Entre 1930 y 1954 la figura política de Vargas aglutinó un campo político que defendía la necesidad de formular un proyecto para la nación brasileña basado en la independencia política y económica de carácter nacional y burgués. Pero con el avance de la lucha política y después del suicidio de Getulio y de la divulgación de su carta Testamento, ese proyecto modifica su composición social y va asumiendo paulatinamente la necesidad de un desarrollo dirigido a las mayorías, socializante y con carácter nacionalista revolucionario.
Contraponiéndose a ese proyecto se fue conformando un campo que inicialmente defendía la vuelta al poder político de las oligarquías agroexportadoras eliminadas por la revolución del 30 que al dejar la lucha política también modifica su composición y se dirige hacia un desarrollo asociado y dependiente del capital internacional, especialmente estadounidense.
A pesar de que la lucha política brasileña no se limita a esas dos tendencias, la lucha entre esos dos proyectos históricos se radicaliza polarizando a la sociedad brasileña.
Getulio fue el líder principal de un proyecto de carácter nacionalista burgués que trataba de conciliar los intereses del capital industrial y del trabajo con el objeto de enfrentar a la poderosa burguesía agroexportadora aliada al imperialismo. Poderosos sectores no perdieron oportunidad de intentar retomar sus espacios políticos en varias ocasiones como en el 32 en San Pablo, en las elecciones del 37, en el golpe de estado que derroca a Getulio en el 45,en las elecciones de ese mismo año y en la tentativa de golpe del 54, impedido por las manifestaciones populares luego del suicidio de Getulio.
Al mismo tiempo en que se suceden esos enfrentamientos se agudizan en el campo político getulista irreconciliables contradicciones entre los intereses del capital industrial y los de los trabajadores. La mayor parte de la burguesía industrial, que veía con desconfianza la política y la legislación laboral defendida por Vargas, comenzó a ceder ante los “encantos” económicos del proyecto de desarrollo asociado y dependiente del capital internacional. Esas contradicciones se reflejaron en la coyuntura de 1945 en la que las fuerzas que apoyaban a Getulio no consiguieron unificarse en una sola organización política y se convirtieron en el PSD(1) y el PTB(2).
Luego del desastroso, entreguista y antipopular gobierno de Dutra, Getulio que se había afiliado inicialmente al PSD, gana las elecciones de 1950 como candidato del PTB con el apoyo de las masas trabajadoras que se debatían entre la miseria y la falta de perspectivas.
Con el objeto de dar continuidad al proyecto histórico interrumpido en el 45, su gobierno retoma y establece mecanismos como el seguro agrario, el IBC (Instituto Brasileño del Café), el Banco del Nordeste, CACEX (Cartera de comercio Exterior) , el Banco del Brasil, el BNDES (Banco Nacional de Desarrollo Económico) destinados a incrementar la política de estímulos a las industrias de base y al crecimiento del ahorro interno.
Se sancionan varias leyes: la ley sobre las restricciones a las remesas de ganancias de las empresas extranjeras al exterior, la ley sobre crímenes contra la economía popular, la ley que crea el monopolio estatal del petróleo a través de Petrobras y la tentativa de crear Electrobras.
Luego de una serie de huelgas y de movilizaciones de los trabajadores, el poder adquisitivo de estos frente a la inflación queda garantizado a través de diferentes políticas sociales y el reajuste del 100% del salario mínimo propuesto por Joao Goulart durante du gestión en el Ministerio de Trabajo. Jango apoyó la propuesta aún sabiendo que le costaría el cargo. Desde que asumió la conducción del Ministerio de Trabajo su metodología de negociar y anticiparse a las demandas de los trabajadores, forzando muchas veces a los empresarios a hacer concesiones fue vista y denunciada por la oposición como una manera de “propiciar la lucha de clases”.
De modo que Jango no era el Ministro de Trabajo sino el Ministro de los trabajadores. Para la oposición antivarguista Jango era un “manipulador de la clase obrera”, “un estimulador de huelgas”, “un amigo de los comunistas”, que tenía el plan de implantar en el Brasil, con la anuencia de Vargas, una “república sindicalista” .
Además de todo eso, el gobierno de Vargas participa en la tentativa de retomar el Tratado ABC, firmado en 1910 entre Brasil, Argentina y Chile cuyo objetivo era encontrar alternativas a la condición de estos países de exportadores de materias primas y alimentos, orientado a la necesidad de lograr una mayor integración latinoamericana y poder hacer frente a la hegemonía del imperialismo estadounidense en América Latina. En las conversaciones mantenidas en esos momentos con Perón, Vargas afirmaba “Nuestra patria es América”.
Con el rescate de ese proyecto, además de la radicalización del campo opositor hegemonizado por la burguesía agro-exportadora y cada vez más aliado al imperialismo usamericano, profundízanse las contradicciones con la mayor parte de la burguesía industrial, seducida ya por la lógica del capitalismo dependiente. En agosto de 1954, Getulio está políticamente aislado, porque las masas trabajadoras estaban desconcertadas y habían perdido el rumbo ante el brutal ataque de la oposición a su gobierno, apoyado por los grandes medios de comunicación masiva.
Ante la proximidad de un golpe Getulio se suicida.
Su suicido no obedeció a una lógica de la desesperanza, sino que refleja el accionar de un líder político consciente del momento histórico, de su papel junto a las masas trabajadoras y de su proyecto histórico. Getulio comprueba el agotamiento de las posibilidades de dar continuidad a su proyecto nacionalista burgués, basado en una política de conciliación entre el capital industrial y el trabajo, en plena consolidación del imperialismo usamericano en América Latina.
Con la divulgación de su Carta Testamento, Getulio entra en la historia protagonizando el acto fundante de una nueva continuidad de su proyecto de nación dentro de una lógica antiimperialista y popular, que va a orientar una reaproximación de las bases trabajadoras, socialistas y comunistas en la década siguiente, aportando contenido al vertiginoso crecimiento del PTB y de sus fracciones izquierdistas a partir de las movilizaciones populares por la obtención de la Legalidad y el ascenso de la organización popular en las luchas por las reformas de base a comienzos de la década de los 60.
En el 64 la contrarrevolución de las clases dominantes aliadas al imperialismo impidió que el pueblo trabajador avanzase en una revolución democrática orientada al socialismo. Luego de la dictadura ninguno de los gobiernos electos osó siquiera cuestionar la lógica del desarrollo asociado y dependiente del capital internacional impuesto a la nación brasileña por las burguesías agro-exportadoras e industriales asociadas al imperialismo desde el golpe militar.
Hoy han pasado 56 años y las denuncias de la Carta Testamento no han perdido actualidad y son un legado para las fuerzas antiimperialistas, populares y clasistas.
Debe considerarse como un llamado de atención para que esas fuerzas tengan la claridad y el coraje necesario como para romper con la falsa polarización del PT y retomar las luchas del pueblo trabajador interrumpidas por la revolución del 64.
Un llamamiento para que retomen decididamente un proyecto popular de nación basado en la independencia política y económica y la liberación nacional y social de nuestro país como camino brasileño hacia el socialismo del siglo XXI.
Aurelio Fernandes es Brizolista, Bolivariano, Guevarista y Comunista … Patriota siempre, humanista y revolucionario, 49 años, Licenciado en Historia por la UERI con especialización en Historia de Brasil y Educación a distancia. Profesor de Historia de la Red Pública Estatal . Forma parte de la coordinación nacional del Movimiento Revolucionario Nacionalista – Círculos Bolivarianos/MORENA/CB. Asesor de FAFERI, dirigetes del MTST y de la Central sindical y popular Conlutas.
Carta testamento
Una vez más las fuerzas y los intereses en contra del pueblo se coordinarán y se desencadenarán sobre mí.
No me acusan, me insultan; no me cobaten, me calumnian y no me otorgan el derecho a defenderme. Necesitan sofocar mi voz e impedir mi accionar, para que yo no pueda continuar defendiendo como siempre he defendido al pueblo y especialmente a los humildes.
Sigo el destino que me he impuesto. Luego de décadas de dominio y de expoliación de los grupos económicos y financieros internacionales, me hice jefe de una revolución y vencí. Comencé el trabajo de liberación y establecí el régimen de la libertad social. Tuve que renunciar. Puse el Gobierno en los brazos del pueblo. La campaña subterránea de los grupos internacionales se alió a los grupos nacionales sublevados contra el régimen de garantía del trabajo. La ley de lucros extraordinarios fue detenida en el Congreso. Contra la justicia de la revisión del salario mínimo se desencadenaron los odios. Quise lograr la libertad nacional con la potenciación de nuestras riquezas a través de Petrobras, cuando comienza a funcionar mal, la ola de disturbios se acrecienta. La creación de Electrobras fue obstaculizada hasta la locura. No quien que el trabajador sea libre. No quieren que el pueblo sea independiente.
Asumí el gobierno dentro de una espiral inflacionaria que destruía el valor del trabajo. Las ganancias de las empresas extranjeras llegaron al 500% por año. Llegó la crisis del café, se valorizó nuestro producto principal. Intentamos defender su precio y la respuesta fue una violenta presión sobre nuestra economía que nos obligó a ceder.
He luchado meas mes, día a día, hora a hora, resistiendo una presión constante, incesante, sopota totalmente en silencio, olvidándome de mí mismo, tratando de defender al pueblo que ha quedado desamparado. Nada más puedo darles salvo mi sangre. Si las aves de rapiña quieren la sangre de alguien, si quieren continuar chupándosela al pueblo brasileño, ofrezco mi vida en holocausto. Elijo este medio para estar para siempre con vosotros. Cuando los humillen, sentirán mi alma sufriendo a vuestro lado. Cuando el hambre golpee vuestra puerta sentireis en vuestro pecho energía para la lucha por vosotros y vuestros hijos. Cuando os vilipendiaren sentiréis la fuerza de mi pensamiento para reaccionar.
Mi sacrificio os mantendrá unidos y mi nombre será vuestra bandera de lucha. Cada gota de mi sangre será una llama inmortal en vuestra conciencia que mantendrá sagrada vibración para vuestra resistencia. Al odio respondo con el perdón. Y a los que piensan que me han derrotado les respondo con mi victoria. Era esclavo del pueblo y hoy me libero para la vida eterna. Pero ese pueblo del que fui esclavo ya no será más esclavo de nadie. Mi sacrificio permanecerá siempre en su alma y mi sangre será el precio de su rescate.
Luché contra la expoliación del Brasil. Luché contra la expoliación del pueblo. He luchado a pecho descubierto. El odio, las infamias, la calumnia no abatieron mi ánimo. Les dí mi vida. Ahora les ofrezco mi muerte. No recelo. Doy serenamente el primer paso hacia el camino de la eternidad y salgo de la vida para entrar en la historia.
Getulio Vargas.
Notas
(1) PDT – Partido Democrático de los Trabajadores
(2) PTB – Partido de los Trabajadores Brasileños
Traducción del portugués para Rebelión por Susana Merino
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