viernes, 4 de marzo de 2016


Los grandes desconocidos de la sociedad española
Los militares de carrera que fueron fieles a la República y que por ella combatieron en la Guerra Civil española (III)

04/03/2016
Artículo dedicado al Ejercito del Aire, al Comandante del Ejército del Aire D. Ricardo de la Puente Bahamonde

El primo al que Franco ejecutóEl “generalísimo” y su primo Ricardo de la Puente Bahamonde, comandante republicano convencido, crecieron como hermanos hasta que la ideología les separó. «Un día voy a tener que fusilarte», le llegó a decir Francisco a Ricardo. Y lo hizo.
En 1936, fue el último militar fiel a la República del norte de África
El personaje
El comandante Ricardo de la Puente Bahamonde nació en la ciudad de Ferrol en 1895.
Realizó su mayor participación en operaciones militares en la guerra africana, en la que obtuvo dos medallas. Apoyó la revolución de Asturias en 1934.
El 18-J de 1936 intentó que el «Dragón Rapide» no aterrizara en Tetuán y fue fusilado tras fulminante consejo de guerra.
La sombra de su primo
Franco tenía al enemigo en casa y no debió sorprenderle saberlo. En la tarde del 17 y la madrugada del 18 de julio de 1936, cuando el ruido de sables ya había sido reemplazado abiertamente por el estruendo de fusiles en el norte de África, muy pocos oficiales de la región se mantuvieron fieles a la República.
El último jefe en caer al mando de las fuerza aéreas del norte de África, y jefe del aeródromo “Sania Ramel”, era su primo el comandante Ricardo de la Puente Bahamonde, al que Franco apreciaba, pero al cual no dudó en fusilar.
En realidad fue como la confirmación de un viejo augurio. En su libro Historia de una disidencia, la sobrina del general Pilar Jaraiz Franco escribió sobre ellos: “Eran más hermanos que primos, pero de adultos se habían agudizado sus diferencias ideológicas. Franco lo había sustituido de su puesto durante la revolución de Asturias en octubre de 1934. Y en una de sus muchas discusiones, había exclamado Franco: "Un día voy a tener que fusilarte”. Ricardo, que también había nacido en Ferrol, era tres años más joven que su primo Francisco. Como él, consiguió los más importantes logros de su carrera militar en el norte de África. En 1922 fue destinado como capitán a Larache y resultó herido en una de sus incursiones. Dos años más tarde recibió una medalla de «sufrimiento por la patria». Incluso se le concedió años después otra condecoración, la Cruz de María Cristina por motivos de guerra debido a una estancia en África.
Pero no fueron las suyas vidas precisamente paralelas. Más bien al contrario. Tras la revuelta de Asturias de octubre de 1934, reprimida por el propio Franco, De la Puente Bahamonde fue suspendido de su empleo y sueldo por apoyarla. Según dicen las crónicas de la época, su primo Francisco omitió la “h” de su segundo apellido para que no le relacionasen con su primo Ricardo.
Única unidad leal
Después de que tras el triunfo del Frente Popular, en las elecciones de febrero de 1936, Manuel Azaña legislara un indulto general, De la Puente Bahamonde fue rehabilitado. Le enviaron entonces, en abril de ese mismo año, a Marruecos como jefe de las Fuerzas Aéreas, con base en el aeródromo de Sania Ramel, a pocos kilómetros de Ceuta. Apenas faltaban tres meses para el inicio de la Guerra Civil y aquél iba a ser su último destino.
Al caer la tarde del 17 de julio de 1936 el comandante Bahamonde ya había tenido noticias de la sublevación en Melilla y de la toma de la base de hidroaviones de Atalayón. Su compañero el capitán aviador Virgilio Leret había sido detenido allí y pocas horas después habría de ser ejecutado. Asimismo, la máxima autoridad militar, el general Gómez Morato, también estaba detenido.
En realidad solo había caído un Centro permaneciendo en manos leales la alta Comisaría General de Ceuta, con Arturo Álvarez-Buylla al frente.
El comandante Bahamonde no tenía dudas de que durante la madrugada del 18 de julio sería atacado el aeródromo. En pocas horas su primo, el general Franco, debía aterrizar allí a bordo del Dragón Rapide, procedente de Canarias, para tomar el mando de los sublevados en el norte de África. De modo que detuvo a varios oficiales que estaban implicados en el golpe y, con los subordinados leales, unos 25 en total, comenzó a preparar su defensa.
Instaló cuatro ametralladoras sobre una torreta e iluminó la carretera por la cual podían venir las tropas atacantes con las luces de todos los vehículos de que disponía. Para dificultar más la llegada de las fuerzas del acuartelamiento legionario de Dar Riffien, mandadas por el brazo derecho del general Mola, el teniente coronel Juan Yagüe, Bahamonde ordenó salir a uno de sus capitanes con varias camionetas hacia Ceuta y volcarlas en un puente cercano.
Era noche cerrada cuando en Sania Ramel se recibió una esperanzadora llamada desde la Alta Comisaría. Álvarez-Buylla había logrado hablar con el presidente del Gobierno y ministro de la Guerra, Casares Quiroga. Madrid iba a enviar aviones de refuerzo y había que resistir a toda costa. Alrededor de las 23.30 horas el comandante Bahamonde dio orden de marcar el campo de aterrizaje con hogueras encendidas con trapos y cubos de gasolina y señaló a un grupo de soldados para que quedaran en la pista al cuidado de ellas.
El teléfono volvió a sonar a las dos de la madrugada, ya del 18 de julio. Esta vez era el jefe de la sublevación en Tetuán, el teniente coronel Sáenz de Buruaga, el que estaba al otro lado del teléfono. Si Bahamonde no deponía su aptitud el aeródromo sería tomado por la artillería y tropas de Regulares.
Los aviones de Madrid seguían sin llegar, pero Bahamonde se mantuvo firme. Tal y como quedó reflejado en el consejo de guerra, el comandante no dudó en contestar: «¡Tendrán que pasar por encima de los que defendemos al gobierno legal en este momento! ¿En qué concepto me ordena usted que me rinda? ¿Quién es usted para darme tales ordenes?». Dos horas y media después Sania Ramel estaba rodeado y el asedio apenas tardó unos minutos.
Las fuerzas atacantes tuvieron mucha precaución en no dañar la pista de aterrizaje, que sería utilizada en pocas horas por el avión que traía al general Franco. Pero incluso así lo tuvieron fácil. En menos de media hora empezaron a registrarse los primeros heridos entre los hombres de Bahamonde. El comandante no tardó en comprender que los aviones prometidos por Casares Quiroga no iban a llegar nunca, que resistir sólo serviría para contribuir al derramamiento de sangre y que su primo había ganado esta partida. Antes de entregarse, no obstante, ordenó a sus hombres que realizaran averías en varios aviones Breguet XIX, rompiendo sus depósitos de gasolina, radiadores y las ruedas del tren de aterrizaje para que no pudieran ser utilizados por los aviadores sublevados. A las 05.15 horas de la madrugada del 18 de julio, enarboló un pañuelo blanco y entregó su pistola al comandante de regulares Serrano Montaner. Él y todos sus hombres fueron detenidos y trasladados a la fortaleza del Monte Hacho (Ceuta)
Unas horas más tarde, en la mañana del 19 de julio aterrizaba en el aeródromo el Dragón Rapide. Franco fue rápidamente informado de la actitud de su primo el comandante Bahamonde y su situación en calidad de detenido por oponerse a la sublevación.
El proceso sumarísimo contra el comandante Bahamonde, sin embargo, había comenzado a tramitarse el mismo 18 de julio. Se deseaba cuanto antes tener una sentencia, y así fue como el 2 de agosto se celebró el consejo de guerra. A las pocas horas de escuchar las acusaciones, y ante una defensa inexistente, fue condenado a muerte por traición.
Ejecución
El 3 de agosto se envió a Franco el fallo para que, como máxima autoridad, aportara su enterado y firmara la ejecución o el indulto. El general debió de pensar que cualquier condena que no fuera la ejecución sería considerada un signo de debilidad, pero firmar la sentencia de un familiar tan cercano podría ser inquietante y no lo hizo. Decidió ceder su firma a Luís Orgaz , quien la rubricó.
El Comandante mandante De la Puente Bahamonde fue fusilado a las 5 de la tarde (en vez de al amanecer, de alguna forma le quisieron humillar hasta en su muerte, pues es considerado dentro del ámbito castrense un deshonor no ser fusilado al amanecer) del 4 de agosto de 1936, en los muros exteriores de la fortaleza del Monte Hacho (Ceuta). Francisco Sánchez Montoya es autor de Ceuta y el norte de África (1931-1944).
Bibliografía:
El Mundo / Crónica
Francisco Sánchez Montoya “El primo al que Franco ejecutó”. República, guerra civil y represión (Editorial Natívola)
Atlas ilustrado de la Aviación Militar Española. SUSAETA Ediciones
http://andaquepaque.blogspot.com.es/2013/08/la-gesta-de-tablada-y-el-inicio-de-la.html

Contribución de las empresas españolas a la financiación del armamento nuclear


Contribución de las empresas españolas a la financiación del armamento nuclear

04/03/2016

Las empresas que fabrican armas nucleares necesitan de las entidades financieras para realizar sus actividades, como cualquier otra industria. Así, los bancos pueden ayudar a estas empresas concediéndoles créditos, gestionando la colocación de bonos o acciones emitidos por las empresas, o incluso formando parte de su accionariado.
El número de entidades financieras que colaboran con empresas que producen o gestionan armas nucleares es importante. El informe Don't bank on the Bomb, publicado recientemente por la ong neerlandesa PAX [1], afirma que han detectado 382 bancos, compañías de seguros, fondos de pensiones y gestores de activos de 27 países que han realizado, desde 2012, inversiones significativas en la industria de armas nucleares. De estas entidades financieras, 238 tienen su sede en América del Norte, 76 la tienen en Europa, 59 en Asia y el Pacífico y 9 en Oriente Medio. No se ha encontrado ninguna entidad con sede en África que esté involucrada en la financiación de armamento nuclear. El informe recoge únicamente las entidades financieras que han dado créditos a las empresas nucleares y aquellas instituciones privadas que tienen un mínimo del 0,5% de las acciones o bonos de alguna de las empresas nucleares.
El informe identifica 26 empresas relacionadas con la fabricación, mantenimiento o modernización del armamento nuclear. Estas empresas tienen su sede en alguno de los estados siguientes: Francia, India, Italia, Países Bajos, Gran Bretaña y los Estados Unidos de América. Puede sorprender que no haya ninguna empresa rusa o china. La razón es simple: la actividad industrial vinculada a las armas nucleares de Rusia, China, Pakistán y Corea del Norte se realiza a cargo de empresas estatales, de titularidad pública, y el informe sólo recoge información sobre empresas privadas. Por el contrario, en los EE.UU., Gran Bretaña, Francia e India, estas actividades se llevan a cabo con una estrecha colaboración entre agencias estatales y la empresa privada.
¿Cuáles son estas empresas? Las hay bien conocidas como Boeing, que fabrica misiles además de los aviones comerciales. Otras son gigantes de la producción de armas como Airbus, General Dynamics, Finmeccanica, Lockheed Martin, Raytheon, Safran, Thales. Y otras son más desconocidas.
Los nueve estados nuclearmente armados (EEUU, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia, Israel, Pakistán, India y Corea del Norte) tienen en marcha programas de modernización de su armamento nuclear con unos presupuestos multimillonarios que, se estima, superan, entre todos, los 100.000 millones de dólares anuales. La mayor parte de la financiación de la industria nuclear militar proviene de los presupuestos anuales de cada uno de los estados. Los datos que presenta el informe Don't bank on the Bomb hacen referencia únicamente a la financiación privada y no a las inversiones públicas.
La mayoría de la gente piensa que las armas nucleares son inaceptables y que deberían eliminarse. Este estado de opinión hace que algunas entidades financieras hayan hecho desinversiones en empresas nucleares o que no acepten realizar operaciones financieras con estas empresas. Así, el fondo de inversión holandés ABP liquidó sus relaciones financieras con la empresa india de producción de armas nucleares Larsen & Toubro; el banco sueco Nordea ha excluido a la empresa Boeing debido a su relación en el programa de modernización de los misiles nucleares Trident. Otras entidades especifican, en su código de conducta, que no harán negocios con empresas relacionadas con la producción de armamento nuclear. El informe señala 53 instituciones financieras que prohíben o limitan las inversiones en productores de armas nucleares.
Y ¿cuáles son las instituciones que financian las empresas que fabrican armas nucleares, o tienen acciones de estas empresas? La gran mayoría de los grandes bancos, muchas compañías de seguros, fondos de inversión, etc. La lista es larga [2]. Y el Estado español está representado por cuatro entidades [3]. Son: Acciona, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, Banco Santander y Banco de Sabadell, y han puesto a disposición de las empresas que fabrican armas nucleares, desde el año 2012, un total de más de 5.200 millones de dólares, cada una de ellas con un grado de implicación diferente.
Acciona, empresa de ingeniería civil dedicada a la promoción y gestión de infraestructuras y energías renovables, tiene una participación de 354 millones de dólares de la empresa francesa Thales. Según el SIPRI [4] , Thales es una de los diez primeros productores de armas del mundo, y está especializada en sistemas electrónicos. Thales, juntamente con Airbus (antes EADS), Safran, SNPE i DCNS, obtuvo un contrato en diciembre de 2004 para construir el nuevo misil nuclear M51 que se instalará en los nuevos submarinos franceses. Es un poco chocante que una empresa que presume de ser líder en energías renovables y que, según su plan director de sostenibilidad [5], está comprometida con el desarrollo sostenible, tenga acciones de una empresa que, entre otras cosas, fabrica misiles nucleares.
Es habitual que los bancos formen consorcios para conceder créditos si las cuantías solicitadas son enormes. El BBVA, el banco de Santander y el banco de Sabadell han participado en alguno de estos consorcios que han concedido créditos a algunas empresas fabicantes de armas nucleares.
Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) ha otorgado préstamos por un total estimado de 2.776 millones de dólares a las empresas de armas nucleares. Son préstamos concedidos por un consorcio de bancos, en el que BBVA tiene una participación. Las empresas beneficiarias de los préstamos en los que el BBVA ha participado son: AECOM (la parte concedida por el BBVA asciende a 325 millones de dólares); Airbus (297 millones de dólares), Babcock & Wilcox (68 millones de dólares), Boeing (1.062 millones de dólares), Finmeccanica (275 millones de dólares), General Dynamics (205 millones de dólares), Honeywell International (264 millones de dólares ), Jacobs Engineering (192 millones de dólares) y Thales (88 millones de dólares).
Además el BBVA ha suscrito emisiones de bonos por un total estimado de 394 millones de dólares de las compañías AECOM, Airbus, Boeing, Finmeccanica y Honeywell International.
¿A qué se dedican estas empresas financiadas por el BBVA? Por ejemplo, AECOM, junto con Babcock & Wilcox, CH2M Hill y Northrop Grumman han constituido una empresa conjunta que gestiona el Nevada Test Side, el lugar donde se hicieron algunos ensayos con armas nucleares norteamericanas y donde ahora se realizan los ensayos subcríticos. AECOM también está implicada en el laboratorio nuclear de Los Álamos (EEUU). Boeing desarrolla el misil intercontinental nuclear estadounidense Minuteman. Los submarinos nucleares estadounidenses equipados con estos misiles con carga nuclear, están en máxima alerta de forma permanente y pueden disparar un misil con muy poco tiempo.
En la memoria del año 2014, el presidente del BBVA, en su carta de presentación [6], dijo que en el 2014 han continuado “trabajando por un futuro mejor para las personas”. No compartimos este punto de vista, entre otras cosas porque financiar armas nucleares no significa trabajar por un mundo mejor, sino todo lo contrario.
El Banco Santander ha participado, conjuntamente con otros bancos, en la concesión de préstamos. La parte que corresponde al B. Santander sube hasta un total estimado de 1.441 millones de dólares. Las empresas y las partes concedidas en préstamo por el B. Santander son las siguientes: Airbus (297 millones de dólares), Boeing (142 millones de dólares), Finmeccanica (390 millones de dólares), Flúor (90 millones de dólares), General Dynamics (35 millones de dólares), Honeywell International (135 millones de dólares), Safran (121 millones de dólares) y Thales (230 millones de dólares). El Banco Santander suscribió emisiones de bonos de las empresas nucleares Airbus, Boeing, Finmeccanica y Fluor por un total de 234 millones de dólares.
En el documento Responsabilidad Social Corporativa del Grupo Santander se dice [7]: “... compromisos que el Grupo adquiere para que sus actividades resulten beneficiosas a largo plazo en los entornos económicos, sociales y ambientales en los que está presente.” Así, parece que el Grupo Santander considere la fabricación de armas nucleares como una actividad beneficiosa.
Y, para terminar esta relación, el Banco de Sabadell ha otorgado préstamos a la empresa Orbital ATK por un valor estimado de 29 millones de dólares. Orbital ATK, conjuntamente con Lockheed Martin, produce los sistemas de propulsión de misil nuclear Trident II (D5). En el informe anual de 2013, sobre Responsabilidad Social Corporativa del B. de Sabadell se dice [8] que una de las líneas de actuación del banco será "potenciar la orientación ética en todas nuestras actividades". Está claro que la ética del Banco de Sabadell no coincide con la nuestra.
Así España ha participado en más 5.200 millones de dólares en el negocio de empresas productoras o gestoras del armamento nuclear desde el año 2012. Hay que decir que no podemos asegurar que este dinero se hayan utilizado en la fabricación de armas nucleares directamente ya que las empresas y los bancos no especifican en que utilizan las inversiones realizadas en estas empresas.
La campaña Banca Armada [9] ha denunciado en las juntas de accionistas de los bancos, en varias ocasiones, las inversiones en armas convencionales y nucleares.
Las armas nucleares son las únicas armas de destrucción masiva que todavía no están explícitamente prohibidas por el derecho internacional. Desde hace tiempo la ciudadanía lucha para conseguirlo. La financiación a las empresas que fabrican o gestionan el armamento nuclear es un obstáculo importante para lograr un mundo libre de armas nucleares.

domingo, 2 de septiembre de 2012


     
El comandante Chávez y el escenario internacional del petróleo


Barómetro Internacional...02/09/2012

El presente conjunto de ideas sobre petróleo no tratan de alcanzar los niveles de los expertos en temas petroleros sino exponer algunas inquietudes que estarían relacionadas con los escenarios internacionales en desarrollo y los probables y posibles impactos que ellos podrían incidir en las políticas revolucionarias que está impulsando el Comandante Chávez Frías como objetivos a mediano y largo plazo en el marco de objetivas realidades que permitan que esas políticas revolucionarias puedan ejecutarse tanto a nivel de los objetivos nacionales-revolucionarios como en la incorporación y contribución al desarrollo independiente de presiones externas de la 5ta economía mundial en lo que significa el MERCOSUR, como bien lo han expuesto las Presidentes de Brasil y Argentina, el Presidente de Uruguay y el Comandante Chávez Frías. Ello, no obstante, permítasenos exponerlo con este vocablo, “rebotarán” en el resto de toda la América Latina (nos referimos al continente americano que está limitado entre las costas de Venezuela y el estrecho de Magallanes), en Centroamérica (desde la frontera sur de Panamá hasta la frontera norte de México), del Caribe (tanto el Caribe Oriental como el Caribe Occidental). Lo expresamos porque MERCOSUR tendrá, inevitablemente, en el marco de sus responsabilidades objetivas de crecimiento en cooperación permanente, aceptar sus obligaciones con, primeramente, los países al sur del río Bravo, y, en segundo término, con las objetivas y necesarias relaciones con los países anglo-sajones representados en el continente americano por los EEUU de América, Canadá y la presencia colonial, absurda y contradictoria ante la tesis de la “Doctrina Monroe” impuesta por los EEUU de América en el siglo XIX, de Gran Bretaña no solo como vecinos geográficos sino por el carácter capitalista de sus mercados internos porque, como revolucionarios, tenemos la obligación de alcanzar soluciones importantes socio-económicas a lo interno de las sociedades del MERCOSUR sino, al tiempo, consolidar y, de ser posible, superar ese 5to lugar como economía mundial (aclaramos que aún nuestra referencia a la “Doctrina Monroe” –“América para los americanos(¿?)- nos oponemos, militantemente, a cualquier intención de neo-colonialismo anglo-sajón de permanencia que se intente mantener y/o renacercaso: Paraguay- al sur del río Bravo). Las objetivas realidades están presentes, hay que aprovecharlas.

El Comandante Chávez Frías ha mencionado y lo seguirá repitiendo, que Venezuela, por ahora, en reservas probadas en petróleo, se ha colocado como el país del globo terráqueo con las mayores reservas de crudo a nivel mundial. Hemos escrito por ahora porque, quizás, aún no se han terminado de calcular (en vocablo popular) el total de las reservas de crudo existentes en los espacios geográficos que significan, históricamente, la República Bolivariana de Venezuela como tampoco se han diferenciado los diferentes tipos de crudo en esas reservas. Por ejemplo, uno de los interesantes temas sobre el petróleo es aquel tipo de crudo (API) que se ha utilizado y se sigue utilizando para la fabricación de asfalto. Nos permitimos una pequeña infidencia. En alguna oportunidad, empresarios tailandeses contactaron una misión diplomática venezolana para alcanzar acuerdos con PDVSA para la importación de un tipo de crudo extra-pesado apto para la producción de un tipo de asfalto de altísima calidad.
Pero no solo Venezuela tiene esas objetivas ventajas comparativas en el escenario internacional actual donde el sistema capitalista se ha venido desarrollando según sus propias necesidades históricas a niveles de la estructura económica que ha sido impactada, en profundidad, por el neo-liberalismo post-Caída del Muro de Berlín (léase: tesis impuestas por Ronald Reagan y Margaret Thatcher). El Comandante Chávez Frías ha mencionado varios países de la UNASUR con importantes reservas de crudo y gas: Brasil, Bolivia, Argentina, Ecuador, Perú, Colombia con probables yacimientos en Las Malvinas-Argentina, Uruguay, Chile (desconocemos las realidades en ese factor económico en Guyana, Surinam y la colonia francesa de la Guayana Francesa). Es decir, para que las fábricas sigan echen humo es necesario energía” que, por ahora, se sustenta, entre otras fuentes energéticas, en el petróleo.
Caminemos hacia el escenario energético internacional. El “think tank”: Atlantic Council publicó un análisis sobre el tema bajo el título:Baltic Energy Security: Building a European Energy Future. Los expertos en el tema petrolero conocen que la región del Asia Central es fundamental para la supervivencia de la economía de la Comunidad Europea con todos sus países fundadores y pertenecientes. En ese escenario, Rusia tiene vox populi en las altas esferas energéticas europeo-comunitarias. Alemania ha logrado alcanzar acuerdos importantes para el suministro ruso de crudo y gas a través de los transportes tradicionales que atraviesan países que siempre e históricamente han manifestado sus reservas sobre el expansionismo e influencia eslava en la cultura occidental-cristiana pero las realidades de la economía mundial-europea capitalista obligan alcanzar acuerdos de mutuo beneficio que conllevan la no interferencia en los asuntos internos(la prensa occidental comunitaria mantienen una matriz de opinión de crítica permanente a los derechos humanos capitalistas; mientras que los voceros político-estatales corean al unísono esas matrices). Guste o se rechace, es inevitable la necesidad de la Comunidad Europea, a través de Alemania, desarrollar una política de buena vecindad con Rusia, un escenario que, quizás, por primera vez en la Historia de Europa, se hará realidad; es decir, Europa alcanzaría su status quo de “pax germaniae”. Pero una cosa es la Comunidad Europea y otro es el desmoronamiento de las bases fundamentales del “Plan Marshall” cuando Washington trata de mantener su solidez e influencia en Europa Occidental a través de las políticas que impone en el seno de la OTAN como pudimos conocer, sin tapujos, durante los escenarios en Libia, nación proveedora de crudo y gas a aquellas naciones que como salvadores de la moral y ética” cristiana se cansaron de bombardear a la sociedad libia. Pero ¿qué tiene que ver el Presidente de Siria, Bashar Al-Assad, en todo este berenjenal bélico y qué pinta el petróleo e Irán en ese escenario de pre-guerra? Según opinión del sector militar retirado y de inteligencia israelitas, bombardear zonas estratégicas no militares iraníes según la política que viene vendiendo el Primer Ministro, Netanyahu, no es ni conveniente, ni prudente ni alcanzaría objetivos reales de profundo interés geoestratégico israelita porque consideran que la dirigencia iraní no tiene como objetivo fundamental la construcción de armas nucleares como vienen propagando tanto Washington como los sectores radicales israelitas y miembros de ciertas comunidades judías internacionales. Entonces, sí así opinan, inclusive, el ex-jefe del Mossad, y el ex-ministro de defensa israelita ¿cuál sería el objetivo geoestratégico de Israel para el Primer Ministro israelita al dar ese peligroso paso hacia el caos regional? Quizás sea lograr apoderarse de todo el Golán. Pero, sí Israel realiza una acción militar como la expuesta de bombardear Irán, inmediatamente, el escenario regional estallaría como un polvorín involucrando a todos los actores de la Región del Cercano Oriente siendo las consecuencias inmediatas, probablemente, la reacción militar de Irán buscando afectar el estrecho de Ormuz, entre otras acciones bélicas (nos interesan aquellas acciones militares que afecten el flujo de crudo hacia los mercados mundiales).
Una acción militar como la descrita más arriba, nos permite definir un conjunto de sub-conjuntos que por ser sub-conjuntos no significa que no se entrecrucen las realidades escénicas. En primer lugar, debemos traer a la memoria aquella situación de cierre del Canal de Suez como escenario-referencia geo-militar y estratégico. El cierre y/o la alteración del flujo naviero en el estrecho de Ormuz impactarían, inmediatamente, los precios del crudo en los mercados internacionales. Esta realidad, aun en conocimiento de que las reservas estratégicas estadounidenses están en situación de contingencia, obligarían a Washington bien a controlar el precio de los productos petroleros “aguas abajo” para evitar una crisis social-sicológica interna y controlar la subida de los precios internos que afectarían la inflación. En segundo lugar, visto la afectación de las exportaciones de crudo de la región alrededor del estrecho de Ormuz, obligaría a Washington a buscar seguridades de país confiable en aquellos países que exportan crudo al mercado estadounidense en zonas cercanas a sus mercados consumistas visto el alto consumo de crudo (petróleo) que mantiene la sociedad estadounidense. Ese escenario afectaría, inevitablemente, las elecciones presidenciales estadounidenses de este año 2012. En tercer lugar, se significaría ampliamente la presencia de la OTAN en Afganistán, Iraq, posible presencia impuesta en Paquistán y en las ex-Repúblicas Soviéticas fronterizas con China y Rusia.
Nos preguntamos ¿podría el mundo aguantar una crisis socio-económica más profunda que la actual sí suben los precios del petróleo y, por ende, los precios de materias primas fundamentales de uso por la industria militar y el oro?

delpozo14@gmail.com
Publicación Barómetro 30-08-12
Los contenidos de los análisis publicados por Barómetro Internacional, son responsabilidad de los autores
A gradecemos la publicación de estos artículos citando esta fuente y solicitamos favor remitir a nuestro correo el Link de la pagina donde esta publicado.
Gracias. barometrointernacional@gmail.com

miércoles, 29 de agosto de 2012


     
Cinco tesoros que Capriles arruinaría


CiudadCCS...29/08/2012

Una de las más claras enseñanzas de la crisis que sufre España ha sido constatar, una vez más, que la derecha, como estrategia política central, elige la mentira.Llevan así, cuando menos, desde la Revolución Francesa, cuando afirmaron que fuera de la monarquía absoluta no había futuro (cuando era, precisamente, todo lo contrario). Las mentiras terminaron en un cesto, acompañadas de las cabezas que las pensaron, pero la minoría de edad de la humanidad hace que los mentirosos sigan reproduciéndose. La lucha contra los privilegiados se gana más cambiando la cultura política que dejando caer la hoja de la guillotina. Y eso necesita tiempo y que los pueblos dejen para otro momento la ingenuidad.
Zapatero fue un presidente que, pese a decirse socialista, no se atrevió a confiar en su pueblo. Terminó como un pelele merced al viento de los mercados y al fin de lo que siempre leyó como “suerte política”. La derecha española, poco compasiva, no dejó de empujarle hacia el abismo, aunque con ello hundiera también un poco más al país. Para sacarle del gobierno, apeló a dos ideas fuerza: un sentido común hueco –“vamos a gobernar como Dios manda”– y una vehemente negación de que fueran a tomar ni una sola de las decisiones que, por su ideología y comportamiento histórico, se presuponía que estaban en su agenda oculta. Con esa estrategia banal –“basta que estemos en el poder para que todo se solvente”–, el Partido Popular sacó mayoría absoluta (aunque sólo tres de cada diez votantes los apoyó: su victoria no vino de obtener un gran respaldo, sino porque los votantes socialistas abandonaron a su partido).
Nada más ganar las elecciones, la derecha española empezó a aplicar su programa oculto, desmantelando tres décadas de avances democráticos. Para más INRI, cada vez que eliminaban una conquista, decían a los españoles: “A nosotros tampoco nos gusta lo que estamos haciendo, pero no tenemos otra alternativa”. Los bancos de rescate en rescate y los pueblos, como alguna vez dijo Chávez, de foso en foso.
Esa mentira de la derecha española ha reaparecido calcada en la estrategia de Capriles Radonski: “Voy a gobernar como Dios manda”, “voy a respetar los logros sociales”, “no tengo una agenda oculta”, “no creo en el neoliberalismo ni en el gran capital”, “voy a mantener los empleos públicos”, “no voy a solventar ningún problema haciendo que paguen justos por pecadores…”. Pero es imposible no imaginar a Capriles decir, mientras cierra la puerta de un CDI, de un Mercal, de una aldea universitaria, de un conjunto de viviendas populares, de una empresa de propiedad social, mientras vuelve a hacer de Pdvsa un “Estado dentro del Estado” o al tiempo que vuelve a abrir el país a las transnacionales: “No me gusta nada hacer lo que estoy haciendo, pero no tengo más remedio y no hay más alternativa”.
Cuando uno compara el deterioro de la Unión Europea, y más en concreto de España, con la situación actual de la Venezuela bolivariana, no cabe la menor duda de que Europa está perdiendo lo que no ha sabido defender, mientras que Venezuela está ganando lo que ha sabido pelear. La derecha española, esa que es interlocutora de Capriles, prometió que iba a solventar los problemas del país. Lo que nos está dejando son jubilaciones a los 67 años, regreso de una universidad exclusiva para ricos, privatización de la sanidad, precarización y desaparición del empleo público, deterioro de las prestaciones sociales, encarecimiento del transporte, reducción de los salarios, venta del patrimonio público, privatización de la educación… España tenía una situación envidiable. La está perdiendo. Venezuela venía de muchas carencias. Poco a poco, pero con firmeza, las está solventando.
Hay cinco tesoros en Venezuela que Capriles arruinaría, igual que la derecha española está arrasando el bienestar colectivo. Aunque nadie escarmienta en cabeza ajena, permítanme que se los recuerde.
El primer tesoro tiene que ver con el bienestar económico. Claro que aún queda mucho trecho por recorrer en Venezuela. Con humildad, el Plan Nacional 2013-2019 afirma que se están sentando las bases para la transición al socialismo. No que el socialismo sea ya una realidad, sino que se está construyendo. Una declaración de humildad que demuestra que con los años la Revolución se hace más sabia. Lo relevante, junto a todo lo conseguido, es la tendencia. Y esa va invariablemente hacia arriba. Así lo indica el Índice de Desarrollo Humano que elabora las Naciones Unidas cada año. Desde que llegó Chávez, no ha habido un solo año en el que Venezuela haya descendido puestos. Capriles Radonski, en su primer día de gobierno, suspendería, porque así se lo demandan sus financiadores, el empleo público –uno de los motores centrales de la economía en todo el mundo–. Esas decenas de miles de empleados, junto con sus familias, dejarían de consumir, además de que empujarían los salarios a la baja (otra de las medidas inmediatas de Capriles). La economía sufriría un frenazo en seco. Las empresas, con menos consumidores, cerrarían, el Estado recaudaría menos dinero, se despediría de nuevo a más gente. El odio de Capriles a lo público no solamente dejaría desatendidas las misiones, reduciría médicos, profesores, cuidadores, dependientes, constructores, sino que llevaría a la economía a una presumible recesión, alimentada por la incertidumbre que generaría alguien que limita su programa económico a desmantelar los logros de estos 13 años y a prometer gestionar la economía “como Dios manda” (como si algún dios hubiera escuchado alguna vez a los economistas). La reciente ley del trabajo –de las más avanzadas del mundo–, las bajas tasas de desempleo o el esfuerzo por eliminar la precariedad laboral, se verían sustituidas por un modelo tradicional subalterno donde, como hemos visto en Honduras o en Paraguay, los salarios deben estar al servicio de la tasa de ganancia de las grandes empresas multinacionales. Ese “como Dios manda” suele ser “como manden los Estados Unidos”. A las élites venezolanas les ha gustado “demasiado” viajar a Miami. Con Capriles, Venezuela se convertiría en un país de emigración, como México, Ecuador antes de la llegada de Correa, o ahora España.
El segundo tesoro del que no disfrutarían las nuevas generaciones en Venezuela tiene que ver con el poderoso vecino del norte. Como hemos visto con la concesión de asilo a Julian Assange por parte de Ecuador, los países del norte repiten lo que ocurrió con Haiti en 1791: las libertades sólo sirven de fronteras para afuera. Inglaterra se atreve a amenazar a Ecuador con violar su sede diplomática. Sólo la firmeza que muestra hoy América Latina, gracias al impulso dado por Chávez a la integración, se permite la soberanía en el continente. ¿Alguien cree de verdad que Capriles no habría entregado de inmediato al fundador de WikiLeaks? ¿Alguien cree sinceramente que Capriles no cedería a las presiones de las petroleras norteamericanas? ¿No volvería con Capriles a ser Venezuela una base militar y un protectorado económico para sus negocios en la zona y, de paso, en el mundo? La sumisión económica de Capriles a Estados Unidos llevaría a Venezuela a perder su soberanía y, de paso, debilitaría la integración latinoamericana, obligando al continente a ser, una vez más, una colonia subordinada a la geoestrategia norteamericana. Allá donde hoy la Venezuela bolivariana esgrime ser un país que se respeta internacionalmente, pasaría de nuevo a ser una falsa estrella más de la bandera norteamericana. Hoy Venezuela no es más en el mundo el país de las “misses”, de los ricos del “dame dos” de Pdvsa o de las telenovelas. Incluso la derecha mundial entiende con respeto que Chávez ha tenido el valor de hablar de tú a tú a los Estados Unidos. Algo que ellos nunca se atreven a hacer.
El tercer tesoro que perdería Venezuela sería la sanidad, hoy en día disponible para las clases medias y populares. En España el Partido Popular –el que afirmó, prometió y juró que no iba a tocar la sanidad– acaba de sacar de la seguridad social casi 500 medicamentos. Sin contar el cierre de hospitales, el repago al visitar al doctor –se paga en los impuestos y luego se paga otra vez cuando se necesitan los servicios–, listas de espera para operaciones que se alargan dos años, cobro extra por servicios de análisis, reducción de los servicios de urgencia, etc. Uno de los logros estructurales del proceso bolivariano ha sido convencer a los médicos venezolanos de que, poco a poco, se dediquen a asuntos menos lucrativos que la cirugía estética y más comprometidos con el pueblo. La presencia de médicos cubanos en Venezuela ha sido una cura de humildad a una profesión –por supuesto con muchas honrosas excepciones– que abandonó su compromiso con los más humildes y se entendió a sí misma como un negocio. La incorporación de médicos venezolanos a los barrios, a la atención a sectores medios y bajos, es un tesoro que tiene que ver con el aumento de la conciencia. La concepción mercantil de la actividad económica que muestra el programa de Capriles revertiría este aumento del compromiso –hermanado con el juramento de Hipócrates–, regresando a ese país donde un niño pobre se moría por una diarrea y una mujer por un parto mal atendido. Ese tiempo donde los médicos, financiados por multinacionales como Nestlé, decían a las venezolanas que dar el pecho a sus hijos era muy peligroso o abrían lujosas consultas en el Este de Caracas que custodiaban con guardias por si acaso un pobre aparecía ante su puerta pidiendo auxilio.
El cuarto tesoro que sacrificaría Capriles tiene que ver con la integración como país de Venezuela. Y tiene mucho que ver con el desarrollo del transporte público. Capriles, como toda la derecha latinoamericana, siempre ha tenido un fuerte apoyo del negocio del transporte privado. Por eso, nunca han mostrado problemas en alimentar tensiones separatistas si con eso veían una oportunidad de hacer dinero. De hecho, buena parte de la baja autoestima nacional que ha sufrido América Latina tiene que ver con el abandono de zonas enteras, aisladas y cerradas al transporte público –especialmente el tren–, y desconectadas del imaginario del país. La razón no era otra que satisfacer los intereses de los dueños de flotillas de autobuses y camiones –y de gobernadores feudales–, aunque con ello rompieran la unidad nacional. Pero el pueblo –y ahí también están las clases medias, incluso esas que sienten más suyo a Batman o a Spiderman que a Bolívar– viaja en metro, ve mejorar su calidad de vida cuando funciona una buena red de trenes, disfruta de las buenas estaciones de autobuses, de un precio de los transportes regulado y, en cualquier caso, incluso cuando viaja en coche particular, necesita una red viaria concebida como un servicio y no como una mercancía. El mercado no sirve para integrar un país, sino para fragmentarlo. Si las comunicaciones en Venezuela vuelven a ser un negocio, ¿qué ocurrirá con las zonas menos pobladas de Venezuela, qué ocurrirá con los territorios cuya integración no puede someterse a criterios mercantiles, qué pasará con las zonas donde no sea rentable ni siquiera que llegue la señal telefónica? Es verdad que a la derecha venezolana le sobran estrellas en la bandera.
El quinto tesoro que quiero referir tiene que ver con la paz social. Es cierto que Venezuela tiene que hacer más esfuerzos para solventar los problemas de violencia en las zonas pobres. Una policía heredada de la IV República que reclama tiempo para ser reeducada, la presencia paramilitar que penetra desde Colombia, los mercados de droga impulsados desde Estados Unidos y que captan la atención de los jóvenes, un exceso de armas de fuego o la cultura consumista del bienestar inmediato y sin esfuerzo, reclaman más ímpetu desde el gobierno. Pero el programa de Capriles no solamente multiplicaría esos problemas, sino que añadiría otros nuevos que dinamitarían el discurrir social del que ahora disfruta el país. Venezuela ha sido un país en donde lo público no era lo de todos sino lo de nadie. Reinventar el respeto por lo colectivo, por lo público, por las instituciones, no es tarea sencilla. El desprecio que Capriles y su entorno ha demostrado constantemente con las instituciones –basta pensar en su maltrato al CNE– es preocupante. ¿O tenemos que recordar de nuevo a Carmona desmantelando a gritos todo el entramado constitucional venezolano durante el golpe de 2002?
Pero ahí no terminan los problemas. La unión cívico-militar, que Capriles no ha entendido, ha vinculado al ejército con su pueblo. Un ejército que la derecha concibió para perseguir la protesta, hoy es parte activa de la distribución de alimentos, de la obra pública, de la gestión estatal, de la formación universitaria, revirtiendo esa maldición –me temo que heredada de la colonia– de la intervención del ejército contra los pueblos para solventar los problemas de las burguesías rentistas. El autoritarismo de Capriles le llevaría a recuperar una concepción autoritaria del ejército que chocaría con las nuevas fuerzas armadas. Ya no es solamente que cerraría el paso al ejército a la gestión social –cierre de la Unefa, negativa a que los soldados colaboren en el reparto de alimentos, en la ingeniería civil, en la ayuda ante catástrofes o contra incendios, desmantelamiento de la milicia y de su tarea social– sino que alimentaría la división en el seno del ejército, rompiendo una paz que es garantía de una articulación social que permite dedicar energías a otros asuntos al haber logrado que el ejército deje de ser un problema para pasar a ser, en muchos ámbitos, una solución.
La más que segura pérdida de estos tesoros en caso de un avance de Capriles, y de lo que representa, obliga a todos los venezolanos a un voto responsable el 7 de octubre. La seguridad económica, la integración latinoamericana y la soberanía, el respeto internacional a Venezuela, el empleo, la sanidad, la educación, las infraestructuras que integren al país, la unión cívico-militar son tesoros por los que suspiraría buena parte del mundo. Incluida Europa, que tenía buena parte de ellos y ahora los está perdiendo.
La gente, dolida por la situación en España, me pregunta cuando estoy en Venezuela: “¿Y por qué la ciudadanía no protesta más para salvar su democracia?”. Y yo contesto: “¿Es que han olvidado ustedes lo que les ha costado tener lo que tienen? ¿Es que han olvidado que entre el Caracazo y la victoria del presidente Chávez en 1998 pasaron más de diez años?”. Y pienso para mis adentros: “Ojalá no lo olviden. Ojalá no olviden que la derecha ha mentido, que la derecha miente y que, mientras no demuestre lo contrario, va a seguir haciéndolo. Ojalá que no olviden los venezolanos y las venezolanas todo el esfuerzo que les ha permitido llegar hasta donde están”. Porque los tesoros que hoy tienen, si se perdieran, necesitarían devorar de nuevo varias generaciones para recuperarse. Los tesoros que se ganan, a diferencia de los tesoros que se encuentran, hay que defenderlos con uñas, dientes y votos. Porque son tesoros ganados, no caídos del cielo.
Fuente: http://www.ciudadccs.info/?p=328530

viernes, 24 de agosto de 2012


         
Por qué Venezuela se retira de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos


Opera Mundi...24/08/2012

El 28 de julio de 2012, el presidente Hugo Chávez hizo partícipe de su decisión de retirarse de la Comisión Interamericana de los derechos humanos, tras el fallo que condena a Venezuela por malos tratos a un detenido sancionado por terrorismo y que se fugó a Estados Unidos. Caracas denuncia un veredicto político.
El 24 de julio de 2012, la Corte Interamericana de Derechos Humanos hizo pública su decisión de condenar al Estado venezolano por ser “ internacionalmente responsable de la violación del derecho a la integridad personal y por los tratos inhumanos y degradantes en perjuicio del señor Raúl José Díaz Peña”. La instancia juzgó que “su detención habría sido ilegal y arbitraria y habría estado sometido a un régimen de detención preventiva que habría sobrepasado los límites establecidos en la ley penal, invocando una presunción de peligro de fuga”. La CIDH también condenó al Estado venezolana a indemnizar a Díaz Peña con 15.000 dólares (1).
¿Quién es Raúl José Díaz Peña?
Raúl José Díaz Peña es un prófugo venezolano de la justicia severamente sancionado por los tribunales por terrorismo y refugiado en Estados Unidos. En 2003, Venezuela vivía una situación de polarización política extrema tras el golpe de Estado abortado contra el presidente democráticamente elegido Hugo Chávez y el sabotaje petrolero que costó a la economía venezolana la suma de 10.000 millones de dólares. Ambos fueron organizados por la oposición con el apoyo explícito de Estados Unidos que había reconocido a la junta golpista de Pedro Carmona Estanga, entonces presidente de Fedecámaras –organización que agrupa los intereses económicos del país– y actualmente refugiado en Colombia.
El 25 de febrero de 2003, una facción radical de la oposición compuesta por Felipe Rodríguez, José Colina Pulido, Germán Varela López, Silvio Mérida y Raúl José Díaz Peña, decidida a derrocar a Hugo Chávez, colocó varias bombas en el Consulado General de la República de Colombia y en la Embajada de España. El objetivo era acusar de los atentados terroristas a los partidarios del presidente venezolano, los cuales habrían actuado en represalia por la decisión de Bogotá y de Madrid de reconocer a la efímera junta golpista de abril de 2002 (2).
No obstante el plan fracasó, pues las autoridades del país arrestaron a Díaz Peña y a sus cómplices ese mismo día. Tras su juicio, el 29 de abril de 2008, la justicia venezolana lo condenó en primera instancia a 9 años y 4 meses de cárcel por terrorismo. En mayo de 2012, un juez decidió conceder un régimen de semi-libertad a Díaz Peña y le permitió pasar los fines de semana con su familia y ejercer una actividad profesional. En septiembre de 2010, Díaz Peña huyó y se refugió en Estados Unidos (3).
¿La CIDH, una jurisdicción independiente?
Órgano jurídico de la Organización de Estados Americanos, entidad bajo fuerte influencia de Estados Unidos –hasta el punto de que los países de América Latina y el Caribe decidieron crear la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en diciembre de 2011 con el fin de emanciparse de la sombra tutelar de Washington y de su fiel aliado canadiense–, la CIDH es sospechosa de parcialidad hacia los gobiernos de izquierda en América Latina.
Así, contra todo pronóstico, a partir de 2005 la CIDH aceptó estudiar el caso de Díaz Peña a petición de la Venezuela Awareness Foundation, una organización de la oposición a Hugo Chávez. Ahora bien, para poder analizar un asunto, los estatutos de la entidad interamericana estipulan que se deben agotar primero todos los recursos jurídicos del país de origen, lo que no es el caso para Díaz Peña. Es la primera vez en la historia de la justicia interamericana que la CIDH acepta estudiar el caso de un individuo condenado por terrorismo en su propio país, prófugo de justicia y cuyo juicio sigue abierto, en violación de su propia Convención. Hasta hoy, la CIDH no ha dado explicaciones al respecto (4).
Nicolás Maduro, canciller venezolano, expresó su consternación y anunció que su país se retiraría de la organización. “Es lamentable haber tenido que dar este paso, pero Venezuela se ha visto obligada, dadas las decisiones aberrantes y abusivas que se han tomado contra nuestro país durante 10 años. Ningún país de Europa ni Estados Unidos aceptarían que la CIDH protegiera a un terrorista”, declaró (5). La diplomacia venezolana acusa a la entidad de “complicidad con la política de Washington de protección a los terroristas” y exigió “que apliquen los principios de universalidad, imparcialidad, objetividad y no selectividad en el examen de las cuestiones de derechos humanos” (6).
En efecto, desde la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999, la CIDH multiplicó las decisiones e informes desfavorables a Venezuela, en proporciones ampliamente superiores al resto de América Latina. Así, desde su creación en 1959 y hasta la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999, la CIDH sólo emitió cinco decisiones condenando las violaciones de los derechos humanos en Venezuela. En cambio, entre 2000 y 2012, la CIDH condenó a Caracas 36 veces. Así, en el espacio de 12 años, la CIDH condenó a Venezuela 7 veces más que durante los 40 años anteriores, marcados por exacciones de todo tipo y particularmente el Caracazo del 27 y 28 de febrero de 1989, sublevación popular contra la vida cara, que el ejército y la policía reprimieron en sangre, dejando un saldo de 3.000 civiles asesinados (7).
Por otra parte, durante el golpe de Estado de 2002, la CIDH, como Estados Unidos, reconoció abiertamente a la dictadura de Pedro Carmona en una carta que Santiago Antón, entonces secretario de la CIDH, dirigió a ése (8). Maduro no dejó de recordar este episodio que arroja una sombra sobre la credibilidad y la fama de la entidad interamericana: “ La Comisión reconoció a los golpistas y negó el apoyo al presidente Hugo Chávez” (9).
El presidente Chávez confirmó que su país se retiraría de la CIDH (10). “ Venezuela se retira de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por dignidad y la acusamos ante el mundo de ser indigna de llevar ese nombre de derechos humanos apoyando al terrorismo”, subrayó (11). La CIDH “ ni siquiera nos llam[ó] para consultarnos. Aquí hubo un juicio, una condena, hay testigos de que ese terrorista le puso bombas a la embajada de España y de Colombia, eso se comprobó”, agregó (12).
La reacción de Estados Unidos
Por su parte, Washington fustigó la decisión de Caracas. Victoria Nuland, portavoz del Departamento de Estado declaró que “ Venezuela estaría enviando un mensaje profundamente lamentable acerca de sus compromisos con los derechos humanos y la democracia” al resto del continente, si se retirara de la jurisdicción de la CIDH. Nuland alabó la entidad interamericana y expresó su respeto por ella (13).
No obstante, la posición de Estados Unidos no está exenta de contradicciones. En efecto, contrariamente a todos los países de América Latina, Estados Unidos, así como Canadá, siempre se ha negado a someterse a la jurisdicción de la CIDH y no reconoce su autoridad pues estima que viola su soberanía nacional.
La reciente decisión de la CIDH relativa a Venezuela suscita varias interrogantes. ¿Por qué la CIDH aceptó estudiar el caso Ruiz Peña antes que se agotaran todos los recursos en Venezuela, violando así su propia Convención? ¿Cuáles fueron las motivaciones que llevaron a los magistrados a emitir una decisión favorable a un individuo que los tribunales venezolanos condenaron severamente por terrorismo y que es prófugo de justicia refugiado en Estados Unidos? ¿Acaso son políticas o jurídicas? ¿Acaso habría estudiado el caso si Ruiz Peña fuera colombiano, mexicano o chileno? ¿Cuál fue el papel de la CIDH en el golpe de Estado contra Hugo Chávez y la democracia venezolana en abril de 2012? En una palabra, ¿es la CIDH imparcial con respecto a Venezuela?

Notas:
(1) Corte Interamericana de Derechos Humanos, «Caso Díaz Peña vs. Venezuela», 26 de junio de 2012.http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_244_esp.pdf (sitio consultado el 31 de julio de 2012).
(2) Agencia Venezolana de Noticias , «Venezuela rechaza el fallo de CIDH a favor del terrorista Díaz Peña», 24 de julio de 2012.
(3) Ibid.
(4) Ibid.
(5) Agence France-Presse , «Venezuela denunciará a la CIDH ‘en las próximas horas’», 26 de julio de 2012.
(6) Ministerio del Poder Popular para Exteriores, «Comunicado», República Bolivariana de Venezuela, 24 de julio de 2012.http://www.mre.gob.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=22219:comunicado-oficial-mercosur&catid=3:comunicados&Itemid=108 (sitio consultado el 31 de julio de 2012).
(7) Telesur , «Venezuela afirma tener suficientes pruebas de la doble moral de la CIDH», 2 de mayo de 2012.http://www.telesurtv.net/articulos/2012/05/02/el-canciller-venezolano-nicolas-maduro-dijo-que-cidh-responde-a-intereses-de-eeuu (sitio consultado el 31 de julio de 2012).
(8) Ibid.
(9) Agence France-Presse , «Venezuela denunciará a la CIDH ‘en las próximas horas’», op.cit.
(10) Agence France-Presse , «Chávez dice que ya dio ‘las instrucciones’ para que Venezuela salga de CIDH», 28 de julio de 2012.
(11) EFE, «Insulza confía en que Venezuela no dejo la Corte IDH», 27 de julio de 2012.
(12) Alejandro Montiel, «Doble rasero de CIDH evidenciado con fallo que favorece a terrorista que atentó contra embajadas en Caracas», Prensa Presidencial , República Bolivariana de Venezuela, 26 de julio de 2012.
(13) Agence France-Presse, «EEUU estima que si Venezuela abandona Corte IDH enviará mensaje ‘lamentable’», 25 de julio de 2012.
* Salim Lamrani es Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor encargado de cursos en la Universidad Paris-Sorbonne-Paris IV y en la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Etat de siège. Les sanctions économiques des Etats-Unis contre Cuba , París, Ediciones Estrella, 2011, con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade. Contacto: lamranisalim@yahoo.fr Facebook:https://www.facebook.com/SalimLamraniOfficiel
Revisado por Caty R.
Fuente: http://operamundi.uol.com.br/conteudo/opiniao/23694/as+razoes+da+venezuela+em+deixar+a+cidh+.shtml

domingo, 19 de agosto de 2012


         
Julian Assange, el caso Pinochet y los límites de la democracia británica


La Jornada...19/08/2012

Hace 14 años, en 1998, el mundo vivía apaciblemente, según se mire. Las guerras eran las mismas y tenían lugar en la periferia del capitalismo. El campo de batalla por el control de las materias primas se extendía, entraba en juego la privatización de todos los recursos naturales, incluido las fuentes hídricas. El neoliberalismo desregulaba a prisa para facilitar la llegada de las hipotecas basura y dar pingües ganancias al capital financiero. Nos advertían del apagón informático del año 2000 y dábamos la bienvenida al siglo XXI. En lo esencial los sobresaltos fueron pocos, pero de hondo calado. La primera guerra de Irak, las guerra espurias en el territorio de la ex Yugoslavia, la consolidación de los países emergentes y una América Latina sin dictaduras. Aún no existía la República Bolivariana de Venezuela y la derecha mundial concentraba sus descalificaciones en Cuba, sin variar el protocolo de la guerra fría. El mapa del siglo XXI aún estaba en ciernes, nada hacía prever el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, percutor del unilateralismo en las relaciones internacionales y las guerras contra el terrorismo internacional.Sin embargo, un hecho, en materia de derechos humanos, haría que la justicia internacional cobrara protagonismo en las postrimerías del siglo XX, la detención en Londres del dictador chileno Augusto Pinochet. Gran Bretaña debía resolver la extradición solicitada por el juez de la Audiencia Nacional de España, Baltasar Garzón, a demanda de la acusación particular y popular encabezada por el abogado Joan Garces. Gobernaba la socialdemocracia de Tony Blair y la tercera vía.
El gobierno de su majestad Isabel II, España y Chile sufrieron un shock. Ninguno de los tres estados deseaba que el tirano fuese juzgado por crímenes de lesa humanidad. Como demostración de su rechazo, Chile retiró a su embajador en Madrid y el entonces presidente del Gobierno español, José María Aznar, y su partido boicotearon el caso en los tribunales, realizando lo que se llama en la jerga legal terrorismo judicial. Por su parte, Margaret Thatcher se refirió a Pinochet como el único preso político existente en su país. Las argucias y artimañas para conseguir el objetivo, la libertad del dictador, dieron resultado en el medio plazo. El abogado de Pinochet, a la sazón también defensor de los intereses de Endesa en Chile, Pablo Rodríguez Grez, organizador del grupo paramilitar Patria y Libertad, movimiento que se dedicó a poner bombas y sabotear el gobierno de Salvador Allende, encontró la vía para lograr la libertad del susodicho. En una operación de encaje le hizo llegar al ministro del Interior de la corona, Jack Straw, un resquicio legal que posibilitaba bloquear la decisión judicial. La extradición podía frenarse políticamente si existían causas médicas, cuyo diagnóstico avalase la incapacidad mental del imputado. Straw agradeció el gesto del abogado. En un momento negro para la historia de la justicia internacional permitió que el dictador emprendiera viaje libremente a Santiago de Chile tras pasar 503 días detenido. Ahí se detuvo el reloj de la democracia en Gran Bretaña. Más tarde Blair, junto con Bush hijo, se daría un festín de sangre humana en la segunda guerra del golfo.
Hoy la historia se repite con otro caso similar en la esfera del derecho internacional. Inglaterra vuelve a ser el centro de atención. Esta vez se trata de la detención y posterior orden de extradición expedida contra Julian Assange a solicitud del gobierno sueco. Assange es imputado de cometer delitos sexuales. Agotadas las vías de apelación, la sentencia para ser extraditado se confirma. Es el momento cuando Julian Assange pide asilo político en la delegación de Ecuador. El caso no pasaría de ser una anécdota si el imputado no fuese uno de los creadores de Wikileaks. Persona buscada por Estados Unidos como divulgador de secretos de Estado y causante del mayor descrédito de la política exterior estadunidense en su historia contemporánea, no es un violador cualquiera. Aquí los ribetes políticos son claros. Las acusaciones de dos mujeres, cuyo sexo fue consentido, son a todas luces una tapadera. La excusa para privar de libertad a Julian Assange y entregarlo a las autoridades suecas tiene otra finalidad: servirlo en bandeja de plata a Estados Unidos. La triangulación es perfecta. Si con la negativa de extraditar a Pinochet se buscaba la libertad burlando la acción de la justicia, con Assange se trata de remar en sentido contrario, pero con el mismo resultado: hacer imposible que se haga justicia. En ambos casos salta a la palestra el nombre de Baltasar Garzón, antes juez que solicitara la extradición de Pinochet, hoy apartado de la judicatura española, convertido en uno de los abogados de Assange, pide la anulación y puesta en libertad del imputado.
Si vemos el caso, Assange tenía escasas probabilidades de evitar el traslado a Estocolmo. Si se trata de una imputación de violación, él mismo señaló que estaría dispuesto a someterse a la justicia sueca, no dudaba de tener un juicio justo, su defensa era de manual. Pero la ingenuidad tiene un límite. Con las cartas marcadas y viendo peligrar su integridad, el fundador de Wikileaks pide asilo político, dando al caso la dimensión política que realmente tiene. Su decisión, una vez resuelta favorablemente la petición de asilo político por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, da la razón a Assange.
La violencia inusitada de las autoridades británicas atacando la decisión del presidente Rafael Correa pone en cuestión la flema inglesa y dejan al descubierto la maniobra y el escaso respeto a la soberanía y leyes internacionales de los países imperialistas cuando sus demandas caen en saco roto. Más allá de los exabruptos extemporáneos, la manera de actuar de Gran Bretaña anuncia un empantanamiento, donde destaca la negativa a brindar el salvoconducto que facilite su traslado a Ecuador. El objetivo, dilatar tiempo de estancia de Assange en la legación ecuatoriana. Podrán pasar años, no sería el primer caso en la historia. Víctor Raúl Haya de la Torre pasó cinco años, de 1949 a 1954, en la embajada de Colombia en Lima, pues el gobierno peruano se negó a entregarle el salvoconducto. Seguramente el resultado final, en este caso, no variará. Pero negar el salvoconducto busca impedir la libertad del imputado y, de paso, presionar al Estado que lo concede.
Gran Bretaña, considerada cuna de la democracia parlamentaria contemporánea, con esta decisión renuncia a los principios de justicia internacional y retrocede siglos en la doctrina de los derechos humanos, situándose a la cabeza de los estados reaccionarios e imperialistas, cuyas viejas glorias pretende hacer valer por la fuerza. Pero los tiempos cambian, América Latina no es ese continente sumiso y dependiente. Algunos países, no todos, se alzan contra la colonialidad del poder y engalanan su soberanía bajo la bandera de la dignidad. En estas condiciones la lógica del caso Assange hace pensar que no habrá paso atrás por el gobierno ecuatoriano. En sesión plenaria urgente del viernes 17 de agosto, la Asamblea Nacional condenó sin ningún voto en contra, siete abstenciones y 73 votos en favor las amenazas de Gran Bretaña e Irlanda del Norte de pretender irrumpir en su embajada, ya que ello constituiría un atentado contra la soberanía nacional y una violación de los principios del derecho internacional consagrado en la carta de la ONU y la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas. Los tiempos están cambiando, el orden y mando del imperialismo, sea cual fuere su apellido, hoy tiene respuesta. La dignidad también existe. Gracias, Ecuador.
Fuente original: http://www.jornada.unam.mx/2012/08/18/opinion/022a1mun