad libia aún no quedan claro sus objetivos. De lo que si parecen estar de acuerdo todas las partes en conflicto (Gaddafi, los imperialistas, las fracciones rebeldes y la Liga Àrabe) es que el botín a ganar, el petroleo y el gas, es de muy alto valor.

De lo que sí estamos seguros, y debemos tener al respecto una postura clara y sin dobleces, es que la situación de Libia y de su gobierno o sistema social lo ha de resolver el pueblo libio, todos. Es competencia exclusiva de ellos.

Así como debemos en todo momento denunciar y rechazar la intervención imperialista y defender la libre determinación de los pueblos, también debemos tener claro que esa actitud no nos puede obligar a que en nombre de una mal entendida lealtad o en base a análisis mecanicistas y manidos, como el dogma de que todo enemigo de mi enemigo es mi amigo, a justificar y defender lo que en la práctica se atraviesa en el camino liberador de los pueblos. Insisto, en el caso de Libia y Gaddafi debemos atrevernos a realizar un ejercicio simple y sano que sea alternativo a la la política de orden y mando, debemos recuperar la soltura y lo creativo de la praxis marxista que nada tiene que ver con conventos ni regimientos. En rigor debemos atrevernos a pensar con nuestra propia cabeza y leer con nuestros propios ojos.

¿TODO ENEMIGO DE MI ENEMIGO ES MI AMIGO?

Lo peligroso y nefasto de ésta máxima, y al parecer para muchos un dogma, es que tendríamos que obligadamente haber aceptado y apoyado, sin crítica alguna como lo hizo una parte de la izquierda, a la dictadura fascista argentina que en 1982, en un arresto oportunista de ultimo aliento y para salvarse de la ira popular que comenzaba a manifestarse cada vez más y más en la sociedad como rechazo a las medidas económicas y de restricción política que habían hundido al país en la incertidumbre y la miseria, intentó recuperar militarmente las islas Malvinas, arrebatadas por el imperialismo colonialista inglés hace mucho tiempo a esa república latinoamericana. Los militares argentinos, sabedores que ese anhelo de recuperación de lo robado ha sido, es y será permanente entre el pueblo argentino, quisieron con la invasión a las islas alinear y alienar a todos los ciudadanos en esa aventura patriótica (o patriotera) y soberana. ¿ Entonces, era una actitud correcta acallar la protesta y la crítica y haber apoyado en ese momento a esos militares represores que no tuvieron ninguna actitud soberana a la hora de entregar las riquezas de su país al capital internacional, incluido el británico, y que para poder implementar tal política entreguista no dudaron un sólo momento en reprimir, torturar, asesinar, robar niños y hacer desaparecer a miles de militantes tan izquierdistas como nosotros?

Mecánicamente y en base a ese “razonamiento” hubiésemos tenido en 1989 que haber aceptado que el general panameño Manuel Noriega era nuestro compañero de sueños y anhelos y haberlo apoyado sin restricciones cuando Estados Unidos y su maquinaria guerrerista asaltó Panamá, asesinó a más de 3.000 ciudadanos de ese país y apresó al general… ¿ tendríamos que haber dejado de lado la información por todos conocida de que Manuel Noriega era un agente de la CIA de vieja data y que se transformó en peligroso para Washington cuando este general comienzo a quedarse con los dineros de la droga que suele traficar esa agencia de espionaje estadounidense para poder financiar sus acciones de intromisión y desestabilización a nivel mundial?

¿Qué hubiese pasado si en 1917 los bolcheviques rusos, en vez de ganarse al pueblo y a los soldados para hacer la revolución, hubiesen hecho una pausa en su lucha revolucionaria y se hubiesen alineado tras el régimen imperial y represor del Zar para sólo defender la gran Rusia zarista de la invasión imperialista de la Alemania kaisiana?

Es más, hoy en Suecia y por primera vez en la historia sueca existe un partido neofascista en el parlamento desde septiembre pasado, se trata de los Demócratas Suecos, partido que no hace mucho pateaba y agredía inmigrantes en las calles de ese país, pero que hoy, por esas ”gracias” de las democracias formalmente burguesas y poco participativas, son parte de la nomenclatura de la élite política de ese país nórdico que han de financiar con sus impuestos incluso sus potenciales víctimas. Pués bién, ese partido neofascista planteó en su campaña electoral, y aún lo plantea, el retiro de las tropas suecas en la guerra de Afghanistán… por muy distintas razones a la de los neofascistas, todas la expresiones de la izquierda sueca vienen planteando lo mismo desde cuando el estado sueco (dirigido por los socialdemócratas en ese momento) decidió, sin llamar a un referendo a la ciudadanía para dirimir el asunto, sumarse a la política imperialista y guerrerista yanqui… ¿por la coincidencia de posturas en ese punto, debe entonces la izquierda sueca aliarse con los neofascistas del partido Demócratas Suecos?… ¿ dónde estaría la diferencia entre ellos y nosotros y cómo ganar las confianzas de jóvenes y trabajadores con ese tipo de prácticas?

Concluyo, que nuestra actitud histórica y consecuentemente antiimperialista de rechazo activo a la posible invasión de Estados Unidos y sus cómplices europeos a Libia, no nos haga justificar o en el peor de los casos defender el perpetuamiento de una dinastía dictatorial y nepotista en ese rico país magrebí. No condicionemos mecánicamente nuestra postura y solidaridad a la nefasta ecuación de que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. Majaderamente insisto en esto ya que parece ser, desgraciadamente, la actitud tomada con respecto a cómo entender y actuar en el caso de la crisis de Libia y de su tan sui géneris gobernante Muammar Al Gaddafi por una gran parte del espectro izquierdista mundial que va desde la simple orgánica de bases hasta altos dirigentes.

Finalmente, por si mi palabra y análisis tienen, como supongo, muy poco peso, aquí comparto con ustedes las palabras dichas recientemente con respecto a la crisis libia y las revueltas populares en el mundo árabe por Eduardo Galeano, una de las pocas reservas culturales e ideológicas que le van quedando no solo a la izquierda latinoamericana sino de todo el mundo: Para ser de veras independientes tenemos que ser capaces de caminar con nuestras piernas, pensar con nuestras propias cabezas y sentir con nuestros propios corazones”.

La entrevista de TeleSur a Eduardo Galeano en: http://www.telesurtv.net/secciones/noticias/89876-NN/galeano-veo-hipocrita-el-llamado-a-la-paz-cuando-proviene-de-paises-que-vienen-de-la-guerra/