Honduras en la encrucijada
Cualquier análisis acerca de la lucha por el poder en Honduras,entre la realidad aparente,tiene que hacerse sobre la base de cuál es la contradicción principal y su dialéctica en el tiempo.
Mozart Lee González | Panamá | 17-7-2009 | 48 lecturas
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Cualquier análisis acerca de la lucha por el poder en Honduras,entre la realidad aparente, tiene que hacerse sobre la base de cuál es la contradicción principal y su dialéctica en el tiempo.
El Presidente Manuel Zelaya ha sido derrocado por el Consejo Hondureño de la Empresa Privada(COHEP) y los militares que ven en él una amenaza a la democracia sumisa que está a las órdenes del gobierno de EE.UU, al invocar el odio visceral a toda medida antiglobalización. Éstas abarcaron la solicitud de salida de las tropas norteamericanas en la base de Palmerola; negociar con Venezuela petróleo a un bajo costo y con un período de gracia extenso y ,por último, convocar al pueblo a una consulta para decidir en noviembre próximo la aprobación de una Asamblea Constituyente.
Medidas que, a la luz de las circunstancias actuales,resultaron precipitadas,pues no se agotaron las etapas necesarias de contenido político--militar, las cuales pudieron identificarse como aquellas que reducirían la capacidad de maniobra,movilización y organización del ejército y la burguesía.
Los acontecimientos políticos en Honduras pasan por una encrucijada. Los golpistas fallaron en sus intentos por presentar al gobierno títere de civiles(COHEP) como un parto de tauromaquia. El presente de la dinámica de la lucha social en América impone otro ritmo a su historia.
Nunca llevaron la razón de los cuarteles a conclusiones nuevas,vinculadas éstas al Neoliberalismo explotador y cuáles serían las reacciones del pueblo frente al despliegue clásico de tropas con el apoyo enmascarado del Imperialismo.
El Presidente de origen burgués, expulsado-- manus militari--por un grupo de comando élite a Costa Rica, se ve apoyado por la OEA, el grupo de La Alianza Bolivariana(ALBA), el Consejo de Naciones del Sur(CONASUR), la Organización de las Naciones Unidas(ONU), la Unión Europea(UE) y las palabras mediáticas para ganar tiempo de Barac Obama.
Al interior de Honduras--como un río de lava incandescente--el pueblo se moviliza en las calles pidiendo a gritos "al Presidente elegido democráticamente por su pueblo",en el marco de la lucha política interburguesa y la estrategia continental de dominio geopolítico del Imperialismo en Centroamérica.
Sin embargo, ambos grupos,los artífices militares del golpe en la base norteamericana de Palmerola y los gorilas hondureños, jamás pensaron en la contradicción principal:la organización y movilización diaria de la mayoría del pueblo,cuya estrategia del momento es pacífica y tiene como objetivo una huelga general para paralizar toda la economía de la patria de Francisco Morazán. ¿Significa esto una situación coyuntural o el salto cualitativo a una insurrección popular?...Pese a los esfuerzos de la burguesía de opacar la realidad cambiante con los medios de comunicación y el Estado de Sitio.
Los pasos del Presidente de Costa Rica, Oscar Arias, peón de la política exterior del Imperialismo Norteamericano en Centroamérica, no han resultado convincentes,puesto que la contraparte beligerante sostiene una postura contrarevolucionaria que se ata a la arrogancia de las armas y a un escenario virtual.
Tal vez como mensaje subliminal para desempolvar la "guerra fría" de los documentos de Santa Fe I y II (1980) en los cuales se plantean futuras confrontaciones regionales denominadas "guerras de baja intensidad" a los países que son la antítesis de una "economía de mercado" que se desploma cada día con burbujas macroscópicas, el cambio climático y la ley histórica de la Revolución permanente mundial.
Ante la presión del aislamiento internacional y el protocolo indefinido de Hillary Clinton y el Presidente Barac Obama, a la Junta de Gobierno militar--civil no le queda otro camino que la rendición incondicional y el exilio dorado o empantanarse en una guerra interna fratricida de alcance prolongado que dependerá de la correlación de fuerzas internas, la presencia de las tropas extranjeras, la solidaridad de las Brigadas Internacionalistas y la concepción de una posible guerra regional, ante el marco esbozado por las nuevas teorías de la llamada "Guerra Asimétrica".
El Presidente constitucional de Honduras, según pacten los peones de San José, podría jugar,en último instante, la carta deshonrosa de regresar,reducir y entregar su perfil al poder omnímodo de los militares y civiles. De hecho, implicaría una capitulación personal, al margen del pueblo que trata-- con las movilizaciones-- crearse un mundo mejor. Esta capitulación sería celebrada con champaña y caviar en los escondrijos de la burguesía hondureña y en la embajada norteamericana.
No obstante, los sucesos cotidianos indican que la respuesta es otra. Las últimas palabras de "Mel" Zelaya y la organización de un Frente de Resistencia al golpe,nos hablan de días de lucha intensos. ¿Se impondrá,entonces, el presagio de la iglesia católica de "un baño de sangre" inevitable y certero? ¿O los militares se fraccionarán buscando la unidad monolítica con el pueblo?
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