El periódico El Tiempo y la revista Semana publicaron el pasado domingo largas entrevistas al Vicepresidente colombiano Francisco Santos donde éste entrega explicaciones sobre las reuniones sostenidas en el departamento de Córdoba y en Bogotá con los más encumbrados jefes del paramilitarismo. Reconoce que se reunió cuatro veces con los paramilitares en su calidad de periodista. Denuncia que hay un complot de políticos, paramilitares y oeneges de derechos humanos en su contra. La revista Semana lo titula en su portada como “la arremetida” contra el Vicepresidente, quien se declara un luchador por la paz y los derechos humanos y víctima de una campaña que busca enlodar el buen nombre del gobierno de Álvaro Uribe.
Pero las declaraciones de Santos o por lo menos el resumen que de ellas hace la revista Semana dejan un saborcillo de presunta complicidad y aparente promoción: “Una vez reunidos con Castaño, la conversación se prolongó durante casi todo el día, para profundizar sobre la naturaleza del fenómeno paramilitar. Castaño le contó con detalles la estrategia de expansión de sus hombres en armas. El Vicepresidente cuenta que salió aterrado. Tanto, que le propuso a Mancuso que fuera a Bogotá y les contara a algunos periodistas de El Tiempo lo que había oído. Y esa fue la segunda reunión. A la semana siguiente tuvo lugar en el club de El Tiempo, en donde Mancuso se reunió con los periodistas Édgar Torres, Orlando Restrepo y Alirio Bustos. En esa reunión Santos los presentó, se quedó poco tiempo y se fue”.
No tiene ninguna lógica la argumentación de Santos. Escuchó los detalles de los planes criminales de un grupo de narcotraficantes que asesinarían a más de veinte mil personas y en lugar de alertar al país decidió llevárselos a Bogotá para que clandestinamente se reunieran con otros periodistas para que les contaran a ellos también sus macabros planes. Que hicieron con la información? Pero además de ello Santos se convirtió en ardiente defensor del reconocimiento político a los paramilitares quienes se convirtieron en esos tiempos en invitados especiales a los cocteles y ágapes de la gran oligarquía bogotana.
Dicen los paramilitares que Santos les propuso crear un Bloque paramilitar en Bogotá y es por estas declaraciones que se abrió el proceso. La revista Semana califica así esta posibilidad: “Muchos allegados a Santos, que saben que es lengüilargo, no descartan que haya podido soltar, mitad en serio y mitad en broma, comentarios de esa naturaleza”.
Pues muy en serio y con pocas bromas decenas de miles de colombianos fueron asesinados o desaparecidos. Cuatro millones de campesinos desplazados a la fuerza. Y el conflicto armado no solo no se resolvió sino que se degradó hasta límites insospechados.
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