martes, 18 de agosto de 2009


Bases militares

EEUU pretende instalar bases militares en Colombia para vigilar los procesos revolucionarios en América
Bases militares
José Gregorio González Márquez

caminosaltair@hotmail.com

El gobierno colombiano insiste en torpedear las relaciones diplomáticas con Venezuela. Cuando analizamos los últimos acontecimientos generados en el hermano país, no podemos creer que su interés primordial sea el deshacer las acciones de buena voluntad que permitan rehacer las relaciones en términos de igualdad y solidaridad. El empeño en instalar siete nuevas bases militares para reforzar el Plan Colombia, demuestra la incapacidad del gobierno de Álvaro Uribe para combatir la guerrilla y el narcotráfico; asimismo, deja entrever el ánimo armamentista que siempre ha caracterizado su gobierno.
Cada vez que Venezuela intenta recomponer las relaciones diplomáticas con Colombia, desde el país neogranadino surge una excusa que limita reuniones o acercamientos entre ambos países. El presidente Uribe se ha destacado por obstaculizar cualquier tipo de encuentro. Las acusaciones que desde allende de la frontera se proyectan al mundo, pretenden vender la imagen de un gobierno venezolano que apoya al narcotráfico y que es cómplice de la guerrilla. Desde la intervención de Colombia en suelo ecuatoriano, en flagrante violación a la soberanía de Ecuador, se ha desatado toda clase de especulaciones malintencionadas que buscan crear una matriz de opinión para perjudicar la Revolución Bolivariana.
Venezuela y Ecuador son atacadas constantemente por personeros del gobierno colombiano. Acusaciones infundadas aparecen de manera constante para minar la amistad que nuestro país siempre ha mantenido por Colombia. A Uribe sólo le interesa mantener su relación de servil-amo con los Estados Unidos. Venderse por miles de dólares implica empeñar la soberanía de una nación que tiene alrededor de sesenta años de guerra civil. Al Colombia aceptar la instalación de nuevas bases militares, amenaza el equilibrio armamentista en la región, pone en peligro la paz y le permite a EEUU incrementar sus áreas de intromisión e intervención cuando estos consideren necesario.

Estados Unidos está recibiendo de Colombia una patente de corso. Usar el territorio colombiano le permitirá a Washington mantener en constante vigilancia y amenaza a los países del cono sur. Pueden inventar cientos de excusas pero es cierto que detrás de los acuerdos militares ronda el fantasma de la invasión, de la desestabilización política. Para nadie es un secreto que el interés de EEUU por Venezuela deriva de las fuentes de energía; el aprovechamiento del petróleo pasa por el tamiz de la ocupación militar si el gigante del norte lo considera necesario. Venezuela debe estar atente a cualquier violación de su territorio. Uribe es un político descarado capaz de iniciar una guerra con nuestro país. Mucho cuidado que le puede salir el tiro por la culata.

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