Despejado el panorama electoral chileno con el triunfo del candidato ultraderechista, la situación política que se abre en Chile tiene que llamarnos a la reflexión, nuestro país ha sido el mayor impulsor de la integración de los pueblos del sur y ello nos ha granjeado los odios eternos del imperialismo y sus lacayos criollos y Piñera es una ficha más del imperio, no en vano en su primera aparición pública desenterró el hacha, atacando con nombre y apellido al comandante Chávez y a la revolución bolivariana.
Pero cuando empezamos a investigar a este señor, al que popularmente se le conoce en Chile como “el Piraña”, más que un currículo lo que encontramos es un prontuario, que lo llevo primero a ser un multimillonario y luego presidente de Chile. Más que un pasado político, su pasado es una historia de negocios sucios bajo el amparo del dictador que gobernó el sureño país desde el golpe militar que derroco al compañero Allende.
Su fortuna se calcula en unos 2.500 millones de dólares y su ascenso en los negocios fue en la época dictatorial y de la mano de su hermano, José Piñera, quien formo parte de selecto grupo de los “chicago boys” que fueron los encargados por el dictador de diseñar la política económica neoliberal que impera desde la instauración de la dictadura hasta nuestro días.
Su entrada oficial en el mundo de los negocios empieza con la defraudación del Banco de Talca, a través de varias empresas fantasma llevaron el banco a la quiebra, por esto estuvo prófugo hasta que una jueza corrupta lo libro de la cárcel, curiosamente esa jueza fue ministra de la señora Bachelet. Este defalco le dejo a este delincuente de los negocios la módica suma de 220 millones de dólares.
Su entrada magistral como delincuente de los negocios, tiene estrecha relación con la crisis que se cierne en Chile entrando los años ochenta, que llevo a la dictadura a “privatizar” cerca de 800 empresas del estado, todas ellas rematadas a menos de un 28 por ciento de su valor nominal y que hizo que los chilenos perdieran 112 mil millones de dólares. En esta piñata de empresas del estado a este delincuente le toco nada más y nada menos que la Línea Aérea Nacional (LAN-Chile), por ello se explica que en la primera rueda de prensa, sus asesores, dijeran a los periodistas ahí reunidos, que el flamante presidente electo no respondería a ninguna pregunta relacionada con LAN-Chile, un periodista chileno que no tomo en consideración la sugerencia, fue amonestado y esto llevo al Colegio de Periodistas a sacar una declaración pública sobre la libertad de prensa y los augurios poco gratos a este derecho, si ya como presidente electo toma estas actitudes. Es preciso señalar también, que en esta rebatiña de las empresas de todos los chilenos, al dictador, su familia y a la jerarquía militar, les quedaron jugosas comisiones, una de ellas descubierta en las cuentas secretas del Banco Riggs a nombre de un tal José Ugarte, que no era otro sino el mismísimo dictador.
Pero también dentro de sus empresas no podía faltar un medio de información, en Chile cuatro grupos económicos controlan estos medios y el señor Piñera es el dueño de un canal de televisión, Chilevisión, con una programación que nuestros canales son unos niños de pecho.
Otro hecho turbio de este siniestro hombre de negocios fue el secuestro de uno de sus hijos por parte de unos tíos. Eran los primeros años de los gobiernos neoliberales de la época pos dictadura. El entonces presidente, el democratacristiano Patricio Aylwin, le pidió quedarse “callado” por “razones de seguridad” y nunca más se hablo del tema.
Por ahí es posible desentrañar quien es este personaje que para el mes de marzo será el presidente de Chile y al que acertadamente los chilenos llaman ”el Piraña”. Este se viene a sumar a esa lista de presidentes derechistas que gobiernan en América Latina, como el paramilitar y narcotraficante Álvaro Uribe, o el otro que tuvo que esperar en el exterior que sus delitos prescribieran para hacerse presidente del Perú, el señor Alan García. Todos ellos tienen sus discursos propios, pero comunes son sus ataques al proceso bolivariano de nuestro país y a la integración de los pueblos del sur.
Las consecuencias previsible que esperan a los chilenos van desde una flexibilización para las privatizaciones, como el proyecto de ley enviado por la señora Bachelet para privatizar el agua del mar chileno, los regímenes laborales se inclinaran a la parte patronal echando por tierra lo poco que se alcanzo en la época de la Concertación y que ha puesto en alerta al movimiento obrero en Chile. Se pondrán en marcha proyectos de empresas trasnacionales que hasta ahora se habían logrado detener por presiones de los movimientos sociales y las consecuencias ambientales que traerían, siendo el más emblemático el Pascua Lama, que consiste en derretir unos glaciares en los Andes chilenos para extraer el oro que hay en su interior. No se respetaran los acuerdos, ya bastante manoseados por el gobierno actual, con los estudiantes de secundaria. Habrá una ocupación a sangre y fuego de las tierras ancestrales del pueblo mapuche. La represión a este pueblo ancestral, así como a los partidos de izquierda y movimientos sociales sufrirán un endurecimiento mayor que el que ha tenido con la señora Bachelet. Una negra noche neo pinochetista se cierne sobre el pueblo chileno.
En lo internacional no habrá que esperar que asuma para saber de su alineamiento con las políticas de los EEUU y esto significa reconocer al dictadorcillo hondureño, torpedear el ingreso de Venezuela al MERCOSUR. Se opondrá a todo proyecto integrador de los pueblos, léase UNASUR. Apoyo a la podrida OEA y se dedicará a agriar aún más las relaciones con nuestro país, recuérdese que la señora Bachelet propuso como embajador para Venezuela a un “sapo” de la siniestra policía del dictador; aunque en este punto debiese escuchar al filosofo y escritor chileno Hernán Montecinos: “Con Hugo Chávez mejor que ni se meta, porque este no tendrá pelos en la lengua para dar a conocer su personal prontuario, aquel que en Chile tampoco conocen en sus detalles.”
Se dice que su falta de experiencia política será suplida en gran medida por su aliado , el partido fascista llamado UDI, que si bien nunca pudo alcanzar la presidencia tiene una dilatada experiencia política, ya que en él se refugiaron la mayoría de los políticos pinochetistas de la época dictatorial, incluso hay analistas que aseguran que será este partido el que impondrá la política del nuevo gobierno.
De todas maneras habrá que esperar a marzo para conocer mas concretamente sus intenciones políticas, pero no cabe la menor duda que será un nuevo lacayo a las ordenes de sus patrones norteamericanos.
mra753@cantv.net |
No hay comentarios:
Publicar un comentario