sábado, 16 de abril de 2011

A 50 AÑOS DEL TRIUNFO SOBRE LOS MERCENARIOS INVASORES EN PLAYA GIRON.

Playa Girón y el carácter socialista de la Revolución cubana


www.atilioboron.com...16/04/2011

En la madrugada del 15 de Abril de 1961 aviones de combate camuflados como si fueran cubanos bombardearon los principales aeropuertos militares de Cuba. Las agencias noticiosas del imperio informaban que se había producido una sublevación de la fuerza aérea “de Castro” y el embajador de Estados Unidos ante la ONU, Adlai Stevenson -expresión del ala más “progresista” del partido Demócrata, ¡menos mal!- trató que el Consejo de Seguridad de ese organismo emitiera una resolución autorizando la intervención de Estados Unidos para “normalizar” la situación en la isla. No tuvo respaldo, pero el plan ya estaba en marcha.

Aquel bombardeo fue la voz de orden para que una brigada mercenaria que con absoluto descaro la CIA y el Pentágono habían venido preparando durante más de un año desembarcara en Bahía de Cochinos, con el declarado propósito de precipitar lo que en nuestros días los melifluos voceros de los intereses imperiales denominarían eufemísticamente como “cambio de régimen.” En Marzo de 1960 –apenas transcurrido poco más de un año del triunfo de la Revolución Cubana- el presidente Eisenhower había firmado una orden ejecutiva dando vía libre para desencadenar una campaña terrorista en contra de Cuba y su revolución. Bajo el amparo oficial de este programa se organizó el reclutamiento de unos mil quinientos hombres (un buen número de los cuales no eran otra cosa que aventureros, bandidos o lúmpenes que la CIA utilizaba, y utiliza, para sus acciones desestabilizadoras) dispuestos a participar de la inminente invasión, se colocó a las organizaciones contrarrevolucionarias bajo el mando de la CIA (es decir, la Casa Blanca) y se crearon varias “unidades operativas”, eufemismo para no llamar por su nombre a bandas de terroristas, escuadrones de la muerte y paramilitares expertos en atentados, demoliciones y sabotajes de todo tipo. Más de tres mil personas murieron en Cuba, desde los inicios de la Revolución, a causa del accionar de estos delincuentes apañados por la el gobierno de un país cuyos presidentes, invariablemente, nos dicen que Dios los puso sobre esta tierra para llevar por todo el mundo la antorcha de la libertad (de mercados), la justicia (racista, clasista y sexista y la democracia (en realidad, la plutocracia). Lo creían antes, y lo creen todavía hoy. Lo creía el católico John Kennedy y el metodista George W. Bush. La única excepción conocida de alguien no infectado por el virus mesiánico es la de John Quincy Adams, sexto presidente de los Estados Unidos, hombre práctico si los hay, quien dijo, en memorable frase, que “Estados Unidos no tiene amistades permanentes sino intereses permanentes,” algo que los gobiernos “pitiyankees” de nuestros países deberían memorizar. (Recordar que este Adams, hijo del segundo presidente de Estados Unidos, John Adams, fue también Secretario de Estado del presidente James Monroe, y colaboró activamente en la formulación de la doctrina que lleva su nombre).

Delincuentes, retomando el hilo de nuestra argumentación, como Luis Posada Carriles -uno de los más conspicuos criminales al servicio del imperio, terrorista probado y confeso, autor intelectual, entre muchos otros crímenes, de la voladura del avión de Cubana en 1976, con 73 personas a bordo- quien hace apenas unos días fue absuelto de todos sus cargos y disfruta de la más completa libertad en los Estados Unidos. Como si eso fuera poco Washington tampoco lo extradita para que pueda ser juzgado en Venezuela, país cuya nacionalidad había adoptado durante el transcurso de sus fechorías. Barack Obama, indigno Premio Nóbel de la Paz, protege a los verdugos de nuestros pueblos hasta el final de sus vidas mientras mantiene en prisión, en condiciones que ni siquiera se aplican a un asesino serial, a los cinco luchadores antiterroristas cubanos. Gesto ignominioso el de Obama, pero que tiene un lejano antecedente: en 1962, luego de la derrota sufrida por el ejército invasor reclutado, organizado, entrenado, armado y financiado por los Estados Unidos los prisioneros que habían sido capturados por las milicias revolucionarias cubanas fueron devueltos a los Estados Unidos ¡para ser recibidos y homenajeados –sí, homenajeados- por otro “progresista”, el presidente John F. Kennedy! El fiscal general de los Estados Unidos, Robert Kennedy, para no ser menos que su hermano mayor, invitó a esa verdadera “Armada Brancaleone” de matones y bandidos a integrarse al ejército norteamericano, cosa que fue aceptada por gran parte de ellos. No sorprende, por lo tanto, que periódicamente aparezcan tenebrosas historias de atrocidades y vejaciones perpetradas por soldados estadounidenses en diversas latitudes, las últimas conocidas hace apenas un par de días en Afganistán y antes en Abu Ghraib; o que durante la Administración Reagan-uno de los peores criminales de guerra de los Estados Unidos, según Noam Chomsky- un coronel del Marine Corps y asesor del Consejo de Seguridad Nacional, Oliver North, hubiera organizado una red de narcotraficantes y vendedores de armas desde su despacho situado a pocos metros de la Oficina Oval de la Casa Blanca para financiar a la “contra” nicaragüense. No le fue tan mal a North después de estallado el escándalo: libró de ir a la cárcel y en la actualidad se desempeña en varios programas de la ultraconservadora cadena Fox News Channel. Estos episodios revelan con elocuencia el clima moral que prevalece en las legiones imperiales.

La derrota de la invasión mercenaria lejos de aplacar al imperio exacerbó aún más sus instintos asesinos: la respuesta fue la preparación de un nuevo plan, Operación Mangosta, que contemplaba la realización de numerosos atentados y sabotajes tendientes a desarticular la producción, destruir cosechas, incendiar cañaverales, obstaculizar el transporte marítimo y el abastecimiento de la isla y amedrentar a los eventuales compradores de productos cubanos, especialmente el níquel. En pocas palabras: preparar lo que luego sería el infame bloqueo integral que sufre Cuba desde los comienzos mismos de la Revolución. Huelga decirlo pero el pueblo cubano -patriótico, consciente y organizado, fiel heredero de las enseñanzas de José Martí- frustró una vez más los miserables designios de la Operación Mangosta. Al día siguiente del bombardeo aéreo del 15 de Abril, en el homenaje que el pueblo de Cuba rendía a sus víctimas, Fidel proclamaría el carácter socialista de la Revolución Cubana con las siguientes palabras: "Compañeros obreros y campesinos: esta es la revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes". Y el 19 de Abril, en Playa Girón, se libraría el combate decisivo que culminaría con la primera derrota militar del imperialismo en tierras americanas. Latinoamérica, su respiración contenida ante esta reedición del clásico enfrentamiento entre David y Goliat, recibió con inmensa alegría la noticia de la derrota de las fuerzas del imperio, y nuestros pueblos terminaron por convencerse que el socialismo no era una ilusión sino una alternativa real. Otra historia empezaba a escribirse en esta parte del mundo. Durante aquellas históricas jornadas la camarilla contrarrevolucionaria estaba a la espera en Miami, presta para trasladarse a Cuba una vez que los invasores controlasen por 72 horas una “zona liberada” que les permitiera constituirse como “gobierno provisional” y, desde allí, solicitar el reconocimiento de la Casa Blanca y la OEA, y la ayuda militar de Estados Unidos para derrotar a la Revolución. Pero Fidel también lo sabía, y por eso su voz de mando fue la de aplastar a la invasión sin perder un minuto, cosa que efectivamente ocurrió. Parece que en Miami todavía siguen esperando.

(www.atilioboron.com)

viernes, 15 de abril de 2011

Libia y la nueva doctrina estratégica de los EE.UU.


voltairenet.org...15/04/2011

La operación militar aliada en Libia marca un cambio estratégico importante. Washington ha renunciado a una guerra de ocupación y ha subcontratado a sus aliados las futuras operaciones en tierra. Thierry Meyssan describe un nuevo paradigma estratégico de los Estados Unidos: la globalización forzada se interrumpe, la era de los dos mundos comienza.

A menudo se dice que los generales no anticipan el cambio que viene y preparan la próxima guerra como si debiera ser similar a la anterior. Esto se aplica a los comentaristas políticos: interpretan los nuevos eventos no por lo que son, sino como si repitieran a los que les precedieron.

Cuando los movimientos populares derrocaron a Zine el-Abidine Ben Alí en Túnez y en Egipto, Hosni Mubarak, muchos pensaban asistir a una "revolución de jazmín" [1] y una "revolución de la flor de loto" [2], al igual que las revoluciones coloreadas que la CIA y la NED han llevado a cabo de forma encadenada desde la desaparición de la URSS. Algunos hechos parecen darles la razón, como la presencia de agitadores serbia en El Cairo o la difusión de la propaganda [3]. Pero la realidad era muy diferente. Estas rebeliones eran populares y Washington intentó, sin éxito, desviarlas para su provecho. En definitiva, tunecinos y egipcios no aspiraban a la American Way of Life, sino más bien para deshacerse de gobiernos títeres manipulados por los Estados Unidos.

Cuando se produjeron disturbios en Libia, estos mismos comentaristas han tratado de recuperar la zaga de la realidad al explicar que en esta ocasión, se trataba de un levantamiento popular contra el dictador Gaddafi. A continuación, acompañaban sus editoriales de dulces mentiras, presentando al coronel como un eterno enemigo de la democracia occidental, olvidando que colaboraba activamente con los Estados Unidos desde hace ocho años [4].

Sin embargo, si miramos más de cerca, lo que está ocurriendo en Libia es el primer avivamiento del antagonismo histórico entre Cirenaica por un lado, Tripolitania y Fezzan del otro. Es sólo en segundo lugar que este conflicto ha tomado una inclinación política, la insurrección identificándose con los monárquicos, a los que pronto se les unieron todo tipo de grupos de la oposición (nasseristas, khomeinyistes comunistas, islamistas, etc ...). En ningún momento la insurrección se ha extendido en todo el país.

Cualquier voz que denuncia la fabricación y la instrumentación de este conflicto, etiquetándolo de colonial, recibe protestas. La opinión de la mayoría admite que la intervención militar extranjera permite que al pueblo libio liberarse de su tirano, y que los errores de la coalición no puede ser peor que los crímenes de este genocida. Sin embargo, la historia ya ha demostrado la falsedad de este razonamiento. Por ejemplo, muchos iraquíes opuestos a Saddam Hussein y que acogieron como salvadores a las tropas occidentales dicen que, ocho años y un millón de muertes más tarde, que la vida era mejor en el país en tiempos del déspota.

Sobre todo, esta opinión se basa en una serie de convicciones erróneas:

- Contrariamente a lo que afirma la propaganda occidental y a aquello que parece dar crédito a la proximidad cronológica y geográfica con Túnez y Egipto, el pueblo libio no se levantó contra el régimen de Gaddafi. Este todavía tiene legitimidad popular en Tripolitania y Fezzan, regiones en las que el coronel había distribuido armas a la población para resistir el avance de los insurgentes de Cirenaica y de las potencias extranjeras.

- Contrariamente a lo que afirma la propaganda occidental y a lo que parecen apoyar las declaraciones del furioso "Hermano Líder" mismo, Gadafi nunca ha bombardeado su propia población civil. Ha hecho uso de la fuerza militar contra el golpe de Estado sin tener en cuenta las consecuencias para la población civil. Esta distinción no tiene importancia para las víctimas, pero en derecho internacional separa los crímenes de guerra de los crímenes contra la humanidad.

- Por último, contrariamente a lo afirma la propaganda y el al romanticismo revolucionario de opereta de Bernard Henry Lévy, la revuelta de Cirenaica no tiene nada de espontánea. Fue preparada por la DGSE, el MI6 y la CIA. Para formar el Consejo Nacional de Transición, los franceses se basaron en la información y los contactos Massoud El-Mesmar, antiguo compañero y confidente de Gaddafi, que desertó en noviembre de 2010 y recibió asilo en París [5] . Para restaurar la monarquía, los británicos revivieron las relaciones del príncipe Muhammad al-Sanusi, pretendiente al trono del Reino Unido de Libia, en la actualidad en el exilio en Londres y han distribuido en todas partes la bandera roja-negra-verde con la media luna y la estrella [6]. Los estadounidenses han tomado el control económico y militar repatriando desde Washington libios en exilio para ocupar los ministerios claves y la sede del Consejo Nacional de Transición.

Por otra parte, este debate sobre la conveniencia de la intervención internacional es el árbol que oculta el bosque. Si damos un paso atrás, nos damos cuenta de que la estrategia de las grandes potencias occidentales ha cambiado. A pesar de que siguen usando y abusando la retórica de la prevención del genocidio y el deber de la intervención humanitaria de los hermanos mayores o incluso el apoyo fraterno a los pueblos que luchan por su libertad, siempre y cuando abran sus mercados, pero sus acciones son diferentes.

La "Doctrina Obama"

En su discurso en la National Defense University, el presidente Obama ha definido varios aspectos de su doctrina estratégica destacando aquello que la distinguía de las de sus predecesores, Bill Clinton y George W. Bush [7].

Primero dijo: "En sólo un mes, los EE.UU. han conseguido junto a sus socios internacionales, movilizar una amplia coalición para obtener un mandato internacional de protección a civiles, detener el avance de un ejército, evitar una masacre y establecer, con sus aliados y socios, una zona de exclusión aérea. Para poner en perspectiva la velocidad de nuestra reacción militar y diplomática, recordar que en la década de 1990, cuando la gente era intimidada en Bosnia, se tardó más de un año para que la comunidad internacional interviniera con medios aéreos para proteger a los civiles. Esta vez solo nos llevó sólo 31 días. "

Esta rapidez contrasta con el período de Bill Clinton. Ella explica de dos maneras. Por un lado los Estados Unidos en 2011 tienen un plan coherente -vamos a ver cuál-, mientras que en los años 90, dudaban entre disfrutar de la desaparición de la URSS para enriquecerse comercialmente o por construir un imperio sin rival. Por otro lado, la política de la "reinicialización" (reset) de la administración Obama, apuntando a sustituir la negociación de la confrontación, ha dado en parte sus frutos con Rusia. Aunque ésta sea una de los grandes perdedores económicos de la guerra de Libia, ha aceptado el principio -incluso si los nacionalistas Vladimir Putin [8] o Vladimir Chamov [9] tienen ardores de estómago-.

Luego, en el mismo discurso del 28 de marzo de 2011, Obama continuó: "Nuestra alianza más efectiva, la OTAN tomó el mando de la aplicación del embargo de armas y la zona de exclusión aérea. Anoche, la OTAN ha decidido asumir la responsabilidad adicional para la protección de los civiles libios. (...) Los EE.UU. jugarán (...) un papel de apoyo - especialmente en términos de inteligencia, de apoyo logístico, de la asistencia en la búsqueda y rescate, y de las interferencias en las comunicaciones del régimen. Debido a esta transición hacia una coalición más amplia, fundada sobre la OTAN, los riesgos y los costos de tales operaciones - para nuestras tropas y nuestros contribuyentes - se reducirán considerablemente. "

Después de haber puesto por delante de Francia y fingir estar arrastrando los pies, Washington admitió haber "coordinado" todas las operaciones militares desde el principio. Hizo esto para anunciar inmediatamente la transferencia de esta responsabilidad a la OTAN. En términos de comunicación interna, es evidente que el Nobel de la Paz, Barack Obama, no quiere dar la imagen de un presidente que dirige a su país a una tercera guerra en el mundo musulmán después de Afganistán e Irak. Sin embargo, esta cuestión de relaciones públicas no debe hacer olvidar lo fundamental: Washington ya no quiere ser el policía del mundo, pero tiene la intención de ejercer un leadership (el liderazgo) sobre las grandes potencias, intervenir en nombre de su interés colectivo y "mutualizar" los costos. En este contexto, la OTAN se convertirá en la estructura de coordinación militar por excelencia, en la que Rusia o incluso más tarde China deberán participar.

Por último, Obama acabó en la National Defense University: "Habrá ocasiones en que nuestra seguridad no será amenazada directamente, pero en las cuales nuestros intereses y nuestros valores lo serán. A veces la historia nos pone cara a cara con desafíos que amenazan nuestra humanidad y nuestra seguridad común - intervenir en el caso de los desastres naturales, por ejemplo, o prevenir un genocidio y preservar la paz; asegurar la seguridad regional y mantener el flujo del comercio. Estos tal vez no sean problemas americanos, pero también son importantes para nosotros. Estos son problemas que merecen resolverse. Y en estas circunstancias, sabemos que los Estados Unidos, en tanto que nación más poderosa del mundo, a menudo serán llamados a prestar asistencia. "

Barack Obama rompe con el encendido discurso de George W. Bush que pretendía extender por el mundo entero el American Way of Life por la fuerza de las bayonetas. Aunque admite que desplegar recursos militares para causas humanitarias u operaciones de mantenimiento de la paz, solo concibe la guerra para la "seguridad regional y mantener el flujo del comercio."

Esto merece una explicación detallada.

Cambio Estratégico

Por convención o por conveniencia, los historiadores llaman cada doctrina estratégica por el nombre del presidente que la lleva a cabo. En realidad, la doctrina estratégica se desarrolla ahora en el Pentágono y no en la Casa Blanca. El cambio fundamental no se ha producido con la entrada de Barack Obama al Despacho Oval (enero de 2009), sino con la de Robert Gates al Pentágono (diciembre de 2006). Los dos últimos años de la presidencia de Bush no salen pues de la "Doctrina Bush", sino que son el preludio de la doctrina Obama ". Y es porque él acaba de ganar que Robert Gates plantea retirarse con orgullo del trabajo acabado[10].

Para hacerme entender, yo distinguiría entre una "doctrina Rumsfeld" y una "doctrina Gates". En a primera, el objetivo es cambiar los regímenes políticos, uno por uno en todo el mundo, hasta que todos ellos sean compatibles con el de los Estados Unidos. Esto se llama "democracia de mercado" es en realidad un sistema oligárquico en el que los pseudo-ciudadanos están protegidos de acciones arbitrarias del estado y pueden elegir a sus líderes sin poder elegir sus políticas. Este objetivo llevó a la organización de las revoluciones de colores como la ocupación de Afganistán e Irak.

Sin embargo, dice Barack Obama en el mismo discurso: "Gracias a los extraordinarios sacrificios de nuestras tropas y la determinación de nuestros diplomáticos, tenemos muchas esperanzas en el futuro de Irak. Pero el cambio de régimen tomó ocho años, costó miles de vidas estadounidenses e iraquíes y cerca de un billón de dólares. No podemos permitir que eso vuelva a suceder en Libia. "

En resumen, este objetivo de una Pax Americana, que a la vez protegería y dominaría todos los pueblos de la tierra, es económicamente inviable. Del mismo modo, además, que el ideal de convertir la humanidad entera a la American Way of Life.

Otra visión imperial, más realista, se ha impuesto poco a poco en el Pentágono. Fue popularizada por Thomas PM Barnett en su libro The Pentagon’s New Map. War and Peace in the Twenty-First Century (El Nuevo Mapa del Pentágono. Guerra y Paz en el siglo XXI).

El mundo del futuro estaría dividido en dos. Por un lado, el centro estable, en torno a los Estados Unidos para los países desarrollados o al menos democráticos. El otro una periferia, abandonada a sí misma, experimentando el subdesarrollo y la violencia. El rol del Pentágono sería el de garantizar el acceso del mundo civilizado que necesita la riqueza natural de los suburbios que no saben usarla.

Esta visión presupone que los Estados Unidos están compitiendo cada vez más con otros países desarrollados, pero se convierte en su líder de seguridad. Parece posible con Rusia, desde que el presidente Dmitry Medvedev, abrió el camino para la cooperación con la OTAN durante el desfile para conmemorar el final de la Segunda Guerra Mundial, a continuación, en la cumbre de Lisboa. Esto puede ser más complicado con China, cuya nueva dirección parece más nacionalista que la anterior.

La división del mundo en dos zonas, estable y caótica, donde la segunda es la reserva de las riquezas naturales de la primera, obviamente, plantea la cuestión de límites. En la obra de Barnett (2004), los Balcanes, Asia Central, la mayor parte de África, los Andes y América Central son lanzadas a las tinieblas. Tres estados miembros del G-20 -de los cuales uno es también miembro de la OTAN-, están condenados al caos: Turquía, Arabia Saudita e Indonesia. Este mapa no es estático y las repescas siguen siendo posibles. Así, Arabia Saudita está ganando sus galones aplastando en la sangre la revuelta de Bahrein.

Puesto que ya no es una cuestión de ocupar los países, sino sólo de mantener las áreas de explotación y llevar a cabo redadas en caso necesario, el Pentágono debe extenderse a toda la periferia el proceso de fragmentación de "remodelación" que se inició en el "gran Medio Oriente" (Greater Middle-East). El fin de la guerra ya no es la explotación directa de un territorio, sino la desintegración de toda posibilidad de resistencia. El Pentágono se está centrando en el control de las rutas marítimas y las operaciones aéreas para subcontratar en mayor medida las operaciones de tierra a sus aliados. Este fenómeno es el que acaba de comenzar en África con la partición de Sudán y las guerras en Libia y Costa de Marfil.

Si, en términos de discurso democrático, el derrocamiento del régimen de Muammar Gaddafi, sería una meta gratificante, no es ni necesario ni deseable desde el punto de vista del Pentágono. En la "doctrina Gates", más vale mantener un Gaddafi histérico y humillado en una reducido tripolitano que una Gran Libia capaz de resistir un día de nuevo al imperialismo.

Por supuesto, esta nueva visión estratégica no será sin dolor. Habrá flujos de migrantes, que son cada vez más, huyendo del infierno de la periferia para entrar en el paraíso del centro. Y habrá esos incorregibles humanistas para pensar que el paraíso de unos no debe construirse sobre el infierno de otros.

Es este proyecto el que está en juego en Libia, y es en relación a él que cada uno tiene que determinarse.

Notas:

[1] «Washington para enfrentar la ira del pueblo tunecino», por Thierry Meyssan, Réseau Voltaire, 23 de enero de 2011.

[2] "Egipto en la costa de la sangre», por Thierry Meyssan, Réseau Voltaire, 31 de enero de 2011.

[3] El manual de EE.UU. para una revolución de color en Egipto ", Red Voltaire, 1 de marzo de 2011.

[4] "Mi álbum de familia por Muammar Gaddafi (imitación), Red Voltaire, 25 de marzo de 2011.

[5] "Francia desde noviembre de preparación para el derrocamiento de Gadafi" por Franco Bechis, Red Voltaire, 24 de marzo de 2011.

[6] "Cuando flotaba en las banderas de valores Libia del Rey Idris" por Manlio Dinucci, Red Voltaire, 1 de marzo de 2011.

[7] "Mensaje a la Nación a Libia," por Barack Obama, Red Voltaire, 28 de marzo de 2011.

[8] "Observaciones sobre la situación en Libia", de Vladimir V. Putin, Red Voltaire, 21 de marzo de 2011.

[9] "El embajador Chamov Medvedev acusó de traición a la patria en Libia", Red Voltaire, 26 de marzo de 2011.

[10], Robert Gates, en el comienzo ", Red Voltaire, 7 de abril de 2011.

Fuente: http://www.egaliteetreconciliation.fr/La-Libye-et-la-nouvelle-doctrine-strategique-US-6181.html

jueves, 14 de abril de 2011

El "Wall Street Journal" sorprende a propios y extraños
O los archirricos empiezan a pagar impuestos o deberemos enfrentar una revolución


The Wall Street Journal...14/03/2011

El pasado 29 de marzo, el Wall Street Journal –el Observatore romano del capitalismo mundial— sorprendió a propios y extraños con la amedrentante advertencia a los propios que a continuación se reproduce (Sin Permiso)


Sí, fiscalicen a los súper ricos. Y háganlo ahora. Antes de que el 99% restante desencadene un nueva Revolución Estadounidense, una implosión y la Gran Depresión 2.

Las revoluciones se construyen a lo largo del tiempo, una masa crítica, un punto de deflagración. Luego, se inflaman repentinamente, de manera impredecible. Al igual que en Egipto, que comenzó en la página de Facebook de un joven ejecutivo de Google. Y se hacen virales, rabiando incontrolablemente. No se pueden detener. Aquí en Estados Unidos, esa revolución está configurada alrededor de la ilusión de súper riqueza dominante.

Una protesta de trabajadores británicos se vuelve violenta

Un grupo disidente es acusado de romper vitrinas y de atacar los vehículos policiales mientras decenas de miles de personas marchan contra los recortes del gobierno.

Sabemos que a los súper ricos no les importa. No es con ellos. Ni con el público estadounidense. Ellos no ven. Ni oyen. Están atrapados en la burbuja de la Forbes-400, como en una cámara de sonido que los aísla. Ellos ven al público como trabajadores sin rostro, clientes, contribuyentes. Vemos como el Partido Republicano recobra el poder. Las políticas económicas de la era Reagan (la Reaganomía) está de vuelta. Los sindicatos huyen. Las masas ignorantes son fáciles de manipular.

Incluso Obama está trabajando en secreto con el Partido Republicano, y nunca tocaría a sus donantes súper ricos. Así de poderosa es esta ilusión de súper riqueza que está infectando a todos los estadounidenses.

He aquí cómo un conocedor describió esta ilusión de súper-riqueza: "El 1% superior lleva vidas privilegiadas, no les preocupa mucho. Sus familias hacen vacaciones en los mejores centros turísticos. Sus mayores preocupaciones son encontrar el mejor maestro de Pilates, el mejor masajista, los mejores cirujanos, las mejores escuelas privadas. Ellos no se preocupan por el subyacente deterioro de los Estados Unidos o del mundo, excepto en lo abstracto, porque no se ven directamente afectados por él. Eso no quiere decir que no se conmuevan, que no sean conscientes o que no hablen de los problemas que se suscitan. Pero lo que principalmente les preocupa es proteger y mejorar sus posiciones económicas y sociales, garantizando el buen vivir de sus familias. Y nada de lo que escribas cambiará esto".

Advertencia: en 2011 esa actitud es delirante, mortal y, sin embargo, omnipresente en los Estados Unidos.

Los súper ricos quieren revivir la era del "Gran Gatsby", y no van a aprender hasta que sea demasiado tarde

Nuestro 1% superior cree honestamente que es inmune, que está protegido de las consecuencias no intencionadas de apabullar a los estadounidenses por tres décadas con la cantaleta del libre mercado y el chorreo de las doctrinas Reagan que los hicieron súper ricos.

Están convencidos de que las mismas doctrinas los protegerán de la inevitable depresión que se nos viene. ¿Por qué? Debido a que tienen megadólares guardados. Sus 'provisiones' para el largo plazo. Viven en recintos cerrados, custodiados por mercenarios.

Ellos creen que van a seguir viviendo muy bien en una depresión. Pero Ud. no. Tampoco su jubilación. Tampoco el resto de EEUU. Y aún así, a los súper ricos no les importa, "excepto en lo abstracto, porque no se ven directamente afectados".

Advertencia: El espejismo de los súper-ricos nos ha empujado al borde de un gran precipicio: ¿Se acuerda Ud. de los locos años veinte? ¿Del Crash de 1929? ¿De la Gran Depresión? Apenas unos días antes del crash un destacado economista, Irving Fisher, pronosticó que las acciones habían "alcanzado lo que parece ser una meseta permanentemente".

Sí, estaba atrapado en el "Síndrome del Gran Gatsby", una versión anterior de la ilusión de los super-ricos de hoy. Era tan enceguecedor en 1929 que el propio Presidente, Wall Street y todos los estadounidenses estaban absorbidos en él... hasta que la masa crítica alcanzó el misterioso punto de deflagración, provocando la caída de la bolsa.

Sí, estamos reviviendo ese pasado -nunca aprenderemos, no oímos. Y curiosamente no es sólo el Partido Republicano que abarca demasiado, o el indeciso Obama, o los banqueros de Wall Street, demasiado avaros para quebrar, o los arrogantes multimillonarios de la Cámara de Comercio y la Forbes 400. Toda la psiquis política, económica y financiera estadounidense está infectada, como si nuestro ADN hubiera sido reconfigurado.

El Cerebro Colectivo estadounidense está atrapado en esta ilusión de súper-ricos, repitiendo el período previo al crash del 29.

Como tampoco nadie predijo las revoluciones en el mundo árabe

Advertencia: Mubarak, Gadafi, Ali, Assad, incluso los sauditas, también vivían en el espejismo de los súper-ricos. Y lo venían haciendo desde hacía mucho tiempo. Pero ya vemos que eran vulnerables. Estaban maduros, como para una revolución. Ellos, también creían sinceramente que estaban protegidos por Dios, elegidos para la gran riqueza terrenal, disfrutando de sus grandes ejércitos.

Entonces, de repente, de la nada, una nueva generación "educada, desempleada y frustrada" se volvió en su contra, se rebeló, reclamando su parte de los beneficios económicos, las oportunidades, y provocando las revoluciones, en busca de retribución.

¿Y aún no cree Ud. que se viene una depresión aquí en los Estados Unidos? ¿El tercer crash del mercado del siglo XXI? ¿No piensa que una nueva revolución económica esté a punto de estallarnos en la cara? No, no cree, no puede creer... usted, yo, todos estamos infectados por el espejismo de súper-ricos, al igual que los estadounidenses lo estaban en los Locos Años Veinte.

Mire las estadísticas: la última vez que la brecha de riqueza entre los súper ricos y el 99% restante era así de grande fue justo antes de la crisis de 1929 y la Gran Depresión.

¿No se acuerda? ¿O no quiere acordarse? Los Estados Unidos están atrapados en la "negación terminal", listos para la caída. Muchos aún viven en la falsa esperanza de esta ilusión de súper-ricos. ¿No cree usted que el gobierno exagera las estadísticas sobre la recuperación? ¿Se cree la alusión de Wall Street sobre un nuevo mercado a la alza en el futuro inmediato? ¿Cree los engañosos anuncios de Exxon-Mobile sobre las reservas energéticas? ¿Cree a Bill Gross cuando le dice que debemos vender nuestros Bonos del Tesoro para comprar sus Bonos de Países Emergentes? Siga soñando.

Comience a prepararse para la tercera crisis del siglo XXI y la depresión


Negación y mentiras. Recuerde, el 93% de lo que oímos acerca de los mercados, las finanzas y la economía son conjeturas, ilusiones y puras mentiras con la intención de manipularnos a tomar decisiones que nos fuercen a sacar nuestro dinero de nuestros bolsillos para ponerlo en Wall Street. Porque ellos se enriquecen diciendo mentiras sobre las acciones. Odian toda norma fiduciaria de la SEC que los obliga a decir la verdad.

Pero el hecho es que, sobre una base ajustada por inflación, Wall Street perdió 20% del dinero de los fondos de pensiones en la década de 2000 a 2010, ¡más de 10 billones de dólares! En Exuberancia Irracional, Robert Shiller nos advierte de una tercera caída de los mercados. Mejor empezamos a prepararnos ahora.

Antes de empezar a apostarle más a los casinos arreglados de Wall Street, piense cuidadosamente acerca de estas seis mega toxinas que conllevan a la ilusión de súper-riqueza de los estadounidenses, una pandemia que altera la mente e infecta el liderazgo de nuestro país en Washington, en las corporaciones y en Wall Street... pero que también "chorrea", infectando a muchos estadounidenses. Escuche:

1. Advertencia: los súper ricos quieren recortes de impuestos, creando desempleo para los jóvenes


Bloomberg advierte: "Los chicos no están bien" (The Kids Aren'the Alright, en alusión a una canción del grupo británico The Who. NdT). A nivel mundial, el desempleo juvenil está impulsando la revolución. En una columna del New York Times, Matthew Klein, un investigador de 24 años del Consejo de Asuntos Extranjeros establece un paralelo entre la tasa de desempleo del 25% entre los jóvenes revolucionarios de Egipto y el 21% de los jóvenes trabajadores de EEUU: "Los jóvenes serán los más afectados por los reajustes presupuestales de los gobiernos. Aumentarán los impuestos sobre los trabajadores y recortarán el gasto en educación, mientras que los subsidios hipotecarios y los beneficios para las personas de edad seguirán siendo intocables, como lo son los recortes fiscales para los ricos. Más oportunidades perdidas. ¿Cuánto tiempo falta hasta que el resto de los países ricos estallen como Egipto?

2. Advertencia: mientras que los ricos se hacen más ricos con los precios de los productos básicos, los pobres se ponen más furiosos

El comentarista de USA Today John Waggoner advierte: "el aumento de los precios de los alimentos manda a millones a la pobreza y el hambre: el maíz subió 52% en 12 meses. El azúcar, 60%. La soja 41%. El trigo, 24%. Para 44 millones de personas, el "aumento de los precios de los alimentos significa un descenso a la pobreza extrema y el hambre", advierte el Banco Mundial. Las causas son múltiples: los especuladores, el precio del petróleo, las políticas comerciales, la explosión demográfica. Pero en su conjunto, exponen "las desigualdades subyacentes y las cuestiones relacionadas con el nivel de vida, que hierven bajo la superficie", dice un gerente de PIMCO.

3. Advertencia: los pobres del mundo son una bomba de tiempo dirigida a los súper ricos


Un informe especial de la revista TIME, "Pobres vs. Ricos: un nuevo conflicto mundial", advierte que " se está desarrollando un conflicto entre dos mundos - uno rico y uno pobre -, y el campo de batalla es el propio mundo". 25 países desarrollados con tan sólo 750 millones de habitantes consumen la mayor parte de los recursos del mundo, producen la mayor parte de sus bienes manufacturados y disfrutan de los más altos niveles de vida de la historia. "Pero ahora están frente a 100 países subdesarrollados y pobres con 2 mil millones de personas, cientos de millones de las cuales viven en la pobreza y exigen una mayor participación en esa riqueza". Piense en Egipto. Un líder británico llama a esto una "bomba de tiempo para la raza humana".

4. Advertencia: la siguiente revolución será en el "Tercer Mundo Estadounidense"

Estamos maduros para una revolución: En Tercer Mundo Estadounidense, Arianna Huffington advierte: "Washington se apresuró al rescatar a Wall Street, pero se olvidó del estadounidense de a pie... Uno de cada cinco estadounidenses está desempleado o subempleado. Una de cada nueve familias no puede hacer el pago mínimo de sus tarjetas de crédito. Una de cada ocho hipotecas está atrasada o en ejecución. Uno de cada ocho estadounidenses sobrevive con cupones de alimentos". La movilidad social siempre ha sido parte del sueño estadounidense... esa promesa se ha quebrado... El sueño estadounidense se está convirtiendo en una pesadilla. Pronto va a implosionar: fusión, revolución, depresión.

5. Advertencia: hay que rehabilitar a los súper ricos de su adicción a la codicia

En Almuerzo Gratis: Cómo los estadounidenses más ricos se enriquecen a expensas del gobierno (y nos clavan la factura), David Cay Johnston, advierte que los ricos son como los adictos, y para los adictos, "el dinero es como la cocaína, demasiado nunca es suficiente". Hace pocos años, una elite de 300.000 estadounidenses en "la décima parte del 1% de los ingresos tenían tanto ingreso como los 150 millones estadounidenses que constituyen la mitad más baja de nuestra población, económicamente hablando". La ilusión de súper ricos es una adicción que requiere una dolorosa desintoxicación.

6. Advertencia: si los políticos siguen infectados por la ilusión de la súper-riqueza, lo que viene es la revolución

En Pacto Suicida de Washington, Ezra Klein (Newsweek) advierte: "El Congreso se desliza hacia el peor de los mundos: Pérdida masiva de empleos y un déficit explosivo" ¿Qué tan grave es la situación? Se han perdido 700.000 puestos de trabajo más, dice el economista jefe de Moody's, Mark Zandi. ¿Se acuerda Ud. cuando el vicepresidente Dick Cheney dijo que "los déficits no importan"? Hoy, el Partido Republicano está tan enceguecido por su obsesión de destruir la presidencia de Obama, que dicen que los déficits son lo único que importa.

¡Despierten, amigos! El espejismo de los súper-ricos está destruyendo el sueño estadounidense para el resto de nosotros. Y a los súper ricos usted no les importa. Ya están acaparando en preparación para la bomba de tiempo económica que se avecina. Después no digan que no les advirtieron. Es tiempo para empezar a planificar para la revolución que se avecina, y para otra Gran Depresión.

Paul B. Farrell es autor de 9 libros sobre finanzas, teoría económica y psicología. Entre otros cargos, fue vicepresidente de Financial News Network y de Mercury Entertainment Corp.

Traducción para www.sinpermiso.info: Antonio Zighelboim

http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4082