Entre sus manifestaciones de apoyo al régimen golpista de Honduras, sus ataques al Presidente Hugo Chávez y su acostumbrada retorica contra Cuba, la congresista yanqui de origen cubano Ileana Ros-Lehtinen cuida sus relaciones con Israel.
La politiquera miamense de 67 años acaba de realizar otra visita al estado sionista, dirigida oficialmente a desarrollar lazos económicos, que culminó con declaraciones de apoyo a los bombardeos israelíes contra Gaza y de denuncia de la resistencia palestina.
Ros-Lehtinen nunca ha escondido sus convicciones sionistas y consagra mucha energía en el Congreso no solo a la defensa de Israel sino del conjunto de los intereses estadounidenses y geopolíticos de este estado, al lado de los 4 000 lobbyistas pro-israelí que cuenta Washington.
Con sus colegas que reivindican orígenes cubanos, Lincoln y Mario Díaz Balart, la representante por Miami también “defiende los derechos humanos” apoyando a la ocupación de Irak y Afganistán, amparando a la CIA y sus practicas las más abyectas, dando cobertura al terrorismo cubanoamericano además de respaldar sistemáticamente cualquier iniciativa de la extrema derecha latinoamericana.
Al llegar en Israel, priorizó una visita al pueblo de Sderot, en la frontera con Gaza, donde condenó a la resistencia palestina en términos característicos de los órganos de propaganda sionista.
Su denuncia, la hizo en presencia del uno de los más generosos padrinos de sus campañas electorales, el empresario multimillonario del Sur de la Florida, Stanley Tate.
Tate y su tropa regalaron unos 700 000 dólares, el año pasado, en contribuciones a las campañas de sus candidatos favoritos que incluyen a todos los portavoces de la derecha anticubana mas exacerbada.
Ros-Lehtinen y su delegación que incluya a su ex marido, Dexter (el quién le lanzó un televisor en 1982 en el medio de una discusión familiar, según el Miami Herald) se reunieron sucesivamente con los más importantes personajes del estado sionista.
Conversaron con el presidente Shimon Peres, el primer ministro Benjamin Netanyahu, el ministro de la defensa Ehud Barak, sin olvidar el presidente del banco central Stanley Fischer y el alcalde de Jerusalem Nir Barkat.
El viaje de Ileana Ros-Lehtinen y sus socios – entre los cuales el gobernador de Texas, Rick Perry – se desarrolló del 10 al 15 de agosto y fue organizado por la firma Global Capital Associates, une empresa privada que se dedica a estimular contactos políticos a favor de Israel.
En una entrevista con el diario web Forward, el 14 de octubre del 2005, Ros-Lehtinen habló por primera vez de su ascendencia judía que, dijo, pocos de sus electores conocen.
Sus abuelos maternales eran judíos sefaraditas procedentes de Turquía que se radicaron en La Habana en los años 50.
Su abuelo Jacobo Adato Levy fue un respetado líder religioso de la comunidad judía habanera, fundo sinagogas, y se quedo en Cuba después de la Revolución hasta su fallecimiento.
Aunque no lo reconoce, Ros-Lehtinen siempre se benefició de sus orígenes: es una de las representantes con mejor vinculación con el AIPAC (American Israel Public Affairs Committee), el omnipresente y omnipotente lobby judío de Washington.
Este viaje a Israel es el séptimo que realiza la congresista republicana vinculada a la mafia terrorista cubanoamericana que calificó a Israel de "major aliado de los Estados Unidos en contra de los extremistas violentos”. |
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