| ESTE ESCRIBIDOR CONSIDERA que aun cuando en el ejercicio de la libertad de expresión se puede decir todo, corriendo con los riesgos de violar la ley, resulta absurdo desde todo punto de vista que alguien se exprese como le dé la gana, que diga cuanto se le antoje contra el Gobierno y las autoridades, y luego grite que no tiene libertad para hacerlo. 000000000000000 ÉSE ES EL CASO de quienes hacen periodismo de oposición en Venezuela. Dicen lo que quieren, las peores barbaridades. Insultan a los funcionarios del Gobierno, los acusan sin base alguna de corruptos, inventan las mentiras más grotescas, se ensañan contra el Presidente de la República, contra su familia, contra sus amigos; conspiran abiertamente, plantean la necesidad de salir de Chávez a como dé lugar, incluso asesinándolo, se alían con factores de poder en el exterior, y a pesar de que actúan de esa manera, sin limitaciones de ninguna naturaleza, terminan diciendo que en Venezuela no hay libertad de expresión y que quienes opinan e informan son perseguidos por los juicios que emiten. 000000000000000 LA VERDAD ES que no hay antecedentes de un ejercicio de la libertad de expresión más cínico e inmoral. Es lo que sucede, por ejemplo, con un señor llamado David Natera, propietario de un diario de Guayana y, a la vez, presidente del Bloque de Prensa Venezolano. Este personaje, que nada tiene de periodista, sino que con los reales que acumuló haciendo negocios con Sucre Figarella, el famoso "Zar de Guayana", fundó un periódico; que, además, es un analfabeta funcional, incapaz de escribir dos líneas correctamente, declaró con motivo del condenable asesinato del director del diario "2001", Israel Márquez -crimen que de inmediato fue aclarado por los organismos policiales y los autores están presos y sometidos a proceso-, lo siguiente: "El dolor que afecta a los familiares de Israel Márquez y al mundo de la comunicación social ante esta desaparición no puede silenciar nuestra condena a los responsables principales de la violencia y la impunidad que azotan al pueblo venezolano, representados por el régimen de Hugo Chávez". Así se expresó el inefable David Natera, traficante, coimero, beneficiado por el latrocinio adeco en las empresas de Guayana, quien, por cierto, aprovechando las influencias que tenía en la Cuarta República, se apoderó de un terreno público para construir allí la sede de su diario. 000000000000000 RESULTA QUE EL TAL NATERA se despacha y se da el vuelto cuando condena el asesinato del director de "2001". Aprovecha el caso para politiquear, y para desahogarse por las frustraciones que tiene, ya que perdió el poder que llegó a tener en la región. Pero al mismo tiempo que usa ese lenguaje, que agrede directamente al Jefe del Estado, que le imputa la autoría intelectual de un grave delito, que lo responsabiliza prácticamente del crimen, es la persona que todos los días reclama que no hay libertad de expresión en Venezuela y que viaja constantemente al exterior como vocero de esa posición. 000000000000000 SIN DUDA QUE EL TAL NATERA es un farsante. Expresión acabada del periodismo de letrina que hoy hacen ciertos medios y ciertos periodistas. O mejor, los propietarios de medios sin calidad moral. Pero lo que despierta mayor rechazo a actitudes de ese tipo es la cobardía y el cinismo. La capacidad para actuar de esa manera y, al mismo tiempo, decir que en Venezuela no hay libertad. |
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