Las relaciones entre Colombia, Venezuela y Ecuador son un hervidero, el Israel de América Latina (Colombia), está rodeado -como en Oriente Medio- de peligrosos terroristas amigos de los iraníes (Hugo Chávez y Rafael Correa).
No es una exageración. Este 4 de agosto el fiscal general de Colombia, Mario Iguarán, declaró que Correa está en la mira de los tribunales internacionales por recibir financiamiento del terrorismo.
Este tipo de acusaciones provocaron la reacción irónica de Correa, quien el sábado 18 de julio inició su habitual programa radial anunciando: “Les habla el terrorista internacional financiado por las FARC”.
Un año y medio atrás, el jefe de la Policía Nacional de Colombia, el general Oscar Naranjo, había acusado a Chávez de haberle vendido 50 kilogramos de uranio a las FARC para la producción de “armas sucias de destrucción” (la misma acusación que le hicieron a Saddam Hussein para invadirlo, derrocarlo y asesinarlo).
El gobierno de Colombia sabe lo que hace en materia de comunicación, para distraer los escándalos propios inventa otros ajenos, y para inventarlos cuenta con la asesoría de especialistas en comunicación como el Grupo Rendon (TRG por sus siglas en inglés)
TRG tiene -o tuvo- como clientes al Pentágono, al Departamento de Defensa estadounidense y al Ejército, la Policía y el ministerio de Defensa colombiano, entre muchas otras organizaciones y gobiernos de derecha repartidos en 91 países, según su propia web.
John Rendon, su cerebro es –según su propia descripción- reconocido internacionalmente como un experimentado e innovador en materia de comunicación estratégica planificador y operador. “Soy un guerrero de la información y un guerrero de las percepciones”, dijo Rendon en 1996.
Al repasar su página web (www.rendon.com) se puede descubrir cuál es el trabajo de TRG:
“Nuestra metodología de la planificación de las comunicaciones en rápido establece objetivos estratégicos, identifica el público y los mensajes, las prioridades y los lugares en un tiempo y en línea.”
“TRG es experto a la hora de convertir la investigación y en la planificación de campañas de comunicaciones tácticas.”
“TRG genera detallado análisis cualitativo de los medios de comunicación con el paisaje semanales e informes especiales que se pongan de relieve los principales acontecimientos y tendencias en relación con los objetivos”.
TRG se propone “identificar las amenazas y oportunidades relacionadas con los objetivos y recomendar cursos de acción”.
Estas conceptualizaciones teóricas llevadas al plano de lo concreto pueden traducirse en hechos como el siguiente.
En 1989 el gobierno de George Bush padre había decidido sacarse de encima a su incómodo ex aliado y agente de la CIA Manuel Antonio Noriega en Panamá.
Para lograr demonizar a Noriega ante la opinión pública y justificar la invasión que lo derrocaría le pagó 10 millones de dólares a TGR. Según su dueño, esa fue la operación psicológica que “nos introdujo en el ámbito de la seguridad nacional”.
Esto ocurrió hace 20 años en Panamá, pero si se observa lo que ocurre desde que el 1 de marzo del año pasado Colombia atacó el campamento de Raúl Reyes en territorio ecuatoriano, puede destacarse que hay hechos que obedecen fielmente a los patrones conceptuales de TRG.
Estas no son otra cosa que operaciones de inteligencia mediática para distraer a la opinión pública acerca de determinados temas y centrar el foco en los que le interesa al antiguo cliente de TRG; el ministerio de Defensa colombiano, o el gobierno colombiano de Álvaro Uribe, que es lo mismo.
Por eso se entiende que en los días posteriores al bombardeo colombiano contra Ecuador, la noticia de los medios dominantes dejó de ser la flagrante violación al territorio ecuatoriano y pasó a ser la relación de Chávez y Correa con las FARC, todo en base a las computadoras que supuestamente le fueron capturadas a Raúl Reyes.
El tema de las computadoras del extinto líder de la guerrilla es una gran incógnita, Correa denunció que las mismas estaban en poder de la inteligencia colombiana desde mucho antes del bombardeo y muchas investigaciones dan cuenta de la manipulación de la que podrían haber sido víctima sus documentos.
Pero pese a la precariedad de la prueba (las computadoras) estas cumplieron ampliamente su rol mediático y aún hasta el día de hoy son presentadas como material irrefutable para ligar a los presidentes de Ecuador y Venezuela como cómplices del terrorismo.
El pasado domingo 2 de agosto el diario El País de Madrid afirmó pomposamente que de acuerdo a esos documentos a los que aparentemente el diario tuvo accedo de manera exclusiva, podía afirmarse que Correa había recibido 400 mil dólares de las FARC, y eso obviamente fue tapa en el diario más influyente de Colombia (El Tiempo).
Si se analiza el contexto en el que se producen algunos hechos noticiosos se pueden observar algunos detalles que de otra manera pasan desapercibidos ante una primera lectura.
El gobierno colombiano logró en gran parte desviar la atención del escándalo por los bombardeos el año pasado, con el paso de los meses otras noticias ocuparon el centro de la escena y no se habló más de las relaciones entre Chávez y Correa con la guerrilla.
Pero cuando el pasado 16 de julio al gobierno de Uribe le estalló un nuevo escándalo a nivel internacional, el tema de las relaciones de la guerrilla con Ecuador y Venezuela volvió a explotar, y le sirvió nuevamente a Uribe para desviar la atención sobre la instalación o el uso por parte Estados Unidos de 5 bases en su territorio.
No podemos afirmar desde aquí que TRG sea quien pergeñó estas nuevas operaciones de prensa, pero si puede verse un patrón común que obedece a esa conceptualización de “ identificar las amenazas y oportunidades relacionadas con los objetivos y recomendar cursos de acción”.
La instalación de las bases era una amenaza a nivel comunicacional para el gobierno de Uribe, algo que no se podía defender desde ningún punto de vista, pero también era una oportunidad relacionada con los objetivos, es por eso que alguien recomendó cursos de acción.
Esos cursos de acción fueron hacer aparecer el 17 de julio (¡24 horas después de la aparición del escándalo de las bases!) el video manipulado del líder guerrillero ‘Mono Jojoy’ -hecho denunciado hasta por el propio secretario general de la OEA José Miguel Insulza- quien afirmaba haber financiado la campaña de Rafael Correa; y sacar del cajón de los recuerdos las denuncias acerca de la supuesta venta de armas del gobierno de Chávez al grupo insurgente.
El impacto de estas campañas no se puede desmerecer, y a raíz de estas bombas de humo –tal como las calificó el presidente venezolano- Chávez decidió congelar las relaciones económicas con Bogotá y retirar a su embajador de la sede diplomática en la capital colombiana.
Todo esto forma parte de la guerra simbólica que hoy día se combate para controlar e imponer las noticias que Ud. debe leer mañana en la tapa de su diario.
¿Correa y Chávez son terroristas amigos de las FARC o Colombia sede territorio latinoamericano a Estados Unidos al permitir la instalación de 5 bases de la principal potencia mundial en su territorio?
La elección de un titular o del otro, modelará el pensamiento de millones de personas. Es una batalla en la que el lector no tiene ninguna capacidad de decisión.
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