lunes, 14 de diciembre de 2009

A COLOMBIA HAY QUE PRESENTARLA COMO LO QUE ES, UN ESTADO TERRORISTA....



Reseña de "Colombia feroz", de José Manuel Martín Medem
La realidad desnudada

Frontera Cero...14/12/2009


Colombia feroz. Del asesinato de Gaitán a la presidencia de Uribe –Catarata. Madrid, 2009) es el nuevo libro del periodista José Manuel Martín Medem, quien durante más de treinta años trabajó en RTVE, con periodos como corresponsal en Colombia y otros países latinoamericanos. Su trabajo desvela claves fundamentales del proceso histórico de este país que nos ayudan a comprender la ferocidad de un conflicto sociopolítico y armado que desde hace más de 60 años se constituye en una verdadera “democracia genocida”.

A través de las doce “historias canallas”, los ocho capítulos de esta Colombia Feroz van dando cuenta de lo que el periodista colombiano Antonio Caballero señala con todo acierto “En los últimos sesenta años ningún gobierno colombiano ha renunciado a la utilización de la violencia para reprimir a su capricho, no digamos algún tipo de sublevación, sino de oposición”. De la “pacificación” con 300.000 víctimas en total impunidad tras la dictadura del general Rojas Pinilla a los actualmente más de 50.000 desaparecidos, más de 170.000 ejecutados, 7.000 presos políticos, la aplicación sistemática de la tortura, más de 4.000.000 de desplazados internos, centenares de miles de refugiados... Son cifras que desnudan las heridas de la realidad colombiana.

A lo largo de sus 280 páginas, este libro muestra la directa participación y conducción de las operaciones estratégicas de la guerra contrainsurgente de los sucesivos gobiernos de Estados Unidos en la aplicación del más brutal terrorismo de estado. De la “operación pantomima” de la CIA para asesinar al dirigente liberal Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948 a la participación en la gestación, financiación y consolidación del paramilitarismo; del asesinato en ocho meses de los tres candidatos presidenciales en 1989 -Luis Carlos Galán del Partido Liberal, Bernardo Jaramillo, de la Unión Patriótica, y Carlos Pizarro, del grupo guerrillero desmovilizado M-19) a su colaboración en los diversos planes de acción contrainsurgentes -como el Plan Colombia- y los renovados acuerdos de colaboración militar, que permiten la instalación de diez bases militares norteamericanas en el país.

Pero, sin lugar a dudas, Colombia feroz permite comprender cómo ha llegado a la presidencia del país un personaje tan siniestro como Álvaro Uribe Vélez, máxima expresión del poder mafioso y paramilitar, único presidente acusado simultáneamente de fraude electoral, recibir dinero del narcotráfico para su candidatura, sobornar a parlamentarios para su reelección, convertir los servicios secretos en una policía política para espiar, amenazar y asesinar a la oposición política, los magistrados de justicia, los defensores de derechos humanos, los sindicalistas o los periodistas y transformar el Departamento Administrativo de Seguridad –DAS- en un verdadera organización criminal. Y en complicidad con los paramilitares y financiado por las multinacionales y los principales gremios económicos del país, Uribe prepara ahora una nueva ilegal, ilegítima y criminal reelección en los comicios de la primavera de 2010.

Este brillante libro de Martín Medem confirma lo que las organizaciones de derechos humanos colombianas denuncian desde hace más de veinte años: el paramilitarismo es una política del Estado colombiano de la que participan no sólo las oligarquías nacionales, las multinacionales, los políticos del sistema, las fuerzas armadas y los organismos de inteligencia, sino también las grandes empresas de comunicación. Unas empresas de comunicación que en nombre del llamado “periodismo patriótico” han convertido Colombia en el país donde más periodistas han sido asesinados y más periodistas han tenido que exiliarse.

Y, sin embargo, pese a esta realidad conocida y examinada lúcidamente en Colombia feroz por José Manuel Martín Medem, los grandes medios de comunicación y los gobiernos europeos presentan a Colombia como la democracia más antigua de América.

Iván Forero coordina el área de Estudios y Movimientos Sociales de CEAR.

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