sábado, 16 de julio de 2011


El kabuki del techo de la deuda
Vuelven a dejar a Wall Street en la estacada


CounterPunch...16/07/2011

Barack Obama salió en tromba el miércoles de una reunión con dirigentes republicanos cuando se rompieron las negociaciones sobre un aumento del techo de la deuda de 14.300 billones [millones de millones] de dólares. Según un informe, el normalmente imperturbable Obama se desahogó con el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes Eric Cantor (Republicano de Virginia) y lo regañó frente a sus colegas.

Joe Klein escribe en un artículo de Time: “Hizo echar chispas a Eric Cantor como nadie lo había hecho”, contó un demócrata que describió que Obama dijo al líder republicano que pondría su veto a cualquier ley a corto plazo que Cantor le enviara.”

Y el presidente gritó a Cantor: “No trate de ver si estoy hablando en serio”.

De nuevo Klein: “El presidente de EE.UU. se abalanzó sobre el representante Eric Cantor en el jaleo por el techo del déficit del miércoles. Es tan refrescante desde tantos puntos de vista. Cantor ha estado utilizando esta crisis para debilitar a su dirigente John Boehner, jugando la carta recalcitrante del Tea Party/Grover Norquist. El muchacho necesitaba terriblemente que alguien se le enfrentara y al parecer Barack Obama, justamente él, lo hizo y le dijo claramente, que vetaría cualquier arreglo del déficit a corto plazo o, por cierto, cualquier plan que no incluyera aumentos de los ingresos.” ("Cantor to the Woodshed", Joe Klein, Time)

Por lo tanto, ¿de qué estamos hablando?

En realidad solo es un poco más de teatro político. ¿Quieren que nos entusiasmemos por el hecho de que Obama finalmente haya encontrado esa chispa de pasión que los liberales esperan desde hace más de 3 años? Ciertamente, nunca se trastornó cuando arrebataron a los trabajadores sus derechos a la negociación colectiva en Minnesota, o cuando el congreso dirigido por el partido republicano impidió que cerrara el gulag de la tortura de EE.UU. en Guantánamo, o cuando inocentes mujeres y niños perecieron en uno de los tantos ataques con bombas errantes de drones estadounidenses en Afganistán o en el norte de Pakistán. ¿Y ahora está furioso porque los republicanos no le permiten que aumente el límite de la deuda y que imponga sus salvajes recortes de 4 billones de dólares en los servicios públicos y asignaciones?

¡Déjenme en paz!

Vean, el objetivo de Obama es el mismo que el de los republicanos: recortar los gastos públicos tanto como sea posible para poder desviar más capital a las guerras y a Wall Street. Punto y sanseacabó. La única diferencia es que Obama quiere que parezca que los recortes fueran el resultado de duras negociaciones con los halcones republicanos del déficit y no solo parte de su propia agenda favorable a las corporaciones. De esa manera los republicanos pueden sufrir el golpe en las tasas públicas de aprobación mientras el "presidente teflon" vuela hacia la victoria en 2012. Todo es política.

Un poco más de antecedentes del Congreso:

“A pesar de la tensión, parece que Obama y los republicanos encontraron un común denominador de cerca de 1,7 billones de dólares en recortes durante 10 años, recortes que se señalaron en conversaciones dirigidas por el vicepresidente Biden.

“Y estamos dispuestos a ir más lejos”, dijo el funcionario demócrata. “Es una señal bastante clara de hasta dónde ha ido el presidente en cuanto a su disposición a apartarse de su posición maximalista”….

“Tuvimos una discusión bastante empalagosa sobre los datos concretos con los cuales la Casa Blanca estaba dispuesta a estar de acuerdo, o por lo menos en lo que ellos pensaban que eran opciones viables”, dijo Hoyer en una entrevista poco después de la reunión en la Casa Blanca”. ("Obama warns Cantor: 'Don't call my bluff' in debt-ceiling talks", The Hill)

¿Ven? Obama ya se rindió y quiere entregar más todavía, ¿verdad? Por eso está furioso, porque los republicanos no están dispuestos a cooperar y suministrarle la cobertura que necesita para seguir aprovechándose una vez más de los trabajadores.

A propósito, hay que tomar nota de que los recortes de impuestos de Bush –que Obama aprobó y que agregarán 3,3 billones de dólares a los déficits en los próximos 10 años– no han formado parte de las actuales negociaciones. Tampoco el presupuesto militar. Todo tiene que ver con recortes de programas sociales populares y de los gastos públicos.

Así es, Obama se irrita cuando no puede cumplir con su tarea como le gustaría; cuando los puntillosos miembros del Tea Party no comprenden la forma en que realmente funciona el sistema de bienestar corporativo de Washington. Luego tiene que lanzar bufidos y patalear como un petulante niño de 5 años. Pero no es más que fingimiento vacío; en realidad no significa nada. El artículo de Klein sólo es puras tonterías.

Sin embargo esas negociaciones sobre el techo de la deuda tienen un lado serio, pero generalmente no lo consideran los medios. Si el techo no se aumenta antes del 2 de agosto, EE.UU. podría caer en default técnico. Ahora bien, es seguro que el establishment político removerá cielo y tierra para asegurar que eso no suceda, pero a pesar de todo, el contingente del Tea Party –inflexiblemente opuesto a aumentar el límite sin importantes concesiones– podría fastidiarlo todo y descarrilar los esfuerzos por encontrar una solución.

Y si no hay un acuerdo presupuestario antes del 2 de agosto lo que podemos esperar es lo siguiente:

“Los gastos federales tendrían que reducirse inmediatamente en unos 100.000 millones de dólares mensuales. A finales de 2011 los gastos federales serían aproximadamente 500.000 millones menos para el año de lo que hubieran sido de otra manera… los recortes de gastos de ese tamaño reducirían el PIB de EE.UU. de 2011 en múltiples puntos porcentuales. Las tasas de crecimiento para el tercer y cuarto trimestre serían probablemente algo entre -5% y -10%. Hay que recordar que durante la recesión de 2008 y 2009, el PIB solo cayó en total cerca de 4%. La tasa de desempleo probablemente aumentaría en varios puntos porcentuales de su actual nivel de 9,2% a tal vez 15% o más de la población de EE.UU. Hay que recordar que en su peor situación, la tasa de desempleo durante la Gran Recesión solo llegó a un 10%... Los gastos federales tendrían que reducirse inmediatamente en cerca de 100.000 millones de dólares mensuales. A finales de 2011 los gastos federales serían casi 500.000 millones de dólares menos en el año de lo que hubiera sido de otra manera.

Por lo tanto cuando se lee a alguien que escribe despreocupadamente que el gobierno federal no caerá en default por falta de un acuerdo sobre el techo de la deuda, y en en vez de eso simplemente tendrá que reducir los gastos excesivos, hay que recordar que realmente están propugnando una nueva Gran Depresión causada deliberadamente. Y no solo para economistas como yo.”

("Great Depressions", Streetlight Blog)

Por mal que suene, un default de EE.UU. sería mucho peor que los terribles pronósticos de Streetlight. ¿Por qué? Porque el llamado sistema bancario fantasma está apuntalado por bonos del Tesoro de EE.UU. que componen el fundamento de la operación de financiamiento bancario que sufrirá repentinos y significativos recortes si bajan los bonos del Tesoro. Y tampoco estamos hablando de nimiedades. Hay 4 billones de dólares en colateral de Triple A que se rebajarían si no se eleva rápidamente el techo de la deuda. Lo que sigue es un resumen de The Economist:

“Un default técnico de EE.UU. convulsionaría los mercados. Nada más es seguro… Si no se llega a un acuerdo antes del 2 de agosto el Tesoro dice que se verá obligado a hacer default

Los bancos del interior no tendrían que clasificar sus considerables tenencias de títulos del Tesoro como no rentables si pensaran que eldefault es de poca duración. Pero sufrirían en todo caso. Actualmente los bonos del Tesoro representan aproximadamente un 30% del colateral que instituciones financieras como los bancos de inversiones utilizan para pedir prestado en el mercado de recompra (“repo”) de 4 billones de dólares. Representan otros 4-5% del billón de dólares en colateral utilizado en el mercado de derivados. Un defaultpodría provocar demandas de prestamistas como fondos del mercado monetario de un colateral superior o diferente.

Matthew Zames de JPMorgan Chase, quien escribió por cuenta de la industria bursátil en abril, advirtió que esto podría “llevar a desapalancamiento y a una fuerte caída de los préstamos”. Los propios fondos del mercado monetario tienen otros 338.000 millones de dólares en bonos del Tesoro. En caso de un default, por lo menos uno probablemente no podría devolver el capital a los inversionistas, con la amenaza de una “corrida más amplia sobre los fondos monetarios”, dijo el señor Zames…” ("The Mother of all Tail Risks", The Economist)

Hay que tener en cuenta que la crisis financiera comenzó en el mercado repo en agosto de 2007 cuando el banco francés Paribas PNB decidió que ya no podía valorar los activos respaldados por hipotecas (MBS) que poseía. Por lo tanto detuvo las redenciones. Es lo que inició la catástrofe financiera que llegó al máximo cuando Lehman Brothers quebró un año después, en septiembre de 2008. En otras palabras, hubo una corrida en el sistema bancario fantasma de 10 billones de dólares porque el colateral que tenían los bancos perdía rápidamente su valor. Eso agotó el capital de los bancos y produjo la caída libre del sistema financiero.

No estamos diciendo que eso SUCEDERÁ, sino solo que PODRÍA suceder. De eso se trata el lío del techo de la deuda. Y por eso Obama intenta todo lo que puede para resolver el problema antes del plazo, porque, una vez más, Wall Street está en la estacada y necesita que Washington le rescate.

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Mike Whitney vive en el Estado de Washington. Para contactos: fergiewhitney@msn.com

Fuente: http://www.counterpunch.org/whitney07152011.html

viernes, 15 de julio de 2011

El suicidio de soldados y la política de condolencias del presidente


Democracy Now!...15/07/2011

El Presidente Barak Obama anunció recientemente que será revertida la política de larga data por la que se negaban cartas de condolencia del presidente a las familias de soldados que se hubieran suicidado. Los familiares de soldados muertos en combate reciben cartas del presidente. Sin embargo, el silencio oficial ha significado durante mucho tiempo el estigma de los que se quitan la vida. Esta medida significa un cambio de postura que se esperaba desde hacía mucho tiempo respecto al reconocimiento de la epidemia de suicidios de soldados y veteranos de guerra en este país, así como de la cantidad de heridas ocultas que deja la guerra.

La negación de cartas de condolencia en los casos de suicidio cobró relevancia a nivel nacional cuando Gregg y Jannett Keesling hablaron acerca del suicidio de su hijo Chancellor Keesling. Chance Keesling se integró al ejército en el año 2003. Luego de prestar servicio activamente en Irak, fue transferido a las Fuerzas de Reserva del Ejército y llamado nuevamente para prestar servicio en Irak en el año 2009. Los años de guerra habían dejado sus huellas en el joven de veinticinco años de edad. Como me dijo su padre, Gregg: “Fue entrenado para la reconstrucción de Irak. Era un ingeniero de combate entrenado. Operaba equipos grandes y amaba dirigir esos grandes equipos. Sin embargo, al final, fue entrenado nuevamente como artillero táctico para sentarse sobre un todoterreno militar, un Humvee. Y todo esto, porque en realidad allá no se estaba haciendo mucha reconstrucción.”

Cuando Chance Keesling regresó a su hogar, intentó acceder a un tratamiento psiquiátrico a través del Departamento de Asuntos de los Veteranos de Guerra. Su matrimonio había fracasado y sabía que necesitaba sanar. Rechazó la oferta del Ejército de recibir un pago extra de veintisiete mil dólares para servir nuevamente en Irak. Finalmente, fue de todos modos enviado a Irak. Dos meses después de ser desplegado nuevamente, Chance llevó su revólver a una letrina y se disparó. En el informe que emitió, el Pentágono consideró su muerte como “un incidente no vinculado al combate”. Cinco meses después de su muerte y sumando a la herida el agravio, el Departamento de Asuntos de los Veteranos envió una carta a Chance, la cual fue recibida por sus padres, solicitándole completar su “Reajuste post despliegue.”

Kevin y Joyce Lucey entienden bien de qué se trata todo esto. Su hijo Jeffrey formó parte de la invasión a Irak en el año 2003. Luego de regresar a su hogar en Massachusetts, presentó síntomas de trastorno de estrés postraumático. A él y a su familia les fue casi imposible acceder a los servicios que necesitaban recibir a través del Departamento de Asuntos de los Veteranos. Jeffrey decidió automedicarse: se volcó al alcohol. Se vestía con ropas de camuflaje y caminaba por el barrio con su arma en la mano. Destruyó el automóvil de la familia. Una noche, tras cumplir veintitrés años, Jeffrey se acurrucó en el regazo de su padre, afligido. Kevin, su padre, recordó lo sucedido: “Esa noche me pidió si podía sentarse en mi regazo. Lo acuné durante tres cuartos de hora y luego se fue a su cuarto. Al día siguiente, el 22 de junio, lo tuve nuevamente en mi regazo mientras cortaba la soga que lo sujetaba a una viga.” Jeffrey Lucey se colgó en el sótano de la casa familiar. Sobre su cama yacían las chapas de identificación que había quitado a los soldados iraquíes a los que dijo haber matado.

Dado que Jeffrey era técnicamente un veterano y no estaba en servicio, su suicidio es uno más entre los miles que se sospecha que ocurren. Con frustración, Kevin Lucey resumió: “La cifra formal de suicidios que escuchamos nos parece tremendamente baja con respecto a la real. Debido a que, como decías, el suicidio de Jeff se encuentra entre los que no figuran en los cálculos, entre los que no son conocidos, los que no son reconocidos; es que en este momento ponemos el tema sobre la mesa ante la opinión pública, ya que sentimos, al igual que la familia Keesling, que es una situación que necesita ser discutida. Aunque hayan pasado los años, nuestro hijo murió en 2004, pero casi todos los años se anuncia la creación de una comisión presidencial de investigación. ¿Qué tan seguido es necesario investigar una epidemia de suicidios?”

No existe un sistema para llevar registro de los suicidios de los veteranos. Algunos estudios epidemiológicos llevados a cabo por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, así como otros estudios, sugieren que la tasa de suicidios en veteranos de guerra es siete u ocho veces mayor que en la población en general. Un informe del año 2005 y restringido a dieciséis estados estableció que los suicidios de veteranos de guerra representaban el veinte por ciento del total, un hallazgo extraordinario, considerando que los veteranos representan menos del uno por ciento de la población. Actualmente se cree que el trastorno de estrés postraumático afecta al treinta por ciento de los casi dos millones de soldados en actividad y veteranos de las guerras de Irak y Afganistán. La tasa de desempleo de veteranos de guerra de sexo masculino supera actualmente el veintidós por ciento.

Pensemos en una base: Fort Hood, Texas. El Mayor Nidal Hasan se enfrenta a la pena de muerte por presuntamente haber asesinado a trece personas en noviembre del año 2009 en el marco de un horrendo ataque sumamente difundido por los medios masivos de comunicación. Mucho menos conocida es la epidemia de suicidios que hay en esa base. Veintidós personas se quitaron la vida en ese lugar, tomando en cuenta sólo el año 2010.

Ni la familia Lucey, ni la familia Keesling recibirán una carta de condolencia del presidente a pesar del cambio respecto a esa política. La familia Keesling no la recibirá porque la medida no es retroactiva. La familia Lucey no la recibiría aunque lo fuera, ya que sólo se aplica a los suicidios cometidos por soldados en actividad desplegados en zonas de combate activo.

Quienes padecen trastorno de estrés postraumático pueden abandonar el campo de batalla. Lamentablemente, el campo de batalla nunca los abandona a ellos. Algunos ven en el suicidio su única salida. Ellos también son bajas de guerra.

traducido por Fernanda Gerpe y Democracy Now! en español

Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.

Fuente: http://www.democracynow.org/es/blog/2011/7/14/el_suicidio_de_soldados_y_la_poltica_de_condolencias_del_presidente

jueves, 14 de julio de 2011

Human Rights Watch condenó las torturas de W.


Página 12...14/07/2011

El informe señala que durante la administración de George W. Bush se aplicó la técnica del submarino y se torturó en cárceles secretas de la CIA en países como Rumania, Polonia, Lituania, Tailandia y Afganistán


Human Rights Watch difundió ayer un informe que habla de contundente evidencia de torturas por parte del gobierno de George W. Bush. El documento de la organización no gubernamental con sede en Nueva York, titulado “Tortura impune: el gobierno de Bush y el maltrato a los detenidos”, exige una investigación penal al ex presidente de Estados Unidos (1999-2008) y funcionarios de su gobierno como el vicepresidente Dick Cheney, el ex jefe del Pentágono Donald Rumsfeld y el ex director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) George Tenet. La tortura y los malos tratos a los detenidos alrededor del mundo son las principales causas por las que se los acusan.

De acuerdo con el documento de 107 páginas, el actual presidente Barack Obama incumplió las normas de la Convención de Ginebra contra la tortura a la que Estados Unidos suscribe y que le otorga status constitucional. Entre estas prácticas ilegales llevadas a cabo por la administración anterior se cuentan el submarino (un método interrogatorio de asfixia por inmersión), la utilización de prisiones secretas de la CIA y el traslado de detenidos a países en donde eran torturados. En diálogo con Página/12, el consejero político para Human Rights Watch en Bruselas, Reed Brody, explicó esos procedimientos ilegales. “Son casos a través de varios continentes. Estamos hablando de prácticas en prisiones secretas de la CIA, que han existido en Rumania, Polonia, Lituania, Tailandia y Afganistán. Pero también hablamos de ciertas prácticas utilizadas en Irak y Guantánamo y de los detenidos enviados por Estados Unidos a países como Egipto y Siria”, dijo el asesor norteamericano de Human Rights Watch.

Según Brody, esos dos países fueron una suerte de enclaves para esas prácticas ilegales conducidas por la administración Bush. “Allí los detenidos fueron torturados de manera sistemática, como parte de un programa en donde ellos no eran devueltos a los países por extradición, sino que fueron enviados para ser interrogados en custodia de naciones que cometen torturas.”

Según el consultor, aún resta conocer el grado de responsabilidad que tuvieron los países que funcionaron como prisiones satélite ilegales del gobierno de George W. Bush. “Evidentemente, un país podría haber albergado una prisión en donde algunas personas fueron torturadas. En todos los países, por lo menos europeos, ha habido investigaciones, pero no para ver qué grado exacto de complicidad existía. Todavía no sabemos quién autorizó en Polonia que traigan prisioneros”, dijo Brody.

El director ejecutivo del observatorio, Kenneth Roth, dijo que si Estados Unidos no promueve una investigación penal seria contra los responsables de los crímenes, otras naciones deberían ser las encargadas de llevarlos a juicio. En febrero de este año, Bush debió cancelar un viaje a Suiza cuando un grupo de víctimas de torturas intentó elevar una demanda penal contra él. En sintonía con el pedido del director de Human Rights Watch, una investigación por tortura que implica a funcionarios norteamericanos se encuentra en marcha en España.

En agosto de 2009, el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, designó al fiscal federal adjunto, John Durham, para que investigara el abuso de detenidos, pero limitó la indagación a los actos no autorizados. Como resultado, la investigación podría no examinar los actos de tortura como el submarino, y denominados por Estados Unidos como interrogatorios intensivos. Este y otros malos tratos autorizados por abogados del gobierno de Bush son contrarios al derecho interno e internacional.

Sin embargo, el pasado 30 de junio, Holder aceptó la recomendación de Durham de llevar a cabo investigaciones exhaustivas sobre dos muertes bajo custodia de la CIA ocurridas en Irak y Afganistán.

El informe dice que sobre Dick Cheney recae la responsabilidad por las políticas de detención e interrogatorios. También habría presidido una reunión con la CIA para autorizar el submarino sobre el preso Abu Zubaydah en 2002. Rumsfeld aprobó el empleo de métodos ilegales durante los interrogatorios y siguió de cerca el caso de Mohamed al Qahtani, sometido a un régimen de seis semanas de interrogatorios coercitivos en Guantánamo.

Hasta ahora, el presidente Obama incumplió la promesa que hizo al asumir, en 2008, de cerrar el campo de concentración que Estados Unidos tiene en la isla de Cuba y donde se vienen realizando muchas de las prácticas ilegales que Human Rights Watch denuncia desde el inicio de la guerra contra el terrorismo en 2001. Para Brody, Guantánamo todavía existe más por incapacidad que por voluntad política. “Obama tiene una cantidad de capital limitado para gastar en temas como terrorismo. No cerró Guantánamo como prometió, y para perseguir a su predecesor el presidente requiere de una gran cantidad de capital político”, dijo el analista.

Consultado acerca del tipo de reacción que provocará el informe a nivel doméstico, Brody no depositó muchas esperanzas en la opinión pública norteamericana. “Para ser honestos, esta información ha captado mayor atención fuera de los Estados Unidos. La gente que no vive en Norteamérica está más molesta con este tipo de políticas y posee un mejor entendimiento acerca de cómo las políticas de lucha contra el terrorismo repercuten en el resto del mundo. Es más fácil ver desde afuera de Estados Unidos cuán abominables pueden resultar ciertos poderes”, señaló el consultor.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-172163-2011-07-13.html

miércoles, 13 de julio de 2011

Tres meses de Guerra "humanitaria"

13/07/2011


La crisis libia se ha convertido en el tema central en la asamblea de la Unión Africana que tiene lugar en Guinea Ecuatorial. El presidente de la comisión del organismo ha expresado su preocupación por la amenaza de una guerra civil en el país norafricano. Mientras tanto, cada vez más voces afirman que las acciones de la OTAN en Libia solo agravan el conflicto.
La campaña militar aérea en Libia lleva más de tres meses sin obtener éxitos evidentes.
Varios expertos advierten que cuanto más tiempo dure la operación, mayores problemas tendrá la OTAN y sus aliados políticos.
El director del Centro Europeo de Inteligencia Estratégica y Seguridad, Claude Moniquet, opina que la única salida para la OTAN es irse cuando se vaya el coronel Gaddafi. Al respecto, afirma Moniquet, si resulta asesinado o abandona el poder por su voluntad, esta podría ser la oportunidad para que las OTAN saliera del país. En caso contrario la Alianza tendría que salir sin conseguir nada, lo que sería un desastre político para la organización y especialmente para Londres y París.
Por su parte, el gobierno libio acusa a la OTAN de provocar la muerte de centenares de civiles desde el inicio de la intervención.
Las imágenes de las víctimas de los bombardeos atrajeron la atención de las principales cadenas de noticias estadounidenses y europeas. Pero no queda bien claro por qué se tardó tanto tiempo en denunciar.
El ex vicepresidente del Parlamento de Bélgica, Lode Vanoost, explica que el periodismo crítico desapareció y el gran problema de los medios de información es que apoyan a aquel que está en el poder.
El bloque atlántico no admitió por primera vez haber causado muertes entre la población civil hasta fechas recientes, lo que ha evidenciado aún más la división interna de los aliados.
España exigió a la OTAN que no se vuelvan a provocar bajas civiles.
Italia incluso abogó por el cese inmediato de los bombardeos y el envío de ayuda humanitaria a Libia, pero recibió una rotunda negativa de la Alianza.
La operación militar comenzó por mandato de la Organización de las Naciones Unidas para proteger y ayudar a la población civil.Pero muchos sospechan que su principal objetivo es aniquilar a Muammar Gaddafi.
Según algunos políticos, esta decisión debería ser tomada por el pueblo libio.
Gerard Batten, miembro del Parlamento Europeo del Partido de la Independencia del Reino Unido, califica al coronel Gaddafi como un vicioso dictador y asesino, y afirma que Libia estará mejor sin él. Sin embargo Batten hace una pregunta bien lógica: ¿es tarea de los europeos ir allá y bombardearlo? "Si los libios quieren la revolución y quitárselo de encima, pues que tengan suerte", dice Batten.
Con el despertar de los medios de comunicación, la campaña militar en Libia parece haberse convertido en una guerra de propaganda ante la opinión pública.
Pero la pregunta es si logrará detener los ataques aéreos y las muertes de civiles, a los que supuestamente se pretendía proteger.