jueves, 4 de marzo de 2010

LA OTRA CARA DE LA TRISTE REALIDAD CHILENA, LA SUFREN AHORA LAS CLASES SOCIALES MAS DESPOSEÍDAS. ¿DEMOCRACIA? LA MOSTRADA MEDIATICAMENTE....



Vuelve el toque de queda
El fenómeno de una transición al pillaje

El Clarín, Santiago de Chile...04/03/2010


El vandalismo es hijo del pinochetismo y, más tarde, asesorado por la concertación. Hoy no se trata de atacar a la Señora Bachelet o a sus ministros sino que a la política que se llevó a cabo durante todo el proceso.

Un estado de derecho tiene la obligación moral de educar y defender a su pueblo: lamentablemente el Estado ha defendido una parte de la población dejando la mayoria a la suerte de la olla.

Hoy se amenaza a los delincuentes y a una parte de la población. Los hijos de Chile no son alocados, tampoco aturdidos. El fenómeno de todo es que hoy se ve el comportamiento de una generación llena de confusiones y sin esperanzas. Los robos, la represión, la falta confianza en un sistema a punto de desaparecer van dando la respuesta al sistema neoliberal

Un Estado solidario, humanista y de derecho no debería estar sufriendo una humillación tan cruel como la de hoy.

El vandalismo es hijo del Estado.

Los desamparados de Chile son pues los que hoy cometen esos delitos. Todo es doloroso: la denuncia es aguda, muerde y quema hasta el orgullo de aquellos que piensan que todo lo han hecho bien.

Es desesperante leer las declaraciones de la Presidenta Bachelet. Volvemos a los tiempos de fiscalía, a los tiempos de marchas militares y, sin dudas, a los estadios repletos de ciudadanos chilenos.

Es un saqueo nacional? No..., no. El pueblo es solidario, se ayuda, quizás expropiando un litro de leche para una abuelita invalida, pero, nunca fuera de la ley.

Aquellos han llevado a sus casas artefactos eléctricos y lujos, pues, bueno, el sistema alimentó ese deseo de consumos de tener lujos en la casa.

Hay delitos y delitos. Una cosa es que los hijos de un sistema le roben a su propia madre, la otra es que los hijos abandonados hagan uso de lo que su madre les enseñó.

No sirven condenas severas que hagan tiritar hasta los más flaites... no sirven las cárceles o los presuntos estadios..., ¡Señores falta una auto critica de un Estado que se ve pateado por un terremoto y por sus hijos desesperados!.

Los militares han salido a la calle. La seguridad de un pueblo es avalada por uniformados y no por civiles.

Lo horrible de una historia ya vivida es que volvemos al pasado sin darnos cuenta de lo grave que es ver una máquina del Estado reprimiendo a un pueblo tan golpeado.

Un Buen Estado habría educado a sus ciudadanos y toda esta mialga de penas se podría haber evitado. En fin, Chile necesita urgentemente un abogado para que defienda sus derechos en un Estado de derechos.


http://www.elclarin.cl/

No hay comentarios:

Publicar un comentario