martes, 11 de agosto de 2009

EL COMPLEJO INDUSTRIAL MILITAR de ESTADOS UNIDOS.11/08/2009.

“Que nuestro país vaya ahora encaminado hacia un modelo de economía basada en las armas es parte del modelo general de una política desacertada, alimentado con ayuda de una psicosis, inducida artificialmente, de histeria de guerra y nutrida a partir de una propaganda incesante alrededor del miedo.General Douglas MacArthur, discurso del 15 de mayo de 1951

...BASES MILITARES Y OLEODUCTOS - vecinos perennes
En la actualidad, la industria de armas y la
guerra permanentese han convertido en una gran parte del negocio estadounidense, conformándose como una especie de filial de un complejo industrial militar bien arraigado.

El congreso americano es en su mayoria corrupto

La corrupción que campea en el Congreso –y no el «terrorismo»– parece ser la mayor amenaza para la «democracia» de EEUU:
las corporaciones aumentaron a 3.200 millones de dólares sus gastos en lobby parlamentario para comprar la aprobación de leyes de su conveniencia, mientras los congresistas demócratas y republicanos
invierten crecientemente sus ganancias en acciones de las industrias militares que contratan con el gobierno a través del Pentágono

"... el poder de Washington cree que las guerras coloniales de Irak y Afganistán les facilitaría el control de una vasta franja territorial euroasiática que va desde los Balcanes hasta Pakistan en cuyo centro, el Golfo Pérsico y la Cuenca del Mar Caspio, están localizadas cerca del el 70 % de las reservas petroleras globales.

La “Guerra de Eurasia”, podríamos llamarla así, comenzó hacia fines de la Guerra Fría, durante la presidencia de Bush padre cuando lanzó la primera guerra del Golfo, prosiguió durante la era Clinton con los interminables bombardeos a Irak, las guerras yugoslavas y la tentativa de control de las repúblicas ex soviéticas de Asia Central, y culminó durante la presidencia de Bush hijo, (auto)atentados del 11 de Septiembre de 2001 incluidos, con las invasiones de Irak y Afganistán que los halcones consideraban la antesala de la ocupación de Irán.

Esa ofensiva imperial tuvo como protagonista visible al Complejo Militar Industrial presentado a veces como una suerte de fuerza usurpadora del llamado sistema democrático.

En realidad dicho Complejo fue la espina dorsal de la rehabilitación económica de los Estados Unidos luego de la depresión de la década de los años 1930 y más adelante de su larga prosperidad de postguerra que algunos autores han calificada como keynesianismo militar.

Desde la presidencia de Reagan y tal vez un poco antes se fueintegrando con otras esferas de negocios parasitarios y/o depredadores como los del petróleo, la especulación financiera, el tráfico de drogas, la seguridad privada, etc., llegando a conformar un sistema oligárquico y mafioso que actualmente constituye el núcleo central del poder imperial.

Todo eso estuvo expresado de manera casi caricatural por el gobierno de George W. Bush y sus halcones, ahora Obama, pese a sus gestos populistas, es una marioneta de ese poder altamente irracional cuya dinámica empuja al sistema hacia el desastre.

El nuevo presidente ha decidido ampliar la guerra en Afganistán y Pakistán mientras enviaba al Congreso un Presupuesto que incluye gastos militares cuyo volumen sigue la línea expansiva de la era Bush. Es más de lo mismo, los negocios militaristas continúan su marcha exitosa contribuyendo a un déficit fiscal sin precedentes en la historia norteamericana cuya prolongación puede conducir a mediano plazo a la bancarrota del Estado imperial...."

........................................................................Jorge Beinstein

Oficialmente Estados Unidos posee 737 bases en todo el mundo, con un valor total de $127 mil millones de dólares y que cubren casi 2 800 kilómetros cuadrados en unos 130 países.

Hace muchos años, se podía seguir la extensión del imperialismo contando las colonias”, escribió Johnson en su libro Némesis: los últimos días de la república norteamericana, de 2007.

“La versión norteamericana de la colonia es la base militar”.


Johnson explica: “El propósito de todas esas bases es la ‘proyección de fuerza’, o mantener la hegemonía militar norteamericana sobre el resto del mundo. Ellas facilitan nuestra ‘labor policial’ del globo y la intención es garantizar que ninguna otra nación, amistosa u hostil, puede retarnos militarmente”. Desde el fin de la Guerra Fría, poseer tal poder incontestado es un basamento declarado de la política de defensa de EEUU.

ESTADOS UNIDOS VIVE A COSTA DEL RESTO DEL PLANETA:

No somos totalmente conscientes de que TODO EL MUNDO paga la deuda americana empleada sobre todo ahora en bases militares y negocios de guerra, a traves de la compra de dolares que hacen todos los paises del mundo - a menos que se salgan del FMI, del Banco Mundial y de la Organización Mundial de Comercio (OMC) tienen que pagar.

Si no estan de acuerdo pueden ser bombardeados o tener un derrocamiento o alguna otra tecnica por el estilo.

La produccion de cientos de millones de "papel dolar" que el resto del mundo adquiere y luego recicla en los bonos americanos son una desgracia para el planeta

para mas detalles ver este articulo

Anteriores hombres estadounidenses con visión de alcance hicieron advertencias contra esta deriva, hombres como el Presidente George Washington y el Presidente Dwight Eisenhower, al ser intrínsicamente contrapuesta a la democracia y la libertad.

“[La] conjunción de un sistema militar inmenso y de una gran industria armamentística es algo nuevo en la experiencia estadounidense… En los consejos de gobierno, debemos guardarnos bien de que el complejo industrial militar llegue a tener una influencia injustificable, sea o no alentada. Hay potencial, y seguirá habiéndolo, para que se produzca ese desastroso aumento de poder a todas luces inapropiado.” Dwight D. Eisenhower (1890-1969), 34º presidente, discurso de despedida, 17 de enero de 1961.
Enla administración Bush-Cheney sus principales miembros formaban parte de este sistema y estuvieron muy ocupados promocionándolo.

Las guerras, especialmente las guerras electrónicas modernas, provocan unas masacres terribles, pero son también sinónimo degrandes contratos que suponen costes altísimos, grandes beneficios y grandes posibilidades de empleo para todos aquellos que conforman el necesario engranaje militar. Las guerras son el paraíso de los carroñeros.

Las guerras son también una vía para que
políticos mediocres monopolicen las noticias y los medios de comunicación en su favor de forma partisana avivando el fervor patriótico y presionando por un nacionalismo de vía estrecha.

Efectivamente, inflamar el patriotismo y el nacionalismo es un viejo truco demagógico que se utilizó siempre para dominar las naciones. Cuando eso sucede, hay un claro riesgo de que la democracia y la libertad se lleguen a erosionar, e incluso que desaparezcan si esos desarrollos conducen a una concentración exacerbada de poder y de corrupción política.

La voladura de las torres el 11-S de 2001 supuso un extraordinario impulso para el complejo industrial militar estadounidense.

Fue un acontecimiento, un “Nuevo Pearl Harbor”, por el que algunos habían estado abiertamente esperando.

Esos ataques dieron el pretexto perfecto para desarrollar gastos militares, que se habían estado en gran medida anhelando tras la desaparición del antiguo Imperio Soviético.

Y, además, proporcionaron el fundamento para aumentarlos de modo espectacular, sustituyendo una ¿Guerra contra el Terrorismo? por una “Guerra contra los Islamistas” como sustituta de la ¿Guerra contra el Comunismo? Y la “Guerra Fría contra la Unión Soviética”.

El desarrollo del cada vez más sofisticado armamento podría continuar y miles de corporaciones y cientos de distritos políticos podrían seguir llevándose los beneficios.

Los costes serían asumidos por los contribuyentes, por los hombres y mujeres jóvenes que morirían en combate , por el resto del mundo que tiene que pagar el deficit americano comprando dolares para su comercio internacional - la globalizacion - y por las remotas poblaciones que yacen bajo la lluvia de bombas que caen sobre ellos y sus hogares.

Efectivamente, en septiembre de 2000, cuando el Pentágono emitió su famoso documento estratégico titulado “Reconstruyendo las Defensas de EEUU”, se expresaba la creencia en que el tipo de transformación militar que los planificadores
estaban considerando requeriría de algún “suceso catastrófico y catalizador”, como un nuevo Pearl Harbor, para que fuera posible venderle el plan al pueblo estadounidense.

Un año más tarde, ya tenían el “Nuevo Pearl Harbor” que estaban esperando.

El
complejo industrial militar necesita guerras, muchas y sucesivas guerras,para prosperar.

Las bases militares acompañan no solo a los circuitos de petroleo y materias primas sino tambien al otro gran negocio controlado desde "Wall Street - el narcotrafico....con dinero , esta vez fisico , billetes , que se lava en paraisos fiscales potenciados desde Washington.

Hubo grandes bases en Vietnam - narcotrafico , en Colombia- narcotrafico en Afganistan - narcotrafico (potenciado hasta el infinito desde que llegaron los agentes de Washington).

Despues de destruir Yugoeslavia - narcotrafico -oleoductos , siguieron con Irak - petroleo, Afganistan- petroleo - oleoductos - narcotrafico.....y queda Iran . Es asi como se construye un imperio ....del mal.

Por otro lado el equipamiento militar viejo tiene que ser reparado y reemplazado cada determinado tiempo si hay una guerra en marcha. Pero para justificar el enorme coste que supone tener que desarrollar armas cada vez más mortíferas, se necesita que haya un clima constante de temor y vulnerabilidad.

Por ejemplo, hay muchos informes, elaborados por observadores internacionales y personal médico, acerca de que los ataques israelíes contra el Líbano y Gaza durante el verano de 2006 facilitaron el uso de “nuevas armas hechas en EEUU”. Se informó que esas armas incluían bombas de uranio empobrecido, armas de ‘energía directa’ y armas nuevas químicas y biológicas.


Estas armas no sólo logran que el acto de matar sea más fácil sino que también dejarán contaminado el medio ambiente con partículas de uranio empobrecido radioactivo durante las próximas décadas.

Pero, para construir un pacto suficientemente fuerte como para llevar a un país democrático por la senda de una permanente economía de guerra, se necesita
una alianza de intereses entre militaristas, industriales, políticos, aduladores y propagandistas. Estos son los cinco pilares del complejo industrial militar que pueden encontrarse en los Estados Unidos.

El sistema militar estadounidense

Se ha estimado que los gastos militares estadounidenses, sin necesidad de exagerar, se aproximan a la mitad de los desembolsos militares mundiales (48% del total mundial en 2005, según cifras oficiales), a pesar de que la población estadounidense representa menos del 5% de la población mundial y alrededor del 25% de la producción mundial total.

Un presupuesto militar tal es mayor que el productor interior bruto (PIB) de algunos países, como Bélgica o Suecia. Es una especie de gobierno dentro de otro gobierno.

Casi
6 millones de puestos de trabajo en EEUU estan relacionados con el sector de la defensa, o el 4% del total de la fuerza laboral.

Además, hay casi 25 millones de veteranos en EEUU.

Por tanto, se puede decir que más de 30 millones de estadounidenses reciben cheques que tienen su origen directa o indirectamente en el presupuesto militar de EEUU.

Suponiendo con cautela que sólo dos personas mayores de edad votan por hogar, esto se traduce en un bloque de unos 60 millones de votantes estadounidenses que tienen intereses financieros en el sistema militar estadounidense. Así pues, nos encontramos con el peligro de una sociedad militarizada que se perpetua a si misma políticamente.

Los contratistas de la defensa privada

Los cinco contratistas más importnates de la Defensa estadounidense son

Lockheed Martin, Boeing, Northrop Grumman, Raytheon y General Dynamics.

Van seguidos de Honeywell, Halliburton, BAE System y miles de compañías y subcontratas de defensa más pequeñas.

Algunas, como Lockeheed Martin en Bethesda (Maryland) y Raytheon en Waltham (Massachussets) obtienen cerca del 100% de sus negocios de los contratos de defensa.

Los contratistas de defensa estadounidenses han estado disfrutando de los grandes presupuestos del Pentágono desde marzo de 2003, i.e., desde el comienzo de la guerra de Iraq.

También se ha señalado que los contratistas de la defensa privada juegan otro papel social:

son grandes empleadores de antiguos generales y antiguos almirantes del sistema militar de EEUU.

El sistema político

En EEUU, el Presidente George W. Bush, un antiguo petrolero, y el Vicepresidente Dick Cheney, como antiguo presidente y director ejecutivo de la gran compañía de servicios petrolíferos Halliburton en Houston (Texas), personifican la imagen de políticos consagrados al crecimiento y desarrollo del complejo industrial militar.

Bajo la administración Bush-Cheney, la industria armamentística se ha vuelto extremadamente rentable. Contratos por miles de millones de dólares van a toda marcha vendiendo aviones y tanques a diversos países en un mundo que evoluciona cada vez más de espaldas al derecho. Casi las dos terceras partes de todas las armas exportadas en el mundo salen de Norteamérica.

El Congreso, por su parte, está en deuda con las corporaciones de defensa que operan en las plantas militares existentes es cada uno de los distritos de los congresistas o en los estados de los senadores, además de cierta
devolucion de favores a los lobbys que les proporcionan fondos y apoyos en los medios en épocas electorales.

Los “think tanks” del sistema

Los asesores - conspiradores- que se hallan detrás de la economía orientada hacia la guerra forman un red entrelazada de los denominados “think tanks” con sede en Washington, financiados por ricas fundaciones que están exentas de impuestosy que tienen miles de millones de dólares de activos, como, por ejemplo, la Fundación John M. Olin, la Fundación Scaife o la Fundación Coors, etc…

Entre los “think tanks” más influyentes y representativos, cuya misión es "orientar" la política exterior estadounidense, se encuentra el American Enterprise Institute (AEI), la Heritage Fundation, el Middle East Media Research Institute, el neoconservador Washington Institute for Near Eastern Policy, el Center for Security Policy, el Jewish Institute for National Security Affaire, el Project for the New American Century (PNAC) y el Hudson Institute.

Todos esos “think tanks” sirven para un doble objetivo:proporcionan funcionarios gubernamentales para realizar informes políticos sobre diversos temas, normalmente con una visión muy conservadora; y sirven como incubadoras de los departamentos gubernamentales, suministrándoles personal que ya ha sido formado y proporcionando puestos de trabajo para funcionarios que están fuera del poder.

Se observa que la misma "puerta giratoria" - los mismos que estan en el gobierno pasan a think tanks y viceversa- que existe entre el sistema militar y los contratistas de defensa, también se mueve entre los “think tank” con sede en Washington y los departamentos del gobierno de EEUU.

El establishment de la “propaganda”

Los propagandistas de la economía a favor de la guerra se pueden fundamentalmente encontrar en la derechista industria de los medios de comunicación estadounidenses.
Esto se debe a que la venta de p
olíticas orientadas hacia la guerra requiere la pericia que sólo una bien engrasada máquina de propaganda puede proporcionar.
La herramienta propagandística más potente es la televisión. Y ahí, la
ultraderechista Red Fox de Noticias de Rupert Murdoch es invencible. No hay un medio de comunicación estadounidense más abiertamente devoto de la ideología neocon y más comprometido en el apoyo de las nuevas guerras estadounidenses que la Fox News.

Los esfuerzos de propaganda de Fox están estrechamente coordinados con otro medio escrito propiedad de Murdoch, como es el
Weekly Standard y el New York Post. El Washington Times, que está controlado por el Reverendo de la Iglesia de la Unificación Sun Myung Moon, el neoconservador New York Sun y otras publicaciones neocon, como el National Review, The New Republic, The American Spectator, the Wall Street Journal, completan la infraestructura más importante de propagandistas a favor de la guerra.

En conclusión, esa conjunción de cinco maquinarias para la guerra, i.e., el inflado establishment militar, la gran industria armamentística estadounidense, la administración neocon favorable a las guerras, con
el Congreso de rodillas ante los lobbys militaristas, la red de “think tanks” favorables a la guerra y los belicosos propagandistas de los medios constituyen el marco del complejo industrial militar, del cual el Presidente Dwight Eisenhower, en 1961, hace ya 45 años, ya temía sabiamente que pudiera ejercer una influencia corrosiva sobre la sociedad estadounidense.
Rodrigue Templay es profesor emérito de economía en el Universidad de Montreal, y puede contactarse con él en: rodrigue.tremblay@yahoo.com. Es autor del libro ‘The New American Empire’. Su blog: www.thenewamericanempire.com/blog

“Se pueden encontrar sistemas militares desmesurados en cualquier modalidad de gobierno que mantenga actitudes de rechazo ante la libertad, y que son considerados particularmente hostiles ante la libertadGeorge Washington (1732-1799). Primer presidente estadounidense.

interesante video que explica el complejo militar industrial aqui

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